viernes, 30 de septiembre de 2022

Un nudista trata de acceder a su juicio, en Valencia.

 

El joven nudista Alejandro Colomar trató de acceder desnudo a los juzgados de València.



Alejandro Colomar, un joven informático que el martes pasado acudió a declarar en un juicio por exhibicionismo, trató de acceder desnudo a los juzgados de València. El hombre se presentó así en un recurso a una sanción administrativa de la que fue objeto por pasearse desvestido por la calle.

Colomar llegó totalmente desnudo ante las puertas del juzgado, donde tres agentes de la Guardia Civil que custodiaban las entradas de la Ciudad de Justicia de València le impidieron el paso. Al instante se unió un grupo de otros cinco policías nacionales que obligaron al joven a vestirse para acceder al recinto a riesgo de volver a ser sancionado.

Los enfrentamientos del joven nudista con la Policía no son nuevos para este personaje,  natural del municipio de Aldaia. Según explica su abogado, Pablo Mora, ya había sido sancionado en repetidas ocasiones. Incluso por la vía penal, si bien estas condenas se encuentran recurridas. “La mayoría de sanciones que le han puesto fueron por la vía penal, sino por vulneración del artículo 37 de la conocida como ley Mordaza, que sanciona el exhibicionismo obsceno cuando no es delito, es decir, cuando no se ha producido ante menores. Por el momento, hemos ganado alguna sentencia, alegando la vulneración de sus derechos fundamentales o del principio de legalidad, ya que muchas ciudades no tienen ordenanza al respecto”, declaró el letrado.

A pesar de ello, el abogado relata que su cliente ya tuvo un juicio penal. “Le condenaron por entrar desnudo a una comisaría. El juicio se perdió en primera instancia y en la Audiencia Provincial, y está en el Supremo, pendiente de casación. Es probable que acabe en el Constitucional”, declaró. Colomar no considera que sea obsceno ir por la calle desnudo. “Sí masturbarse o hacer actos obscenos. Entendemos que ir desnudo es ejercer la libertad ideológica”, defiende su abogado quien lamenta que, recientemente, un director de un colegio de Torrent denunció a su defendido por “pasar 'a propósito' desnudo por delante del colegio, cuando realmente acudía a un huerto que tiene allí”.

Mora defiende que “la ley no es clara”. Y argumenta: “Desde que, en 1988, se derogó el escándalo público, el vacío legal ha de ser cubierto por ordenanzas municipales que la mayoría de ciudades no tienen, por eso entendemos que se vulnera el principio de legalidad”. El abogado recuerda que hay precedentes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y cita un caso de Reino Unido, en el que, ha dicho, “se entiende que el nudismo está amparado por la libertad ideológica y de expresión”. Ese es, precisamente, el alegato fundamental que usa para defender a su cliente, pero lamenta: “Hay que llegar a las instancias que corresponda, y ahora mismo el Supremo no comparte esa postura”.

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