miércoles, 18 de febrero de 2009

El hombre que levita.



Johan Lorbeer, profesor de Bellas Artes en Berlín, es el artista alemán de 59 años que se pasó tres días de la semana pasada colgado varias horas en la plaza del Callao y en la estación de Atocha. Levitó, aparentemente, a unos tres metros del suelo, con sólo la palma de la mano apoyada en la pared. Tarzán Standing Leg es la “performance” que lleva alrededor de quince años sorprendiendo a los paseantes del mundo. Tarzán, por lo mitológico, la capacidad de hacer lo que un ser humano normal no puede y Standing Leg, por el término que describe la postura de una de las piernas de las estatuas griegas. En esta difícil postura ha recorrido ciudades de todo el mundo, llamando siempre la atención de la misma forma, elevándose y viendo la realidad desde arriba. El artista, que puede permanecer hasta cuatro horas en un estado que define como “una especie de trance”, se convierte en espectador de la coreografía escenificada por los demás.

Sin embargo, Lorbeer confiesa que no es ningún mago ni ser superior. Su idea nació de un boceto aprobado por un ingeniero. Hizo varias pruebas, cayéndose algunas veces de lo alto hasta que la cosa funcionó Fueron necesarios cuatro meses para dar con el artilugio perfecto, una especie de arnés oculto entre las ropas y unido a un brazo falso. Porque aquí no hay ningún misterio, el brazo que se ve en la foto apoyado sobre la pared no es el suyo. Es rígido y le permite suspenderse en el aire. El resto es puro espectáculo en el que no todos los espectadores captan el sentido de la obra. Hay quien se santigua, pensando en un ser sobrenatural. Y cuentan que, en Roma, unas monjas le preguntaron si también era capaz de estar en otro lugar del mundo a la vez (al parecer, las religiosas conocían cierta relación entre la levitación y la duplicación del cuerpo).

Durante sus actuaciones, en las que aprovecha para hacer sus llamadas telefónicas, no faltan los cuchicheos de un público que intenta descubrir su truco. Él no suele alarmarse. Habla con todo el que le pregunta. “He querido demostrarme a mí mismo que es posible ganar para vivir con este tipo de obras. Intenta cuestionar la realidad y se admite influido por Magritte y el surrealismo. Treinta años después de sus primeras “performances” –entonces tenía que conducir camiones para pagarse el alquiler– se considera afortunado por haber conseguido vivir del arte. "Lo que gano en la universidad lo dedico a mi hija y a financiar proyectos", explica. En Madrid visitó por primera vez el Prado. “Se me saltaron las lágrimas al ver a Velásquez y a Goya –confiesa–. Después de estar toda la vida viendo los cuadros en libros, fue como un dejà vu”.

Cuando el “hombre colgado” se paseó por las calles de Madrid no llamó la atención. Era una persona “absolutamente ordinaria” de mediana edad, con barba de tres días y ropa informal, con arrugas moderadas alrededor de unos ojos ligeramente verdes. Pero, en cuanto se colgó, se convirtió en todo un espectáculo rodeado de gente curiosa. Así que no me extrañaría que algún político, intentando atraer a un público que comienza a fallar en sus actuaciones, practicara la técnica de ese hombre que “levita” para aumentar su popularidad. Lo malo es que, también desde el aire se puede uno aprovechar para hacer chanchullos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Aqui, Bermejo y Garzón tambien cuestionan la realidad con su performance ensangrentado de sangre real, no ketchup. Se mantienen en sus cargos como si levitaran (es increible)y nos hacen creer en las casualidades y que no hablaron de lo que hablaron.(más increible todavia) Olé, que arte. Flipamos creanme, se podría conjugar
chiflos.

Anónimo dijo...

Hola! yo quiero dar mi testimonio acerca de la levitación. A la edad de 20 años, en el mes de julio del año 1998 asusté a mis padres porque cuando entraron al dormitorio me encontraron flotando con mi cama. a 2 mts del suelo aproximadamente. Soy de Argentina

Anónimo dijo...

Yo estaba dormida pero esa noche era la tercera noche desde que yo me había propuesto tratar de levitar. Para eso repetí miles de veces hasta quedarme dormida un conjuro que había escuchado en una película de brujas. Cuando desperté me sentía siendo atraída a gran velocidad hacia el techo y en él había una silueta negra.

Anónimo dijo...

Sentí terror.Creía que estaba siendo llevaba al mismisimo infierno por lucifer. No podía moverme, traté de gritarle a mi hermana que prendiera la luz, entonces me puse a repetir mentalmente, porque la voz no me salía, una oración al arcangel Miguel. Al terminar la oración todo volvió a la normalidad.O por lo menos eso era lo que yo creía.

Anónimo dijo...

Pasaron los días y mis padres me miraban raro, hasta que mi madre me confesó el porqué. Ellos habían entrado al dormitorio como todas las noches para taparnos(yo compartía el dormitorio con mi hermana de 16 años) cuando se llevaron un susto de muerte al encontarme flotando en el aire con mi cama.Se pusieron a orar, mi madre regó toda la casa con vinagre, todo eso duró como 15 minutos aproximadamente hasta que mi cama comenzó a descender.Mi hermana seguía durmiendo, no se enteró de lo ocurrido.

Anónimo dijo...

Se puede levitar, pero en mi caso fue una experiencia terrorífica porque lo asocié con el demonio por aquella silueta negra que parecía abducirme hacia ella.