miércoles, 24 de febrero de 2021

Los masters fantasmas de Cifuentes y de Casado.

 

Todo empezó en marzo de 2018, con este titular: “Cristina Cifuentes obtuvo su título de máster en una universidad pública con notas falsificadas”. “Érase una vez una asesora política —contó Juanlu Sánchez en Aldia@Eldiario.es—, a la que le caen tres años de cárcel por organizar la falsificación de un acta con notas de un máster nunca hecho por la presidenta. A la profesora que confesó haber participado en la falsificación se le condena a un año y seis meses de prisión. Pero a la presidenta, que usó el acta falsa para grabarse en vídeo como prueba de que su máster era auténtico, no le cae nada. Absuelta. La sentencia del caso Máster establece que las irregularidades existieron, pero que no hay pruebas de que el delito fuera promovido por ella. Estamos ante el increíble caso de un máster fantasma, con actas falsificadas por la universidad con ayuda de dos cómplices que sí son condenadas, pero en el que la beneficiada directa sale absuelta.  El PP por supuesto ya anda diciendo que la sentencia demuestra la “honestidad” de Cifuentes y que el caso Máster desvelado por elDiario.es es poco menos que una patraña”.

El sistema de títulos sin esfuerzo académico que premió, entre otros, a los dos políticos del PP ha quedado sin castigo por parte de los jueces. “Dos títulos universitarios sin esfuerzo académico alguno —relata el Diario 16—. Sin ir a clase, sin presentarse a los exámenes, sin que haya rastro de ningún trabajo. Cristina Cifuentes y Pablo Casado se vieron envueltos en el mismo escándalo cuando se reveló que ambos habían obtenido el título de posgrado sin pruebas de que hubiesen hecho nada por merecerlo. Atravesaron sendos procesos judiciales que han acabado sin ningún castigo judicial. Ambos defendieron haberlo cursado. “El máster es perfectamente legal y real. Ni mi currículo ni mis calificaciones han sido falsificadas ni falseadas”, argumentó Cifuentes. “Tengo toda la documentación que avala mi máster”, aseguró Casado, exento de cualquier responsabilidad penal, pero sin que hubiera ninguna prueba de que hubiese cursado el posgrado. La presión interna del PP y la filtración de un vídeo en el que aparecía robando unas cremas forzaron su retirada de la política por parte de Cifuentes. Casado, por su parte, afrontó ese escándalo en plena batalla contra María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría por liderar el PP. Aguantó sin asumir responsabilidades que el caso pasara de un juzgado ordinario al Tribunal Supremo. Cuando este lo archivó, Casado ya había alcanzado la presidencia del partido tras aliarse con Cospedal.

Buena parte de los créditos conseguidos por Casado le fueron convalidados de manera “excepcional”, sin que él lo solicitase, algo que los jueces achacaron al “irregular comportamiento de los responsables del máster”. El alto tribunal también dejó claro que Casado no había ido a clase y que “no consta que se cumpliera” con el resto de requisitos académicos. A pesar de ello, obtuvo varios sobresalientes. Marcos Pinheiro, jefe de sección de Política, así lo contó: “Dos títulos universitarios sin esfuerzo académico alguno. Sin ir a clase, sin presentarse a los exámenes, sin que haya rastro de ningún trabajo. Cristina Cifuentes y Pablo Casado se vieron envueltos en el mismo escándalo en el año 2018, cuando se reveló que ambos habían obtenido el título de posgrado sin pruebas de que hubiesen hecho nada por merecerlo.

La sala de lo Penal del Supremo rechazó imputar a Casado por cohecho, pero elaboró un relato sobre cómo había obtenido el máster que Casado consiguió aprobar sin hacer nada. Buena parte de los créditos le fueron convalidados de manera “excepcional”, sin que él lo solicitase, algo que los jueces achacaron al “irregular comportamiento de los responsables del máster”. El alto tribunal también dejó claro que Casado no había ido a clase. A pesar de ello, obtuvo varios sobresalientes.

Las consecuencias judiciales han sido las mismas, pero el castigo político ha distado mucho en ambos casos. Cifuentes tuvo que dimitir. La presión interna del PP y la filtración de un vídeo en el que aparecía robando unas cremas forzaron su retirada de la política. Casado, por su parte, afrontó ese escándalo en plena batalla contra María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría por liderar el PP. Aguantó sin asumir responsabilidades que el caso pasara de un juzgado ordinario al Tribunal Supremo. Cuando este lo archivó, Casado ya había alcanzado la presidencia del partido tras aliarse con Cospedal.

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