jueves, 4 de febrero de 2021

Symphony, un viaje virtual al corazón de una orquesta.

 

La Symphony en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, en agosto de 2019, bajo la batuta del Gustavo Dudamel.

La Fundación “la Caixa” llevó a Madrid su proyecto Symphony, una experiencia inédita en la que, gracias a la tecnología de realidad virtual, el espectador se convirtió en un músico más dentro de una orquesta. Bajo la batuta de Gustavo Dudamel, más de cien músicos de la prestigiosa Mahler Chamber Orchestra y jóvenes de la Fundación Gustavo Dudamel, interpretaron composiciones de Ludwig van Beethoven, de quien este año se celebra el 250 aniversario del nacimiento, así como de Gustav Mahler y Leonard Bernstein.

El singular proyecto inició su gira en Barcelona y recorrerá durante diez años un centenar de ciudades de España y Portugal. A finales de enero viajó a Granada y a principios de marzo, lo hará a Málaga. El punto de partida del proyecto, en el que trabajó durante más de cuatro años, era hablar del poder emocional de la música desde una vertiente divulgativa. La Fundación “la Caixa” apostó desde el primer momento por la realidad virtual como la mejor forma de explicar esta historia. La tecnología más puntera ha facilitado lo que de otro modo no sería posible: sentarse junto a los violines en una gran orquesta sinfónica mientras interpretan Beethoven y, así, poder seducir a todo tipo de público.

Symphony está formado por dos unidades móviles que se despliegan y se convierten en dos salas de cien metros cuadrados cada una. En la primera de ellas se puede ver una película panorámica que introduce al espectador en este viaje y le guía solo a partir de sonidos. La segunda unidad está dedicada a vivir la experiencia de realidad virtual. El espectador verá a los músicos distribuidos por el escenario en su forma habitual, por familias de cuerdas, viento, metal, percusión, y los sentirá muy cerca de una forma real, así como vivirá de lleno la energía y la mirada del director, situado justo delante de él. Este experimento musical le permite tirar la cabeza de lado a lado y arriba y abajo para adquirir nuevas vistas y perspectivas de una orquesta sinfónica y sus instrumentistas.

De este modo, Symphony deconstruye la orquesta para mostrar la simplicidad, lo que contrasta con el arco infinito de recursos que ofrece a los compositores para expresar ideas y emociones. La vivencia ofrece al usuario una escucha emocionalmente activa: gracias a los cambios de posición de la cámara 360º dentro de la orquesta, el espectador escuchará y sentirá la música de una forma nueva y sorprendente y experimentará las diferentes familias de instrumentos. “Con esta experiencia insólita y cautivadora  –resalta la directora general adjunta de la Fundación, Elisa Durán–, queremos contribuir a divulgar la música clásica a través de las composiciones sinfónicas y llevarla al gran público, así como a todos los amantes de la música que se pueden sentir atraídos por ella. Orquesta y director se dan la mano para proponer un viaje muy especial y sin precedentes a través de las emociones y las notas de grandes compositores hacia el corazón de la música clásica y del alma humana”.

De esta forma se comparten, según director Gustavo Dudamel, afirma: tres creencias principales: que la música puede transcender nuestras diferencias, propiciar el empoderamiento individual y promover la integración social. Y el proyecto es, según Igot Cortadellas, el director creativo, una invitación a cruzar el umbral del mundo de la música, una puerta de acceso a un universo sin límites que contiene la expresión más pura del espíritu de la humanidad”. Y se han puesto en marcha todas las medidas sanitarias pertinentes para hacer de esta una experiencia segura, reforzando la limpieza e instalando un sistema de desinfección fotocatalítica (UV) en las dos salas en las que se sigue el espectáculo.

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