jueves, 24 de diciembre de 2020

“Difícil mensaje de Felipe VI”.

 

Enric Sopena, pronostica en ElPlural.com que el Rey aborde esta noche los problemas de su padre, el emérito, en el mensaje navideño de este año. “Este 2020 —recuerda el periodista—, en situación de tristeza por las limitaciones a los encuentros con familiares y con amigos, lo que el rey pueda decir se espera con interés. Ante los continuados mandobles que el rey emérito ha asestado a la institución y las críticas del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que incluso ha alentado a debatir esa noche en familia sobre la alternativa Monarquía/República, no cabe duda de que Felipe VI invitará a la esperanza ante la vacuna y en la recuperación económica codo a codo con Europa, sin ignorar que el camino es largo y doloroso. Las posiciones de la ultraderecha estarán presentes en un doble aspecto: las cartas de militares con ínfulas golpistas dirigidas a él en calidad de Capitán General, y el cotidiano intento de apropiarse de la defensa de la Corona por la ultraderecha y la derecha. En ambos casos, el rey debería dejar clara la independencia y el carácter neutral en lo político que constitucionalmente exige ocupar la Jefatura del Estado”.

Se desconoce si Felipe VI hará o no alusión a las operaciones que rodean a su padre. Pero, para protestar contra la figura de la monarquía en nuestro país y contra la inviolabilidad del rey, varias asociaciones republicanas han organizado diferentes actos como reflejo de su descontento. Destaca el apagón de televisiones que algunos partidos como Izquierda Unida llevan a cabo bajo el título “Apaga al borbón”. Este año, la plataforma Encuentro Estatal por la República intentará que el apagón sea masivo, concienciando a la gente en redes sociales mediante el hastag #24DApagaLaTV. Otros grupos, como la Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas o el Colectivo Republicano de Euskal Herria, harán sonar canciones como la de “Arriba, Abajo” del grupo Adebán. Otras organizaciones republicanas llamaron a hacer sonar cacerolas desde las ventanas como protesta contra una institución que consideran no legítima.

“No estaría de más —insiste Enric Sopena— que Felipe VI llamara a los partidos —sobre todo, algunos— a serenarse y a rebajar el irritante nivel de crispación que convierte el Parlamento en un foro de insultos, muy lejos del espíritu de reflexión y debate sereno sobre asuntos que importan a los ciudadanos. Pero, ¿cómo abordará lo de su progenitor? Eh aquí la gran cuestión. El hecho de que el emérito no regrese de Abu Dabi estas Navidades ya es un síntoma de por dónde pueden ir los tiros. Pero, a la vez, la ausencia del emérito tampoco facilita el trabajo a su hijo para justificar el papelón de su padre en los años últimos de su reinado”.

Sopena recuerda que Felipe VI se desmarcó de cualquier relación en lo económico, renunciando a la herencia de los activos de origen dudoso de Juan Carlos I que le pudieran corresponder en el futuro. “Ahora bien, ante las continuas revelaciones sobre problemas con el fisco del emérito y donaciones inexplicables, una referencia a la justicia no estaría de más. Sobre todo, cuando la Fiscalía indaga en el punto más problemático de esta cuestión: el origen del dinero regularizado o el que aún pueda aflorar. Cuando la confianza se degrada es muy difícil que se recupere.  La mejor credencial para la monarquía son sus propias acciones y en ese terreno, Felipe VI debe demostrar que representa a una institución moderna, ejemplar, transparente y útil para el país, rompiendo de manera tajante con cualquier intento de manipulación y, desde luego, con presuntas corruptelas. No lo tiene fácil”.

No hay comentarios: