Desprecio por la vida de un gobierno progresista
David Bollero recuerda en
Público que el asesinato a sangre fría de decenas de personas migrantes –cerca
de 40, según las ONG en el terreno– ha vuelto a evidenciar cómo nuestro
gobierno, ese que se dice el más progresista de nuestra democracia, desprecia
determinadas vidas. “El modo en que, el pasado sábado, Pedro Sánchez obvió la
masacre, pasó por encima de las personas migrantes, respaldando la actuación de
la policía marroquí y haciendo cómplice a las fuerzas fronterizas españolas,
fue demasiado vil para tolerarlo, aunque desde Unidas Podemos (UP) se tolera...
se protesta, pero se tolera. Atribuir la culpa de la masacre a las mafias de
tráfico de personas es como escudarse únicamente en el coronavirus para
justificar la tragedia vivida en las residencias de mayores en Madrid tras implantar
un protocolo que impedía su traslado a hospitales. Es exactamente lo que hizo
nuestro gobierno, del que se ha llegado a decir que es uno con dos almas y
ahora se duda de que siquiera tenga almas”…
“Quienes hablan de migración legal, no sólo en
la extrema-derecha, sino también en la izquierda, son personas desinformadas
que no tienen ni idea de lo complicado que resulta conseguir un visado en los
países subsaharianos, que ignoran o prefieren ignorar los tratos de favor que
se cuecen en los consulados. Son personas que, como hizo Sánchez con las
mafias, buscan soluciones fáciles a problemas complejos. El desprecio por la
vida humana más allá de nuestra frontera sur comienza a ser una constante de
nuestro gobierno. Ya lo fue con el aval otorgado a la invasión ilegal del
Sáhara Occidental por parte de Marruecos, mirando para otro lado ante esa
violación del Derecho Internacional y ante la lista de torturas, asesinatos y
demás violaciones de Derechos Humanos que el régimen de Mohamed VI ejerce
contra la población saharaui. La contrapartida era, precisamente, evitar
asaltos como los vividos en la frontera con Melilla, aunque no parece que haya
surtido efecto.
“Lo advertimos entonces:
quien mercantiliza con vidas humanas una vez –y el apoyo a Marruecos en el Sáhara
Occidental es lo que hace– lo hará más veces. Si lo piensan, no hay tanta
diferencia entre las mafias que critica Sánchez y el modo en que actúa nuestro
gobierno. Ambos usan vidas humanas para satisfacer sus intereses: unas para
enriquecerse, otro para respaldar sus políticas económicas. El desprecio por
esas vidas humanas es el denominador común, tanto de nuestro Ejecutivo, como de
la UE o EEUU, en absolutamente todos los frentes, como no hemos dejado de ver
en el abordaje de la pandemia, sin que sigan llegando vacunas a África y,
consecuencia de ello, continúen generándose variantes cada vez más contagiosas
de COVID-19.
“Por otra parte –termina Bollero recordando–, ¿cuánto más está
dispuesto a tragar Unidas Podemos para pasar de las palabras a los hechos? Esta
vez, decenas de personas asesinadas y entierros masivos precipitados para
evitar cualquier tipo de investigación y depuración de responsabilidad. Y sí,
está bien que Yolanda Díaz pida explicaciones al respecto, como quien pregunta
por qué el filete sabe raro mientras se engulle de un bocado. En esta ocasión,
como ha sucedido con el Sáhara Occidental, las buenas palabras no resuelven
situaciones: el pueblo saharaui continúa siendo torturado en los territorios
ocupados ilegalmente por Marruecos y las personas migrantes, maltratadas y
asesinadas en la frontera sur. Las almas se han esfumado pero el gobierno
queda, ese tan indisoluble en la forma como en el fondo cuyas decisiones son
compartidas -quieran o no- por PSOE y UP y, cuando toque volver a las urnas,
quienes tengan visión crítica y no se limiten a ser hinchada política actuarán
en consecuencia”.
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