domingo, 19 de agosto de 2018

Barcelona homenajea a las víctimas del 17-A; los CDR se contra-manifiestan.

Plaza de Catalunya amaneció el viernes con una pancarta contra el Rey Felipe VI.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, compareció el pasado viernes, en una rueda de prensa previa a los actos oficiales por el aniversario de los atentados de Cataluña del 17-A.  Más allá de recordar a las víctimas de los atentados, el político aprovechó la ocasión para referirse al que fuera mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, y al 'exconseller' de Interior, Joaquim Forn, sobre el que dijo que “hoy está injustamente encarcelado”. “Hoy hace un año, el 17 de agosto de 2017, nuestro país fue víctima de un ataque terrorista brutal”, comenzó diciendo el 'president'. “El miedo se extendió por toda Cataluña y por todos los países de los que eran las víctimas de esta barbarie. Transcurrido un año de aquello, la Generalitat quiere hacer llegar el recuerdo a las víctimas. Del mismo modo, quiero trasladar mi más sincero reconocimiento a todos los profesionales de seguridad, sanidad y emergencias”. “El Gobierno de Cataluña quiere mostrar su máximo rechazo al terrorismo, sea cual sea su carta de presentación”, denunció Torra. “Cataluña se ha forjado a lo largo de los siglos como una tierra de acogida. Tenemos una sociedad íntegra y valiente dispuesta a luchar contra la barbarie”, aseguró, apuntando a su vez los valores de “la paz y la libertad” como pilares de Catalunya. Justo uno de los edificios de la Plaza Catalunya, donde se celebraría el acto central en recuerdo de las víctimas de los atentados, amaneció el viernes con un cartel que decía en inglés “El Rey de España no es bienvenido en los Países Catalanes”. El mensaje, escrito en letras negras y rojas sobre un fondo blanco, iba acompañado de una imagen del Felipe VI colgando boca abajo.  Paralelamente, los Comités de Defensa de la República (CDR) convocaron una concentración de protesta junto al monumento a Colón, bajo el lema “Sus guerras, nuestros muertos”.

     Los CDR reunieron a varios centenares personas según fuentes cercanas a la organización, en su 'contramanifestación' del 17-A.

El viernes se cumplió un año de los atentados en Barcelona y Cambrils, que dejaron 16 víctimas mortales y una marca imborrable en el calendario. Al filo de las cinco de la tarde de hace un año, una camioneta irrumpía en La Rambla llevándose por delante a todos los que paseaban por la calle más concurrida de la Ciudad Condal. Horas más tarde, se producía un segundo atentado en el municipio tarraconense de Cambrils, adonde huyeron cinco de los terroristas, provocando la muerte de otra mujer. Al margen del acto oficial con el Rey, Sánchez y Torra, los Comités de Defensa de la República (CDR) convocaron una marcha silenciosa en homenaje a las víctimas de los atentados terroristas de Barcelona del 17-A. Se trató de un acto paralelo al oficial, al que no acudieron por la presencia del rey Felipe VI. Se inició media hora antes del homenaje oficial. Pese a que el actual presidente de la Generalitat declaró hace unas semanas que “Felipe VI ya no es el Rey de los catalanes”, Torra participó en el acto oficial. También estuvieron presentes las delegaciones del Pdecat y de ERC. En cambio, los CDR convocaron a sus seguidores a las 10 de la mañana, en la plaza Portal de la Pau, situada al final de la Rambla. Desde allí, caminaron hasta el mosaico de Miró, donde quedó bloqueada la furgoneta que se utilizó en el atentado. En ese punto leyeron un manifiesto. A través de las redes sociales, los CDR llamaron a la participación a su acto y, al mismo tiempo, expresaron su repulsa al monarca. “¿Eres un político y vas al acto del 17-A con el Rey y los partidos del 155? -pregonaron en Twitter-. Entonces no eres nuestro político. Ven a rendir homenaje a las víctimas”. En la misma línea que Torra, los CDR mantuvieron que el jefe del Estado daba cobertura a la “represión” contra los que votaron en el referéndum del pasado 1 de octubre (1-O).  Y recordaron que se produjeron más un de millar de heridos. Sin embargo, en las últimas semanas estos grupos próximos a la CUP remarcaron sus diferencias con las dos formaciones que apoyan al gobierno de Torra. Y protagonizaron concentraciones de protesta ante las sedes del Pdecat y de ERC, exigiendo que los miembros del gobierno de la Generalitat desobedecieran al Estado o presentaran la dimisión. Esta situación generó tensiones entre estas formaciones y la CUP.

Los reyes, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el presidente del Senado, Pío Escudero, y el president de la Generalitat, Quim Torra.

En un ambiente enrarecido, con todo el mundo pendiente de la recepción a Felipe VI, arrancó el acto oficial en una Plaza Cataluña blindada, solo medio llena y decorada por la pancarta desplegada la noche anterior. Esta vez no hubo silbidos a la Corona, como en la manifestación antiterrorista de hace un año, y sí cánticos reiterados de “Felipe, Felipe” y “Viva el Rey” antes y al principio del acto. La cosa no fue a más. No hubo discursos. Sólo un fragmento del famoso poema del inglés John Donne “Las campanas doblan por ti”, leído en los ocho idiomas de los 17 fallecidos hace un año, y la interpretación por parte de alumnos del Conservatorio Municipal de Música de Barcelona: El Cant dels Ocells, que abrió el acto; Over the rainbow, la canción de El Mago de Oz que ganó el Oscar a la mejor canción; Imagine, de John Lennon; Hallelujah, de Leonard Cohen, y Qualsevol nit pot sortir el sol, de Sisa. Se evitaron los discursos políticos. El Ayuntamiento de Barcelona quiso dejar de lado las desaveniencias y centrar la atención en las víctimas, y, de paso, sortear posibles pitadas o manifestaciones contra el rey. Así lo presentan Arturo Puente / Pau Rodríguez en Eldiario.es: “Barcelona se reivindicó este viernes, cuando se cumple un año de los atentados en la Rambla y Cambrils que dejaron 16 víctimas mortales y más de 150 heridos, como una ciudad de profundas convicciones pacifistas. El acto de conmemoración fue conducido por la periodista Gemma Nierga y, a través de números musicales y recital de poesía, loó la empatía y la convivencia entre iguales mientras recordaba a las víctimas. El acto, diseñado al milímetro para evitar que la política acaparase el foco de atención, comenzó con una ofrenda floral en el centro de la Rambla, realizada por los familiares de las víctimas y un grupo reducido de autoridades. Luego, políticos y familiares se desplazaron en autobuses hasta la plaza de Catalunya, donde se encontraron con el resto de autoridades: el rey Felipe VI y la reina Letizia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el president de la Generalitat, Quim Torra, la alcaldesa Ada Colau o los presidentes de los parlamentos español y catalán. Las iniciales protestas contra la presencia del rey, en varias pancartas colgadas de edificios entre la Rambla y la plaza, no llegaron a sentirse a la llegada de Felipe VI al recinto del acto. Tanto a su llegada como en el momento de su salida, el jefe de Estado saludó con normalidad institucional a las autoridades del Govern. El homenaje fue sobrio, muy diferente de la imagen de espontaneidad que se vivió justo hace un año, cuando la gente acuñó el lema de ‘No tinc por’ [no tengo miedo] que se convirtió en el grito de rechazo a los atentados. En el primer aniversario, en cambio, este grito apenas se ha dejado oír, como tampoco ninguna manifestación del público. ‘Hemos celebrado este acto para mirarnos, preguntarnos cómo estamos desde entonces. Esta ciudad os acoge. Queremos la paz, pero no queremos la indiferencia’, resumió Nierga a modo de conclusión”.

Los encargados de leer el manifiesto por el aniversario del 17A en ocho idiomas distintos.

En los pasados días, algunos sectores del soberanismo habían apostado por movilizarse el 17-A para protestar contra el Rey y utilizar la presencia de medios internacionales para difundir su mensaje al mundo. Algunas de las fórmulas que valoraban eran acudir a los actos y volverse, de espaldas al Rey, ignorándolo, ponerse máscaras de Forn y Trapero o acudir con banderas republicanas. La cuestión era si esta decisión de la ANC y Òmnium frenaría también a los círculos más radicales. Otras de las claves podían ser las directrices enviadas por el 'president' Torra e incluso Puigdemont. Por su parte, los partidos constitucionalistas llevaban semanas analizando la forma de arropar ese día al jefe del Estado en Barcelona, exigiendo al independentismo cesar en su boicot “por responsabilidad” y para evitar “desnaturalizar” el acto. Los más combativos eran los dirigentes de Ciudadanos, que mantenían una postura firme en que el boicot al Rey en Cataluña debía acabar para siempre y no solo en el acto del día 17. El llamamiento por parte de Sociedad Civil Catalana —principal organización de apoyo al unionismo— comenzó su ofensiva en respuesta al soberanismo para evitar que este copara el aniversario de los atentados. Pidió que se acudiese masivamente al acto y se guardase respeto sin mostrar simbología partidista alguna. “No queremos -señalaban- que se utilice para hacer política. De ahí que pidamos a los ciudadanos que vayan sin banderas, pancartas o cualquier simbología ideológica. Es lo más ético que podemos hacer”. SCC reclamó “neutralidad política absoluta” en la concentración, a diferencia de lo que pretendían los independentistas. Fue lo que el presidente del Gobierno abordó con el Rey en su despacho veraniego en Marivent. Sánchez anunció días después de haber confirmado que el jefe del Estado acudiría que también lo haría la Reina Letizia. El jefe del Ejecutivo insistió en que no habría “fisuras” contra el terrorismo, haciendo hincapié en la asistencia de la máxima representación del Estado, el Rey, y el Gobierno que él preside. Frente a los intentos de politización, el propio Sánchez se pronunció el pasado lunes recordando que el Rey acudiría “en representación de toda la sociedad española”, para mostrar “respeto, cariño y empatía” a las familias, en un mensaje donde, Sánchez entendía, se encontraba representada “a absoluta mayoría de la sociedad catalana y española”.

Colau pidió no politizar el 17-A: “Hay otros días para hablar de monarquía o república”.

Ada Colay, la alcaldesa de Barcelona, reconocía, en una entrevista de El País, recogida por Europa Press, que le dolía “la guerra de banderas en la manifestación a la que asistió el Rey” tras los atentados. Y, el domingo pasado reiteraba que “hay muchos otros días al año para hablar de monarquía o república” e insistía en que no se politizase el acto de homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) el 17 de agosto. “Me causó vergüenza por las víctimas. Todas las ideas son legítimas, pero en un momento así es una barbaridad que alguien busque polémicas para sacar rédito político. Es moralmente repugnante”, añadía. Y pedía que hubiera un papel discreto de las instituciones, ya que “no hay que personalizar ni en el Rey ni en nadie”. Colau lamentó el “intento de politizar el atentado” por parte de un alcalde del PP, con una falsa polémica, en sus palabras, sobre los bolardos y argumentó que nadie les pidió que los pusieran en La Rambla. En la entrevista, la alcaldesa revivió esos días y explicó que, en el momento del ataque yihadista, ella se encontraba en una casa rural cerca de Ripoll (Barcelona) junto con sus hermanas y su bebé de cuatro meses. Indicó que la primera persona con la que habló fue con el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la segunda, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quien la ofreció su ayuda inmediata. Aquella noche, también recibió la llamada del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien le trasladó “la voluntad de coordinarse al máximo”, y reconoció que la tensión institucional se notó al principio. Colau recordó que el delegado del Gobierno, Enric Millo, participó en las reuniones conjuntas con los mandos policiales, la Generalitat y el Ayuntamiento, pero señaló que llamó a la Delegación de Gobierno para que no hicieran reuniones paralelas y “que hubiera unidad por el bien de Barcelona”.

        Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, rechazó asistir a los actos del 17-A para no coincidir con el Rey.

La entidad soberanista ANC no participó en los actos de conmemoración del primer aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils para no coincidir con el rey Felipe VI. Fuentes de la entidad explicaron que la ANC “no participa en actos que cuenten con la presencia del Rey de España”, por lo que habían rechazado la invitación del Ayuntamiento de Barcelona, aunque pidieron que no se boicoteara al monarca durante los actos de homenaje a las víctimas. Los Reyes Felipe VI y Letizia acudieron a los actos y las organizaciones, así como los partidos independentistas, aseguraron que no llamarían al boicot ni pedirían que se abuchease al monarca, pese a no ver con buenos ojos su presencia en Cataluña. El president, Quim Torra también asistió al acto en Barcelona, después de que la ANC decidiera no acudir para no coincidir con el rey Felipe VI. Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, dijo, hace varios días, que la prioridad era rendir tributo a las víctimas. Sin embargo, la entidad decidía luego que no acudiría a los actos de homenaje a las víctimas del 17-A. Para compensar esta decisión, la ANC aseguró que centraría parte del acto que había convocado junto a Òmnium Cultural durante la tarde del día 17 en la cárcel de Lledoners en homenajear a las víctimas de los atentados, y no sólo en el reconocimiento del trabajo hecha por parte de los servicios públicos, los Mossos y del ex conseller de Interior, Joaquim Forn, ahora encerrado en ese centro penitenciario por el caso del 1-O. La semana pasada, Paluzie ya anunció que la entidad no organizaría ninguna acción de protesta contra el monarca, y declaró que los “protagonistas centrales del acto” deberían ser “las familias de las víctimas” de los atentados. “Eso es lo que hemos de poner en el centro y hemos de respetar todos, también el Gobierno del Estado”, remarcó. Tanto la ANC como Òmnium dijeron que no promoverán protestas contra el Rey para dar protagonismo a las víctimas.

 Torra llama a “atacar al Estado español injusto” en el homenaje a Forn el 17-A.

Tras los actos oficiales de homenaje a las víctimas del 17-A, las entidades soberanistas ANC y Òmnium convocaron por la tarde la concentración frente a la cárcel de Lledoners.  Bajo la lluvia y ante más de un millar de personas concentradas a las puertas del centro penitenciario, hasta allí se desplazó el “president” catalán y la mujer de Quim Forn, Laura Masvidal. Tras su intervención en el acto de homenaje a las víctimas de los atentados del 17-A, donde ya tuvo palabras para los políticos encarcelados y los Mossos, Torra reclamó la puesta en libertad de los líderes soberanistas, y llamó a “atacar a este Estado español injusto, que incumple su ley”. Más de un millar de personas se concentraron ante la cárcel, donde se encuentra preso el ex conseller de Interior, Quim Forn, a quien se rindió homenaje. Aunque los partidos políticos criticaron la “politización” de los actos de homenaje por el movimiento independentista, Torra volvió a reivindicar la república catalana en el día de las víctimas. El “president” sostuvo que el rey Felipe VI no le dijo nada cuando él le presentó a la mujer de Forn, y no dudó en reiterar el rechazo a la presencia del monarca, e incluso defendió las pancartas desplegadas contra la presencia del Rey. Torra insistió en que los independentistas “no debemos defender nada en los juicios, sino denunciar al Estado español autoritario que incumple su ley”. El “president” catalán reiteró que seguirán “hasta hacer efectiva la República y conseguir que los presos queden en libertad” y subrayó que, en el acto institucional por los atentados del 17-A, celebrado por la mañana “faltó gente”, en referencia a los soberanistas presos y a los que se encuentran fugados en otros países, aunque, según reivindicó, “los independentistas están más fuertes que nunca”. Torra terminó, aseverando: “Nosotros no nos defendemos. Atacamos […] No nos hemos de defender de nada porque Europa nos ha dado la razón […] No pararemos hasta hacer efectiva la República. Esto es un compromiso de todo el Govern y de la mayoría soberanista del Parlament”. Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium Cultural, hizo referencia al acto de homenaje con autoridades de la mañana en Barcelona. “Los carceleros han tenido vergüenza de mirarle a la cara”, dijo, en relación al silencio del rey, de la reina y de Pedro Sánchez, cuando Quim Torra les presentó a Laura Masvidal. “Ningún rey se puede otorgar el protagonismo en un acto como el de hoy”, dijo Mauri, quien exclamó: “¡Vergüenza!”. Y añadió: "Hoy es día de homenaje a las víctimas y agradecimiento a los servidores públicos; sólo ellos son los protagonistas”.

       Ramón Espinar defendió la asistencia del Rey Felipe VI al acto de Barcelona por el aniversario de los atentados yijhadistas.

¿Qué lleva a un republicano a salir en defensa del Rey? Gaspar Llamazares, portavoz de Izquierda Unida en el Principado de Asturias, contesta: “Soy republicano convencido, pero no de ocasión ni solo instrumental ni local, ni tan siquiera de mi casa. Por eso acato la Constitución y respeto a las instituciones, y también por eso pretendo obtener la mayoría necesaria para reformarla. El Rey tiene la misma legitimidad que el presidente de la Generalitat para estar en el acto de conmemoración de las víctimas de los atentados de Barcelona”. También los principales partidos de la izquierda española han salido en defensa de la presencia del Rey en Barcelona. Unidos Podemos lo hizo desde el primer momento, reprochando a Torra que usara los actos para “escenificar las diferencias” políticas. Fue el portavoz en el Senado, Ramón Espinar, el que insistió en que “mientras Felipe VI sea el jefe del Estado, tiene que acudir a este tipo de actos, que tienen que ver con un terreno que no es el de la política”. El senador afirmó, como han hecho otros dirigentes de la formación morada, en que el 17-A debe servir “para estar todos los que nos solidarizamos con las víctimas” independientemente de la ideología.

El mosaico de Miró de la Rambla se llenó de velas, flores y recuerdos para las víctimas del 17-A.

Cuartopoder, en un artículo (“A un año de los atentados, ¿actos despolitizados con el rey de España?”), anunciaba el pasado domingo una serie de actos en Cataluña, coincidiendo con el primer aniversario de los atentados en la Rambla de Barcelona. “No han sido invitados -advertía-, pero está prevista la asistencia del presidente del Gobierno español y del jefe del Estado, el rey Borbón. También estarán el presidente de la Generalitat catalana y la alcaldesa de la capital catalana. Se han alzado voces, desde la derecha ultranacionalista española con conexiones fascistas de Sociedad Civil Catalana (con apoyo de Ciudadanos, PP, Vox, entre otros), hasta la de distintas voces de izquierdas para ‘no politizar los actos de homenaje a las víctimas’. ¿Cabe delirio más profundo? El rey que realizó un discurso a principios de octubre del año pasado después de las cargas de la policía española y la Guardia Civil a la ciudadanía que quería votar por la autodeterminación el 1 de octubre, y que dejó sorprendidos a muchos monárquicos por su bestialidad, vendrá a Barcelona y ‘no hay que politizar este hecho’. Se puede tener imaginación, hasta una delirante imaginación, pero ¿es posible tenerla hasta tan estratosférico grado? Incluso un dirigente de Podemos ha llegado a decir que es normal el hecho de que Felipe VI acuda como monarca a este tipo de actos que ‘tienen que ver con un terreno que no es el de la política’. ¡Qué imaginación tan desbordante! No han sido invitados ni el rey ni el presidente del gobierno. Y vienen. Como explica un artículo que reproducimos. El mensaje es claro: ‘Este territorio es nuestro y vosotros sois nuestros súbditos, lo queráis o no’. ¡Y no hay que politizar este tipo de actos! El homenaje a las víctimas más generoso será en la medida en que menos hipócritas sean políticamente los actos en su honor. Desde los atentados del 17 de agosto de 2017, han pasado muchas cosas en Cataluña y en el Reino de España. Entre otras muchas, el impresionante 1 de octubre que recorrió el mundo con las imágenes de la policía apaleando a la ciudadanía pacífica. Entre otras muchas, la aplicación del artículo 155 de la Constitución española. Entre otras muchas, la convocatoria de unas elecciones en Cataluña por parte del gobierno español para que fueran ganadas por los partidos constitucionalistas monárquicos y contrarios al derecho de autodeterminación, y la mayoría fue ganada por partidos que defienden el derecho a la autodeterminación y la república catalana”.

      "Nosaltres no tenim por; ells, sí"

Hace casi un año, se publicó la “Postdata al editorial: ¿Pero qué esperaban en Ripoll y en Barcelona?”, escrita por Antoni Domènech, Gustavo Buster y Daniel Raventós (editores de Sin Permiso). Y, entre otras cosas, decía: “Las primeras maniobras en caliente del Gobierno Rajoy para el 1 de octubre se han saldado con una retirada, que no se ha convertido en desbandada por el rápido reconocimiento de su máximo responsable del alcance de la situación. Que Rajoy haya tenido que reconocer que la manifestación de Barcelona de repulsa a los atentados ha salido bien, después de la pitada colosal con la que fueron recibidos tanto él como el rey Felipe VI, ha debido escocer mucho. Lo que parecían los flecos del extremismo fascista tras los atentados de Barcelona y Cambrils -con sus ataques a la mezquita de Granada, pintadas en otros tantos lugares de culto musulmanes y paliza grupal a una mujer con hijab-, se convirtió en una ‘moderada’ campaña de prensa orientada a golpe de argumentario desde los servicios de comunicación de La Moncloa. Aníbal Malvar da cuenta de ella y a eso nos atenemos. Se les atragantó el mensaje impuesto desde la calle: ‘¡Barcelona, ciudad de paz!’ y ‘No tenim por!’ Porque, en definitiva, la ‘moderada’ estrategia del mal menor que ha desplegado desde hace meses el gobierno Rajoy contra el referéndum de autodeterminación catalán propuesto para el 1 de octubre, se basa en el miedo. En meter mucho miedo, de ‘manera proporcionada’, como solo sabe hacerlo quién tiene el monopolio de la violencia como última razón de estado…Intentó recuperar el control, manteniendo la campaña de prensa para al menos no sufrir mayor desgaste en su propio electorado fuera de Catalunya, organizando su presencia al más alto nivel institucional en la manifestación y agitando el fantasma de la ‘unidad’, es decir de la sumisión a su mensaje antiterrorista. Nada de esto, es evidente, sirvió. A la manifestación de Barcelona del 26 de agosto acudió medio millón de personas. Nadie se ha atrevido a discutir las cifras. El gobierno Rajoy tuvo que aceptar la decisión del ayuntamiento de ceder la cabecera a quienes habían estado en la primera línea de actuación en los atentados: los Mossos d’Esquadra, los servicios de emergencia, el personal de los hospitales. La comitiva institucional tuvo que ser ‘encapsulada’ y situada detrás, a una distancia suficiente, lo que no evitó el abucheo y los pitidos contra quienes se habían desplazado de Madrid en una interesada solidaridad y que no contaron con otro apoyo que el patético contingente organizado por la autoproclamada ‘Sociedad Civil Catalana’.

       Los CDR queman retratos del rey Felipe VI y del juez Llarena en una manifestación.

El Confidencial del miércoles contaba cómo los CDR se movilizarían en el acto con el Rey y dejarían solo a Torra. “Los CDR tampoco participarán en el acto de homenaje a las víctimas por el atentado yihaidista en las Ramblas de hace un año… En terminología independentista se denomina a esto ‘hacer un Tortosa’, por una visita de Inés Arrimadas, la presidenta de C’s en Cataluña, que hizo a esta ciudad de Cataluña. El pasado 18 de julio los independentistas optaron por ignorar a la líder de la oposición en el Parlament y el viaje se saldó sin más incidentes. Primero fue la alcaldesa, Ada Colau, que como siempre jugó a dos barajas. Al principio dijo que no invitaba al Rey para acto seguido proponer que ese no era el día para debatir sobre monarquía o república. Se fueron sumando a esta línea distintos organismos, desde Òmnium Cultural hasta la presidenta de la ANC, Elisenda Paulizie. Todos abogaban por lo mismo: no acudir al acto para evitar coincidir con el monarca. Sin embargo, el golpe de gracia lo dio el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. Además de culpar al rey Felipe VI por el despliegue policial el 1-O, el principal argumento de los independentistas era que no se podía homenajear a las víctimas del atentado cuando los dos hombres clave en la reacción policial de los Mossos tras el crimen de las Ramblas estaban cuestionados por la Justicia española: Trapero, imputado en la Audiencia Nacional, y el 'conseller' de Interior en aquel momento, Joaquim Forn, en prisión preventiva. Ambos no por nada que tuviera que ver los atentados islamistas en Barcelona sino por los denominados ‘hechos de octubre’. Trapero se desmarcó. Su equipo legal pidió que se abstuviesen de hacerle homenaje alguno. Pensaban en uno con caretas suyas frente al Rey. Forn le siguió en la iniciativa. De hecho, Forn es el preso que ha llevado a cabo una defensa menos política, mientras que Trapero se ha limitado a una defensa técnica, lejos de las proclamas de otros presos, que por ahora le ha evitado pisar la cárcel. Sin Trapero y sin Forn, los activistas se quedaron huérfanos. Y ni siquiera Carles Puigdemont desde Bruselas se ha atrevido a insistir en la movilización contra el Rey. O en poner el acento en la cuestión independentista y no en el apoyo a las víctimas. Para compensarlo se convocó un acto en Lledoners, la prisión donde se encuentran los presos de los ‘hechos de octubre’.

       “Ante lo concreto, Torre se diluye”.

“Queda el presidente de la Generalitat Quim Torra y los imprevisibles elementos incontrolados de los CDR. El Rey y la comitiva -advertía el pasado miércoles El Confidencial- tendrán que recorrer un trayecto entre Plaza Catalunya y las Ramblas. Y puede pasar cualquier cosa. Pero el tono general en este contexto es que es muy posible que en términos políticos el acto de este viernes no tenga mayor relevancia ni para unos ni para otros. Pero mientras se va relajando el contexto del acto, Torra va radicalizando su discurso. El pasado 3 de agosto ya habló de los ‘enormes sacrificios’ que iban a tener que hacer los catalanes para alcanzar la independencia. Diez días después Torra volvía a insistir en que serán necesarios ‘sacrificios’ para hacer efectiva la república. En el mismo acto, el planteamiento de Torra no puso ser más radical: ‘Libertad o libertad’. Los argumentos de Torra solo son retóricos. De hecho, cuanto más baja la tensión alrededor del acto en recuerdo de las víctimas, más eleva el tono el presidente catalán con sus declaraciones. Pero sin concretar. Habla de sacrificios pero no explica cuáles serán. Dice que hay que ir hasta otro 1 de octubre, pero no marca fechas, ni siquiera aproximadas. Ante lo concreto, Torra se diluye”.

        Víctimas de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils, en rueda de prensa.

En una rueda de prensa en Barcelona, las víctimas agrupadas en torno a la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por el Terrorismo (UAVAT), que atendió a 182 afectados del 17A, denunciaron que durante todo este tiempo se habían sentido “engañadas, abandonadas, incomprendidas y tristes”, como describió Ana Cortés, una de las supervivientes de las Ramblas. En nombre de las víctimas, Roberto Manrique, el coordinador de la UAVAT, exigió que los actos institucionales del viernes fueran un homenaje a las víctimas y que la clase política “hiciese una tregua”. Manrique leyó en la rueda de prensa una carta enviada por Javier, el padre de un menor de Rubí (Barcelona) asesinado el 17A, en la que éste pedía que los actos de fueran de “respeto y consideración” para las víctimas y sus familias. “El aniversario del 17A debe ser un día para las víctimas y sus familias. De respeto hacia ellos y su dolor. Que puedan ir a las Ramblas a recordar sus pérdidas y depositar flores y lo que necesiten en su honor, sin políticos, sin periodistas, sin cotillas. Como mucho, con los cuerpos de seguridad y equipos de emergencias. Debe ser un acto de respeto y consideración”, señalaba el escrito. En la misma línea, Ana Cortés, que pudo esquivar a la furgoneta del terrorista Younes Abouyaaqoub tras salir del metro en Las Ramblas, frente a la fuente de Canaletes, leyó también una carta, intentando expresar el sentimiento de las víctimas y mostrando su denuncia por el hecho de que se habían sentido abandonadas. “Ahora que seremos visibles -expresó-, ahora que todos se acuerdan de nosotros y estamos en boca de todos, es el momento de hablar, porque a partir del 18 de agosto volveremos a ser olvidados y sólo existiremos para nuestras familias y los que han estado 365 días sufriendo a nuestro lado durante un año que ha sido durísimo, de incomprensión”. Cortés denunció que ningún partido político se ha interesado durante este año por saber cómo estaban y si necesitaban alguna cosa y lamentó que, por el contrario, los políticos se apresuran ahora a tomarse fotos a su lado. “La única ayuda que recibimos fue de las fuerzas de seguridad, los equipos de emergencias, la Cruz Roja, los Bomberos, el 061, la UAVAT y otras víctimas, que se dejaron la piel por nosotros”, indicó. “Nos sentimos engañados, abandonados, incomprendidos, tristes, pero muy unidos y con muchas ganas de recuperar nuestras vidas”, apuntó. Según Cortés, la única administración que les ayudó fue el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau, que “despertó de su letargo tarde, pero despertó” y colaboró con ellos, facilitando que se pusieran en contacto con la UAVAT. “Señores políticos -terminó exclamando-: es el momento de evitar que esto se repita, que no se manipule el dolor de las víctimas y que no se politice el dolor”.

Las víctimas del 17-A piden a los políticos que no utilicen su dolor tras olvidarlas.

Roberto Manrique, el coordinador de la UAVAT exigió al Gobierno que modifique el plazo de admitir solicitudes para ser reconocidos como víctimas del terrorismo, que finalizó el viernes, ya que sus derechos no tendrían que prescribir al cabo de un año del atentado. “¿Cómo es posible que tengamos que permitir que prescriban los derechos de las víctimas? Manrique ha sido muy crítico con la desatención por parte del Gobierno durante el último año y ha puesto como ejemplo que la oficina de atención a las víctimas sólo estuvo abierta en la Delegación del Gobierno en Cataluña del 22 al 29 de agosto, y no durante todo este año, como cree que sería lo lógico. Igualmente, indicó que la Generalitat no hizo nada, pero alegó que durante la mayor parte de este periodo estuvo intervenida y su máxima responsable era la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, que, según ha dicho, no se puso en contacto con ninguna de las víctimas. La UAVAT, que se fundó en febrero pasado, ha atendido desde entonces a 152 personas, de las que la mayoría (85) son testigos directos, 13 heridos físicos y 37 familiares de víctimas, y que presentan lesiones psicológicas (89 casos), físicas (8), psicológicas y físicas (6), entre otros. Hasta el momento, esta organización ha ayudado a tramitar ante el ministerio de Interior un total de 82 expedientes para el reconocimiento de víctima del terrorismo, 79 para recibir ayuda psicológica y 3 de indemnizaciones por daños materiales), de los que nueve han sido concedidos, tres rechazados y los demás están pendientes de resolución.

Imagen de la inauguración de los Juegos Mediterráneo.

Jorge Sáinz analiza en Vozpópuli los 629 actos -tal y como se recogen en los términos de búsqueda de la página de la monarquía- que ha presidido Felipe VI en los últimos cuatro años. Un total de 42, un 6,7%, ha tenido lugar en Cataluña. Es la comunidad con más presencia del monarca por delante de regiones como Andalucía, Castilla y León o Asturias. Entre el 65 y el 70% de la actividad del rey se desarrolla en Madrid y sus alrededores. Las citas habituales de Felipe VI en Cataluña son los premios de la Fundación Princesa de Girona, el Mobile World Congress de Barcelona y la entrega de despachos en la Academia de Suboficiales de Talarn (Lleida). Pero el rey participó también en eventos empresariales, deportivos y culturales.   Asistió a la entrega del premio Nadal de literatura, presidió la entrega de becas de La Caixa, asistió a una final de la Copa del Rey en el Camp Nou y, más recientemente, ha inaugurado los Juegos del Mediterráneo en Tarragona junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra. “El discurso que Felipe VI pronunció el 3 de octubre -asegura Jorge Sáinz- fue un punto de inflexión en la relación de la Casa Real con Cataluña. El rey acusó a las autoridades catalanas de situarse al margen de la democracia y de la ley tras el referéndum del 1-O. El separatismo no perdona a la Corona su liderazgo constitucional y el papel determinante que jugó en la reacción de la sociedad española al golpe del pasado octubre. El separatismo retuvo la mayoría absoluta el 21-D por los pelos. El resultado sembró algunas dudas en la Casa Real sobre cuándo y cómo debía regresar el rey a Cataluña. Pero el homenaje a las víctimas del 17-A es el séptimo acto que Felipe VI preside en Cataluña desde su discurso del 3 octubre. El rey ha desafiado la hostilidad de las autoridades independentistas y encerronas como la que sufrió en la manifestación de hace un año tras los atentados. Esteladas, abucheos y abundante cartelería nada improvisada señalaron al monarca como cómplice de supuestos regímenes que patrocinan el terrorismo, y ello, ante la mirada de todo el mundo. El independentismo ha perdido en los últimos tiempos el monopolio del rechazo al rey. El ejemplo más claro se vivió en Tarragona. El monarca recibió más aplausos que abucheos durante la inauguración de los Juegos del Mediterráneo. El presidente de la Generalitat había anunciado horas antes en una declaración más grandilocuente que otra cosa la ruptura de relaciones con la monarquía. Una decena de pueblos catalanes ya ha declarado al rey persona non grata. Y Torra ha encontrado en Felipe VI un enemigo al que desafiar. Sin embargo, la hostilidad del separatismo no ha desactivado los viajes del monarca. Y, además, ha provocado una respuesta del constitucionalismo. Ocurrió en Tarragona, pero ahora casi en cada visita a Cataluña se organiza una contramanifestación de apoyo a Felipe VI. También se convocó una por los actos del 17-A. Las principales organizaciones del separatismo ANC y Òmnium pidieron no boicotear al rey en Barcelona, y al mismo tiempo declinaron asistir a los homenajes por la presencia del monarca”.

Las imágenes más sorprendentes y las fotomontajes de esta semana:



Dice Cristina Brondo (B&B o Gran Hotel) que hay que “agradecer a la vida por un cuerpo”. Más, aún, por un cuerpo femenino, “tan perfecto y sagrado y, sobre todo, tan nuestro”. El de las mujeres, “no el de los hombres ni el de los gobiernos”. Reivindicación en femenino y feminista de una actriz que muestra su opinión tras el “no” del Senado argentino al aborto que deja a las mujeres sin poder decidir ni el cuándo ni el cómo ser madres (o no serlos, directamente).


Rafael Hernando pide “perdón” a las víctimas del franquismo y a Rubalcaba por intentar agredirle. Rafael Hernando, exportavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, se arrepiente de una de sus declaraciones más polémicas en las que acusó, en una entrevista televisiva, a los familiares de las víctimas del franquismo de acordarse “de su padre cuando había subvenciones para encontrarle”. Me pasé cuatro pueblos, sí. Fui injusto. Y pido perdón”, ha confesado en una entrevista a El País. “Lo que quería decir es que la mayoría de fondos de la memoria histórica no se dedicaron a que las personas pudieran recuperar los restos de sus abuelos”, zanjó.  




Quitarle 'lo bailao' a Juan Carlos de Borbón aumentaría en cuatro billones de dólares el PIB español.




El Jueves muestra cómo Felipe VI asiste al homenaje a las víctimas del atentado.




Felipe VI en la manifestación de repulsa de los atentados de Barcelona en  agosto del año pasado, frente a un cartel que le recuerda, "Felipe, quien quiere la paz no trafica con armas".

El humor en la prensa de esta semana: Peridis, Forges, Vergara, Manel Fontdevila, Pat, Igepzio, Anthoni Garner, Idígoras & Pachi…








 Ultra lux.
 Politización.


Banderas. 


Migración masiva.


 Manteros.

 No tenim por.





Pep Roig, desde Mallorca: Vale todo, Oh, dios Balón, Trasvase, Recalcitrantes, Remedios, Popo políticos…







Los vídeos de la semana:
Homenaje 17A | Ocho jóvenes leen versos del poeta John Donne en diferentes lenguas

  No tenim por. Minut de silenci per l'atemptat a la Rambla CAMPEONES es la nueva película de Javier Fesser (El Milagro de P. Tinto, Camino, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo) protagonizada por Javier Gutiérrez (La Isla Mínima, Plan de Fuga, El Autor). Ha sido el mejor estreno español del año, ha conquistado a más de tres millones de espectadores y recaudado más de 17 millones de euros. La divertida comedia de Javier Fesser ha supuesto un antes y un después en las películas sobre baloncesto en nuestro país, pero sobre todo en la inclusión en pantalla de personas discapacitadas. CAMPEONES - Tráiler 1 (UNIVERSAL) HD

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