domingo, 8 de febrero de 2009

Zapatero comulga con la Iglesia y otros dislates.


El Gobierno español ha querido mostrar esta semana una imagen condescendiente frente a Tarcisio Bertone, secretario de Estado Vaticano y “número dos” del Papa Benedicto XVI, en su visita a España y, en parte, ha conseguido su objetivo: tranquilizar a la Iglesia de Roma, un tanto nerviosa por las informaciones recibidas por Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española. Zapatero consigue casi lo imposible: comulgar en las formas con una Iglesia que, de frente, le respeta, pero, de soslayo, le condena. Zapatero no quiere enfrentarse abiertamente a dos millones de católicos que podrían poner en peligro su precario equilibrio de fuerzas y se arruga ante los obispos: ni apostasía, ni retirada de crucifijos, ni denuncia del Concordato. De esta forma, ambos salen beneficiados: la Iglesia de Roma, que se ha dado un baño diplomático, rejuvenecida y con más fuerza (aunque, al reunirse con el presidente de la Conferencia Episcopal, muestra la cara escondida que siempre tuvo) y el Gobierno socialista, un ogro sin genio ni uñas cuando se trata de estrechar la mano de este visitante ilustre.


Considerados por algunos obispos como el Belcebú del laicismo, Zapatero ofrece una imagen condescendiente con la Iglesia de Roma. Para ello tiene que aplicarse en el Congreso, en donde los socialistas vetan la retirada de crucifijos en actos públicos, la regulación del ejercicio de la apostasía y unos nuevos acuerdos con la Santa Sede. No queriendo abrir un nuevo frente de batalla con los obispos y los católicos en estas especiales circunstancias, Zapatero defrauda así las expectativas de izquierdas y del propio partido de avanzar en la laicidad. El mismo día de la llegada de Bertone a España, el PSOE logra tumbar en el Congreso, con el apoyo del PP, de CiU y de Unión, Progreso y Democracia, cuatro de las seis proposiciones no de ley defendidas por Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV) en la Comisión de Justicia. Tres de las rechazadas alcanzaban asuntos incómodos para el Gobierno en su tensa relación con la Iglesia: la apostasía, la denuncia y revisión de los acuerdos con la Santa Sede y la reflexión sobre la eutanasia. No es el momento, aunque no pocos socialistas dispuestos a apoyarlas se ven frenados por la aplastante disciplina de voto. “Estamos cansados del ‘no toca’ –se quejan los parlamentarios laicistas del PSOE– La gente no lo entiende. Prometimos avanzar en la laicidad en nuestro congreso federal y ahora nos enmendamos”.


Gobierno y Vaticano muestran sus buenas caras, pero otros socialistas niegan con la cabeza: “Hemos demostrado mucha tibieza”… Pero el Gobierno socialista se apresta a fumar con Bertone la pipa de la paz, tras una legislatura muy delicada por las bodas gays, los divorcios express y la adopción de niños por homosexuales. Y, sin perder su sonrisa justa y comedida, el secretario de Estado del Vaticano se reune con la vicepresidenta del Gobierno en un ambiente “muy cordial” en el que incluso se permite elogiar la elegancia y el colorido del traje de De la Vega.


Luego, en una rueda de prensa, Tarcisio Bertone afirma que, en España, no hay peligro ni para la familia ni para la educación. Una sentencia que supone un duro varapalo para el presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, a su derecha quien no da oídos a los que escucha.


Esta misma semana, Génova cierra la investigación interna sobre la trama de espionaje interna, pasándole el muerto a una Asamblea de Madrid controlada por Esperanza Aguirre quien, antes de que comiencen las pesquisas, asegura que está muy tranquila porque la comisión, controlada por ella, no encontrará “culpables”. El martes comparece uno de los implicados en la trama: Sergio Gamón, director del Área de Seguridad de la Consejería de Interior. Su intervención es tensa, demasiado breve, sin respuestas útiles, blindada por un PP que preside la comisión e impide preguntas. La derecha no permite que ningún miembro de la oposición tenga el control de la mesa. Y elige a Martín Vasco, el ala más dura del PP. Se teme que la “lideresa”, con todo “atado y bien atado” lo controle todo y cierre en falso este trabajo político, burlando todos los intentos de aclaración y lleve a cabo una farsa política. Se sospecha que Telemadrid, en ocasiones tan presente, no ofrezca ninguna sesión ni en directo ni en diferido. Aguirre insiste en que “no tenemos nada que ocultar” y se muestra “extrañada” por el hecho de que los socialistas madrileños se preocupen por estos temas ya que, a su juicio, “el espionaje es seña de identidad del PSOE”. Piensa que la mejor defensa es un buen ataque y acusa a este partido de haber espiado “del rey para abajo a todo el mundo”. La oposición cree que la derecha juega con las cartas marcadas y sospecha lo peor de cara al futuro. El miércoles se confirman las primeras pruebas de lo que la izquierda sospechaba.



Pese a que Esperanza Aguirre se confiesa una entusiasta del control parlamentario, la oposición no consigue que ella Aguirre, su viceconsejero, Ignacio González, ni el responsable de Interior, Francisco Granados, intenten aclarar “el lodazal de dossiers”. El jueves, 5 de febrero, la “comisión de los espías” arranca con toda clase de zancadillas. Mientras el PP habla de facilitar la “máxima transparencia” para llegar hasta el final y “conocer la verdad”, los socialistas tildan la comisión de “tapadera” por el escaso tiempo habilitado para las comparecencias. Para Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid, todo esto constituye “el mayor acto de cinismo político en la Comunidad de Madrid”, dado que la comisión de investigación no permitirá llegar al fondo del asunto, y menos en 15 días –la de Tamayo y Sáez se extendió durante 40–. Maru Menéndez, portavoz del PSOE en la Asamblea, teme que los comparecientes vengan a leer “un texto escrito” con “sucesión de monólogos” en lugar de a responder a unas preguntas. Inés Sabanés, portavoz de IU, no descarta ninguna comparecencia y advierte que su grupo será contundente a la hora de exigir explicaciones. Aguirre interrumpe el discurso. Extiende la mano y dice: “¡Mire cómo tiemblo!”…




El Goya ganada por la película “Bucarest. La memoria perdida”, premiado como mejor documental, se pierde la misma noche en que es entregado a su director, Albert Solé, el domingo pasado. El filme repasa la lucha política de su padre, Jordi Solé Tura, uno de los padres de la Constitución y ex ministro de Cultura, que padece Alzheimer. Los componentes de la película van a celebrarlo a una discoteca, dejando el Goya al cuidado de un guardarropas. Pero un crítico de cine en paro, se las ingenia para llevárselo, dejando al galardonado con un palmo de narices.


Albert Solé, con su Goya.


Al día siguiente, por la noche, Albert Solé recibe una llamada telefónica del subdirector de “El Mundo” quien le advierte que el autor del robo del Goya lo ha depositado en su diario y que puede pasar a recogerlo. Oportunamente, el periódico publica una entrevista con el autor del “robo-secuestro” y Pedro J. Ramírez, su director, aparece con la estatuilla enfrente, presumiendo de hazaña. “Tiene poco más de 30 años –decía del personaje que había robado el Goya– y responde a las iniciales K. N. T. Hace años que vive en Madrid, donde vino con ganas de dedicarse a lo que más le gusta en esta vida: el cine”. El personaje es tildado de “borrachito de discoteca” por Albert Solé, quien no piensa tomar ninguna medida legal, “porque sería dar más publicidad a ese sinvergüenza”.

Pedro J. Ramírez ante el Goya robado. Por lo visto, todo sirve para hacerse publicidad

Un vídeo del periodista José Miguel Monzón, alias “El Gran Wyoming”, en el que el presentador del programa “El Intermedio”, vejaba a una becaria de este programa por no realizar bien su trabajo, desata durante todo el fin de semana una enorme polémica en Internet.



Manuel Rico, en su Trinchera Digital, habla el 4 de febrero de “La empanada mental de la Asociación de la Prensa de Madrid". Un escrito que no tiene desperdicio y que nos permitimos transcribir por su interés:

Fernando González Urbaneja, presidente de la APM, confunde el humor con la información


“Es ciertamente asombroso que el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Fernando González Urbaneja, haya declarado que la broma del Gran Wyoming en su programa de humor supone “un desprestigio” para la profesión periodística. Los únicos que han desprestigiado el periodismo, como hacen de forma permanente, son los basurillas de Intereconomía que se lanzaron a insultar al Gran Wyoming sin hacer ni una llamada para comprobar si el vídeo era cierto. Eso sí es saltarse las normas más básicas de la profesión. Eso es ciscarse en el periodismo.

“Urbaneja, además, demuestra tener una importante empanada mental al juzgar un programa de humor –como El Intermedio– con criterios informativos. Es como si la APM se indignase porque las notas de prensa de los ministerios o las consejerías autonómicas no desvelan en exclusiva los errores de sus titulares. Absurdo. Lo único que no se puede hacer es engañar a los ciudadanos, pero cada uno cumple unas funciones diferentes en el mundo de la comunicación: si “alguien trabaja en un periódico, tendrá que hacer periodismo; si alguien trabaja en un gabinete, tendrá que presentar la realidad de la forma más favorable a su jefe (sin mentir, claro); y si alguien trabaja en un programa de humor, tendrá que hacer reír a la gente (sin humillar con sus bromas a personas indefensas).

“En los últimos años, en España, se han producido ataques brutales contra la profesión periodística. El más indignante para cualquier persona decente fue la manipulación político-periodística de los 192 muertos del 11-M. ¿Dónde estaba Urbaneja o la APM cuando Pedro J. publicaba sus agujeros negros y MiniGoebbels vomitaba sus mentiras en Radio Odio? Dicho lo anterior, hay que relativizar la importancia de dicha organización. La APM logró muchos asociados por el seguro médico que facilitaba a sus miembros, que será algo muy positivo, pero que nada tiene que ver con la dignidad del periodismo. ¿Acaso alguien recuerda la última vez que hizo algo realmente útil para los profesionales?”

Copas y lágrimas tenísticas




El suizo Roger Federer, número uno del tenis hasta la irrupción de Nadal, no purdo contener la emoción y se deshace en lágrimas ante el tenista manacorense, tras caer derrotado en cinco sets tras. Federer ya se había alzado con su primer 'Grand Slam', había conseguido hacerse con el número uno del mundo y nunca había perdido ninguna de las tres finales disputadas en Australia. Pero esta vez, la suerte le vuelve la espalda mientras Nadal se hace con ella, convirtiéndose en el primer español que levanta el cetro de campeón. Dos días antes, en una eterna semifinal contra Verdasco, Nadal conseguía ganar tras cinco horas y cuarto, el choque más duradero en la historia del torneo. Con esta victoria, Nadal sigue forjando una leyenda que, a sus 22 años, ya alcanza dimensiones extraordinarias.


Frente a un Federer que no sabe contener las lágrimas en la entrega de trofeos, Nadal, su amigo en la vida y enemigo en la pista, comprende que reprimir su llanto sólo puede conducirle a la frustración, rabia y odio. Le comprende y, con un equilibrio y humildad admirables, se acerca a él. Le rodea el cuello con su brazo y le susurra: “Sí, hoy te he ganado, Roger, pero tú eres casi el más grande de todos los tiempos. Y si no lo eres (Sampras tiene un título más de “grand slam”), lo serás”. Horas después, se pondrá los cascos para escuchar música del conjunto español “La Oreja de Van Gogh”, cuyas canciones aprecia. Y, en su página web, confesará que, igual que le ha pasado al suizo Roger Federer en Australia, él también solía llorar. Recuerda especialmente las lágrimas que, hace dos años, derramara tras perder la final de Wimbledom, frente al propio Federer. “Yo también –escribe en su ordenador– solía llorar mucho (después de perder un partido). Recuerdo haber llorado tras perder en Wimbledon. Pero también en la semifinal, cuando gané”. Y, al llegar a Mallorca, abandera la candidatura de Federer para el premio Príncipe de Asturias del Deporte.


Por cierto, a Rafa Nadal no sólo se le pide que gane trofeos sino que salve a las islas Baleares, en donde nació y creció, del naufragio de la crisis económica universal. Las cifras, mal que pese, no son buenas, y el manacorí ha puesto su imagen para promocionarlas por el mundo entero. Así lo hace en este vídeo en el que, sin abrir su boca para nada, sólo mueve sus manos, sus brazos, sus piernas y todo su cuerpo, como si jugase una partida de tenis, presentando así la imagen de Baleares. El convenio suscrito entre él y la Conselleria de Turismo tiene una vigencia de tres años y una inversión de dos millones de euros anuales en el que se incluye el caché del deportista y los gastos de emisión. ¿Conseguirá mantener el número de visitas al archipiélago?





Un Audi A3 cae al agua en El Toro (Calvia), en la vecina isla de Mallorca, con dos jóvenes de 21 años que hacían unos trompos en la carretera que discurre paralela al mar. La “travesura”, que acabó con el coche de más de 25.000 euros hundido en el agua y totalmente inutilizado, es una práctica habitual en la zona entre “los hijos de papá”. El coche golpeó el murete de protección y cayó al agua con las ruedas hacia arriba. Tras su caída, los ocupantes quedaron atrapados en el interior del vehículo, siendo evacuados por cuatro viandantes de la zona.




Dos días después, otro vehículo –esta vez una furgoneta de una empresa de mudanzas– se precipita al mar en el puerto de Ibiza cuando iba a ser embarcado. El accidente, esta vez sin heridos, se produjo al abandonarlo el conductor y el copiloto para conseguir las tarjetas de embarque. El furgón, que había quedado sin frenar, tarda 20 minutos en hundirse, al tener sus ventanillas cerradas e impedir que el agua entrara en su interior. Ante el peligro que supone que una de las embarcaciones de gran calado pueda colisionar con la furgoneta, un equipo de buceo consigue devolverlo a tierra.


Pep Roig nos sorprende con nuevos dibujos: Ideas, El camino, Dinámica negativa y Amén.





Y, para terminar, un discurso pronunciado por una jovencita de sólo 12 años en la cumbre del medio ambiente de Río de Janeiro, hace más de una década. Las palabras de Severn Suzuki –verdades sin tapujos– son un canto a la juventud, a la Tierra y a la vez una gran bronca para todos los representantes que se encontraban allí presentes. Pocas voces se han oído tan claras en ninguna cumbre internacional. “Sólo soy una niña y no tengo todas las soluciones”, dijo, pero los representantes políticos tampoco las tenían y con su discurso se quedaron callados, enmudecidos, avergonzados ante las grandes verdades que fue desgranando. Una sola frase resume su discurso: “¿Por qué hacen cosas que nos han enseñado que están mal?”



1 comentario:

Anónimo dijo...

Se confirma que el presidente del gobierno español siempre dice lo que su interlocutor quiere oir. Las sospechas al respecto de que este hecho venía produciendose se disipan cuando los diversos agentes sociales se reunen entre si, sin la presencia de Rodriguez Zapatero, y constatan con sorpresa que "Caramba, a mi me ha dicho lo mismo" -o bien- " a mi no me ha planteado nada de eso" Otras fuentes consultadas refieren que tal actitud o lines de actuación tendría por fin la permanencia de si mismo y el grupo que representa en el poder, y cabría preguntarse si el asunto fuera competencia de la audiencia nacional, aunque -por otra parte- existen serias dudas al respecto de la tipificacion de este delito, habida cuenta del vacio legal que lo posibilita.
(Información recogida en un bar de Madrid)
chiflos