domingo, 23 de diciembre de 2018

Navidad en el mundo, películas antinavideñas y el retrato del rey en las Cortes.

Madrid encendió la Navidad.

En total, 7.427.442 lámparas LED forman parte del alumbrado navideño inaugurado por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en la plaza de Callao, coincidiendo con el acto de reapertura de la nueva Gran Vía.  Diferentes arquitectos y diseñadores españoles han sido los encargados de idear una iluminación que juega a emular un cielo estrellado en el que algunos gatos juegan a atrapar las estrellas.  Luces, cadenetas, arcos, cerezos en flor y abetos hacen que los espacios más emblemáticos de Madrid ganen enteros de belleza. En total, 263 horas de iluminación que se reparten entre las 18.00 y las 23.00 horas los domingos, lunes, martes y miércoles; y hasta medianoche los jueves, viernes, sábados y vísperas de festivo.


Madrid custodia el primer Manifiesto oficial de la Navidad. En un acto celebrado en el Salón Real de la Casa de la Panadería, Miguel Sanz, director de Turismo del Ayuntamiento de Madrid, ha recibido de manos de representantes de las navidades europeas, este documento en el que se recogen los valores esenciales de esta festividad y se pone fin a la I Cumbre Europea de la Navidad. Un encuentro organizado por Iberia Express en colaboración con Turismo del Ayuntamiento de Madrid. Miguel Sanz declara que “Madrid ha acogido a los personajes de la Navidad de distintas culturas europeas, con ello ha demostrado una vez más que, además de ser el destino perfecto para la celebración de grandes encuentros, es una ciudad que abraza cualquier cultura y tradición, la ciudad del abrazo. Esta iniciativa de la mano de uno de los grandes operadores del aeropuerto madrileño permite difundir el destino Madrid y su Navidad en algunos de los principales mercados emisores de turismo internacional, como Francia, Italia y Alemania”

      El árbol de Navidad más grande de Europa ubicado en el centro comercial Nevada Shoppin, Granada.

Gracias a su ingenio y creatividad, Granada ha ganado la partida a Barcelona y Madrid en la “guerra de las luces”, colocando el árbol de Navidad más grande de Europa. Alcanza los 55 metros de altura y, desde lejos, se pueden apreciar las miles de luces de colores. Se encuentra ubicado en el Nevada Shopping, de Armilla, uno de los mayores complejos comerciales del país. De hecho, para las semanas de Navidad se ha registrado un aumento de 22,4% en las reservas, tendencia que se mantuvo el año pasado. Y, en Torrejón de Ardoz, a pocos minutos de la capital madrileña, se enorgullecen de tener el paseo navideño más grande de Europa con tres millones de luces en dos kilómetros de recorrido. Pero dejemos España, con sus hitos navideños, para conocer la Navidad en el resto de Europa y del mundo.

Stuttgarter Weihnachtsmarkt de Stuttgart, Alemania.

París, Roma, Berlín… No hay capital europea que pase de puntillas en estas fechas; al contrario, todas se engalanan y llenan de luz y color. El Concierto de Año Nuevo y los mercadillos de Viena; los Campos Elíseos decorados, la Torre Eiffel iluminada, el árbol gigante de Navidad en la catedral de Notre Dame y los carruseles, tiovivos y mercadillos de las calles parisinas; los fuegos artificiales, el concierto de Año Nuevo en el Foro Imperial; el espectáculo pirotécnico en la orilla del Támesis, la deslumbrante decoración de los almacenes Harrods, el gran árbol de Navidad de Trafalgar Square y el desfile de Año Nuevo más grande del mundo en Londres; la decoración de los canales, los mercadillos, la música coral y los conciertos en las iglesias de Ámsterdam; las pistas de hielo, los bailes y las delicatessen gastronómicas de los mercadillos en Berlín… Cada ciudad tiene su propio encanto en Navidad. En centro Europa, sobre todo en Alemania o Austria, los mercadillos de Navidad que atraen a multitud de curiosos. Entre los más famosos se encuentran el de Núremberg o el de Colonia. El Mercado de Navidad de Núremberg, conocido como 'Christkindeslmarkt', es uno de los más antiguos. Desde 1628, acoge a todos los puestos que entran en él y que desprenden siempre un agradable olor a pan de jengibre y salchichas. En Dinamarca, se celebra la noche de Santa Lucía, protectora de la luz que, según cuenta la leyenda, portaba una corona de velas en la cabeza para poder tener las manos libres y dar de comer así a cristianos escondidos en las catacumbas de la antigua Roma. La noche entre el 12 y el 13 de diciembre se dan procesiones y cantos en todo el país. Desde los más pequeños hasta los más adultos, desde colegios y hospitales, hasta residencias de ancianos e instituciones. Es la tradición que acompaña a la Navidad.

       Adornos navideños en un Kentucky Fried Chicken nipón.

En el país nipón la religión mayoritaria es el budismo, pero desde los años 70 celebran la Navidad de una manera muy especial, aunque no sea día festivo. Gracias a una campaña de publicidad de la cadena de comida Kentucky Fried Chicken, los japoneses suelen quedar para comer pollo frito el 23 de diciembre. En 1974, se lanzó una masiva campaña de publicidad bajo el lema e “Kurisumasu ni wa  kentakkii!” o “Kentucky por Navidad” que, contra todo pronóstico, prosperó, en parte y gracias a la  popularidad que gozaba la cultura americana por tierras niponas en aquellos años y en parte debido a que la religión católica es muy minoritaria. La campaña utilizó el eslogan “Kentucky por Navidad” y hoy son muchos los que, siguiendo una campaña de marketing en su origen, cumplen con esta reciente tradición junto a los amigos o la familia. Pero la Navidad no ha dejado de ser una fiesta importada de occidente sin rituales propios.

 Navidad, en Nueva Zelanda.

En Nueva Zelanda, las celebraciones de Navidad son muy diferentes del resto del mundo, la razón es que es un festival de verano, en lugar de ser de invierno. Aunque no hay nieve ni frío, la Navidad permanece constante con el resto del mundo. Días antes de la fiesta, tiendas y centros comerciales se deleitan con el espíritu festivo. En el país de los “kiwis” cabe destacar su curiosa versión del Árbol de Navidad. Dado que, por estas fechas, el hemisferio sur se encuentra en primavera, en Nueva Zelanda crece un árbol llamado Pohutukawa. Se trata de un árbol de origen maorí que utilizan en detrimento del típico abeto de Navidad que impera más en Europa y América. Además, justo en diciembre, antes de la entrada del verano, es cuando florece. Algunos neozelandeses celebran la Navidad dos veces al año. La segunda en julio, que es a mediados de invierno en Nueva Zelanda. 

Papá Noel surfista, en Australia.

Una de las grandes tradiciones navideñas de los países anglosajones tiene el lugar el 26 de diciembre y se la conoce como el “Boxing Day”. Se celebra el 26 de diciembre y sólo en unos pocos países. Su origen se remonta al Reino Unido hace unos 800 años, en la Edad Media, y se trata de repartir lo recaudado en las iglesias entre los más desfavorecidos. Pero, además, en Australia este día tiene lugar la famosa carrera de Yates desde Sydney hasta Hobart, en Tasmania. Sin tener en cuenta que allí es verano, aparte de barbacoas en la playa te puedes encontrar con Papá Noel surfeando las olas. Más de 100 surfistas disfrazados de Papá Noel se citan ese día en la Praia de Ladeira, en Baiona, coincidiendo con la tradicional jornada de Navidad de la Prado Surf Escola para disfrutar de este deporte en medio de risas. Esta escuela deportiva celebra también entre los días 26 y 30 de diciembre un curso intensivo de surf en la playa de Patos, desde iniciación a perfeccionamiento, y están pensadas para niños desde los 7 años.

      La visita de “Jouluppuki” o Santa Claus, en Finlandia.

El domingo previo a las fiestas navideñas, en Finladia compran un árbol y lo colocan en un sitio de honor, adornándolo con banderitas de diferentes países como un símbolo de paz y amistad. Otro adorno típico son los “himmeli”, hechos con pedazos de caña muy finos. formando formas geométricas. O con todo tipo de colgantes artesanales. Según una tradición popular, en Finlandia, los habitantes han de tomar un baño de vapor y vestirse con ropa limpia antes de celebrar la Navidad. Una de las tradiciones que reinan es la visita al pueblo del hombre que hace feliz a millones de niños de todo el mundo: Papá Noel. El pueblo de Rovaniemi es la localidad natal de Papá Noel. Se ubica en el Círculo Polar Ártico. En Nochebuena, los más pequeños esperan con impaciencia la visita de “Jouluppuki” o Santa Claus. No lo hace mientras duermen, sino cuando van a cenar. El personaje entra por la puerta y pregunta: “¿Hay niños buenos en la casa?” Ellos le cantan algunas canciones y él les relata sus largos viajes. Suelen disfrazarse los padres de familia, un pariente o vecino. La celebración de la Nochevieja es una repetición de la Navidad. Solo que la última noche del año tiene asociados algunos rituales mágicos. “Valaa tinaa” (fundir herradura) es similar a 12 uvas que comemos en nuestro país. Se funde una herradura (de caballo que trae buena suerte) y después se echa lo fundido a un recipiente de agua; cuando se solidifica, queda una forma, que hay interpretar para pronosticar que traerá el año nuevo.

      13 gnomos anuncia la Navidad en Islandia.

La gente del norte de Islandia sufre trastornos en sus planes de viajes debido a una nevada récord para diciembre, con caminos cerrados, vuelos cancelados y clases suspendidas. Pero lo que preocupa a los niños en esta nación insular del Atlántico Norte es cómo la nieve que se acumula hasta la cintura podría afectar a Stekkjastaur, quien arriba el miércoles. Porque Stekkjastaur tiene una pata de palo. Es uno de los 13 gnomos traviesos conocidos como los “Chicos de Navidad” que divierten y a la vez asustan a los niños islandeses desde hace siglos. En lugar de un risueño Santa Claus, los niños en Islandia reciben los regalos de estos hermanos que, según la tradición popular, bajan de su cueva en la montaña 13 días antes de la Navidad. Los hermanos son gritones, alborotadores, tienen nombres como Portazos, Mirón, Gancho Carnicero o Ladrón de Velas, reveladores de sus trastadas preferidas. Pero aseguran que se han rehabilitado, y Ladrón de Salchichas se ha convertido en anfitrión de parrilladas. La tradición dice que se bañan una vez al año antes de Navidad. 


Cada año, los actores en Myvatn, una población en el borde del interior deshabitado de Islandia, visten disfraces del siglo XIX y llegan, caracterizados como los Chicos de Navidad, a una laguna natural alimentada por fuentes termales. Durante los 13 días previos, los niños recibirán regalos de los gnomos que bajan uno por uno de la montaña... o una patata podrida si se portan mal. La leyenda tiene su aspecto terrorífico: la madre de los Chicos de Navidad es Gryla, una mujer de 600 años que come a los niños. Esta familia disfuncional tiene un “Gato Navideño”, un felino gigantesco que come a los niños que no visten ropa nueva durante la festividad cristiana. “Algunos padres dicen que debemos atenuar un poco a Gryla y su familia”, dice Terry Gunnell, profesor de tradiciones populares en la Universidad de Islandia. “Pero eso sería contrario a la auténtica Navidad islandesa, una época oscura en la que el sol brilla apenas unas pocas horas al día”.

Navidad argentina en la playa.

En Argentina las fiestas navideñas se celebran en un entorno veraniego. Además del árbol, las casas se llenan de adornos de color rojo y blanco, los niños aprovechan para hacer manualidades y se muestran las tarjetas de navidad recibidas. Asimismo, en la puerta se cuelga un calcetín rojo. En el país de los tangos se ha impuesto una curiosa tradición navideña entre las mujeres: regalar ropa interior de color rosa. Su origen no parece muy claro; hay quien argumenta que tiene un origen pagano, con tintes ligados a la procreación, o también que tiene que ver con el tiempo de adviento. En concreto, con la vela rosa que se enciende como símbolo de alegría por el nacimiento de Cristo.

Navidad en Colombia.

Una de las tradiciones más bonitas de los 'cafeteros' es su entrada en la Navidad, que se celebra de forma extraoficial el 7 de diciembre, con el “día de las Velitas”. La práctica consiste, cuando cae la noche, en llenar todas las calles posibles del país de velas y linternas de papel para que iluminen el cielo y las ciudades. La fecha tampoco es al azar, ya que el resplandor amarillo de las velas se hace en honor a la Inmaculada Concepción, que se celebra el 8 de diciembre.

Navidad en México.

En varios países de Sudamérica como México, Guatemala o El Salvador, tiene lugar una tradición conocida como 'Las Posadas'. Se trata de unas fiestas populares que se celebran entre los días 16 y 24 de diciembre de carácter religioso. Consiste en rememorar la vuelta de María y José desde Egipto hasta Belén tras el anuncio del ángel. Para ello, los vecinos se reúnen y simulan realizar el trayecto con una procesión que va de casa en casa, cada día en una diferente. También es común romper una piñata con forma de estrella de siete puntas en representación de los siete pecados capitales.

Navidad en Venezuela. 

En Venezuela están las 'paraduras', una tradición típica de las zonas andinas y en la que se representa el pasaje bíblico del niño perdido y hallado en el templo. Para ello cogen al Niño Jesús y lo ponen de pie para hacerlo caminar con la ayuda de unos padrinos que se escogen de entre los presentes. Durante su andadura, se entonan cantos y se reza el rosario. Aunque también se tiran petardos, se baila, se canta y se come bizcochos con vino. Las paraduras se hacen desde el 31 de diciembre hasta el 2 de febrero.


Siete películas antinavideñas que demuestran que a todo el mundo no le gusta la Navidad.  

Películas antinavideñas.

Zeleb habla de las siete películas antinavideñas en las que demuestra que a no todo el mundo le gusta la Navidad. “El objetivo -reconoce- es acabar con la Navidad. Con los villancicos, los regalos a los pies del abeto navideño y con las comidas familiares que se alargan (y mucho)”. Por eso, hoy, que es tiempo de paz y prosperidad, presenta un listado (atípico en estas fechas) para aquellos a los que estas fiestas le dan pereza. 

Un cuento de Noël

“Estas son las 10 películas antinavideñas que no pueden faltar en su colección (si le pasa esto, claro). Si usted es de los que no soportan pasar tanto tiempo (en Navidad) con la familia, no vea esta película. Un conte de Nöel cuenta con una Catherine Deneuve de dulce y con una dirección soberbia de Arnaud Desplechin, pero en cuanto a valores familiares en Navidad, deja mucho que desear. Una oda a la hipocresía que, según los que odian la Navidad, se vive en estos días.

Arma letal.

“Sí, estamos ante una película cuya trama transcurre en Navidad. Que no es lo más importante las fiestas que se celebran, la verdad, pero ahí están de fondo. Porque si la Navidad es tiempo para estar rodeado de gente (feliz)... Pero ¿por qué está tan sólo Martin Riggs (el personaje de Mel Gibson) en estas fechas? Sí, Arma letal es para los que odian el final del mes de diciembre.

El Grinch

“Todo un clásico antinavideño. Un bichejo verde que anda por ahí boicoteando la Navidad y con muy mala leche. Aunque uno corre el riesgo de que empatice con el animalito y acabe amando estas fechas. Eso sí, si lo que espera es ver un final feliz (para los antinavideños) en el que se acaba con estas fechas, no la vea (esto es Hollywood, amigos).

Bob Santa.

“Si le contaron el cuento de que Papá Noel era un abuelito regordete, bonachón y rebosante de felicidad, espere a ver el que interpreta Billy Bob Thornton en Bad Santa. Amargado, malvado y lujurioso. ¿Pero el objetivo no era que todo lo que recordara a Navidad no nos gustase?

Gremlims.

“¿Quiere ver cómo el día de Navidad se convierte en una auténtica pesadilla? Vea Gremlims. Bichitos peludos que, después de mojarles o darles de comer tras las doce de la noche, se convierten en los peores amigos que uno puede desear. Y no, no tienen respeto por las tradiciones navideñas (ellos son más de ver el mundo arder).

Negra Navidad.

“La cosa aquí va de jovencitas en apuros que van cayendo una detrás de la otra. En plena Navidad y pasándolo realmente mal para intentar salir airosas de una Navidad que nunca olvidarán (eso, si salen vivas del cuento).

El día de la Bestia, con Santiago Segura.

“Única película española que se cuela en la lista y con un Álex de la Iglesia en uno de sus mejores papeles. Un cura anticristo, un heavy al que no le gusta la Navidad y una canción de fondo (Feliz Falsedad). Lo mejor que hemos encontrado en el cine español como regalo para los antinavideños”.

El retrato del Rey, por 88.000 euros.

Esta misma semana el Congreso de Diputados aprobaba gastar en la compra de un retrato óleo de Felipe VI, tras rebajar el precio a 88.000 euros. La votación no fue unánime ya que los dos miembros de Podemos y En Comú votaban en contra. La adquisición del retrato oficial del rey se acordó el pasado mes junio al comprobar que, después de cumplirse cuatro años de su llegada al trono, seguía sin contar con un retrato pictórico en la institución y sólo disponía de fotografías. La mesa de la Cámara dio luz verde al presupuesto del retratista Hernán Cortes, después de que se le pidiera una rebaja del primer proyecto. Para la Cámara se trataba del primer retrato oficial del Jefe del Estado. Tras consultar con Zarzuela y barajar el nombre de tres artistas, la Cámara se decantó finalmente por Hernán Cortés, considerado uno de los mejores retratistas del panorama pictórico español. El artista mandó un primer presupuesto, pero el Congreso lo consideró muy alto y le pidió otro más ajustado y en la media del coste que están pagando otras instituciones para hacer con un retrato social del Jefe del Estado. Finalmente, se acordó con el autor el precio de 80.000 euros más IVA (un total de 88.000 euros), y el pasado martes el asunto volvía a la Mesa del Congreso, que le dio el visto bueno al nuevo precio. Unidos Podemos, que hasta ahora se abstenía, votó en contra del encargo, alegando que consideraban estos retratos un “anacronismo”. La formación que lidera Pablo Iglesias ya había indicado que sería más adecuado seguir el ejemplo del expresidente del Congreso Manuel Marín, quien, en vez de elegir un cuadro para quedar inmortalizado en la Galería de Presidentes, optó por una fotografía de Cristina García Rodero (25.000 euros), bastante más barata que los tradicionales retratos pictóricos. Pero el retrato del Monarca no se aleja mucho de otros retratos encargados por la institución hasta la crisis económica. El cuadro más caro de los últimos años fue el del socialista José Bono, que costó unos 83.000 euros. El último encargo ha sido el cuadro de Patxi López, el presidente más breve desde la Transición, por el que se presupuestaron 15.000 euros.

 Estudio del pintor Hernán Cortés.

El pintor gaditano, Hernán Cortés, requerido por varios miembros de la Familia Real, realizó un retrato oficial de Felipe González como ex presidente del Gobierno, tarea que ya había acometido con Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo. Además, numerosos ex ministros de distintos gobiernos también dejaron en sus manos la inmortalización de su imagen. El cuadro de don Felipe fue el tercero con la firma de Hernán Cortés que se colgaba en el Congreso, tras hacerlo el del retrato de la expresidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, que luce en la Galería de Presidentes, y las imágenes de los siete padres de la Constitución que presiden la Sala Constitucional del Congreso. Hasta ahora, en la Cámara sólo se exhiben dos fotografías oficiales de los Reyes, que fueron colgadas en marzo de 2015, nueve meses después de la proclamación de Felipe VI. Lucen en el vestíbulo del edificio que fue sede del antiguo Banco Exterior de España (Argentaria), formando parte de las dependencias parlamentarias. Se trata de dos fotografías del catalán, Dany Virgili, para la Casa del Rey que se colgaron justo en el lugar que hasta entonces ocupaban sendos óleos con las imágenes del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía. Los retratos de los Reyes eméritos fueron trasladados a uno de los laterales del vestíbulo. Los Reyes Juan Carlos y Sofía cuentan, además, con otro retrato en la Cámara Baja, obra de Daniel Quintero en la que ambos aparecen juntos y que se exhibe en el Escritorio de la Constitución junto al hemiciclo. El retrato fue un encargo de la Cámara por la conmemoración en 2003, del vigésimo segundo aniversario de la aprobación de la Carta Magna.

       Campaña navideña de Campofrío.

“Hay que reconocer -dice David Torres en su artículo del pasado miércoles titulado ‘En Campofrío, falta Bárcenas’- que los creativos de Campofrío deben conocer a fondo su trabajo, ya que, apenas lanzan su comunicado publicitario por estas fechas, todo el mundo empieza a hablar de él, aunque sea para bien. En los últimos tiempos, cada campaña navideña de esta gente provoca tantos o más comentarios que el anuncio de la lotería nacional, lo que no deja de tener mérito teniendo en cuenta que unos son instigadores de la ludopatía a nivel estatal y otros unos simples mercaderes de salchichón. Hace ya tiempo que, en Campofrío, apostaron por unir los lípidos y el humor, una yuxtaposición que no se sabe muy bien a qué conduce pero que les está arrojando excelentes dividendos. A todo el mundo parece hacerle mucha gracia mezclar las payasadas con la carne de cerdo, excepto quizá a los cerdos, animalitos simpáticos, inteligentes y sensibles donde los haya”. De entrada, David Torres confiesa que un anuncio que empieza con el espíritu de Chiquito, enviando un mensaje a lo princesa Leia, ya cuenta con todas sus simpatías. “La idea de que el humor es un artículo de lujo, una carísima joyería donde se clasifican, se empaqueta y se venden los chistes a precio de oro, advierte contra la disparatada cruzada en la que nos encontramos, con cómicos linchados en las redes sociales por perpetrar bromas racistas o machistas y con cómicos perseguidos por la justicia por sonarse los mocos en una bandera española o cagarse en Dios. Sin embargo, de estas dos últimas categorías hay muy pocas referencias en el anuncio de Campofrío, por no decir ninguna: apenas una gracieta, bastante mala, sobre la exhumación de la mojama de Franco. Ahí perdió Campofrío una excelente oportunidad de hacer un chiste auténticamente español, es decir caníbal, aludiendo al fiambre más venenoso y repugnante de nuestra historia: un chorizo genocida sin fecha de caducidad. Que el mismo día en que Campofrío saca a la luz su enésima campaña navideña haya sido elegido por la Audiencia Nacional para dictaminar que el número de Dani Mateo en El Intermedio está amparado por la libertad de expresión, no debe ser considerado otra cosa que un chiste. Un chiste pésimo. En efecto, lo de sonarse los mocos con la bandera no es que tuviera mucha gracia, pero menos aun la tiene que un comediante deba presentarse en los juzgados y un programa pierda contratos de anunciantes por culpa de una tontería de este calibre. (…) Campofrío ha desperdiciado la ocasión única de perpetrar un comercial épico con la historia del tesorero de una organización criminal que recibe mensajes de apoyo del presidente de la nación, amenaza con tirar de la manta y al poco, mientras está en la cárcel, su familia recibe la visita de un tipo disfrazado de cura que saca un pistolón. Luego, igual que en una película de Pajares y Esteso, el hombre va a prisión, sufre un ictus y su madre confiesa que le pagaron un dineral por arruinarse la vida. Para partirse de risa. Se preguntarán ustedes dónde están aquí los chorizos. Yo también, pero el PP podría demandarlos por derechos de autor”.
Fotomontajes

                                                                   Navidad triste.




El humor, en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Manel F., Vergara. Atxe, Javirroyo, Pat, Malagón, Pedripol, J. R. Mora…









 Agresivo
 Bingo.
 La excursión.
 Golpistas.
 Los toros, la caza y...



 Lamentable.
 Porque yo lo valgo...



Pep Roig, desde Mallorca: Tesoros futuribles, Tendencias, Desestradicionalizando, Liarla por el bien de España, Ofendidos al poder, Popolítica…






Los vídeos de esta semana: 
“Ya se acerca la Navidad -escribe Sergio Ariza Lázaro en Diarocrítico-, las luces están en la calle, se ven cientos de Santaclauses mecánicos subiendo por las ventanas y ya tienes programadas cinco cenas distintas. Por si fuera poco, comienzas a escuchar con demasiada frecuencia sonidos de zambomba, peces bebiendo en el río y campanas tintineantes. Lo mejor es no resistirse, ponerse un gorro rojo en la cabeza, gritar 'jo, jo, jo' y escuchar una buena selección de clásicos navideños. Pero sin olvidar voces como la de Elvis, Sinatra, Otis o Darlene Love, y otros menos clásicos y domesticados. Elvis Presley - Blue Christmas ('68 Comeback Special 50th Anniversary HD Remaster)
The Pogues - Fairytale Of New York (Official Video) Chuck Berry - Run Rudolph Run (1958) The Ronettes - Sleigh Ride (Audio) #2 EN TENDENCIAS EN VÍDEOS Anuncio Navidad Campofrío 2018: La tienda LOL Campaña Navidad Campofrío 2017: "Amodio" FELIZ NAVIDAD DESDE NUEVA ZELANDA! Retrato del rey El Congreso aprueba gastar 88.000 euros en un retrato oficial del rey18/12/2018 DAVID BRONCANO y MANUELA CARMENA: La alcaldesa moderna

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