miércoles, 1 de junio de 2022

Un hombre lanza una tarta a 'La Gioconda' en el Louvre.

La Mona Lisa, atacada en el Louvre por un tartazo lanzado por un falso anciano en silla de ruedas.

La sonrisa de Leonardo Da Vinci depende del estado de ánimo del que la mira.

La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, el cuadro más emblemático del Museo del Louvre de París, sufrió el pasado domingo un nuevo ataque. Esta vez se trató de un visitante que le lanzó un pastel de nata. El atacante, un hombre disfrazado con una peluca que iba en una silla de ruedas, de pronto, se levantó y lanzó el pastel al óleo contra La Gioconda, uno de los cuadros más célebres del mundo, tirando a su alrededor pétalos de rosa hasta que fue abordado por los agentes de seguridad del museo. El joven, disfrazado de anciana en silla de ruedas, burló con su disfraz los controles de seguridad. Exclamó con cierta sorna: “¡Por el planeta!” Y gritó: “Hay gente que está intentando destruir la Tierra. Pensad en la Tierra”. Afortunadamente, la Monna Lisa no sufrió ningún daño, al estar protegido por un cristal blindado, pero provocó una alarma instantánea.

La Gioconda es un retrato de Lisa Gherardini, la esposa de Francesco del Giocondo. Es obra del artista renacentista italiano Leonardo da Vinci, adquirido por el rey Francisco I de Francia a comienzos del siglo XVI y hoy propiedad del Estado francés. El cuadro está protegido por múltiples sistemas de seguridad y ambientado a temperatura estable para su preservación óptima, revisado constantemente para verificar y prevenir su deterioro. Todo ello no le ha librado de seguir siendo atacado como otras veces.

En 1911, un hombre llamado Vincenzo Peruggia robó el cuadro, que permaneció desparecido durante dos años, según cuenta la BBC. En 1956 otro hombre arrojó una piedra contra el cuadro en el mismo museo y destrozó la vitrina, desprendiendo así un trozo de pigmento. En 1974, mientras se exponía el cuadro en un museo de Tokio, una mujer rusa lo roció con un spray de pintura roja. El último fue en 2009, cuando otra turista rusa lanzó una taza de porcelana contra el cuadro, que tampoco sufrió daños. La mampara, que es antibalas, repelió el ataque motivado por la protestar por la denegación de su solicitud de ciudadanía francesa.

El cuadro está protegido por múltiples sistemas de seguridad y ambientado a una temperatura estable para su preservación óptima, revisado constantemente para verificar y prevenir su deterioro. Pero lo que Mona Lisa no ha cambiado hasta la fecha, pese a todos esos ataques, es su misteriosa sonrisa y su gesto que denota alegría o amargura. Un estudio de la Universidad de California publicado en la revista Psychological Scienceel ha acabado con la intriga. “¿Sonríe o no? Depende de cómo te sientas cuando la mires. Los experimentos realizados por el área de percepción visual y neurología de esta Universidad muestran que nuestras propias emociones afectan en cómo vemos un rostro neutral. Y no hay rostro más neutral y susceptible de cambiar de humor que el de La Gioconda, pese a los constantes ataques recibidos”. Los investigadores llegaron a la conclusión de que la forma en que percibimos una cara nueva como feliz, triste o neutral, en realidad tiene mucho más que ver con cómo nos sentimos que con la expresión de esa cara.

La Mona Lisa fue atacada en el Museo de Louvre en Francia. El Espectador.

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