(Nota: una avería de Internet en mi zona impidió por
unas horas la aparición de esta web. Un retraso involuntario subsanado en la mañana
del domingo.)
El rey visita la exposición dedicada al que fuera presidente de la IIª
República Manuel Azaña en la Biblioteca Nacional.El pasado 17 de los
corrientes, Felipe VI inauguraba en la Biblioteca Nacional, junto a varios
miembros del Ejecutivo, la exposición conmemorativa sobre Manuel Azaña al
cumplirse ochenta años de su fallecimiento. Un acontecimiento que no pasó
desapercibido por nadie pese las especiales circunstancias que nuestra
monarquía atraviesa en estos momentos. Una semana más tarde, el Rey Felipe VIº,
tras los múltiples escándalos con los que se ha vinculado a su padre, Juan
Carlos Iº, todo el mundo esperaba con atención el discurso del monarca esta
Navidad. Con un Parlamento fragmentado y un partido explícitamente republicano
en el Gobierno, en este caso, Unidas Podemos, el Congreso está muy lejos,
aritméticamente, de articular una mayoría republicana capaz de forzar una
reforma de la Constitución, pero sí tiene capacidad para presentar iniciativas,
pese a las dificultades presentadas para
fiscalizar la actividad del Rey. El 15 de marzo pasado, sorprendentemente, la
Casa Real hizo un movimiento que muchos interpretaron como la confirmación 'de
facto' de algunas informaciones. A través de un comunicado, Felipe VI renunció
a la herencia de su padre, “así como a cualquier activo, inversión o estructura
financiera” que pudiera “no estar en consonancia con la legalidad”. En los
últimos días del 2020 los españoles han visto desfilar en sus medios variadas
sospechas de corrupción ligadas a la figura de Juan Carlos Iº. Su propio hijo, aprobó
el alejamiento de su padre a Abu Dabi (Emiratos árabes) y no veía con buenos
ojos el acercamiento del Emérito a España. Finalmente, Juan Carlos no regresó en
Navidad a causa de la situación de la pandemia del coronavirus y su condición
de persona de alto riesgo, según informó la Cadena COPE. Momento en que su hijo,
el Rey Felipe, lazó su mensaje navideño, el más visto desde que hay registros
(1992), con 10.760.000 espectadores y un 71% de cuota de pantalla, según datos
de Kantar Media, ofrecidos por Barlovento Comunicación. ¿Satisfacción
generalizada de los españoles o pura y simple curiosidad de los mismos?
Felipe VI inauguró la exposición sobre
Manuel Azaña en la Biblioteca Nacional entre gritos de 'Viva el Rey'.
Mientras tanto, la
exposición de la IIª República seguirá abierta en la Biblioteca Nacional hasta
el 4 de abril del 2021, repasando la vida de quien fuera presidente de la misma
entre 1936 y 1939, cuando se cumplen 80 años de su muerte en el exilio, en
Montauban (Francia), en noviembre de 1940. En concreto, la muestra pretende dar
una “imagen completa” de Azaña en sus dimensiones “humana, intelectual y
política”. Quiere así subrayar, junto a su labor política, “su condición de
intelectual de prestigio, así como las duras condiciones de su exilio, que
concluyó con su fallecimiento en la ciudad francesa, donde su recuerdo sigue
presente ochenta años después”, según se explica en la Biblioteca Nacional.
Hugo
Martínez Abarca, licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid
y en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.
El pasado jueves, el
mismo día en que el Rey pronunciaba su esperado
discurso, Hugo Martínez Abarca, diputado autonómico
de Más Madrid, escribía en Cuartopoder.es, la siguiente carta abierta a Felipe
VIº: “Señor (creo que es éste el tratamiento protocolario que corresponde a Su
Majestad), en el día de su discurso de Nochebuena, me he permitido escribirle
estas líneas en las que, humildemente, le aconsejaré que incluya en el mismo algunas
reflexiones y compromisos que le harán mucho bien a la institución que usted
encarna. Es una institución cuya existencia creo que hace daño a España, porque
estoy bastante convencido de que no dirá lo que le pido... Creo, sinceramente,
que sería usted muy inteligente haciendo más caso a los republicanos españoles
que a los pelotas que retuercen las instituciones, la ley y, sobre todo, la
razón, creyendo que así protegen la Monarquía cuando, Señor, lo que hacen es
hundirla más. En estos meses, por ejemplo, los partidos cortesanos se han
saltado la legalidad y la doctrina del Tribunal Constitucional no sólo para
impedir la investigación de los negocios de su padre, el rey Juan Carlos. También
han impedido que se debata una Ley para clarificar y delimitar el sentido
constitucional de la inviolabilidad de su puesto, para que su persona esté al
margen de los tribunales sólo por aquellos actos que no dependen de su voluntad,
sino que le son impuestos (y por eso refrendan otros cargos públicos que sí son
responsables). Es una interpretación perfectamente coherente con la
Constitución y en tal proposición se le mantenía a Usted aforado ante el
Tribunal Supremo, fíjese qué detalle. Pero los partidos que dicen apoyarle a
Usted se negaron siquiera a tramitarla, transmitiendo la terrible sensación de
que Usted, como su padre, podría tener problemas si sus actos privados
estuvieran sometidos a la Ley como los de cualquier ciudadano. Otra Ley que ni
siquiera se ha podido debatir (como la anterior: a propuesta de Más País y
Compromís) fue la que proponía que Usted, en tanto que cargo público, tuviera
la misma transparencia que se exige en España a todos los ministros, diputados
nacionales y autonómicos, senadores, concejales… Verá, cada uno de nosotros
tiene que publicar su patrimonio y sus actividades económicas, así como su
agenda: no la privada sino, por ejemplo, las reuniones que tengamos con
colectivos, empresas, agentes sociales, civiles o políticos… Pero, Majestad,
quienes dicen que lo apoyan también vetaron que usted tenga la misma
transparencia que cualquier cargo público, deslizando así la sospecha de que le
perjudicaría enormemente que conociéramos su patrimonio y actividades, como si
Usted tuviera un patrimonio tan oscuro como el que se labró su padre; como si
Usted tuviera más actividad económica que el desempeño de la Jefatura del
Estado”.
Don
Juan Carlos pide perdón por su viaje de caza den Botsuana.
“No le hacen ningún favor
los partidos cortesanos, dando la impresión de que a Usted le haría tanto daño
instalarse en la legalidad y la transparencia como cualquier otro cargo público
español. Sus supuestos apoyos parecen convencidos de que Usted está inmerso en
la misma mugre por la que su padre gobernara… con el apoyo de esos mismos
cortesanos. Por eso creo que no debería desaprovechar la ocasión que le da su
discurso de hoy para romper con esa sospecha en la que su corte le encierra.
Porque, aunque consigan que la Ley no le imponga ciertas incompatibilidades
económicas ni le obliguen a acabar con la extrema opacidad en la que sigue la
Casa Real, no han logrado que tenga prohibida la trasparencia y esas
incompatibilidades. Le aconsejo lealmente que no sólo
aproveche el discurso de hoy para la retórica hueca heredera de aquel “lo
siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Sinceramente, hay muy
poca gente que piense que, porque le quiten a su padre un título honorífico o
lo hayan mandado a un hotel de lujo de una dictadura corrupta, tenemos
garantizado el final de décadas de corrupción en la Zarzuela. A mí, la verdad,
me da igual el título que ostente el rey Juan Carlos (para mi generación él
siempre será el rey); y su estancia al calor de las dictaduras árabes me
resulta más obscena que ejemplar. Sería mucho más relevante que le exigiera a
su padre que trajera a España todo su patrimonio: cuentas, sociedades,
fundaciones de las que Usted mismo dio noticia. Que explique detalladamente el
origen de su fortuna. Y que entregue a la hacienda pública (esto es: a España,
a los españoles que tanto lo necesitan) hasta el último céntimo de origen
ilegal que haya en su patrimonio (esté a su nombre o al de testaferros, sean
éstos primos, amantes, ex amantes, militares…).
“Por
su parte —insiste Martínez Abarca—, Usted podría hacer hoy una serie de anuncios.
Debería anunciar una obviedad: que ni el Jefe del Estado ni ninguno de los
miembros de la Casa Real tiene ni puede tener más actividad económica que la
que se recompensa con su (importante) sueldo; que el Jefe del Estado y todos
los miembros de la Casa Real y sus altos cargos se someten a las mismas
exigencias de transparencia que el resto de cargos públicos de España. Que, por
tanto, hará público inmediatamente su patrimonio, despejando toda sospecha
sobre que la tenencia de cuentas, fundaciones y sociedades ocultas también se
hereda, aclarando por fin que usted tiene todos sus bienes y capitales en
España, a la vista de Hacienda, tributando para todos los españoles, como todos
los españoles. Nada le impide hacerlo ya mismo. Si tiene algún mensaje que dar
a los partidos políticos le aconsejo uno: que regulen de una vez la Corona como
sucede con todos los demás órganos constitucionales. Que siga sin existir una
Ley Orgánica de la Corona es una prueba más de que la institución que han
encarnado su padre y Usted sigue siendo una anómala institución en España. Pida
Usted que los actos privados, de los que Usted es moralmente responsable, estén
sometidos a la legalidad y a los tribunales. Sería, por cierto, la única forma
de poder reclamar la presunción de inocencia si alguna vez alguien le acusa
falsamente de algún delito como ha sucedido con su padre (…) Señor, yo soy
republicano. Creo que España necesita un nuevo andamiaje institucional para
modernizarse. Que la monarquía que inició su padre y ha encarnado él y Usted
mismo siempre ha estado al lado de los empresarios del
petróleo, del ladrillo; de los obispos que frenaban nuestras libertades; de
una visión de España de cerrado y sacristía. Que pudo tener utilidad hace 45
años, pero hoy es otro de los problemas que impiden a España ser una nación
próspera, moderna, ejemplar y europea. Entonces, ¿por qué le ofrezco
humildemente unos consejos que creo que beneficiarían tanto a la Monarquía? Por
una razón, Señor, que está en su mano desmentir esta noche: porque estoy
convencido de que cualquier monarca parlamentario de Europa no tendría ningún
problema en hacer estos anuncios (muchos llevan años con esas prácticas) pero
Usted, por poderosas razones, no seguirá mi consejo”.
Mañana, España será republicana.La prestigiosa socióloga
y filósofa, Marina Subirats, explica a Público que, a día de hoy, el debate
real que se está dando en la esfera pública española es “el de las dos Españas
de siempre: una que quiere avanzar en la democracia, en la igualdad, en la
apertura al mundo, y otra que teme perder sus posiciones y sus privilegios, y
para ello
se cierra a todo cambio, reclamando el pasado, la España eterna imaginada como
poderosa que todavía se sueña y se invoca para frenar la igualdad”. Subirats
recuerda que “la monarquía fue casi siempre una pieza fundamental de este
tablero” tanto para la derecha como para la ultraderecha, que han utilizado a
la institución como “emblema de su dominio”. El momento republicano, en opinión
de Subirats, continúa estando lejos. La directora del Instituto de la Mujer,
entre 1993 y 1996, considera que “actualmente el proyecto republicano no está
construido. Para que pudiera avanzar se necesitaría una etapa de confluencia de
los diversos proyectos, de capacidad de negociación y cesión. Y hoy,
lamentablemente, estamos en las antípodas de esta situación”, sentencia
Subirats. Alejandro Torrús, en “España, mañana ¿será republicana”, escribía en
Público el pasado 21 de diciembre: “La situación en la actualidad, por tanto,
es la de una monarquía fuera del control del Congreso y salpicada por
escándalos de corrupción y de una ciudadanía dividida ante una posible
república. La encuesta de 40dB, impulsada por 16 medios independientes,
señalaba que un 40,9% de la ciudadanía apoyaría la república en un referéndum
frente a un 34,9%, que lo haría por la monarquía. El resultado final, por
tanto, dependería del 24,2% que, hoy por hoy, asegura que no acudiría a votar
al referéndum, que no sabría qué votar o que lo haría en blanco. Sin embargo,
tal y como aprecia Subirats, no está nada claro en qué consistiría el proyecto
republicano. En 1931 fue posible el cambio de régimen por la soledad del
monarca Alfonso XIII y por la acción decidida de republicanos, socialistas, nacionalistas
y monárquicos sin rey que ofrecía al país un proyecto de futuro, unas reformas
(como la agraria, la educativa o la religiosa) que daban al país un horizonte
reformista y de futuro del que carecía la monarquía”.
Marina Subirats: “Todo lleva a pensar que
arrastraremos penosamente una monarquía obsoleta durante mucho tiempo, y que
algún día, como ocurrió en 1931, caerá sin esfuerzo de puro anacronismo”.
Torrús reconoce que un
reconocido pensador intelectual explica a Público que “hay dos condiciones
imprescindibles para acercarse al momento republicano que todavía no se han
dado del todo. Por una parte, que salieran a la luz comportamientos tan poco
éticos por parte de Felipe VI como los realizados por Juan Carlos I, de tal
manera que la presión sobre el monarca se intensificara no solo por las
izquierdas sino también por parte de las derechas e incluso por actores
internacionales. Este hecho todavía no ha sucedido. Por otro lado, una alianza
de partidos políticos que se alejara de análisis políticos utópicos y de
difícil plasmación y se uniera en un proyecto definido y acotado que diera
soluciones a los problemas de la ciudadanía española. ‘Hay que estar
preparados’, explica este intelectual, que pone como ejemplos de análisis
políticos ‘utópicos o fuera de la realidad’ aquellos que, como en la
Transición, quisieron dejar fuera de su ejercicio intelectual el papel y el
poder que detentaban poderes fácticos como Ejército, Iglesia, comunidad
internacional o élites financieras y económicas”. Este intelectual viene a
responder a algunas de las propuestas que se han lanzado en los últimos tiempos
para llegar a una república federal a través de diferentes consultas de
autodeterminación en las nacionalidades históricas. ‘Seamos realistas. Mientras
España esté bajo la esfera de influencia de una única potencia internacional,
como es ahora mismo Estados Unidos, cualquier proyecto de autodeterminación no
va a ser permitido en España por los poderes fácticos, ni en el extranjero por
las diferentes potencias’, subraya... Ante esta situación, Marina Subirats, por
ejemplo, señala que ‘todo lleva a pensar que arrastraremos penosamente una
monarquía obsoleta durante mucho tiempo, y que algún día, como ocurrió en 1931,
caerá sin esfuerzo de puro anacronismo”.
Ignacio Escolar: “Otro error del rey de la derecha”.Ignacio Escolar, director
de Eldiaio.es, escribe que Felipe VI perdió esta Nochebuena otra oportunidad:
la de pedir disculpas y ofrecer explicaciones, ya que su padre y predecesor en
el cargo no lo hace. “Y el rey ya acumula varios errores similares; sorprende
que nadie en su entorno más cercano se los señale. Dudo que España vaya a ser
pronto una República. Hace falta una mayoría de dos tercios en el Parlamento
que ni existe ni parece que vaya a existir a corto plazo, incluso si el PSOE
cambia de criterio y deja de ser el principal sostén de la monarquía en España.
Sin el apoyo de la derecha, es imposible una reforma constitucional que
modifique la jefatura del Estado. Y no: por mucho que lo repitan algunos
medios, el Gobierno de coalición ni tiene una agenda oculta para tumbar al rey
ni tiene posibilidad alguna de lograrlo, si ese fuera su objetivo. No habrá
pronto otra república. Pero también dudo que una monarquía pueda cumplir su
función constitucional de representación de todos los españoles, o incluso
sobrevivir a largo plazo, si es la jefatura del Estado de solo una parte del
país. Hay tres Españas, no dos: la izquierda, la derecha y la España
periférica. Y el rey se apoya solo en una de ellas. Ese es hoy el principal
problema que padece la monarquía en España, y cuyo origen está en las
trapacerías del rey emérito. Son actos de los que, por ahora, no se puede
responsabilizar a Felipe VI –aunque sea difícil de creer, como con Cristina de
Borbón, que el rey no se enterara de lo que pasaba en su propia familia–. Pero
lo que sí es responsabilidad directa del actual jefe del Estado es su falta de
actuación para frenar la asimilación de su figura por parte de la derecha. Lo
que calla el rey, ante quienes hablan en su nombre o le usan como ariete contra
el Gobierno”.
Rosa Paz, comité editorial de El
Periódico.
Rosa Paz, escribe el
artículo “Una oportunidad perdida”: “El de hoy era para Felipe VI un discurso
difícil, pero los ciudadanos hubieran agradecido una mención crítica y más
explícita a la situación del rey emérito. No tiene muchas ocasiones el Rey para
dirigirse a la ciudadanía, salvo que lo haga de manera extraordinaria y les dé
a sus palabras una trascendencia igualmente excepcional. Esa es la razón por la
que su discurso de Navidad, realizado en un momento en que la monarquía sufre
un profundo desprestigio como consecuencia de las informaciones sobre la
fortuna oculta de Juan Carlos de Borbón, parecía el momento adecuado para que
Felipe VI hubiera abandonado las alocuciones al uso y se hubiera mostrado más
rotundo a la hora de referirse al anterior monarca, su padre. Necesitaba para
ello hablar con palabras claras, que entendiera el común de los mortales y no
con expresiones implícitas que tienen que ser interpretadas después por los
'zarzuelólogos'”.
Momento del discurso del Rey.David Bollero titula en
Público su artículo “Cobarde de mirada huidiza” en el que asegura que en
ninguna de las fotografías del discurso de Navidad de Felipe VI publica la Casa
Real que el monarca mira a la cámara. “Antes de escribir estas líneas he
querido comprobar lo que sucedía el año pasado y, efectivamente, en 2019, sí lo
hizo. Este año, con el mensaje hueco que nos regaló el Borbón en vísperas de la
Navidad, fue incapaz de mirarnos a la cara, como el culpable que confiesa a
medias, como el que no es sincero, como el cobarde. Como anticipaba ayer, no
podíamos esperar gran cosa de Felipe VI, que desde que inició su reinado lleva
evidenciando aún más que en el pasado cuán innecesaria es la institución de la
que come. Tres temas principales estaba obligado a tocar, a saber, la pandemia,
la corrupción en su círculo íntimo y los golpistas fascistas asociados a las
Fuerzas Armadas de las que él es el máximo superior. Tocó el sencillo, del que
menos precisamos escuchar porque sus palabras no fueron más que réplicas de las
que llevamos meses escuchando de boca de la clase política. Con todo, incluso
ahí mostró su cobardía, pidiendo al personal sanitario que ‘mantengan todo el
ánimo y toda la fortaleza y que sigan cuidando de nuestra salud’ mientras que
instaba a ‘fortalecer el tejido empresarial y productivo, industrial y de
servicios’. No habría estado de más que también pidiera más recursos para una
Sanidad Pública insuficientemente financiada que ha dejado a nuestros
profesionales a los pies de los caballos... pero ni siquiera tuvo coraje para
eso. No pisó un solo callo de quienes le sostienen en la Jefatura de Estado. El
cenit de su ausencia de coraje, convenientemente aderezado con cinismo e
hipocresía, llegó al indicar: ‘Ya en 2014, en mi Proclamación ante las Cortes
Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos
reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin
excepciones; y que están por encima de cualquier consideración, de la
naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares. Así lo he entendido
siempre, en coherencia con mis convicciones, con la forma de entender mis
responsabilidades como Jefe del Estado y con el espíritu renovador que inspira
mi Reinado desde el primer día’. Esa es toda referencia a la corrupción probada
—y la que resta por probar — del rey emérito, a cómo su mismo viaje de boda se
financió con dinero de dudosa procedencia que, en coherencia con sus
convicciones, tampoco se molestó en comprobar. Un despropósito (…) Esta mañana
aún se escuchan palabras pesebreras que disculpan al Borbón, justificando el
alarde de pusilanimidad y cinismo en que el margen de maniobra del rey es muy
limitado. Afortunadamente, buena parte del pueblo español ya sea monárquico o
republicano, ha pasado de la indignación a la profunda decepción y estas
disculpas torpes, impostadas y pegajosas ya no calan. Y el Borbón lo sabe...
por eso ni es capaz de mirarnos a la cara”.
El tuit de Verónica del
Carpio pone sobre la mesa las múltiples incongruencias al escuchar el discurso
del rey, que este año pierde 407.000 espectadores respecto a 2018:
El Rey, cuya esposa no
podría divorciarse como no fuera de mutuo acuerdo, nos explica la lacra de la
violencia de género.
El Rey, que regaló a su
hija el Toisón de Oro cuando cumplió diez años, nos explica la importancia de
la educación.
El Rey, a quien un hijo
no podría demandar legalmente alimentos, nos explica la importancia de la
solidaridad familiar.
El Rey, que no podría ser
demandado si tuviera hijo extramatrimonial para que se declarara filiación, nos
explica valores familiares.
El Rey, amigo él y su
Familia de la Familia Real saudí, nos explica lo importantes que son los
valores democráticos.
El Rey, que pudo reinar
tras tramitarse una ley orgánica completa en ocho días, nos explica el respeto
a la ley.
El Rey, cuya hermana
Cristina no ha renunciado a sus derechos dinásticos, nos explica las virtudes
de la lucha contra la corrupción.
El Rey, que tiene
parientes directos, sin cargo institucional, aforados, nos explica las virtudes
de la igualdad.
El Rey, cuyo patrimonio
personal y el de su Familia no están sometidos a transparencia, nos explica las
virtudes de la transparencia.
El rey Felipe VI (d) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i). —
J.J. Guillén. EFE.Los principales líderes
políticos dieron sus opiniones sobre el mensaje emitido por el Rey. La
presidenta del PSOE, Cristina Narbona, evitó criticar al rey y aseguró que los
socialistas comparten “lo fundamental de los mensajes del Rey Felipe VI durante
su discurso navideño”, así como la “solidaridad y preocupación” por todas las
víctimas del coronavirus. Narbona destacó asimismo la mención de Felipe VI “al
funcionamiento del Estado como garante de la respuesta social ante la crisis” y
la mención al Ejército y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Ante
esta situación gravísima y excepcional —aseguró
Narbona—, el Rey quiso infundir un mensaje de confianza en el futuro, en
nosotros mismos a partir de un profundo sentido de responsabilidad individual, en
nuestras instituciones y en nuestra capacidad de superar lo que estamos
viviendo”. Narbona aprovechó también la valoración del discurso para apostar
por una renovación de la institución monárquica y, por tanto, del modelo de
Estado, pero manteniéndose tal como está en la actualidad.
PP, Vox y Ciudadanos
ensalzaron el discurso “impecable” de Felipe VI. Santiago Abascal reprodujo una
frase del discurso seguida de un “viva el rey”. Gabriel Rufián,
portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados, se preguntó
retóricamente en su perfil de Twitter: “¿Ha colado el discurso del Rey?”. La
presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ensalzó al Rey con sus palabras y la
presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso elogió su discurso: “El
Rey con todos y todos con el Rey”. Por su parte, el portavoz de PNV en el
Congreso, Aitor Esteban, reprochó que Felipe VI “no se haya mojado” en un
momento trascendental en asuntos como la situación de la institución de la Jefatura
del Estado tras 40 años o sobre las cartas de militares “totalitarios, algunos
todavía en activo” y por lo tanto “es normal” que se cuestione “la institución”
que representa. Esteban lamentó que “no haya pasado ni de puntillas” en los
asuntos polémicos que este año “le afectaban directamente. Añadió que “en menos
cuarenta segundos, lo que ha ocurrido en 40 años”. El diputado de EH Bildu, Jon
Iñarritu, cuestionó si el mensaje de Navidad de Felipe VI ha estado “a la
altura”, antes de criticar que “no haya mencionado el escándalo de Juan Carlos
I, ni su huida. No ha aclarado su papel en la trama. No ha pedido perdón a
Catalunya por su discurso del 3-O. No ha dicho ni mu sobre los pronunciamientos
de militares ultras”, criticó. Y el portavoz de Más Madrid en el Congreso,
Íñigo Errejón, se refirió a las palabras de Felipe VI después de que el rey
hiciese una defensa en abstracto “de los principios morales y éticos que
obligan a todos y están por encima de cualquier consideración personal o
familiar”. “Felipe VI —escribió Errejón— no debería
hablar de principios éticos si no está dispuesto a rendir cuentas por los
escándalos de su padre en una institución hereditaria. Han sobrado palabras y
faltado explicaciones”.
Mayoral acusa a Felipe VI de legitimar la dictadura al interpretar que
se refirió al franquismo como un “período de división”. A Podemos no le gustó
nada el discurso del Rey. Su portavoz, Rafa Mayoral, cargó duramente contra el
discurso navideño del Rey Felipe VI, al que reprochó que “siga sin responder”
si la monarquía es “una herramienta idónea para delinquir” en relación con las
informaciones sobre las presuntas actividades delictivas de su padre, el Rey emérito
Juan Carlos I. Y calificó el discurso como “propaganda” al considerar que
eludió “hechos fundamentales” a la vez que recordaba los escándalos
que acorralan al rey emérito. El dirigente 'morado' desgranó el discurso
navideño e hizo especial hincapié cuando Felipe VI hizo referencia a que la “Constitución
es el fundamento de la democracia”. “A nosotros —apuntó— nos parece que es al
revés, la democracia es el fundamento de la Constitución, porque sino no
estaríamos hablando de una Constitución, sino de una Carta otorgada”. El
secretario de Organización, Pablo Echenique, acusó a Don Felipe de ser un Rey “que
ha elegido no escuchar a la gente” y de “hablar sólo a una parte” de España,
dejando fuera a una buena parte de la población. “Nos ha parecido un discurso
que podría haber suscrito Mariano Rajoy de principio a fin”, criticó Echenique
en una valoración ante los medios de comunicación en la que incidió que si
pretendía representar a todos los españoles “es obvio que no lo consiguió”. En
sus reproches, el número tres de Podemos incidió en que en su discurso de
Nochebuena “dejó fuera las causas de los males de su pueblo”, como la violencia
machista o los españoles que han tenido que emigrar, o que su “única cesión a
la obvia plurinacionalidad” de España sea “saludar en cuatro idiomas”. Asimismo,
recriminó expresamente la manera de abordar en el discurso la crisis económica,
“como si se tratase de un fenómeno meteorológico”. Y advirtió al Rey que si “hubiera
escuchado a millones de españoles” sabría que las “verdaderas causas” están “en
los grandes poderes económicos, los privilegiados y los delegados
parlamentarios de esos poderes”.
José Sacristán: “El rey emérito ha quedado como un vulgar chorizo”.El rey Felipe VI pasó en
su discurso de Nochebuena muy de puntillas sobre la situación de su padre, Juan
Carlos I, que se encuentra “huido” en Emiratos Árabes y sobre el que pesan tres
investigaciones judiciales por sus finanzas irregulares. Sin embargo, el actor
José Sacristán tiene muy claro cómo definir al monarca emérito: “Ha quedado
como un vulgar chorizo”. El intérprete fue entrevistado por Mara Torres en la
cadena SER y no tuvo ningún reparo en hablar con contundencia de la forma de
actuar de Juan Carlos I y sus supuestos fraudes económicos. Pese a que muchos
siguen defendiendo al padre del rey por su papel histórico, Sacristán le baja
del pedestal y se refiere a este año 2020, tan duro para el mundo de la cultura
y a la gestión que se ha hecho de la pandemia por el coronavirus. “Yo creo que
se ha hecho lo mejor que se ha podido con evidentes signos de equivocación”,
afirmó al respecto. El actor incidió en la situación extrema en la
que se ha encontrado la sanidad pública durante estos últimos meses por la
enorme presión que ha provocado la covid-19, acentuada por los años de recortes
de los Gobiernos predecesores. Y termina señalando: “Hay quien hace la Historia
y quien la padece. ¿Qué parte de responsabilidad nos corresponde a los de a
pie, que somos los que elegimos a nuestros dirigentes?”.
Imágenes, fotomontajes y
fotos sorprendentes:
El emérito, colándose en
el mensaje de Felipe VI, gracias a la magia de 'El Intermedio'.
El vídeo, manipulado por
su autor, el genial guionista, Alberto González, pudo ser visto en el programa
El Intermedio de La Sexta.
#LoteríadeNavidad2020
- Salario Mínimo:
- Menos de 1.000 euros.
- Salario del 57% de los
trabajadores:
- Menos de 1.000 euros.
- Fortuna del emérito:
- 2.000 millones de
euros.
- ¡El Gordo! Vendido íntegramente
en Abu Dabi.
Alguien brinda por el hospital nuevo de Ayuso.Gracisas, Raphael.
Rocca Imperiale en
Cosenza, Italia. Tiene la forma de una pirámide que se alza gentilmente sobre
la planicie. En la cima se encuentra el castillo de Swabia, dominándolo todo.
“El maestro tiende hasta
la inteligencia, hacia el espíritu y finalmente, hacia la esencia moral que
reposa en el ser ... Pero con los horizontes hay que hacer algo más que
mirarlos desde lejos; hay que caminar hacia ellos y conquistarlos”. Julio
Cortázar: “Esencia y misión del maestro” (1939).
Utopía.
Eterno Borges.El humor en la prensa de
esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Malagón Vergara, Manel
F., Miliki y Duarte, Padilla…
Morir libre.Reset monárquico.
Felices fiestas.Mogolia, codenada.Las partes.
Pep Roig, desde Mallorca:
El mejor regalo para esta Navidad, Escándalo, Inolvidables vacaciones, La fiscalía
se opone, Mal, siempre…