Una campaña electoral con balas y amenazas de muerte.
La línea roja
Sobres con balas y amenazas de muerte, xenofobia de la ultraderecha, blanqueada día a día por el PP y Ciudadanos, miedos y promesas marcaron el timbre de la campaña electoral en Madrid. Fueron sobres enviados a Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior, a María Gámez, directora de la Guardia Civil, a Pablo Iglesias –por dos veces–, líder de Unidas Podemos, a Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad y candidata del PP, y José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, además del enviado a Reyes Maroto, economista, profesora universitaria y actual ministra de Industria, con una navaja aparentemente ensangrentada. Sobres con munición dentro y con inequívocas amenazas de muerte. “Esas balas –escribió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su cuenta de Twitter– van dirigidas contra la convivencia, contra la democracia. Debemos detener esta espiral de odio que ataca directamente a nuestros valores. No permitamos que la rabia se instale en la sociedad”. “En España –dijo Pablo Casado, presidente del PP– no hay un problema de convivencia sino un problema de polarización instigada por un Gobierno desesperado porque va a perder estrepitosamente las elecciones en la Comunidad de Madrid”. Para Pablo Iglesias, el asunto está claro: “¿Tú crees que nos atacarían, insultarían, mentirían sobre nosotros y amenazarían si estuviéramos proponiendo bajar los impuestos, privatizar más la sanidad y la educación y protegiéramos los intereses de los especuladores inmobiliarios? Pues claro que no. Si nos llevan atacando 7 años, nos montaron las cloacas y ahora intensifican sus ataques recurriendo a la deshumanización, el odio y amenaza fascista es por las cosas que proponemos y porque saben que les podemos ganar”. Mónica García, candidata de Más Madrid, lo expresó con estas palabras: “La que ha convocado elecciones para ir con la señora [Rocío] Monasterio [candidata de Vox] es ella. La que tiene una pulsión de gobierno con la ultraderecha es la señora Ayuso. La que tendría que abstenerse es ella. Ella tiene una pulsión a la ultraderecha, nosotros una repulsión”.
Pedro Sánchez: “Vox cruzó una línea roja y será la última que cruce”.“El viernes, 23 de abril, Vox cruzó una línea y será la última que cruce”, aseguró el presidente del Gobierno, refiriéndose a las declaraciones vertidas por Rocío Monasterio en el debate suspendido de La Ser. “Esta línea será la última que cruce. Hasta ahora, hemos soportado gritos, odio, mentiras y amenazas de la ultraderecha y lo hemos soportado tanto tiempo que incluso hemos pensado que era lo normal. Esto es doloroso, pero tenemos que reconocerlo, nuestra democracia tiene un problema”, afirmó Pedro Sánchez el pasado fin de semana, porque los “graves” hechos acontecidos “no son una anécdota, un caso aislado” y “debemos pararlos de inmediato”. El presidente llamó a los ‘demócratas’ a ‘levantarse’ el 4M. Horas más tarde, Jorge Buxadé, vicepresidente primero y portavoz de Acción Política de Vox, en un mitin celebrado en el barrio de San Blas-Canillejas, contestaba a las palabras del presidente del Gobierno, lanzando una amenaza clara: “Pedro Sánchez dijo que Vox ha superado una línea inaceptable y que no va a permitir que pasemos otra vez la línea. Pues Vox va a pasar todas las líneas que sean necesarias para defender a los españoles (…) Vamos a devorar cualquier línea que nos quieran imponer”, grito Buxadé, dirigiéndose al PSOE, al que denominó como “partido de malhechores”. Mientras tanto, los socialistas alentaron un cordón sanitario contra el partido de Santiago Abascal con el objetivo de poner en evidencia los posibles pactos postelectorales de la candidata del PP. De entre las opciones barajadas, la de más peso fue plasmar las firmas de los candidatos de izquierdas en un escrito por el que se comprometían a no pactar la formación del Gobierno con el partido de ultraderecha. Un manifiesto que buscó acorralar a la candidata popular, Isabel Díaz Ayuso, al tratarse de la única que pretendía no cerrar la puerta a gobernar con Vox.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d); y la portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio (i)El martes, 27 de abril, Marta Monforte escribía en Público que Ayuso esquivaba la crítica a Vox y allanaba el terreno para un posible pacto electoral. “Sin duda el peor escenario para la dirección del Partido Popular que, tras las elecciones del próximo 4 de mayo, pasaría por perder el Gobierno de la Comunidad de Madrid, su ‘joya de la Corona’, ante una imprevisible movilización de la izquierda. Pero su segundo mayor temor es verse obligados a integrar a la extrema derecha en un Ejecutivo. Un supuesto que el líder de la formación, Pablo Casado, rechaza frontalmente, a diferencia de la presidenta madrileña y candidata a la reelección por PP, Isabel Díaz Ayuso, que se muestra más tibia e incluso abre la puerta a fichar a ‘gestores’ de Vox y Cs. Es ella la que no deja de repetir que aspira a llegar a la mayoría absoluta, pero los datos internos de la formación les sitúan en torno a los 60 escaños. En este escenario será imprescindible el apoyo de la misma ultraderecha que ha dinamitado la campaña, al poner en duda y tachar de ‘montaje’ las amenazas de muerte recibidas por el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y por otros... Fuentes de la dirección popular señalan que Vox ‘actúa a la desesperada’ porque no tiene ‘ninguna bandera’ en Madrid, pero ‘se equivoca’ en su estrategia, porque ‘da alas’ a la izquierda, que ‘está muy movilizada’ tras los últimos incidentes…
Pablo Iglesias: “Para derrotar al fascismo no bastan buenas consignas en campaña”.Según Ayuso, la izquierda
hace públicas las amenazas de muerte para victimizarse y asegura que ella y
otros compañeros también las reciben, pero no lo hacen público: “Todos
recibimos amenazas, pero unos no hacemos circos”, suelta en un mitin. Asegura
que los partidos de la izquierda buscan “notoriedad” para ganar simpatías en el
electorado. Señala haber condenado “todo
tipo de violencia” y aclara que todos los políticos reciben “en algún momento”
amenazas. Y añade que los partidos de izquierda están “crispando” y “creando un
ambiente de división social nunca vista”. Respecto a las amenazas recibidas por
cartas por los citados cargos políticos, alega que hay que tratar el tema con
discreción y serenidad, como corresponde. “A mí me llegan a mandar a mi
despacho, pasando por el escáner, un abrelatas, aunque sea de una lata de
mejillones y el responsable de seguridad de la Puerta del Sol no vuelve a su
puesto de trabajo. Si no son capaces de gestionar el escáner de tres
instituciones distintas, están como para gestionar Barajas o un país”....
Además, asegura que el origen de la violencia viene, en parte, de Podemos:
¿Quién habla con el entorno político de ETA y jalea a sus adversarios? ¿Quién
ataca a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?”. Y Pablo Iglesias, en
un mitin celebrado en Tetuán, alerta precisamente contra el vaciamiento de la
campaña. “Para derrotar al fascismo no bastan buenas
consignas en campaña”, dice, sino que “hay que hacer políticas para
reconstruir lo público”. “Cuando hay escuelas fuertes y los chavales de barrio
son capaces de estudiar y sacar un título universitario, no se dan las
condiciones para que la extrema derecha surja”, afirma en un acto en el
madrileño barrio de Tetuán. El candidato de Unidas Podemos reitera que el
proyecto del PP y de Vox en Madrid pasa por “socavar las bases materiales” de
la democracia. Por eso, concluye que “hay que hacer exactamente lo contrario”.
“La democracia es un sistema que sirve para cambiar las cosas”, dice. Y plantea
que Unidas Podemos es “garantía” de que eso ocurra: “No han podido impedir que
gestionemos el Ministerio de Trabajo; que la ministra de Igualdad apruebe el
solo sí es sí; que el coordinador federal de IU sea el Ministro de Consumo y se
limite la publicidad de las casas de apuestas; que el ministro de Universidades
sea una referencia internacional en la sociología; o que una activista
antirracista y estudiante de excelencia sea la ministra de Derechos Sociales y
esté negociando lo que firmamos Pedro Sánchez y yo, y haya una regulación de los
alquileres”.
Díaz Ayuso aseguraba el pasado miércoles que ella no era “equidistante” entre Vox y Unidas Podemos, posicionándose a favor de los ultraderechistas, a los que previsiblemente necesitara para formar un nuevo gobierno tras el 4M, si la derecha suma. “Creo –advertía– que no podemos ser equidistantes con un partido que arremete contra las instituciones constantemente, contra la figura del rey y que ha bebido de las peores dictaduras” proseguía, dejando muy claro que se posicionaba con el partido ultra, pese a que su candidata en Madrid, Rocío Monasterio, calificase de “montaje” las amenazas de muerte contra la izquierda, criminalizando a los menores migrantes tutelados por el Estado. La 'popular' señalaba que Iglesias era el único “que convive con el terror” y remarcaba que “ha nacido y había bebido de las peores dictaduras”. Según ella, la izquierda “utiliza técnicas chavistas y populistas” para intentar alcanzar el poder y “agita el miedo” para menoscabar “la libertad” de los madrileños. “Lo que algunos han etiquetado como frentismo o 'trumpismo' es, en realidad, una defensa de la autonomía fiscal de los madrileños, de su libertad educativa, del modelo de estado y convivencia que nos dimos todos los españoles en 1978”. Aseguraba que la campaña estaba “crispada” por culpa de Pablo Iglesias. “Hay crispación en esta campaña porque se presenta Pablo Iglesias. Sólo espero y deseo que esta persona abandone la política española porque los madrileños el 4 de mayo elijan otras opciones políticas”. Entrevistada en el programa 'Herrera en COPE', restó importancia a la polémica por el envío de sobres con balas, algo de lo que ella también ha sido víctima: “Voy a pedir que, si me mandan algo, que sea lomo embuchado, tomate... Hay un mal perder por parte de una parte de la izquierda e intentan mover el espantajo de Vox para intentar desgastarme a mí. Pero les puede asegurar que, en la calle, la gente está contenta, alegre y deseando votar”. Y, desde el Club Siglo XXI, defendió que hay que dejar de hablar sobre las amenazas de muerte, después de que hayan interceptado dos balas en un sobre dirigidas contra el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. “En cuanto dejemos de hablar de ello desaparecerá. Al terror y la violencia hay que darle oscuridad”. Ayuso hizo hincapié en que prefiere trasladar “completa serenidad” y no darle “más eco a todo esto” porque se está creando un “efecto contagio” que “no beneficia a nadie. Creo que se tiene que trasladar a las instituciones pertinentes y dejarlo ahí. Todos vivimos amenazados”.
Ayuso y Monasterio, apoyándose mutuamente.Por esta y otras razones, pese a los ataques recibidos, PP y Vox se ponen de acuerdo en previsión de lo que les espera a ambos estos dos años de legislatura tras las elecciones. Vox iba a cerrar la campaña en la explanada de la plaza de toros de Las Ventas y el PP en Colón, pero acuerdan cambiar las ubicaciones. Y, finalmente, Vox celebrará un acto de cierre de campaña el domingo 2 de mayo en la plaza de Colón, ya mítico escenario para este partido, tras la famosa “foto de Colón” con el resto de partidos de derecha. Será a las 20:30 en la plaza y el PP celebrará ese acto de su partido en el barrio de Salamanca.
Mónica García, la candidata de “Más Madrid”.Mónica García confiesa que está viviendo un momento político dulce. “Sale de casa sin desayunar –cuenta Sofía Pérez Mendoza al seguirla un día entero para ElDiario.es–. Antes de las 10 de la mañana ya ha hecho una entrevista en la radio pública y otra en la televisión. Las encuestas soplan a su favor. Partía casi como la candidata más desconocida, pero es la que más ha rentabilizado el paso de los días. El último sondeo de Metroscopia la sitúa cada vez más cerca del PSOE con 25 escaños, a solo tres de los socialistas. El 'sorpaso' ya se ha instalado en las conversaciones de los círculos internos de la candidatura de Más Madrid. ‘Bienvenido si es así, pero no estamos en eso, sino en el objetivo: que Ayuso y Monasterio no lleguen a la Puerta del Sol’, dice la candidata, desde el cuartel general del partido –un ático alquilado en Gran Vía–, 12 horas después de salir de la puerta de su casa. Lleva encima un bolso negro y una mochila de Frozen de su hija pequeña. Es lunes, quedan seis días de campaña. Duerme poco, pero mantiene un humor envidiable. “Ánimo a todos, que nos queda menos”, dice a los periodistas en el primer canutazo del día desde un polígono industrial de Coslada. Acaba de anunciar una prestación por hijo a cargo de 1.200 euros para las familias vulnerables. En un aparte, Pablo Padilla y Luis Giménez, asesor y jefe de prensa respectivamente de la candidata, repasan un grupo de Telegram… Durante toda la campaña ha esquivado las críticas que PP y Vox lanzan a diario contra Ángel Gabilondo o Pablo Iglesias, sus adversarios de bloque. Según las encuestas, despierta una simpatía mayor que otros candidatos… Aprovecha el descanso de mediodía para dormir una siesta corta –‘me duermo 20 minutos y reseteo”– y tomar un café con su padre, un psiquiatra que también fue diputado, en su caso por el Partido Comunista, en el Parlamento madrileño en la primera legislatura autonómica. ‘Tenemos una relación muy especial, soy la hija pequeña, soy médica y ahora también política, como él’, cuenta. Y recuerda que es médica de la sanidad pública desde el año 2006. Su especialidad es Anestesia y trabaja en el hospital Doce de Octubre. Tiene una excedencia hasta mayo… Con menos recursos económicos que otros partidos, Más Madrid se lanzó al 4M con una estrategia dirigida a sus nichos de votantes: la juventud y las mujeres. La inversión de 550.000 euros está lejos de los dos millones del PSOE o los 1,7 que se va a gastar Unidas Podemos, según los datos publicados por Newtral. En estas elecciones atípicas que prohíben los grandes actos, el partido está haciendo uso de nuevas vías de comunicación que conectan con sus potenciales votantes. Todas las tardes emiten un streaming en el que participan caras conocidas. Esta jornada hay un debate LGTBI después de una visita a la librería Berkana, en Chueca, un referente de la cultura del colectivo. Es el partido, sin embargo, con menos mítines. Solo se celebran los fines de semana”…
Entrevistada por “El Español”, la ministra de Industria, Reyes Maroto, considera que los responsables públicos deben “denunciar” las amenazas recibidas porque “son hechos muy graves” y que la candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, se equivoca por “restar importancia” a estos hechos. “Tenemos que proteger el estado de derecho y, como responsables públicos, tenemos que denunciar. Ella (Díaz Ayuso) si no quiere denunciar es una actitud que ha decidido, pero yo quiero proteger con mi voz a tantos que están amenazados y que tienen que ir a denunciar porque el estado de derecho les tiene que proteger”. La ministra –que trasladó “todo” su “cariño” a Ayuso– volvió a poner de ejemplo la situación de muchas “víctimas de violencia de género” y gente “vulnerable” que confió “en que la Justicia les iba a proteger”, tras las denuncias de los responsables públicos. “Si seguimos la recomendación de la señora Ayuso, una mujer víctima de violencia de género ¿no debería denunciar a su agresor, o un niño que sufre bullying en el colegio?”, se preguntó. En última instancia, manifestó que, para firmar el acuerdo que propone el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, hay que empezar “a bajar el tono de crispación de esta campaña” de Madrid y empezar a “hablar de propuestas”, de las que el PSOE “tiene 350 para resolver problemas”. “Tenemos que denunciarlo y espero que no haya más cartas, balas y navajas, y que se hable de los problemas de Madrid”, dijo.
En el programa del pasado miércoles “Cuatro al Día”, de Cuatro, Javier Ruiz lanzó un alegato en defensa de la profesión: “Voy a salir en defensa de Inda, con quien no comparto ninguna idea y de quien no me puede distanciar más la vida, la profesión ni mi carrera. Los políticos y el poder no están para señalar al contrapoder”, señaló. Javier F. Ferrero denuncia en Spanish Revolution que el mencionado periodista fue señalado por el partido de extrema derecha, Vox. Lamentó la situación al señalar que “nos hemos equivocado de dirección en esta carretera. Los poderes están para aguantar las críticas y para responder a las exigencias de información de los contrapoderes, nos guste o no nos guste. Me preocupa mucho este señalamiento a periodistas, insisto con los que no comulgo”. Ruiz aprovechó también para lanzar una dura crítica: “Igualmente, me preocupan los del otro lado y el silencio que hay. Porque este nivel de decibelios sube cuando se señala a la derecha, pero cuando Vox señala y pone diana en el pecho de la prensa entonces son para nada. Me preocupan los dos lados. Ha llegado el momento de bajar el tono del discurso”. El periodista denunció que su propia figura fue señalada por Vox: “Eso lo ha hecho Vox conmigo la semana pasada y no he visto a nadie protestar por eso”. Ante el silencio de sus compañeros de plató, Ruiz les señaló que podían comprobarlo. “Es una intervención precisamente con Ana Rosa, desmintiendo algo por primera vez que era tajantemente falso: los 4700 euros por cada niño migrante no acompañado. Y no he visto a nadie defenderme. Cuándo Vox lo hace, ¿qué pasa? Insisto: denuncia general de todos los que lo hacen”, remató.
El patrimonio de los candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid.Bea Téllez de Meneses publica en Vozpópuli un reportaje sobre el dinero y propiedades de los seis candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid y quién tiene más propiedades: Pablo Iglesias (Unidos Podemos), Isabel Díaz Ayuso (PP), Ángel Gabilondo (PSOE), Mónica García (Más Madrid), Pablo Iglesias (Unidas Podemos), Rocío Monasterio (Vox) y Edmundo Bal (Ciudadanos). Aspectos y propiedades de estos políticos que pueden resultar mucho más interesantes que sus discursos o su campaña electoral. Resumimos el reportaje, comenzando con Isabel Ayuso.
Isabel Díaz Ayuso.La presidenta de la Comunidad de Madrid, de 42 años, tiene un sueldo de 103.090 euros al año (7.363,59 euros al mes). Es decir, cobra más que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tiene una nómina de 83.020,02 euros. Dice ser Licenciada en periodismo y tener un máster en Comunicación. Vive de alquiler en el madrileño barrio de Chamberí a pesar de que tiene una vivienda en régimen de donación valorada en 140.000 euros. Declara tener una cuenta con 19.544,17 euros en Bankia y otra de 12.504,36 euros en ING. Además, dispone una participación del 50% de la empresa Sis Médica SL de la que es socia. Tiene un coche, un Golf GTI comprado en 2012, valorado en 12.000 euros y dispone de un plan de pensiones de 2.299,54 euros.
El candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo.Ángel Gabilondo, de 72 años, portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, recibe un sueldo de 69.792 euros, así como 834,03 euros en cursos y conferencias. Quien fuera rector de la Autónoma y ministro de Educación con José Luis Rodríguez Zapatero nació en San Sebastián. Está divorciado y tiene dos hijos. En la actualidad su pareja es Carmen Gallardo, una profesora universitaria. Uno de sus hermanos, Iñaki Gabilondo, es periodista y presentador. Curiosamente, el político fue fraile, pero lo abandonó para estudiar Filosofía y Letras. Es Licenciado y catedrático de Metafísica. Declara tener dos viviendas, una de ellas en Madrid, que fue adquirida en 1998 y de la que tiene el 50%, y otra vacacional, en Cádiz, comprada en 2002, también al 50%. Tiene en el banco 82.000 euros, en cuentas de ahorro, y un plan de pensiones de 93.306 euros. No dispone, según su declaración de bienes del 25 de marzo de 2011, vehículos a su nombre.
La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, con Iván Espinoso de los Monteros.Rocío Monasterio, candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, es empresaria y arquitecta. Está casada con Iván Espinosa de los Monteros, compañero de partido, con quien tiene cuatro hijos y está en régimen de separación de bienes. Su último sueldo, como diputada en la Asamblea, es de 48.591,68 euros brutos anuales, 5.435,88 al mes, según su declaración en 2021. Todas sus propiedades son heredadas en 2010 y ostenta un 35% de cada una de ellas: un local en Madrid y dos viviendas y un solar en Asturias. Actualmente, vive en una gran casa en Madrid, inmueble que no aparece entre sus posesiones. Es propietaria de dos coches, un Jaguar Soveriegn V12 de 2013 y un Audi A3 de 2018. Tiene participaciones en dos empresas, una de ellas Rocío Monasterio y Asociados SL que tiene un valor de 118.189 euros y otra, RM Consultoría de Espacios S.L, con 19.793. Entre cuentas de ahorro, planes de pensiones y depósitos, Monasterio ha declarado tener más de 114.684 euros. Sin embargo, mantiene dos deudas hipotecarias con Bankinter, una de 64.037, 86 euros y otra de 233.114,1 euros.
Pablo Iglesias. Candidato de Unidas Podemos.Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, de 42 años, tiene como pareja a su compañera de partido, la ministra de Igualdad, Irene Montero, con quien tiene tres hijos. Es Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la Complutense, tiene un doctorado en Acción Colectiva Posnacional y fue profesor titular en Ciencias Políticas en la misma universidad. Su sueldo como representante gubernamental pasó a estar complementado con una dieta de 1.959,62 euros mensuales, al igual que el presidente del Ejecutivo y otros seis ministros. Iglesias percibía 78.000 euros al año como vicepresidente del Gobierno. En su cuenta de ahorro reconoce tener 85.400 euros, en una cuenta compartida al 50% hasta 6.541,03 y en una cuenta individual otros 6.958 euros, en total casi 100.000 euros. Según aparece en el BOE, como vicepresidente declaró tener 233.000 euros, en inmuebles; 111.000 en cuentas corrientes; 187.500 en planes de pensiones y seguros de vida. Además, en su patrimonio figuran otros bienes por valor de 8.000 euros. En 2013, adquirió una casa rural en Ávila, mientras que, en 2018 compró, junto a su pareja Irene Montero, un chalet en Galapagar, para el cual pidió un préstamo hipotecario de 540.000 euros, de los que debe todavía 467.657,23 euros. Además, tiene un coche y una motocicleta.
Mónica García es licenciada en Medicina y Cirugía por la Complutense, con especialidad en Anestesiología. Antes de entrar en política, trabajaba en el Hospital “12 de Octubre” y es doctora en gestión y dirección médica. Está casada y tiene tres hijos. Dispone de un sueldo de 2.732,96 al mes, por ser diputada de la Asamblea de Madrid, además de su salario como médica. En cuanto a su declaración de bienes, tiene dos propiedades, un piso en Madrid recibido en 2006 a través de una herencia, y una vivienda en el campo. Cuenta además con un coche Renault Trafic comprado en 2009. La candidata de Más Madrid tiene 117.580 euros repartidos en tres cuentas corrientes (una propia y dos compartidas), según figura en la declaración de bienes y rentas presentada en la Asamblea de Madrid el pasado 25 de marzo.
Edmundo Bal, candidato de Ciudadanos, de 53 años, nació en Huelva, aunque ha vivido prácticamente toda su vida en Madrid, donde estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Está casado desde hace 25 años y tienes dos hijos, universitarios. Bal cobra 102.653 euros anuales, según consta en la Declaración de Bienes que presentó en el Congreso de los Diputados en 2019, como abogado del Estado. Además, percibe otros dos salarios como secretario del Consejo de administración de la Sociedad Mercantil Hunosa (7.711 euros anuales) y como vocal del Consejo de otra sociedad, Segitur (10.945). En la actualidad, Bal tiene, como diputado, un salario base mensual de 3.050,62 euros, que se complementa con las dietas (935,37 euros por ser electo por Madrid) y otros cargos que ocupa en la cámara baja, como portavoz de la Comisión de Justicia (1.134,40 euros) o portavoz adjunto de la Junta de Portavoces (2.262, 42 euros). En total, recibe mensualmente 7.382,81 euros brutos. Declara tener dos sociedades y cuatro propiedades o viviendas. Una, unifamiliar en Madrid, comprada al 100 %, en 1998; heredó un piso y un garaje en Madrid, de los que tiene el 33 %, en 2001; una vivienda unifamiliar en Duruelo, Segovia, al 50 %, comprada en 2005, y una parcela urbana en Duruelo, al 100 % y comprada en 2007. Tiene, además, un Citroen C1 de 2014, y tres motos: una Harley Davidson de 2011, una vieja BMW del 95 y una moto UM Renegade Classic de 125 del año 2019. Declara tener tres cuentas corrientes, una de ellas al 50% en las que suma 10.126 euros.
David Bollero escribía el artículo: “Se busca a Felipe VI desaparecido” en Público del pasado martes: “Felipe VI ha vuelto a borrarse del mapa. En plena oleada terrorista con amenazas de muerte a altos cargos del Estado y a un candidato –y a su familia–, el monarca ha optado por no asomar la cabeza y reclamar el principal papel que sus defensores le asignan: mantener la unidad de España. Las amenazas de muerte recibidas… han devuelto a España a una época en la que el terrorismo quería romper nuestra democracia. Detrás de este clima de terror se encuentra el auge de la extrema-derecha, que no sólo trata de afianzarse en las instituciones a través de Vox, sino también del PP y su candidata en Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Ambos partidos rechazan condenar con contundencia las amenazas de muerte e, incluso, sugieren que se trata de un montaje pese a las evidencias policiales. Incapaces de hacer crítica política legítima –y no es porque no se pueda–, los mensajes de odio del PP y Vox son el caldo de cultivo de esta espiral de violencia que termina por 'inspirar' a enfermos mentales, como ha sido finalmente el caso de la amenaza a Maroto. Este nuevo terrorismo trata de romper la democracia, la unidad de España en torno a ella y mientras, ¿dónde está el adalid de esta unidad? Salpicado por los escándalos de corrupción de su familia desestructurada, Felipe VI se ha acostumbrado tanto a esconderse en La Zarzuela que ya ni cumple con sus funciones. Y es que, si sus defensores históricamente le han atribuido el papel de pegamento patrio, la verdad es que no está cumpliendo con su cometido. Ya sucedió con la pandemia, siendo el último de los monarcas europeos en dirigirse a su pueblo cuando más azotado y aterrado por el coronavirus estaba. Se quiso desquitar después con su Borbón Tour. ¿A qué se debe que justo cuando nuestra democracia está siendo atacada de manera tan flagrante el monarca recurra a la estrategia de la avestruz? ¿Tiene algo que ver que los defensores más ruidosos de la monarquía sean, precisamente, las hordas fascistas? Lo cierto es que Felipe VI lleva mal eso de criticar el fascismo. Es cosa de familia. Ni siquiera cuando en la órbita de las Fuerzas Armadas se detectaron fascistas, dispuestos a fusilar a 26 millones de españoles, el rey dio un paso al frente. Nadie pide que Felipe VI rompa su neutralidad, como de hecho sí hizo en octubre de 2017 con el referéndum en Catalunya. Nadie exige que cargue explícitamente contra los discursos de odio del PP y Vox, pero sí que realice un llamamiento general que contribuya a bajar la temperatura de una España convertida en una olla a presión. Claro que, si la amenaza de fusilar a 26 millones de españoles y españolas no bastó para levantarlo del trono, ¿qué peso pueden tener ahora las cuatro amenazas de muerte a altos cargos del Estado y el que hasta hace unas semanas era vicepresidente del país?”
Santiago Abascal, interviene en un acto de campaña junto a la candidata a la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio.Bajo el título “Los
extremismos se tocan”, David Torres escribe:
“Andan los medios revueltos porque Podemos y Vox se han liado la manta a la cabeza, tirando unos de la derecha y otros de la izquierda, armando mucho follón, porque a unos les envían balas por correo mientras otros se van a Vallecas a armar bronca y a recolectar piedras. Es una reedición en bolsillo y para todos los públicos de la batalla de Stalingrado, donde los comunistas se enfrentaban a los nazis básicamente porque les hacían la competencia, porque eran iguales, tal y como nos llevan repitiendo desde hace años los medios, que para algo están en el medio y además en el justo medio. Lo dice, por ejemplo, Vicente Vallés, un hombre tan equilibrado que si está más en el medio se cae y se mata. Ocurre que Pablo Iglesias no había provocado lo suficiente con dejarse coleta, hacerse un moño, comprarse un chalet en Galapagar de su propio bolsillo e incordiar a los pacíficos manifestantes que estuvieron pidiendo su expulsión de la localidad durante meses. No, encima, por si fuera poco, Iglesias viene a protestar porque le han enviado una carta de propaganda electoral llena de plomo, una campaña electoral de grueso calibre que le ha llegado también a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. En España las balas son más baratas que el papel y mucho más didácticas que los libros, por eso hace poco un grupo de militares retirados exponía el plan de fusilar a 26 millones de hijos de puta, españoles en su mayor parte, una estrategia que acabaría de una vez por todas con el radicalismo político e instalaría al país en el centro por los siglos de los siglos. En efecto, las elecciones en Madrid se están polarizando por culpa de estos molestos extremismos que no dejan a los ciudadanos tomarse una caña en paz en una terraza. Se ve que aquí defender un sueldo digno, una pensión digna, una casa digna, un ingreso mínimo vital como los demás países civilizados, resulta tan escandaloso como decirles a los negros que se marchen, a las mujeres que apechuguen, a los homosexuales que se aguanten y a los pobres que se jodan. Sí, se ve que en España pedir que se cumplan los derechos fundamentales, amparados en varios artículos de la Constitución, es un auténtico disparate. Excepto en lo que concierne a la unidad territorial, ya que España existe mucho antes del diluvio universal, del Big Bang y del Génesis. A la gente de Vox les indigna la ley del aborto y la indefensión de los fetos, pero en cuanto los fetos salen despedidos de la placenta y se ponen a berrear, más les vale nacer en un país decente y ponerse a buscar curro y una religión como Dios manda; de otro modo, se convierten en menas, le quitan la pensión a tu abuela y te van a ocupar el piso en cuanto bajes a tirar la basura. Hablando de ocupar, puesto que Ayuso está ocupando todo el espacio ideológico de la derecha, desde el centro hasta el paredón de fusilamiento, es lógico que Vox tenga que buscar un poco de aire donde respirar, aunque sea al precio de que los tomen por comunistas”.
Bajo el título “El odio”,
Aníbal Malvar escribe en su sección ‘Rosas y espinas’: “Nadie sabe de qué color
es. No traía papeles y nadie precisa por qué frontera ha entrado. Tampoco se
conoce de dónde saca para alimentarse y vestir tan bien. Ni en qué lugar se
educó. Los nombres de su padre y de su madre no aparecen en ningún registro. La
Policía no lo persigue, quizá porque no puede, o no quiere. Muchos ni siquiera
saben si es legal o ilegal, aunque lo obvio es que va indocumentado. Pero por
aquí deambula libremente, pisoteando primaveras. Siendo recibido con agasajo en
muchos hogares: desde los más humildes a los palacios. Es el odio. En España se
ha instalado y nadie sale a perseguirlo. Nadie sabe siquiera cómo perseguirlo.
Ni es Vox, ni vino con Vox, como sostienen los simplistas. Esos mismos que
alababan nuestra santa transición asegurando que había desinfectado de fascismo
el país. No había fascismo, pero ahora nos damos cuenta de que sí había
fascistas, a montones, más de cuarenta años después, heredando odio. Nos
empezamos a dar cuenta cuando se emprendieron los primeros pasos para la
recuperación de nuestra memoria. ¿Quién puede ofenderse porque saquemos a
nuestros abuelos ideológicos, demócratas, de las cunetas? Eso nos preguntábamos
algo asombrados. A aquello de desenterrar abuelos, los que odian, lo
consideraban incitación al odio. Pero no lo identificábamos como odio, sino
como simple cerrazón. Ignorancia. Decían que remover tumbas era inhumar odio,
reabrir heridas. No se entendía muy bien. Resulta que desenterrar
australopitecos nos hace avanzar en el conocimiento humano. Sin embargo,
desenterrar abuelos es perverso, dañino, guerracivilista. Ana Botella,
mientras, perdía el culo y el dinero público buscando por Madrid la tumba de
Cervantes. A final, después de mucho remover cadáveres, la entonces alcaldesa
se inventó una tumba y la llenó de agasajos. Pero aquello estaba bien. Era
cultura. No como esos muertos desharrapados del tiro curil en la nuca. Ahora me
doy cuenta de que aquello también era odio”…
Imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
Son muchas las frases pronunciadas por Isabel Díaz Ayuso en la campaña electoral que provocan hilaridad y
controversia como llamar a Pablo Iglesias “hijo del mal”, o haber defendido que
“en Madrid puedes cambiar de pareja y no volver a encontrártela nunca más” para
promulgar su lema de “libertad”. Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid, en la
Cadena Ser, dijo: “Una de las cosas que más me ha sorprendido es que la señora
Ayuso, el máximo del paroxismo de felicidad de Ayuso, es no encontrarse con el
ex, tomar cervezas, ir a misa o ir a los toros, ¿no se le ha pasado por la
cabeza leer un libro, ir a un teatro o al cine?”.
El humor, en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Enrique, Manel F., B. Vergara, Malagón, Ferranmartín, J. R. Mora, Eneko, Kalínzola, Pat…
Pep Roig, desde Mallorca: Libertad, Compro democracia, Preferencias, A las andadas, Lo superfluo, Sí, pero no…
Los vídeos de esta semana:
Ayuso defiende a la
ultraderecha: "No he visto en Vox las barbaridades que se cometen en
Podemos"
Iglesias: "Está
siendo una campaña elegante en la izquierda, que puede ser definitiva para
ganar"
Tú decides | Un corto de
Daniel Guzmán.
La rider. Un corto
escrito por Carlos Bardem y dirigido por Elena Molina
Giró tuneja Gabilondo – Polònia.
Debat amb nazis - Polònia
Así quedan las encuestas para las elecciones de la Comunidad de Madrid, por César Calderón
Cómo lo ve... José Miguel
Contreras
4-M y polarización.
Claves para entender la comunicación de los políticos actuales
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