Un san Isidro un tanto extraño.
La fiesta patronal de San
Isidro celebrada por el Ayuntamiento de Madrid el pasado jueves fue un acto un tanto
extraño con la polémica sobre los galardonados con las medallas de la ciudad, aunque
tanto el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, como
las exalcaldesas, Ana Botella y Manuela Carmena, aprovecharon la ocasión para
transmitir un mensaje de concordia. Los días previos, ya estuvieron marcados
por el rechazo del PSOE a condecorar a Botella, por las primeras críticas de
los socialistas a la concesión de la Medalla de Oro al escritor Andrés
Trapiello por considerarlo revisionista, así como por la postura de Vox en el
tinglado.
Los galardones de este
año fueron concedidos, en su categoría de Oro, a la Fundación José María de
Llanos, Andrés García Trapiello, José Ramón Márquez Martínez Ramoncín y
Gregorio Marañón y Beltrán de Lis; las medallas de Honor a las exalcaldesas de
Madrid, Ana Botella y Manuela Carmena. Botella (PP, 2011-2015) dijo que Madrid “quiere
ser una ciudad abierta, libre, en una España unidad, en la que nadie levante
muros para dividir” y destacó la lección de la “generación de españoles que
dedicó sus mejores esfuerzos a la convivencia” y la “concordia”. Por su parte,
Carmena (Ahora Madrid, 2015-2019) pidió al patrón de la capital “un milagro”,
recuperar “un debate político distinto al actual”, que se alejase de “la broma,
la injuria y la descalificación”, y con el que se avanzase hacia “la escucha de
los otros: una obligación esencial que rige la democracia”.
La expresidenta de la
Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se abrazó a Manuela Carmena tras
recoger ésta la Medalla de Honor de la capital “He venido a verte a ti”, le
trasladó Cifuentes, quien acudió acompañada por el también expresidente Ángel
Garrido. El encuentro se produjo al concluir el acto institucional, donde tanto
Carmena como la exalcaldesa Ana Botella, unas exalcaldesas tan dispares, fueron
condecoradas con la misma Medalla de Honor municipal. Por su parte, el portavoz
de Vox en el Consistorio, Javier Ortega Smith, no aplaudió a la exalcaldesa,
Manuela Carmena, “una alcaldesa que creó enfrentamiento y división” al “ofender
al jefe del Estado”, “fomentando la okupación y los chiringuitos políticos de
su ideología sectaria”. Solo faltó en el acto una medalla para la presidenta de
la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, condecorada por el propio Martínez-Almeida.
Aunque no dudo de que las ganas de hacerlo no le faltaron con un San Isidro tan
bendecido y enloquecido por el PP.
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