domingo, 11 de septiembre de 2022

Granadilla, el pueblo español abandonado por un error franquita nunca reconocido.

El bello pueblo-fortaleza medieval de Granadilla.

El pueblo de Granadilla, fortaleza medieval, es un lugar fantasma en el que los visitantes pueden asomarse a las habitaciones vacías, pasear por sus calles amuralladas o ver la villa desde lo alto de su castillo. Pero, desde que, en la década de los sesenta, todos los residentes fueron expulsados, nadie vive ya allí. En ese tiempo, el dominio de la ciudad cambió de manos, y hoy es uno de los pocos pueblos fortaleza españoles en los que las antiguas murallas siguen intactas. El fin comenzó a diseñarse durante la dictadura del general Francisco Franco, cuando España se embarcó en un proyecto masivo de construcción de represas como forma de impulsar la economía durante el período de aislamiento. En 1955 las autoridades decretaron que Granadilla estaba en la llanura que iba a ser inundada por la obra y, por tanto, debía ser evacuada. Desde entonces, sus habitantes fueron desalojados y hoy en día su patrimonio y sus gentes se resisten al olvido.

Amanecer en Granadilla.

A Granadilla escribe Laureano Debat en Viajes.nationalgeographic.com– se suele ir por un motivo específico. Nunca se la cruza, ni siquiera por casualidad. Su característica torre medieval no toma por sorpresa a ninguna persona. Y no deja de ser paradójico, teniendo en cuenta que los musulmanes que la fundaron alrededor del siglo IX, en plena expansión del califato, eligieran ese punto por su ubicación estratégica: una fortificación que sirviera de paso para la antigua Vía de La Plata. Muchas ciudades medievales han visto crecer a su alrededor todo tipo de rutas y accesos, carne del turismo masivo contemporáneo. Hoy sólo se puede ingresar en Granadilla por su lado norte, ya que las rutas que seguían las vegas del río Alagón y Aldobara quedaron cubiertas por las aguas del embalse Gabriel y Galán. Todo forma parte de un plan perfectamente ungido: tras la expropiación de 1955, la idea era que Granadilla se inundara. Pero, como pueblo nunca se inundó. Y hoy se encuentra, enigmática y cautivante, en un estado de semi-ocultación, símbolo de los planes de regadío del franquismo. Las fachadas de las casas hacen lo que pueden por no caerse,  rodeadas por murallas que completan un recorrido perimetral por el pueblo desde 1170, año en que Fernando II de León arrebató la ciudad a las manos musulmanas. Granadilla es una de las pocas ciudades-fortaleza en España que mantienen su muralla original, aunque hoy se trate de un pueblo tímidamente reconvertido al turismo low cost, con entrada gratis y una visita más o menos comentada por algunos carteles. “Yo le dije a mi nieta que ahí estuvo alojada la hija de los Reyes Católicos, a la que llamaban Juana la Loca, porque me lo contó mi madre y supongo que a ella se lo contaría la suya”, comenta Puri Jiménez, quien, cada vez que vuelve a Granadilla, fascina a su nieta, mezclando recuerdos familiares con leyendas de princesas en el castillo. Puri tiene 69 años y vive en Alagón del Río, un pueblo de colonización cercano y al que se desplazaron la gran mayoría de los expulsados de Granadilla. Sus padres se fueron cuando ella tenía 6 años y se quedó con sus abuelos cuatro años más, mientras estuvo abierta la escuela, porque en el pueblo nuevo aún no había nada. Y, al cumplir 10 años, tuvo que mudarse, en un carro tirado por una mula.

Todo aquel que va a Granadilla llega con la idea preconcebida de ver un castillo y de subir a su terraza superior a través de una escalera de caracol. Desde arriba se puede ver el trazado circular, ligeramente elíptico, de la muralla, que no conserva todas sus almenas, pero sí su recorrido completo. A la derecha, abajo, el embalse, un lago artificial con la perspectiva improbable de que alguna vez pudiera inundar este pueblo desalojado por la fuerza y nunca totalmente abandonado, algo que Eugenio Jiménez insiste mucho en que quede claro. “De abandonado, nada. Granadilla fue expropiada y a nosotros nos echaron” dice este jubilado de 74 años que fundó hace veinte la Asociación de Hijos de Granadilla y que ahora está menos activo a causa de un ictus que lo ha dejado algo inmovilizado en su casa de Jaraís de la Vera, donde reside actualmente. “Mi lucha en la asociación es devolver Granadilla a sus hijos, porque fue una injusticia la que se cometió”, dice Eugenio, cuya familia no consiguió establecerse en los pueblos de colonización y acabó en Madrid, donde creció, formó su propia familia y crío a sus hijos. “El pantano estuvo mal proyectado, porque allí no iba a llegar nunca el agua. Y, si llegaba, tenía que saltar por encima de la presa. El pueblo no se inundó porque no se iba a inundar nunca”. Hasta los años de la expropiación y la partida, Granadilla contaba con más de 1200 habitantes y 300 hogares, según los datos del INE. Todas esas personas, más de 90 familias, tuvieron que irse y empezar de cero en otro sitio.

Entrada de Granadilla.

“La historia –continúa contando Laureano Debat– está a punto dE acabar. Ricky (Antonio Banderas) regresa a Granadilla y se queda enmudecido al ver desierto su pueblo natal. Marina, (Victoria Abril) va en su búsqueda y los dos se encuentran en la torre del castillo, donde sellan definitivamente un amor que comienza de manera enfermiza, con un secuestro. En la escena siguiente, Lola (Loles León) lleva en su coche a su hermana Marina y a Ricky por una carretera y los tres empiezan a cantar a coro Resistiré, del Dúo Dinámico. Es el final de ¡Átame!, una de las mejores películas de Pedro Almodóvar quien se enamoró del entorno y decidió filmar allí en 1990. Pero el pasado de Ganadilla pervive en la memoria de mucha gente que se fue en la niñez y que ahora, en la edad adulta, regresa todos los días con los recuerdos dos veces al año de manera presencial: el 1 de noviembre, ‘Todos los Santos’, cuando se celebra una misa en la iglesia restaurada, y el 15 de agosto para la fiesta de la Virgen de la Asunción, en la que se montan mercadillos con productos de la región. Granadilla resiste como imagen recurrente, como hogar arrebatado, refugio persistente para quienes nacieron allí. Con las inevitables dosis de nostalgia y una sensación eterna de permanencia. En una de esas vueltas, Puri Jiménez pudo reencontrarse con Maricruz, una amiga de la infancia con la que compartió juegos y castigos escolares por no saberse el credo, y a quien estuvo 45 años sin ver. ‘No tenía ni mi teléfono ni mi contacto, así que, al llegar, preguntó por mí. Y le dijeron que estaba en la iglesia, en la misa. Me esperó fuera y, cuando nos vimos, nos abrazamos y lloramos mucho’, recuerda Puri.

La diáspora se hizo en camiones y en carros tirados por mulas o burros con enseres y niños dentro. A la expropiación forzosa se le prometía la novedad: los nuevos pueblos de colonización donde todo estaba por hacerse. Pero los primeros años fueron duros: las tierras eran improductivas, el regadío tardaba en llegar, mucho tiempo durmiendo en barracones hasta tener las casas y los capataces del régimen que pedían cotas imposibles de productividad. La familia de Eugenio Jiménez no aguantó demasiado y se fue a Madrid. Pero la de Juan Manuel García resistió y se quedó en Alagón del Río (en aquel momento llamado Alagón del Caudillo). Salió de Granadilla cuando tenía 8 años y aguantó hasta los 10, durmiendo en cobertizos prefabricados y viendo a su padre sufrir para hacer productivas cuatro hectáreas que, a una familia con muchos hijos, apenas le alcanzaban para vivir. “Conocimos el chocolate ya siendo mayorcitos”, dice este granadino de 69 años que recuerda perfectamente el día que tuvieron que marcharse: “Nos levantamos bien temprano, como a las 5 de la mañana, y aparecimos por Alagón como a las 7 de la tarde”. Se fueron caminando con los animales, llevando pocas pertenencias: “Íbamos andando y cuando alguno se cansaba, se subía sobreel mulo y después había que bajarse y seguir andando”. Y hubo un segundo viaje en el que su padre trajo todos los enseres en un camión

Hace diez años, Juan Manuel García decidió desandar ese camino, cogió su mochila y se fue caminando desde Alagón hasta Granadilla para encontrarse con su prima Chari, que también se marchó del pueblo de pequeña y que vive en Pamplona. Llevaban 35 años sin verse. Recorrió un trayecto de 60 kilómetros pie, para sellar un encuentro que Juan Manuel califica como “muy emotivo” pero que, probablemente, no haya sido t tan cinematográfico: él no calculó bien la distancia y llegó más tarde de lo que pensaba, así que unos metros antes de entrar en Granadilla vio el rostro de su prima tras el cristal de un coche. Habían pasado 35 años y la reconoció gracias a que Facebook se encargó de ir refrescándole la imagen durante todos estos años que estuvieron sin verse. “Nos abrazamos, nos echamos a llorar que es lo primero que te sale al no poder hablar siquiera”. Teresa Ciudad dejó Granadilla cuando tenía 12 años (ahora tiene 74) y lo hizo de la misma manera que Eugenio, Puri y Juan Manuel: con pena, sin mencionar algo parecido a la ilusión de la mudanza hacia un nuevo territorio. “Eran días muy tristes porque dejabas a las amigas, a la gente que conocías. Nos fuimos todos metidos en un camión que nos trajo los cuatros cacharros que teníamos, porque tampoco había más”, recuerda Teresa. Su antigua casa familiar está frente al castillo y es de las pocas que no se han venido abajo (la gran mayoría conserva solo unas trazas de fachada, nada más). Ahora está arreglada y restaurada para servir de alojamiento a los monitores que encabezan los trabajos de restauración y los talleres para alumnos de diferentes escuelas que vienen cada año. “La última vez que fuimos había un chico asomado a la puerta y le dijimos que si nos dejaban verla. Y ya no la reconocimos, porque habían unido dos casas y habían hecho lo que querían. Me hice la foto y me emocioné, claro”, dice Teresa.

Calle de Granadilla

Granadilla pertenece a la Confederación Hidrográfica del Tajo y está sujeta a las políticas de la Red de Parques Nacionales, un organismo autónomo que, en 1984, permitió que el Ministerio de Educación incorporase al pueblo medieval dentro del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA) y donde hay otros dos pueblos históricos: Umbralejo, en la Sierra de Ayllón en Guadalajara, y Búbal, en el Valle de Tena de la provincia de Huesca. A través de este plan, que también promueven los ministerios para la Transición Ecológica y el Fomento, se ha restaurado la plaza principal y algunas calles principales de Granadilla (el castillo y la muralla ya habían empezado a ser restaurados cuando, en 1980, se declaró a la ciudad Conjunto Histórico Artístico). Puri, Teresa y Juan Manuel se muestran, en general, felices con este plan y con la nueva vida que le ha dado a Granadilla. Eugenio tiene sus reservas: ninguna de las propuestas que han surgido desde su asociación han avanzado. Lo único que ha conseguido en estos 20 años es que se construyan nuevos nichos en el cementerio de las afueras del pueblo, destinados a aquellos hijos de Granadilla que quieran volver. “Uno no elige donde nace, pero sí puede elegir donde descansa. Cuando llegue mi hora, ya les tengo dicho a mis hijos que yo quiero descansar donde nací”. Pero siempre hay peros: la condición de volver para quedarse en Granadilla es estar muerto.

Granadilla, el pueblo abandonado más bonito de España

Si hay un pueblo abandonado en la península ibérica tan bonito como popular es Granadilla, una antigua villa musulmana que fue declarada Conjunto Histórico-Artístico allá por el año 1980. Sin duda, este es uno de los principales destinos de la Comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla, al norte de la provincia de Cáceres (Extremadura). “Hoy te contamos qué te espera si planeas una escapada para conocer Granadilla, el pueblo abandonado más bonito de España, y todo lo que necesitas saber para visitarlo. ¿Te animas a descubrirlo durante este fin de semana?  Su nombre original fue Granada, porque el plano de sus calles y su perímetro recordaban a esta fruta. Pero, tras ser conquistada por los Reyes Católicos se cambió su denominación por la de Granadilla, tal y como la conocemos en la actualidad.  En el año 1446, Granadilla pasó a manos de la Casa de Alba, y estuvo en su poder hasta la primera mitad del siglo XIX. Un siglo más tarde, la villa quedó por completo abandonada, después de que se construyera el embalse de Gabriel y Galán, momento en el que fue expropiada, por el riesgo de que las aguas la anegaran, aunque esto nunca sucedió. Desde entonces, se ha propiciado la rehabilitación de sus viviendas y entorno, incluido el castillo y las murallas. Todo ello contribuye a que merezca la pena acercarse a conocer esta localidad a media hora en coche de Plasencia, 115 kilómetros de la ciudad de Cáceres y 150 kilómetros de Ávila. Su castillo-fortaleza, levantado entre los años 1473 y1478, fue utilizado como cárcel y, a principios de la década de los ochenta, fue uno de los primeros edificios del pueblo en ser objeto de rehabilitación. Es, sin duda, el mejor lugar para observar unas estupendas panorámicas del pueblo y el embalse. Desde la Plaza Mayor, se ven los lugares más destacados, como el antiguo ayuntamiento, el juzgado de paz y la casa cuartel de la Guardia Civil, así como la casa de las conchas. Entre los meses de abril y octubre las puertas permanecen abiertas de martes a domingo entre las 10 y las 13:30 horas por la mañana y las 16 y las 20 horas por la tarde”

Granadilla, el pueblo fantasma que debería estar bajo el agua.

El bello pueblo-fortaleza medieval, abandonado por un craso error de Franco tras convertirlo en un fantasma, es hoy visitado por turistas que lo admiran desde lo alto de su castillo. Sin embargo, nadie habita en el pueblo. Actualmente, se trata de uno de los pocos pueblos-fortaleza españoles en los que las antiguas murallas siguen intactas. Sin embargo, la población que residía en Granadilla ya no está. Todo sucedió en los años 50, en plena dictadura de Franco, época en la que el régimen se embarcó en su proyecto masivo de construcción de pantanos y presas para desarrollar la economía por la autarquía en la que vivía España. En un estudio equivocado, las autoridades y técnicos del franquismo decretaron en 1955 que Granadilla se hallaba en la llanura que iba a ser inundada por la obra. Como consecuencia de ello, la población fue evacuada. Los aproximadamente 1.000 vecinos fueron desalojados a la fuerza y muchos de ellos fueron reubicados en asentamientos de colonización cercanos a Granadilla. Todos ellos perdieron su pueblo. El agua empezó a subir en 1963 y cubrió todas las rutas de acceso al pueblo, salvo una. De esa forma, Granadilla se transformó en una península, aunque el agua no subió a más altura y Granadilla nunca se inundó. El franquismo no quiso reconocer su error y no dejó que sus habitantes regresaran a sus casas y a su localidad. El paso de los años no ha hecho olvidar el trauma que supuso esa expulsión. Los vecinos que siguen vivos no renuncian a la esperanza de poder descansar en su pueblo. Para el presidente de la Asociación Hijos de Granadilla, Eugenio Jiménez, lo sucedido fue “una parodia”: “Nos echaron, alegando que la presa iba a inundar el pueblo, lo que era imposible, porque el pueblo está más alto que la presa. Eran tiempos de dictadura y no teníamos derechos. Pero lo que de verdad me frustra es que, en tiempos democráticos, he estado luchando por la recuperación de Granadilla con la antigua asociación de niños, y ningún gobierno nos ha escuchado”. Hoy Granadilla es un pueblo museo propiedad de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Como tal, está sometido a las normas de la Red de Parques Nacionales. Fue designado Conjunto Histórico-Artístico en 1980 y ahora funciona como un museo gratuito al aire libre, al que pueden venir visitantes, pero no volver a sus casas sus antiguos residentes ya que se mantiene el decreto de inundación de Franco”.  

Otros comentarios,  fotomontajes, imágnes y fotos sorprendentes:

La Junta de Andalucía de Juanma Moreno ha permitido que Doñana se seque.

Un espacio natural protegido por la UNESCO y con aviso de sanciones de la UE por su destrucción. Mientras que Juanma Moreno permite pozos ilegales allí y se preocupa de que falta agua para campos de Golf. (Skakeo FanZine).

Feijóo se presenta a un debate del #Senado tras haber soltado decenas de patochadas contradictorias, bulos fácilmente rebatibles y propuestas que ya se realizan y contra las que el PP votó. Tiene las retahílas de Rajoy, las mentiras de Casado y la inquina populista de Ayuso.

Dirigida a los 'tabarnieros' de Madrid. Un día después, Ayuso deja vacante el cargo de Toni Cantó en la Oficina del Español. No tuvo agenda oficial 300 de los 434 días en los que estuvo al frente de la misma

Muere la reina Isabel II y comienzan a pasar cosas en España. Cosas como que Toni Cantó deja su chiringuito de la Oficina del Español en Madrid. O como Isabel Díaz Ayuso declarando tres días de luto en la Comunidad de Madrid. “Murió Almudena Grandes se lamentan los madrileños, indignados– y no fue ni al funeral”


Por cierto, Fe Gerardo Tecé quien comentó: “Entrando al mercado laboral a los 73 años. Me parece un ejemplo para todos los vagos que os quejáis por tener que jubilaros a los 67”.


Winter is coming. Grifo del gas ruso cerrado. Skakeo
Ojito que ahora Carrefour también es comunisssssssssssta.

Que ojo, la campañita de cesta de 30 productos básicos y de uso habitual a 30 € ha venido después de haber sido la compañía que más ha elevado sus precios, un 12,1%. Que aquí nadie da puntada sin hilo. Eso sí, el marketing lo han clavado.

Por 13 mil dólares, el inglés Brendon Grimshaw compró una pequeña isla deshabitada en las Seychelles (África Oriental) y se mudó allí para siempre.

Cuando tenía Brendon Grimshaw menos de cuarenta años, renunció a su trabajo como editor de un periódico y comenzó una nueva vida en su isla. En ese momento, ningún ser humano había puesto un pie en la isla durante 50 años. Pero entonces, Brendon junto a un compañero llamado René Lafortune, comenzaron a equipar su nuevo hogar. Mientras que René venía a la isla solo ocasionalmente, Brendon vivió en ella durante décadas y nunca se fue. Durante 39 años, Grimshaw y Lafortune plantaron 16 mil árboles con sus propias manos y construyeron casi 5 kilómetros de senderos. En 2007, René Lafortune murió y Brandon se quedó solo en la isla. Tenía 81 años. Atrajo a la isla 2.000 nuevas especies de aves e introdujo más de un centenar de tortugas gigantes, que en el resto del mundo (incluidas las Seychelles) ya estaban al borde de la extinción. Gracias a los esfuerzos de Grimshaw, la isla una vez desierta ahora alberga dos tercios de la fauna de las Seychelles. Un terreno abandonado se ha convertido en un verdadero paraíso. Hace unos años, el príncipe de Arabia Saudita le ofreció a Brendon Grimshaw 50 millones de dólares por la isla, pero Robinson se negó. "No quiero que la isla se convierta en el lugar de vacaciones favorito de los ricos. Mejor que sea un parque nacional que todos puedan disfrutar". Y logró que en 2008 la isla fuera declarada parque nacional. Todo un ejemplo de inspiración.

New Satirical Zone.

El agujero de Mallorca, en la sierra de Tramuntana (Mallorca).

Puesta de sol en Es Vedrá (Eivissa).

El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Manel F, Vergara, Enrique,  Ricardo, Santigutierrez, Asier y Javier, Miki y Duarte, Mortiner, Padilla, Flavita Banana, La oca del lobo, Malagón, Riki Blanco…







Así toca el PP.


Disfrutar el fútbol.

El duelo.


La gira.

Muere Isabel IIª.

Y tú más...








La boca del lobo...



El humor isleño de Pep Roig:

Símbolo real inglés.

La justicia política o viceversa.

Broma constitucional perversa.

 Agua en simulado.

Fomento del temor por adelantado.

Los vídeos de esta semana:

El Consejo de Ministros de 24 de junio de 1955 decretó la expropiación de la mayor parte del término municipal del pueblo cacereño de Granadilla incluyendo el casco urbano a causa de la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Desde entonces, Granadilla fue un pueblo abandonado en proceso de recuperación. “Últimos días en Granadilla” recupera la memoria de los vecinos del municipio y, en este caso concreto, la de Jerónima Sánchez, una maestra jubilada que pasó los mejores años de su vida en esta villa declarada Conjunto Histórico Artístico.

Últimos días en Granadilla

Granadilla (Cáceres): villa medieval amurallada y el pueblo abandonado 

El Pueblo abandonado más bonito de España, Granadilla, Cáceres

Granadilla (Cáceres)_ Un pueblo abandonado

ISABEL II: Así han sido la REACCIONES en ESPAÑA a la MUERTE de la REINA de INGLATERRA | RTVE

Reina Isabel II: Así fueron los últimos días de la monarca.

REINA ISABEL II: La compleja relación con su hijo el PRÍNCIPE CARLOS desde su infancia. 



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