Eduardo Camavinga, de un campo de refugiados angoleños al Real Madrid.
“La derecha española está
usando los robos y altercados que se vivieron alrededor del estadio en la final
de la Champions de fútbol en París para intentar hacer ver que todo es culpa de
la inmigración y no de la mala gestión organizativa del partido o del fracaso
de las políticas de barrios marginales como los que hay en Saint Denis. De lo
que no hablan tanto es de los futbolistas de origen africano que hicieron
campeón al Real Madrid, como Benzemá o Camavinga, que incluso pasó por un campo
de refugiados”. Lo escribía Juanlu Sánchez en Aldia@eldiario.es el pasado martes.
Y precisamente del último
de ellos habla Manuel Bruña en MundoDeportivo. Camavinga es el último fichaje
del Real Madrid. A sus 18 años, el centrocampista no ha tenido precisamente una
vida fácil. Nació el 10 de noviembre de 2002, en el campo de refugiados de
Mejide, en Angola, a donde sus padres se fueron para huir de la guerra de Congo.
Tiene cinco hermanos más y su familia se marchó a Lille, creando su hogar en la
pequeña ciudad de Fougeres. Allí, Camavinga pasó su infancia y a dar los
primeros toques al balón, aunque antes practicó judo, como su hermano. Finalmente,
a los siete años fue inscrito en el Drapeau-Fougères, donde su padre jugó en el
equipo sénior. Allí estuvo hasta que lo descubrió Julien Stephan, su
exentrenador en el Rennes, en un torneo de verano. El Rennes no dejó pasar la
ocasión de incorporarlo a las categorías inferiores ahí comenzaría su carrera
en el mundo del fútbol hasta llegar al Real Madrid.
En 2013, cuando se estaba
tramitando su pase al Rennes, el hogar familiar ardió. Su club de formación, el
Drapeau-Fougères, puso en marcha una campaña para cubrir las primeras
necesidades de la familia. Fue entonces cuando su padre le lanzó un reto que el
año pasado, en su primera entrevista, en Ouest France, Camavinga recordaba: “No
te preocupes, tú vas a ser un gran futbolista y levantarás esta casa”. Ese
incendio provocó primero que su marcha al Rennes se retrasara y luego tuviese
problemas para lograr la nacionalidad francesa (tiene también la congoleña y la
angoleña). El motivo es que en el incendio se perdieron todos los documentos de
la familia.
Camvinga no ha olvidado ni
el incendio y ni el reto de sus padres que se ha hecho realidad. Debutó en la
Ligue, en 2019 y le arrebató el récord de precocidad a un tal Mbappé que lo
logró cuando estaba en el Mónaco. Camavinga no ha parado de evolucionar hasta
llegar a jugar con la selección absoluta francesa y ahora quiere seguir
creciendo en el Real Madrid.
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