jueves, 10 de febrero de 2022

Casado aplica el manual de Donald Trump.

 

Casado visita un secadero de jamones de Guijuelo el 31 de enero. Manu Laya.

Así se titulaba el pasado sábado, el artículo en Eldiairo.es de Iñigo Sáenz de Ugarte. Y, tras una primea parte en la que describe lo ocurrido en el Congreso con la aprobación por los pelos de la Reforma Laboral, Sáenz de Ugarte continua:

 “Además del consabido recurso al Tribunal Constitucional, donde espera tener un público receptivo, Casado apuntó directamente el viernes a Batet: “Vamos a pedir a la Mesa del Congreso que reconsidere este atropello. Si no lo hace de inmediato, la presidenta del Congreso podría estar prevaricando, y tendría consecuencias judiciales para ella”. Con el PP, enseguida terminas llegando a las amenazas, como cuando un grupo criminal avisa a un comerciante de lo que le puede pasar si no paga una cantidad mensual a cambio de protección. El PP dio un paso más al exigir a Batet que no envíe la resolución para su publicación en el BOE, que supondría la confirmación definitiva del decreto. Si Batet no lo llevara a cabo, entonces sí que se le podría acusar de prevaricación, ya que entre sus funciones no está la de decidir al día siguiente qué votaciones de la Cámara tienen validez y cuáles no.

Sáenz de Ugarte describe lo ocurrido en Estados Unidos con Donald Trump, quien exigió a su vicepresidente, Mike Pence, que rechazara el 6 de enero de 2021 la convalidación de los votos electorales aportados por cada Estado y que certificaban la victoria de Joe Biden en las elecciones. “Pence se negó después de consultar a expertos jurídicos. Entre las artimañas de la conspiración posterior, los abogados de Trump acusaron a la empresa fabricante de las máquinas con las que se vota en EEUU de haber hackeado los aparatos –en connivencia con personas relacionadas con George Soros y el Gobierno de Venezuela y ayudados por ‘inmensas cantidades de dinero comunista’– para robar la victoria a Trump. Decenas de autos judiciales en su contra y la ausencia de pruebas reales sobre el supuesto fraude no impidieron a Trump mantener la conspiración sobre el fraude que le arrebató la victoria en las urnas. El expresidente norteamericano creó el modelo en que se mira el PP para cuestionar la legitimidad del Gobierno en España y sus principales decisiones. No importa las pruebas que tengas. Lo que cuenta es sostener que el rival político es un enemigo de la democracia dedicado a prácticas fraudulentas. Si lo de la trama denunciada por los abogados de Trump en la que figura hasta Venezuela sonó a chiste, no es menos ocurrente la que se inventó en la noche del miércoles el director de comunicación digital del PP, para el que un gesto de Sánchez en la confusión surgida tras el primer error de Batet confirma sin lugar a dudas que todo estaba preparado.

“Casado incidió en la idea de la conspiración general cuando dijo que el Gobierno ya ha intentado controlar ‘la Fiscalía, el Consejo de Estado, los reguladores, la CNMC y la CMNV, el CGPJ, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, y ya solo les quedaba atacar al Parlamento’. En realidad, es el Partido Popular el que cuestionó el sistema de voto telemático del Parlamento después de que los servicios informáticos y los letrados de la Cámara hubieran confirmado que no hubo ningún error técnico en su funcionamiento.

Sáenz de Ugarte concluye que “el PP lo tendría más complicado si no recibiera tanta cobertura mediática favorable con este tipo de actuaciones. La Razón tituló en portada el viernes que ‘la reforma laboral se convalida vulnerando los derechos fundamentales’, como si fuera un hecho obvio. Carlos Herrera llamó indecente en la COPE a Batet por no repetir la votación. Juan Carlos Girauta lo definió en ABC como ‘una violación en vivo de la esencia parlamentaria’. Juan Manuel de Prada optó por otra conspiración, ‘un tongo con luz y taquígrafos’ en el que el PP habría encargado a Casero que votara a favor para permitir la aprobación de la reforma (…) Quien sí cuestionó desde la derecha la campaña del PP fue Federico Jiménez Losantos. Básicamente porque no puede ver a García Egea por su enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso: ‘A ver, Pablo, que tienes en tu mano derecha a un tonto (por Egea) cuya mano derecha es lelo (por Casero). Han quedado como idiotas. Dicen que es un error informático. No hay ningún error informático. Se confirma el sí y el no dos veces en el ordenador. Estaría viendo porno’. No está claro qué es peor para la salud democrática del país. Que el PP sostenga que el Gobierno corrompe todas las instituciones a cuenta del error de uno de sus diputados o que la única crítica clara y rotunda desde la derecha esté confeccionada a base de insultos”.

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