Guerra de tests entre el PP y el Ministerio de Sanidad; el ex rey Juan Carlos, bajo investigación judicial y dos catalanes (el cantante Pau Donés y la actriz Rosa María Sardá), vencidos por el cáncer.
Entrada del Hospital Universitario de Torrejón de Ardoz.
El Ayuntamiento de
Torrejón de Ardoz, gobernado con mayoría absoluta por el PP, recurrió a la
sanidad privada para hacer test serológicos de anticuerpos a sus 130.000
habitantes, pese a que el Ministerio de Sanidad lo desaconsejara para la
población general. La prensa local del municipio, donde se dieron los dos
primeros contagios locales de coronavirus en la Comunidad de Madrid, publicaba
el domingo, 24 de mayo, un cartel con el membrete del Consistorio, asegurando
que se trataba de un estudio epidemiológico realizado por el hospital público
de Torrejón. Sin embargo, la Consejería de Sanidad lo desmentía y aseguraba a
“Eldiario.es” que el ayuntamiento había recurrido a la empresa Ribera Salud, la
gestora del hospital, para realizar las pruebas @ con personal externo al
centro”. El Consistorio necesitaba el visto bueno de la autoridad sanitaria, en
este caso la Dirección General de Salud Pública, para poder empezar a hacer los
test. Pero no esperó a la confirmación e instaló 10 carpas, organizando
horarios para que los habitantes mayores de 1 año empadronados en la localidad
se extrajeran sangre. De momento, el equipo municipal rehusó dar información
sobre la iniciativa en su web o en sus redes oficiales y se negó a responder a
través del departamento de prensa. Ribera Salud afirmó que participaba de
manera “altruista” como parte de su Responsabilidad Social como empresa y que el
hospital asumía “la coordinación clínica” de la iniciativa. Decía el cartel
publicado por la prensa local que “el hospital comunicará el resultado del
test”. Sanidad indicó que el hospital “había puesto en contacto al Ayuntamiento
con Ribera Salud” pero insistió en que la sanidad pública no estaba involucrada
en estos test frente a las críticas de otros alcaldes de la región que no
explicaban por qué un hospital se había puesto al servicio de un ayuntamiento y
de otros, no. El centro sanitario de la localidad es de la red pública, pero
está gestionado al completo por una concesionaria que contrata también al
personal sanitario.
Sobre la idoneidad de
hacer test masivos, el Ministerio de Sanidad mantuvo una postura clara. “No se
recomiendan para toda la población”, dijo a finales de abril el director del
Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. El
ministerio de Sanidad advirtió que “se pueden hacer a colectivos concretos”,
pero no a toda la población porque “tienen una interpretación muy complicada”.
El ministro Salvador Illa también lo desaconsejaba. Pero la generalización de
tests a toda la población ha sido una de las principales demandas del PP en
estos meses de crisis. Y la misma Xunta de Galicia, desoyendo las
recomendaciones de Sanidad, inició un estudio epidemiológico para testar la
presencia del virus en 100.000 gallegos, utilizando los tests enviados por el
Gobierno a la comunidad autónoma. Unas semanas después, el Gobierno autonómico
tuvo que frenar la segunda parte de ese estudio para testar las posibilidades
de que, en su realización, se hubiesen producido “disfunciones”. Igualmente, el
municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, gobernado por el PP, planeó
generalizar las pruebas de anticuerpos a toda su población, según la prensa
local, sin contar con la autorización de Sanidad. Y el presidente de la Federación Madrileña de
Municipios y alcalde de Arganda del Rey, Guillermo Hita (PSOE), denunció que
“los ayuntamientos no tienen competencias” para hacer estos tests y que “hasta
ahora, la Consejería tenía el criterio contrario a hacerlos de forma masiva”.
Alcaldes de otros municipios socialistas, como el de Alcalá de Henares, consideraron
que la Comunidad “debía ofrecerlo a todos los ayuntamientos” si había una nueva
posición sobre los tests masivos. Pero, “sin el apoyo de un hospital público,
no es posible hacerlo, conforme a norma”, añadía el alcalde, Javier Rodríguez
Palacios.
Un vecino de Torrejón de Ardoz se hace la prueba serológica en las instalaciones habilitadas.
Cuentan los torrejoneros
que el pasado domingo, 24 de mayo, los aplausos de las 20.00 horas se
convirtieron en Torrejón de Ardoz en una loa al alcalde. “¡Viva mi alcalde!”,
decían desde las ventanas. Desde el mediodía circuló en los móviles de los
vecinos una convocatoria urgente, difundida por un medio local y con apariencia
de oficialidad, para que todos acudieran a hacerse un test gratis para saber si
habían pasado o no el coronavirus. La ciudad había sido el primer foco de
infección en la Comunidad de Madrid. Tres días después, la filtración
desembocaba en un embrollo político de primer orden que afectaba a varias
comunidades autónomas y dejaba el proyecto paralizado hasta nuevo aviso. Se
había producido un choque con la Consejería de Sanidad, que aún debía decidir
si daba respaldo al testeo, y otro con la Conselleria de Sanidad Universal de
la Comunitat Valenciana por el traslado sin avisar, por parte de la compañía
privada que haría el estudio, Ribera Salud, de 100 sanitarios de dos hospitales
concesionados de Alicante para hacer las pruebas en Torrejón. Los profesionales
estuvieron varados desde el domingo en un hotel del pueblo madrileño a la espera
de instrucciones. Y el 26 de mayo, Sofía Pérez Mendoza, de Eldiario.es,
advertía que “los torrejoneros están descolocados en este periplo con tintes de
sainete. Las pruebas deberían comenzar este miércoles, según lo planificado,
pero el plan ha revelado fisuras. La idea de hacer el estudio epidemiológico
más grande de España –con más muestras que el diseñado por el Ministerio de
Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III– en una localidad de 130.000
habitantes sin respaldo de ningún hospital público, con personal de una empresa
sanitaria privada (Ribera Salud) procedente de otro centro y contraviniendo las
recomendaciones de las autoridades sanitarias no llegaban, de momento, muy
lejos. El Consistorio informó a primera hora de la tarde del martes de que las
fechas ‘no eran oficiales’ y que el proceso quedaba sujeto a la ‘validación
inminente’ de la Consejería de Sanidad. ‘Científicamente –analizaba Manuel
Franco, profesor de Epidemiología de la Universidad de Alcalá (Madrid) y de la
Escuela de Salud Pública Johns Hopkins (EE UU)–
no creo que esto lo haya validado nadie. Obedece más a razones sociales
y políticas, a la creencia de que, por hacer este tipo de estudios, estás
apoyando a la población, pero que puede acabar en una acción populista o
torticera’. Torrejón de Ardoz había sido una población muy golpeada por la
COVID-19 y en el hospital se registraron los primeros contagios de transmisión
comunitaria a mediados de febrero”.
Instalación de carpas, toldos y vallas en el recinto ferial de Torrejón de Ardoz.
Sofía Pérez advertía en
Eldiario.es que, en este caldo de cultivo, partió el proyecto, pilotado por al
alcalde del PP más votado de España: Ignacio Vázquez. “La iniciativa está en la
línea de las demandas que el PP ha hecho al Gobierno de Pedro Sánchez durante
la crisis. Los de Casado han pedido reiteradamente la realización de tests
masivos a la población, frente al criterio de Sanidad, que lo desaconseja por
las dificultades de interpretar los resultados. ‘Hacer un testeo masivo de
estas características es una tarea compleja, que exige de especialización en la
realización y, sobre todo, en el análisis posterior’, asegura Franco. ‘Si no,
no sirve para nada’, zanja. En Torrejón de Ardoz, todo se hace a lo grande.
También el estudio de seroprevalencia. El municipio es famoso por sus grandes
desembolsos en las fiestas de navidades y populares. Su deuda es tan abultada
como estos festejos. Desde 2007 a 2013, se multiplicó por siete, hasta llegar a
los 181 millones de euros. Después, se ha ido reduciendo. Como este año la
pandemia ha obligado a cancelar las fiestas, el consistorio anunció que
emplearía ese presupuesto en ayuda a los más vulnerables y servicios sociales.
Y uno de los destinos ha sido este. Se desconoce cuánto se ha invertido el
consistorio en este proyecto fallido. Ribera Salud asegura que no cobra por
este trabajo porque forma parte de sus acciones de Responsabilidad Social Corporativa. El consistorio preparó un cartel que mostraba
que el proyecto estaba avalado por el hospital de Torrejón. Pero la Consejería
de Sanidad lo paró y dio al traste con los planes del alcalde de salir con el espectacular
anuncio el lunes. La Comunidad de Madrid no podía dar recursos sanitarios y de
Salud Pública sólo a este municipio porque supondría un agravio comparativo.
Tras filtrarse el cartel, alcaldes de varios municipios socialistas (Alcalá de
Henares, Fuenlabrada, Arganda del Rey...) se levantaron contra Sanidad,
generando un incendio más al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. El Comité de
Empresa del hospital, público, pero gestionado por Ribera Salud, no tenía
ninguna información sobre el estudio epidemiológico más allá de ‘rumores’, según
confirmaron fuentes sindicales. Sanidad actuó de cortafuegos, al considerar
inviable emplear recursos de un hospital del Servicio Madrileño de Salud
(SERMAS) para un proyecto de un ayuntamiento particular. La Conselleria de
Sanitat Universal no sabe a cuántos sanitarios ha desplazado, por cuánto tiempo
y desde cuándo. Y ha abierto un expediente informativo a la concesionaria para
aclarar estos extremos”… Hasta una decena de instalaciones de campaña se
desplegaron en el recinto ferial donde se colocaron vallas y parasoles para
evitar insolaciones a los torrejoneros, si se producían colas. Pero falló el
aval de una autoridad sanitaria para hacer el estudio más ambicioso de España
con el que el PP quería poner a sus municipios en la vanguardia de la lucha
contra el coronavirus.
Pablo Casado, en una visita a un laboratorio que produce tests de coronavirus.
Sin embargo, las
iniciativas sobre los tests masivos fueron respaldadas por los políticos del
PP. “Los españoles –dijo Pablo Casado a finales de abril, reivindicando estas
iniciativas– tienen derecho a saber si están contagiados y el Gobierno tiene el
deber de hacer tests a toda la población”. El principal partido de la oposición
al Ejecutivo de Pedro Sánchez fundamentó sus demandas en la pandemia sobre esta
idea, llevándola a la práctica en algunos de los territorios donde gobiernan.
Igualmente, se sumaron a la exigencia de test los dirigentes de Vox y algunos
ayuntamientos de varios colores políticos, pidiendo poder hacerlos a sus
habitantes para “mejorar la seguridad sanitaria”. Pero la ciencia no tuvo en
este momento tan claro que estas pruebas masivas, vendidas políticamente como
una vía para evitar contagios, fueran tan útiles como se pretendía. “El impulso
por los tests a toda la población –escribe Sofía Pérez el 31 de mayo en
Eldiario.es– no está respaldado por la ciencia en este punto de la epidemia.
Los expertos aseguran que dan ‘una fotografía temporal’ y que, sin coordinación
con las autoridades sanitarias, se trata de una ‘prestación sanitaria
individual’ que aporta poca información epidemiológica válida. La Sociedad
Española de Salud Pública ha pedido a través de un comunicado al Gobierno
nacional, a los autonómicos y a los locales que ‘bloqueen cualquier iniciativa
populista para hacer test masivos’ porque, advierten, es ‘innecesario’ y ‘puede
proporcionar una falsa sensación de tranquilidad y seguridad’ que desembocaría
en un mayor riesgo de transmisión. A la gente le encanta, pero ¿qué información
sacas de ahí? Es una información personal, que está muy bien, pero, a efectos
prácticos, no sé si merece la pena empezar la casa por el tejado. Es más
populista que pragmático’, reflexiona Víctor Jiménez Cid, catedrático de
Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, quien considera que es
‘mucho más necesario asegurarse de que, en primera línea, hay suficiente
infraestructura para diagnosticar cualquier caso y trazar todos sus contactos’
para evitar rebrotes. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, advirtió esta
semana a las administraciones locales que ‘hacer carreras para ver quién ha
hecho más test no nos llevará a nada’. El Gobierno lo considera una opción ‘no
válida’. ‘Ni aquí ni en otro país’, aseguró el ministro de Ciencia y
Universidades, Pedro Duque”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante su comparecencia ante los medios de comunicación, en la visita realizada al Hospital temporal para pacientes COVID-19
El viernes 29 de mayo,
Torrejón de Ardoz dio vía libre al “populismo serológico”, comenzando a hacer test serológicos en toda
su población. Pruebas que medían si una persona, en teoría, había pasado el covid-19,
a partir de la cantidad de anticuerpos contra el virus que albergaba en su
cuerpo. Lo hizo pese al rechazo expreso del Ministerio de Sanidad, que amenazó
con sanciones, y con la bendición de la Comunidad de Madrid, que, en una
resolución publicada en el BOCM, daba vía libre a este tipo de medidas. “Pinto,
Ciempozuelos y otros municipios de la región madrileña –escribe Javier Martínez
el 1 de junio en InfoLibre– han exigido regular al
Ejecutivo, liderado por Isabel Díaz Ayuso, el supuesto ‘derecho’ de sus
poblaciones a hacerse los test. Pero, epidemiólogos y expertos en Salud Pública
insisten una y otra vez: ese ‘derecho’ no es tal. Los tests masivos no son ni
útiles, ni convenientes, ni baratos. Ni los PCR, ni los serológicos, la opción
escogida por Torrejón de Ardoz. Sin embargo, el Ejecutivo autonómico da su
visto bueno argumentando razones de ‘salud pública’ y establece unos objetivos
obligatorios distintos a los que abandera el Ayuntamiento del municipio,
gobernado por el PP. ‘Las autoridades sanitarias deben adoptar medidas que
garanticen la obtención de la información necesaria para la vigilancia,
análisis y control epidemiológico de la enfermedad, con el fin de adoptar
medidas de control individual y colectivo’, arranca la nota publicada en el BOCM.
Y explica que las ‘encuestas de seroprevalencia’ son un instrumento ‘en el
marco de la vigilancia epidemiológica’ que ‘ofrecen información sobre la
proporción de una población que posee anticuerpos frente a un virus, o
generados con vacunas o después de una infección’. El propio texto indica que
el objetivo debe ser conocer el estado de una población determinada frente al
virus, para poder tomar decisiones políticas y sanitarias al respecto… Los
expertos en Salud Pública consultados por infoLibre no creen que haya que hacer
test a toda una población, pero la Comunidad de Madrid ha dado su ok a Torrejón
de Ardoz, teniendo en cuenta ‘las prioridades de salud pública’. El rechazo se
explica por varios motivos. Pero, para hacerlo no es necesario testear a toda
la población: con una muestra representativa basta. Así se hizo la encuesta
nacional de la cual se conocieron los resultados hace unas semanas, impulsada
por el Ministerio de Sanidad”.
Ignacio Vázquez, alcalde de Torrejón de Ardoz.
El objetivo de Torrejón
de Ardoz, según explicó el alcalde, no parece que sea el conocimiento de las
autoridades sanitarias del avance del virus en el municipio, sino dar
“seguridad” a los torrejoneros. “He tomado la decisión de hacer test gratuitos
a todos los vecinos de Torrejón de Ardoz, atendiendo la demanda que muchos de
ellos me han hecho para mejorar su seguridad sanitaria”, aseguró el regidor,
Ignacio Vázquez. Sin embargo, los test serológicos no son lo suficientemente
fiables, al menos por el momento, para garantizar esa seguridad: puede incluso
provocar el efecto contrario, dar una sensación de falsa seguridad, según explican
los expertos. Pueden darse tanto falsos positivos (que el test diga que has
pasado el covid-19, pero no lo hayas pasado) como falsos negativos: que el test
niegue el paso del coronavirus por el cuerpo pero que el testeado sí haya
enfermado, pero no haya producido los anticuerpos suficientes para la
detección. El Ayuntamiento de Torrejón
de Ardoz facilita no solo los resultados del test a la población, sino que
emite certificados con los resultados para su uso ante las empresas. Poner en
el CV que has pasado el covid-19 es, a juicio del director del Centro de
Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, “inmoral” y una posible
fuente de discriminación sanitaria. E indica que el Consistorio no busca solo
conocer en líneas generales el estado inmunológico de la población, para lo que
habilita Sanidad de la Comunidad de Madrid y para lo que no harían falta tantos
tests, sino también para ofrecer al ciudadano una información que podría no ser
fiable. El alcalde de Pinto, Diego Ortiz, también deja claras sus intenciones:
“Nuestros vecinos y vecinas tienen el mismo derecho que la ciudadanía de
Torrejón de Ardoz, no son ciudadanos de segunda y es más que comprensible la
preocupación que nos trasladan sobre su estado de salud”, alega en una carta
remitida al consejero madrileño, Enrique Ruiz. Y no sólo la fiabilidad de los
test serológicos no es la suficiente, sino que la ciencia aún no maneja
certezas sobre cuánto dura la inmunidad al coronavirus si se ha pasado la
enfermedad.
Clemens Wendtner, jefe médico del hospital Schwabing de Múnich.
Una de las voces más
autorizadas en inmunidad y coronavirus es el jefe médico del hospital Schwabing
de Múnich (Alemania) Clemens Wendtner, que lleva estudiando a enfermos de
covid-19 desde enero. Wendtner declara, en una entrevista para El País, que en
algunos curados se detecta un descenso de anticuerpos conforme pasan las
semanas que no solo haría posible la reinfección, también el descubrimiento de
una vacuna. Así expresa Sanidad, en un documento sobre el protocolo para hacer
test en empresas, sus dudas sobre la inmunidad: “Además de los falsos positivos
que pueden aparecer en su práctica, se ha debatido también si podrían predecir
que una persona sea inmune a la reinfección con el virus. No hay evidencia
hasta la fecha para apoyar esto”. El mismo documento de Sanidad explica que la
OMS, en base en la evidencia actual, recomienda sólo el test serológico “en
entornos de investigación e indica que no deben usarse en ningún otro entorno,
incluso para la toma de decisiones clínicas, hasta que esté disponible la
evidencia que respalde el uso para indicaciones específicas”. No solo no son
fiables, sino que existe la creencia de que, una vez pasado el covid-19, ya
eres invulnerable, y aún no se cuenta con las pruebas científicas suficientes
como para afirmarlo, sin miedo al error. Por lo tanto, los torrejoneros que den
positivo en la prueba podrían confiarse. Si los test masivos se hacen “de
manera no fundamentada, no se indican cuáles son los objetivos y para qué se
hacen... ¿Para qué quieren conocer quién ha pasado la infección o no? ¿Cuál es
el plan? ¿Cuáles son las decisiones?”, se pregunta aquí el portavoz de la
Sociedad Española de Salud Pública, Ildefonso Hernández. Por lo pronto,
Torrejón de Ardoz va a hacerlos con la autorización de una Comunidad de Madrid
que, en la orden en que lo permite, explica que los test serológicos valen para
el estudio, no para decirle a un ciudadano si ha pasado el covid-19 o no. Por
otra parte, la marca empleada para detectar anticuerpos de SARS-CoV-2 en los
casi 130.000 habitantes de la localidad madrileña es una de las 34
desaconsejadas por Estados Unidos. Y, desde Ribera Salud, han optado por no
hacer declaraciones. En realidad, la compra de estos test corrió a cargo del
ayuntamiento, aunque se desconoce si la empresa tuvo algún tipo de influencia
en la elección de los mismos. El comité de ética de investigación de los
hospitales del Vinalopó y Torrevieja —gestionados por la misma empresa
hospitalaria y encargados de revisar la metodología del estudio— tampoco puso
reparos a su utilización.
Varios vecinos hacen cola para someterse a un análisis en el último día de las pruebas en Torrejón de Ardoz.
“Los test rápidos
empleados en el estudio de Torrejón están en la 'lista negra' de la FDA” titula
Antonio Villarreal en El Confidencial del pasado 5 de junio. “El de Torrejón de
Ardoz –dice– no es el único estudio de prevalencia
de covid-19 que se ha realizado en España, al margen del 'oficial'. Pero la
localidad madrileña es, sin duda, la que más ruido ha hecho, entrando en la
partida de los estudios de seroprevalencia como elefante en cacharrería. Su
estudio ha hecho algo que nadie, en Europa, se había atrevido: coger todo su
censo, casi 140.000 personas, y convocarlo a un mismo espacio. Esto es tan
excéntrico en términos científicos que incluso los epidemiólogos se niegan a
calificarlo de ‘estudio’. Prefieren decir que es simplemente una ‘acción
sanitaria’, sin más valor que la satisfacción individual de los vecinos de
averiguar si han estado en contacto con el virus o no. Y, ni aun así, porque
los test rápidos dan un considerable margen de falsos positivos y pueden dar
como negativo a personas que están incubando el virus en ese momento”… Para
Villarreal, el problema del estudio de Torrejón de Ardoz es que no sabemos
cuáles son sus objetivos ni cuál es su metodología. Todo lo que sabemos es
impreciso. “Para saber la frecuencia del covid-19 en Torrejón, no hay que
testar a 100.000 personas, basta con seleccionar una muestra, con lo que evitas
el gasto de dinero público y las molestias a la población. Llamando a todo el
censo, puedes generar inquietud en la población según sean los resultados
obtenidos, y esas personas pueden colapsar los centros de salud en busca de
respuestas, ya sea porque han dado positivo o negativo. ‘Es llamativo que no se
hagan las cosas dentro de los cauces del sistema de salud’, indica Ildefonso
Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración
Sanitaria (Sespas). Este organismo ya advirtió días atrás de que testar a todo
el censo de Torrejón ‘puede proporcionar una falsa sensación de tranquilidad y
seguridad, que desembocaría en un mayor riesgo de transmisión del virus a las
personas con las que más estrechamente nos relacionamos y entre la población
general’, y subrayó que ‘desde un punto de vista científico y sanitario, está
totalmente desaconsejado’. Para ejecutar un estudio masivo de covid-19, la
Consejería de Sanidad madrileña exige como requisito ‘el dictamen favorable de
un comité de ética de investigación’. Esto lo resolvieron Torrejón y Ribera
Salud en tiempo récord solicitando un informe al comité de ética de
investigación de los hospitales del Vinalopó y Torrevieja, en Alicante, ambos
gestionados por Ribera Salud”.
La RTV pública francesa destruye a la
Corona española: “Juan Carlos es un gángster”.
Pasando a otro tema, ElNacional.cat del pasado jueves hace mención al rey Juan
Carlos. “La fiscalía española –firma Marc Villanueva– ha tenido que asumir a la
fuerza la investigación judicial del caso Juan Carlos, empujada por la fiscalía
suiza. El Tribunal Supremo español pasará una nueva vergüenza internacional
cuando un juez suizo sea el primero en citar a declarar al rey emérito, que no
disfruta de inmunidad, pero está aforado en el TS. Hay que ir a la prensa
extranjera para saber cómo va la investigación de la corrupción real. En radio
Radio Inter, la radio pública generalista francesa, han humillado a Juan
Carlos: ‘El ex rey de España está desnudo. Juan Carlos está bajo investigación
formal por fraude fiscal y blanqueo de comisiones ilegales. Quien reinó durante
39 años sobre nuestro vecino en el sur, descendiente directo de Luis XIV, jefe
del Estado de la 4.ª economía de la zona euro, es tratado por la justicia de su
país como tratamos a un pequeño pueblecito”. La emisora pública habla de
Corinna sin tapujos como “la amante del rey” y añade “En España es un
‘esperpento’, grotesco vaudeville muy castellano, donde el ridículo a menudo
pasa por la intervención de las mujeres. Desde 2014, el ex rey sólo es un
triste individuo perfectamente acusable”. El locutor dedica una serie de
palabras gruesas contra el descendiente de reyes franceses: “La prensa suiza
publica la documentación y cada papel es más cómico y patético que el anterior.
Supimos, por ejemplo, que, en el 2010, Juan Carlos paseaba por Ginebra como un
vulgar gángster de serie B con dos millones en efectivo encima. Un pequeño
regalo de Bahréin que tenía que ingresar discretamente”. Villanueva añade: Juan
Carlos es patético, guiñolesco y un mafioso de película mala. Francia humilla a
la Corona Española y su radio estatal remata: ‘La Historia no parece ni
siquiera servir de lección a los borbones de España: ya perdieron la corona
varias veces en los siglos XIX y XX. Perderla otra vez ni siquiera sería la
excepción, sino la regla’. En el país de Macron, los monarcas corruptos
abdicaron rápido: guillotinados”.
El rey emérito.
Luca Costantini titula en
Vozpópuli: “Podemos sospecha que el Rey emérito y Felipe González maniobran
para echar a Iglesias del Gobierno”. Dice este periodista: “Podemos cree que
tanto Felipe González como el Rey emérito, Juan Carlos I, trabajan en la sombra
para debilitar al Ejecutivo y, sobre todo, para echar a los morados del
Gobierno. Entre los miembros de Podemos existe la clara sospecha, declarada en
más de una ocasión, de que los dos protagonistas de la Transición han activado
sus canales y contactos para intentar torpedear la coalición rojo-morada. El
esquema que estarían impulsando es un monocolor socialista, con Pedro Sánchez
al mando, pero con el PP y Ciudadanos como aliados para una gran coalición a la
española y tranquilizar así a Bruselas, junto a un adelanto electoral pilotado.
Los morados creen que el expresidente González está detrás de algunos
editoriales e informaciones críticas con Podemos que han aparecido en medios
progresistas. Según las informaciones manejadas por Podemos, González participó
en comités de empresas y editoriales, además de foros empresariales, en los que
expresó su propuesta: un cambio de Gobierno después del verano. Algo parecido a
una remodelación, como adelantó Vozpópuli, pero con nuevas alianzas
parlamentarias. Los sectores del PSOE que se reconocen en el felipismo, pero
también los cercanos a Alfonso Guerra, llevan meses (si no años) criticando el acercamiento
de Sánchez a Podemos y a los independentistas. Pero más allá de la cuestión
ideológica, el razonamiento de los críticos ahora atañe a la escasa aritmética
parlamentaria como problema a la hora garantizar la gobernabilidad en la crisis
económica de la covid-19. A nivel ministerial también se registra cansancio por
las posiciones de Podemos. La ministra de Defensa, Margarita Robles,
desautorizó el pasado jueves a Iglesias para defender a la Guardia Civil. Y no
es la única que se queja por las declaraciones de los morados. Sánchez tiene,
de momento, el control de estos segmentos, y se mantiene alineado con Iglesias.
La asimilación parlamentaria es total, e incluso a nivel de comunicación las
dos alas de La Moncloa han mejorado. El momento decisivo fue el ‘pacto del
silencio’ acordado hace aproximadamente un mes entre Iglesias y Sánchez”.
Pau Donés.
El cáncer vence al cantante Pau Donés y a la actriz Rosa María Sardà, ambos
catalanes. El pasado martes la familia de Pau Donés comunicó el
fallecimiento del cantante. Pau Donés tenía cincuenta y tres años cuando un cáncer
de colón, que ya padecía desde el 2015, se lo llevó por delante. En octubre de
2018 anunció que Jaraba de Palo dejaría la música de manera indefinida a partir
de enero de 2019. Pero, el 13 de abril de 2020, el grupo volvía a grabar disco.
Sin embargo, la publicación del que sería su último trabajo, “Tragas o
escupes”, se realizó el 28 de mayo por sorpresa, informando que el grupo Jarabe
de Palo volvía a grabar disco con la previsión de que se publicaría en
septiembre. Tras su muerte, el artista recibió una avalancha de mensajes:
“Viviste, como el que sabe, de espaldas a los halagos, bebiendo de un solo
trago todo el frasco de jarabe”; “Gracias por la luz que derramaste”; “Aquí te
cantaremos siempre”; “Gracias por darnos y enseñarnos tanto”... mandados por a
Jorge Drexler, Alejandro Sanz, Rozalén, Pastora Soler y otros muchos en
recuerdo de Pau Donés. El vocalista y líder de Jarabe de Palo falleció en su
domicilio de Bagergue, en el Val d'Aran (Lleida), a los 53 años. Sufrió una
recaída del cáncer que padecía, contra el que batalló con una energía y
positividad encomiables.
Rosa María Sardà.
Dos días más tarde, el
jueves se conocía la desaparición de una actriz igualmente catalana, por un
cáncer diagnosticado en 2014. Rosa María Sardà, además de intérprete, había
sido humorista, presentadora y directora teatral, falleciendo a los 78 años.
Llamaba la atención por su sentido del humor y la gran inteligencia para
defender los derechos humanos y denunciar la corrupción de todo el sistema. “Yo
no lucho contra nada – contestaba Rosa María Sardá en el programa “Lo de
Évole”–. “No se lucha contra un cáncer. El cáncer es invencible. Es una cuestión
de que los que se ocupan de ti tengan más o menos tino al programar unas
ciertas medicaciones. No se trata de un match a ver quién gana. El cáncer
siempre gana… La gente no está preparada
para la muerte. Morirse es una consecuencia de estar vivo. Forma parte de estar
vivo. Hay culturas donde se prepara a la gente, pero aquí no, para nada”,
explicaba la actriz. “Estos fragmentos –reconoce hoy Évole–
no los emitimos. Porque tenías razón, Rosa María. No estábamos preparados para
que te fueras”. La Sardá ganó dos premios Goya como Mejor Actriz de Reparto,
por “Sin vergüenza” y “¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?” y,
en 2010, recibió la Medalla de Oro de la Academia de Cine. En los últimos años
se le rindieron diferentes homenajes, entre ellos el de los informadores
cinematográficos, concedido en 2016 con el Premio Feroz de honor. “En la
ferocidad de este mundo es emocionante que seamos capaces de hacer fiestas y
seguir haciendo cine, pese a todos los palos. Somos afortunados porque no
estamos cruzando el Egeo en una patera, ni en campos de refugiados”, dijo al
recoger ese premio, demostrando una vez más su compromiso político y social. El
año pasado estuvo entre las firmantes de un manifiesto de intelectuales,
artistas y políticos, que pedía a los partidos catalanes que no impidieran la
designación del líder del PSC, Miquel Iceta, como senador autonómico para que
pudiera ser nombrado presidente del Senado, algo que no sucedió. Y este 2020
debería haber recibido el Fotogramas de Plata especial, en una ceremonia que se
suspendió por la pandemia del coronavirus. La revista resumió a la perfección
los valores de la actriz: “Tan capaz de mutar de personaje cómico cada diez
minutos como de dejar asomar (la media sonrisa) una humanidad, una tristeza o
un patetismo como únicamente las grandes, quienes han pasado de la comedia al
drama, son capaces”. Nacida en Barcelona, Sardà perteneció a una familia de
personas del espectáculo. Se casó con el también actor Josep Maria Mainat,
miembro del trío cómico La Trinca, y es hermana mayor del periodista Javier
Sardà.
A ver sise aclaran en el PP.
Fotomontajes, imágenes y fotos sorprendentes:
Mientras la Comunidad de
Madrid daba instrucciones para que ancianos en residencias y en domicilios
fueran rechazados en la red pública de hospitales, dio vía libre a aquellos que
se podían pagar
Uno de los momentos álgidos de esta semana en el Congreso fue ver a
Teodoro intentando responsabilizar a Pablo Iglesias de la gestión de las
residencias dando más credibilidad a un recorte del diario El Mundo (muy
imparcial) frente a una Orden Ministerial publicada en el BOE. Genios. (Skakeo
FanZine).
El sector taurino aborda la situación de la tauromaquia con Isabel Díaz
Ayuso y les propone celebrar una corrida benéfica en honor a los sanitarios. ¡¡Puta
madre!! Y los sanitarios, que hay muchísimos, a los que no les gustan los
toros....¿QUÉ?: ¿Rescisiones de contratos? ¿Privatización de servicios? ¿Reducción
de salarios?...
Bon día, amig@s! Durante su estancia en el planeta tierra les rogamos
mantengan, en la medida de lo posible, la Alegría y el Compás. (Carme Cardo).
La Fiscalía del Supremo asume la investigación contra el rey Juan Carlos
por el AVE a La Meca. A ver cómo acaba el remake del cuento del traje.
Brutal.
Las redes alucinan con las palabras de Fernández Díaz, ex ministro de Interior del PP, sobre el Papa y el diablo.
Jalea y jaleo real.
"Amor es lo que tenemos mi gato y yo ¡no nos pedimos nada, ni él quiere cambiarme, ni yo a él! Eso es el amor, estar contento con la existencia del otro. No esperar nada de él" (A. Jodorowsky)
¿Pasos perdidos o ganados?
Puesta de Sol desde Menorca.
El País.
El humor enla prensa de esta semana: El
Roto, Peridis, Vergara, Eneko, Manel F, Santygutiérrez, Javirroyo, Fernando
Villalobos, J. R. Mora, Madrigal…
El País.
El País.
El País.
El País.
Infantil.
Hazte así.
No puedo respirar.
Sin bromas.
Contra la barbarie.
Juicio al Borbón.
No puedo respirar.
Contra el IMV.
La explosión.
La pregunta..
Es de gente bien nacida... Fernando Villalobos en Gadeso.org
Pep Roig, desde Mallorca: Bienvenidos a Mallorca,
Planes camorrísticos, Más madera, Tracatracatracatracatracatracatracatraca y
así hasta que encuentren otro clavo al que agarrarse, Lo imposible, Credos…
Los vídeos de esta semana:
Polònia - 11/06/2020
NO-DO turisme - Polònia
Felipe González compara al Gobierno de coalición con
el "camarote de los hermanos Marx"
Pau Donés anuncia su regreso musical el 8 de abril del
2020
Jarabe de Palo - Eso que tú me das (Videoclip Oficial), publicado el 23 de mayo del 2020
Muere Rosa María Sardà a los 78 años, víctima de un
cáncer
Muere la actriz y presentadora Rosa María Sardà
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