“Juan Carlos de Borbón… un rey a la fuga”.
Mediante un comunicado
remitido a la redacción de Canarias-semanal y publicado el pasado viernes, el
Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) se pronunciaba sobre la
decisión de la Fiscalía del Tribunal Supremo de investigar el (presunto) cobro
de una comisión ilegal de 100 millones de euros por parte del rey emérito, Juan
Carlos Borbón, procedente de Arabia Saudí.
“Por fin –apuntaban– la
Fiscalía del Tribunal Supremo empieza a enterarse de lo que es una convicción
general en toda la opinión pública, nacional e internacional. Parece que, en
esta ocasión, que no es la única, en la que Juan Carlos de Borbón ha metido la
mano, el empuje de un fiscal Suizo, que tiene alguna documentación facilitada
por alguna amiga del Rey Emérito, ha obligado al apresurado movimiento del
Fiscal del Supremo, para tratar de evitar que una vez más quede en evidencia la
complicidad de la Justicia española”. Desde el PCPE destacaban, igualmente, las
publicaciones que apuntan que el ex monarca tendría todo dispuesto para
trasladarse a vivir a una lujosa residencia en la República Dominicana. “Un Rey
a la fuga –escribía A. Ramírez– sería como dar
continuidad a una vieja tradición de la familia de los Borbones, y este parece
ser un escenario cercano a día de hoy”.
Desde el PCPE denunciaban
que la historia del rey emérito es “la de un Jefe de Estado que no solo se
instaló en el poder bañado por la sangre de la represión del tirano Francisco
Franco, sino que, en el ejercicio de sus funciones, protagonizó todo tipo de
escándalos que los Servicios Secretos le tapaban una y otra vez. Juergas de
todo tipo, amantes amenazadas por los aparatos del Estado cuando trataron de
contar sus aventuras, golpes de Estado y un largo etcétera jalonan la historia
de su Jefatura durante casi cuarenta años”. “Una actuación –añadía– en la que
no ha hecho más que dar continuidad a la a las tradiciones más arraigadas de
sus antecesores, con ejemplos tan representativos como Felipe V o Fernando VII,
que manejaron este país como finca propia, en la que robar, asesinar o mantener
a una corte de vividores, cortesanas y parásitos, era lo más normal en la vida”.
“Si este país fuera una
democracia –afirmaba– y con la contundente evidencia de los hechos (no solo
estos últimos, sino también todos los anteriores), ya habrían faltado minutos
para dictar una orden de prisión preventiva ante el alto riesgo de fuga del
ladrón. Pero este país no tiene un sistema democrático ……, ni de lejos. “Por
eso –defienden desde la organización comunista– hay que seguir con la lucha y
con la movilización social, para exigir el procesamiento y la prisión inmediata
para Juan Carlos I, por este robo y por todos los anteriores. También para no
dejar el trabajo a medias, lo mismo para su cómplice Felipe VI. Es el momento
del pueblo organizado para exigir que se haga justicia y se le condene junto a
todos los sicarios con apellidos nobiliarios que han actuado como sus tapaderas
durante todos estos años. Pero también –concluía– para forzar el exilio de toda
la familia Borbón y exigirles que devuelvan todo lo que nos han robado y para
crear la condiciones que permitan llegar a proclamar la República Socialista
que lleve a la clase obrera al poder y, sobre la base de un nuevo proyecto
histórico de Estado, resolver en la
práctica el problema territorial de España al reconocer el derecho a la
Autodeterminación de los pueblos”.
Pese a todo, el lunes se
conocía un informe de los servicios jurídicos de la Cámara que avalaba el
rechazo en base a la “inviolabilidad” constitucional del monarca. Y el martes,
el PSOE, PP y Vox tumbaron, una vez más (la tercera en esta legislatura), la
investigación sobre las finanzas del rey emérito, Juan Carlos I con el único
voto favorable de Unidas Podemos. Pese a ello, las supuestas irregularidades ya
son objeto de investigación en los tribunales suizos.
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