sábado, 20 de febrero de 2021

La Policía no logra frenar al auge de las fiestas ilegales.

 

La Policía no logra paralizar las fiestas ilegales y las multas.

Ni siquiera la tercera ola ha conseguido frenar el ocio nocturno ilegal en Madrid, una ciudad percibida como el centro de la fiesta. Desde hace unos meses, las escenas se repiten un fin de semana tras otro y los medios de comunicación informan del importante aumento de fiestas ilegales detectadas por la Policía. Pese a las amenazas del delegado del Gobierno en Madrid, las asociaciones de vecinos denuncian la laxitud y la sensación de “barra libre” del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ante la extensión de estos eventos en la capital, mientras fuentes policiales tienen claro que estas actividades seguirán mientras haya restricciones. Pese a ello, el delegado del Gobierno no deja de aplicar “el peso de la ley sobre los responsables”.

Las cifras se repiten una semana tras otra. La Policía Municipal de Madrid cancela centenares de fiestas ilegales en domicilios y otros locales que incumplen claramente la normativa contra la pandemia, sin mascarillas y sin distancia de seguridad. Y de nada sirven los centenares de sanciones por hacer botellón o por saltarse el toque de queda. El problema, lejos de paliarse, se ha acentuado en casas privadas, en bares o locales destinados a otro uso, como puede ser un almacén, pese a la intensificación de controles.  Así lo anunció el delegado del Gobierno en la región, José Manuel Franco, quien dio a entender que existen redes de “profesionales” dedicadas a organizar fiestas en el centro de Madrid. Y los representantes vecinales del centro de Madrid denuncian que se están ofertando en internet paquetes por 150 euros que incluyen viaje desde Francia a Madrid en avión y fiestas en pisos turísticos. Sin embargo, los vecinos, no culpan a la Policía, sino que señalan a las autoridades de la Comunidad de Madrid por la sensación de “impunidad” que se vive en la capital ante esas fiestas.

Paris-Match publicaba hace unos días un reportaje que criticaba duramente la actitud del Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso a la que acusaba de fanfarronear con el covid. En este sentido, el pasado 6 de febrero el consejero madrileño de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández-Lasquetty, defendía la apuesta por “mantener Madrid abierto”, y celebraba la afluencia de turistas franceses detectada en las últimas semanas, aprovechando que aquí las limitaciones derivadas del coronavirus son menores que en su país. “Nos alegra muchísimo si en este momento están viniendo ciudadanos de Francia, lo peor sería que sucediera lo contrario”, declaraba Lasquetty al tiempo que indicaba que Madrid demuestra “que se puede luchar eficazmente contra la pandemia sin llegar al cierre total”.

Ajeno a la polémica de la laxitud de las medidas, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco Franco quiso enviar un mensaje contundente: “Vamos a investigar y llegar hasta las últimas consecuencias. Hay un registro de pisos turísticos en Madrid y hay que ver quiénes son los propietarios que alquilan estos pisos y hay que ver a quién se alquila estos pisos. Luego también hay ver lo que sucede dentro de estos pisos. La situación es muy complicada, pero vamos a investigar desde quién promueve estas fiestas hasta las condiciones en que se alquilan estos pisos. El peso de la ley caerá sobre los responsables”.

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