domingo, 25 de septiembre de 2022

Otoño caliente: los sindicatos europeos contra la ‘crisis salarial’.

Europa comenzó una oleada de huelgas por aumento de salarios en el marco de la alta inflación.

A comienzos de octubre la Conferencia Europea de Sindicatos (CES) emplazó a las centrales de cada país a coordinar acciones para exigir subidas salariales, algo que ya preparaban CCOO y UGT en España.  Es lo que pretende hoy la CES, coordinando, con las centrales sindicales de los distintos países, acciones contra la “crisis salarial” y de “coste de vida” ante la elevada inflación. En España, CCOO y UGT ya estudian cómo sumarse a esta llamada europea, que coincide con su amenaza de más protestas dada la negativa de la patronal de sentarse a negociar un acuerdo salarial. El movimiento sindical europeo avisa: los trabajadores están siendo “las víctimas de esta crisis” y “la inacción o la adopción de una respuesta equivocada”, que pase por las devaluaciones salariales, subidas de tipos y una nueva agenda de austeridad, pueden ser “catastróficas”. El empobrecimiento de los trabajadores y las batallas salariales ya están dando lugar a movilizaciones en varios países. Con su huelga, los controladores aéreos franceses provocaron la cancelación de un millar de vuelos en el país vecino. En Reino Unido, las protestas y huelgas en los últimos meses han sido calificadas como el verano del descontento. En Bélgica, los principales sindicatos salieron a la calle con el lema “la vida está cara, hace falta mejores salarios” y el 21 de septiembre se convocó una nueva movilización. En España, se ha registrado un aumento de huelgas del 20% y los sindicatos mayoritarios han avisado de un “otoño caliente”. En esta espiral de precios frente a otras crisis pasadas, hay menos vinculación de los salarios a los precios y los empresarios han ganado poder en el mercado laboral, apunta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe de empleo de 2022.  Y, en ese marco común de protestas, la CES quiere marcar posición ante las instituciones y gobiernos europeos de cara a las soluciones y medidas que acuerden para paliar los efectos de esta “crisis del coste de la vida”, como la califica la organización internacional.

Concentración convocada por CCOO y UGT para exigir salarios dignos.

Aun con diferencias entre países, hay un telón de fondo compartido en gran parte del continente europeo: los trabajadores están cargando gran parte del peso de la inflación, mermando el poder de compra de sus bolsillos con unos salarios que suben mucho menos que los precios. España se sitúa como uno de los países con menor aumento de las remuneraciones, según los datos recién publicados por Eurostat. En las previsiones de conjunto de año, España destaca como uno de los países del mundo donde los salarios perderán más poder de compra, según las estimaciones de la OCDE. “Y hay que recordar que España es un país de propietarios, donde tiene más incidencia la subida de tipos del BCE y el aumento del coste de las hipotecas que en otros países donde viven más de alquiler”, apunta una fuente sindical. Además, España también destaca frente a otros países de su entorno europeo por sus altas tasas de pobreza y de población a un paso de ella, muy vulnerables ante nuevas dificultades económicas. En un reciente comunicado, la CES subraya una de las premisas de las movilizaciones: “Los salarios no están causando la inflación”. Las patronales y otras voces del mundo económico están advirtiendo contra las subidas salariales para evitar empeorar el aumento de precios a través de nuevos bucles inflacionistas. Sin embargo, las centrales de trabajadores señalan que los datos no avalan estos escenarios, con incrementos salariales a mucha distancia de los precios, que sí están dejando un importante deterioro en las economías de los hogares. Sobre todo, de los más vulnerables. “Los salarios ya están creciendo a tasas comparativamente altas con respecto a la media de los últimos años, lo que es una respuesta normal a la subida de precios, pero siguen muy por debajo de la inflación”, sostiene Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics. El especialista considera que “es probable que los salarios puedan e incluso deban subir algo más teniendo en cuenta la brecha que aún existe respecto a la inflación, pero no existe una cifra concreta que podamos declarar como la óptima”. Y añade Talavera: “Dependerá, entre otras cosas, del estado financiero de las empresas y de su estructura de costes, de cara a encontrar un punto intermedio donde trabajadores y empresas compartan el coste de la crisis (el consabido pacto de rentas)”.

Los precios en España suben por encima de la media europea y los salarios muy por debajo.

En España, el “pacto de rentas” es la principal reclamación del Gobierno de coalición a empresarios y sindicatos para enfrentar esta crisis de precios. Consiste en un acuerdo para repartir los costes de la inflación en estos momentos, moderar salarios y beneficios empresariales para no generar más inflación y que empeore la situación económica. CCOO y UGT reiteran que las empresas están repercutiendo la inflación a sus precios, y, como consecuencia, aumentan los ingresos de las compañías, mientras los salarios suben mucho menos. Cuatro veces menos de media, según los datos de los convenios colectivos en vigor. La movilización que está impulsando la CES comparte el discurso de los últimos meses de CCOO y UGT. En concreto, hay muchos dedos señalando los posibles riesgos de espirales inflacionistas y menos que se detengan sobre un problema ya efectivo en muchos casos: el empobrecimiento de los hogares. Para ilustrar una de sus derivadas, la confederación europea ha publicado un estudio sobre el aumento del coste de las facturas energéticas para los trabajadores que perciben el salario mínimo en cada país. “A nivel macroeconómico, el consumo de los hogares es el componente más grande de la economía y depende en gran medida de la renta disponible, por lo que una caída de los salarios reales de la magnitud que estamos viendo probablemente se verá reflejada en un frenazo en el consumo y en el PIB”, valora el economista jefe para Europa de Oxford Economics. “A nivel social, hay un riesgo claro de aumento de la pobreza y de la desigualdad por el impacto desproporcionado que el shock de inflación tiene en las rentas más bajas”, añade Ángel Talavera. En España, los sindicatos también han anunciado que pelearán un incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) mayor del previsto por el Gobierno, que quiere situarlo en el 60% del salario medio. UGT y CCOO han avisado de que la meta se queda corta ante la gran subida de precios y exigen un alza más abultada. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, reclama que ésta cubra por completo el aumento de los precios. El líder de UGT, Pepe Álvarez, le ha puesto cifras concretas a la petición del sindicato: un aumento del 10% hasta los 1.100 euros. Los sindicatos europeos optan por darse la mano y tomar impulso ante las “curvas” en la economía que se intuyen en un contexto de gran incertidumbre por la guerra en Ucrania. En la memoria aún está muy fresca la crisis de 2008 y sus efectos, que en algunos casos siguen sintiéndose. “No puede ser que, una vez más, se pretenda hacer pagar una crisis, en este caso de precios, a la mayoría social y a la clase trabajadora. Una clase trabajadora que ya pagó con creces la crisis del año 2008”, enfatiza el líder de CCOO, Unai Sordo.

Marcha de trabajadores en la huelga del metal de Cantabria, el pasado mes de junio.

En Cantabria, una masiva huelga paralizó el sector del Metal durante más de dos semanas en junio. Los conflictos laborales aumentaron un 20% en la primera mitad del año respecto a 2021. Un auge de la movilización de trabajadores que, en muchos casos, comparte nombre y apellido: salarios e inflación. “Las huelgas –titulaban Laura Olías / Raúl Sánchez en ElDiario.es el pasado 28 de agosto– crecen un 20% con la inflación disparada a las puertas de la batalla salarial”. “Los precios están disparados, casi en el 11% de subida anual, mientras que los sueldos en la negociación colectiva crecen cuatro veces menos. Esa enorme distancia ha arrojado ya a las calles a miles de trabajadores y, ahora, los sindicatos advierten de un reinicio de las movilizaciones tras el parón de agosto. ‘Se espera un otoño y un invierno caliente’, avecinan en UGT. Y el líder del sindicato, Pepe Álvarez, mostró su solidaridad con los estibadores de Reino Unido, que se han sumado a la oleada de huelgas en el país ante el gran auge de los precios, en lo que se ha calificado como el ‘verano del descontento’. Son un preludio de lo que va a ocurrir en el conjunto del continente europeo y, desde luego, en España, si la patronal no se sienta a negociar los convenios ni somos capaces de trasladar a los salarios el importante incremento del coste de la vida”.  Desde CCOO, su líder también advertía antes de su descanso en agosto de la necesidad de reabrir la negociación salarial para subir los salarios cuanto antes, al igual que el SMI. “Hay millones de personas con muchísimos problemas para llenar la cesta de la compra y creo que es el gran problema económico y social que ahora mismo tiene España y el conjunto de la zona euro”, subrayó Unai Sordo. En realidad, las movilizaciones ya escalaron en lo que llevamos de 2022, como muestran los datos de huelgas que publica el Ministerio de Trabajo. Hasta junio, el número de trabajadores afiliados que participaron en huelgas fue de 150.398, que protagonizaron un total de 321.621 jornadas no trabajadas. Las cifras suponen en ambos casos casi un 20% más de las registradas en la primera mitad de 2021, un año aún muy marcado por la pandemia, pero también son cifras superiores a las de años anteriores a la COVID, como 2018 y 2019.

Sindicatos y empresarios se sentaron a negociar, pero rompieron las conversaciones en mayo.

Los sectores que acumularon más paros hasta junio fueron la industria manufacturera, con 107.994 jornadas no trabajadas, seguido de las “administraciones públicas, defensa y Seguridad Social”, con 65.791 jornadas de paros y las actividades administrativas (42.710). Por sexo, hubo más movilización entre las mujeres que los hombres. En total, 84.857 (56,4%) trabajadores participantes en huelgas fueron mujeres frente a 65.541 (43,6%) hombres. Por jornadas no trabajadas, ellos acumulan más horas de paros: el 44% lo protagonizaron mujeres y el 56%, hombres. En cuanto a la distribución territorial, se ilustran los participantes en huelgas en la primera mitad de año, con el aumento respecto al mismo periodo del año anterior. Destaca por el auge sobre todo Cantabria, que casi ha triplicado su número, y, en número de participantes absoluto en 2022, sobresale Catalunya, con 55.543 trabajadores.  En 2021, el alza de precios ya se había traducido en una pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores, pero el contexto era de recuperación por la pandemia, de la salida de los ERTE y una actividad económica aún mermada por la COVID. La previsión de que los precios bajaran fue un espejismo que tumbó la invasión rusa de Ucrania a finales de febrero. La guerra a las puertas de la UE, que ha impactado mucho en las economías del viejo continente, sobre todo en lo relacionado a la energía, pero también con el encarecimiento de ciertas materias primas, contribuyó a seguir disparando los precios. Con la inflación desbocada, y, en un contexto de recuperación del empleo y de la actividad en el final de la pandemia, los sindicatos urgieron a los empresarios a acordar aumentos salariales en la negociación colectiva para evitar un mayor empobrecimiento de la población. También con el emplazamiento del Gobierno a un “pacto de rentas” para compartir los esfuerzos por la guerra, las partes se sentaron a negociar, pero rompieron las conversaciones en mayo. Los sindicatos aceptaban subidas salariales más moderadas, en torno al 3,5% este año, pero a cambio de incluir cláusulas de revisión salarial posterior según la evolución de los precios. Las patronales se negaban a este último punto y, así, se levantó la mesa de negociación colectiva sin ninguna recomendación salarial.

Los líderes de COO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, en el acto sindical organizado en Madrid.

CCOO y UGT lanzaron entonces la campaña “Salarios o conflicto” para presionar a la patronal, con la que anunciaban una tensión de la negociación colectiva. Es decir, mano dura en las mesas abiertas de convenios colectivos, en empresas y sectores, con la mirada puesta en el tema salarial y la garantía de poder adquisitivo ante la inflación. Desde entonces, ha habido movilizaciones importantes en sectores del metal de Cantabria, Galicia y Asturias, entre otros. “Donde somos más fuertes, como el sector del Metal”, explica Mariano Hoya. También ha habido huelgas en sectores muy feminizados, como el del contact center, la ayuda a domicilio en Asturias, la teleasistencia de mayores en Euskadi, y en otros en los que cuesta la movilización, como el de las TIC y Consultoría con paros parciales a nivel estatal. Además, este verano, aunque aún no figura en la estadística del Ministerio de Trabajo, los meses de julio y agosto han acumulado también un auge en las huelgas en el sector aéreo, con paros en Ryanair, Easyjet y los más recientes convocados en Iberia Express. Aunque con sus particularidades, al ser un sector muy afectado durante la pandemia y que se vio obligado a hacer ajustes, los conflictos también tienen el foco en el tema salarial. Las alzas de precios han desembocado en cifras de inflación récord desde hace casi 40 años, con el último dato de un IPC en el 10,8% de subida interanual, mientras los convenios colectivos recogen subidas de sueldo muy inferiores, del 2,56% de media hasta julio. Y solo un 15% de los convenios con la garantía de las cláusulas de revisión, según la evolución de los precios. El marco también es el de una guerra que no cesa en Ucrania, que amenaza con cortes de gas a países de la UE, y con tambores de recesión resonando en Europa, que afectan en primer lugar al norte, pero que podría avanzar en efecto dominó hacia el sur. España, por el momento, está menos afectada que otros estados europeos, como Alemania, y en el segundo trimestre casi duplicó el crecimiento económico de la eurozona. Pero en el Ejecutivo ya han advertido de que “vienen curvas”, en palabras de la vicepresidenta Nadia Calviño.

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE,  llamó “arrogante” a Yolanda Díaz por apoyar las movilizaciones sindicales.

Los empresarios se aferran a esa incertidumbre económica y posible recesión para rechazar incrementos salariales e insisten en la “moderación” de sueldos. Los sindicatos se niegan a que los trabajadores carguen con todo el peso de los esfuerzos por la situación inflacionista y subrayan que, mientras los salarios apenas suben, los ingresos por ventas de las empresas están incrementándose mucho más. Unai Sordo, secretario general de CCOO, pone reiteradamente el acento en el gran aumento de la inflación subyacente (sin energía y alimentos no elaborados, más volátiles), que se situó en el 6,1% en julio. “Las empresas están aumentando sus márgenes de beneficios”, reiteran en CCOO y UGT, negándose a que los trabajadores queden excluidos de la compensación del auge de precios. Por una cuestión de justicia social, de protección del consumo y de reparto de daños, explican, pero además recuerdan que la población con menos recursos es la que más se ve perjudicada con la inflación, con hogares al límite por el auge de precios. Septiembre será clave para confirmar un “otoño caliente” de protestas sindicales, o, en cambio, una nueva oportunidad para el pacto salarial y de rentas al que sigue emplazando el Gobierno. El Ejecutivo, por su parte, tendrá que acordar antes de final de año la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), que ambas partes de la coalición se han comprometido situar en el 60% del salario medio. Pero UGT ha pedido más, que crezca un 10% debido a la inflación, hasta los 1.100 euros al mes. De momento, la patronal CEOE no responde sobre la posibilidad de recuperar la mesa de negociación de salarios que exigen los sindicatos, ni sobre el mensaje lanzado por la vicepresidenta Yolanda Díaz y se limitan a confirmar que “no hay fecha” para un encuentro. Algunos miembros de la patronal sí han criticado a la responsable de Trabajo, a la que acusan de hacer “campaña electoral” y de “arrogancia”. Una patronal que está pendiente de su proceso electoral interno, en noviembre, por el que el actual presidente (Antonio Garamendi) somete a votación su liderazgo de la organización empresarial. Un liderazgo que, en el pasado, ha sido puesto en duda, precisamente, por los acuerdos con sindicatos y el Gobierno. “Este proceso interno no puede impedir que se reúna la mesa de negociación en septiembre, como nos dicen en la patronal, que esperemos a después. No es posible, tiene que ser ya”, reitera Mariano Hoya. En el horizonte, el representante de UGT señala la negociación pendiente en muchos sectores, como “los servicios de limpieza y de atención a la ciudadanía”. “El otoño puede ser caliente, pero también el inverno”, advierte.

Si las miradas incendiaran...Y él descojonao. Normal, por otra parte. (Skakeo FanZine).

Otros comentarios, imágenes y fotos sorprendentes:

El emérito se quejó de los preparativos organizados por Zarzuela para evitar en Londres esa foto con su hijo, Felipe IV. 

De España hemos mandado dos reyes y dos reinas. Felipe VI y Letizia y Juan Carlos I y Sofía. Otra cosa en la que no nos gana nadie.

En España, a falta de uno hemos, mandado dos reyes y dos reinas. Felipe VI y Letizia y Juan Carlos I y Sofía. Otra cosa en la que no nos gana nadie. (Tremening).

El coportavoz estatal de Podemos, Pablo Fernández, considera que la presencia del rey emérito Juan Carlos I en el funeral de la monarca británica Isabel II es una “bochorno”, que ahonda en el “desprestigio” de la monarquía española. El dirigente de la formación morada critica que esa imagen “mancha la imagen de España”. Es más, remarca que está convencido que la monarquía española, con estas actuaciones, cuenta cada vez con menos apoyos y reiterado que el emérito debería rendir cuentas ante la Justicia, para demostrar así que “nadie está por encima de la ley”.

Unas pocas semanas después de mostrar su preocupación por cómo la sequía afecta a los campos de golf, Moreno Bonilla ha anunciado que eliminará el impuesto de patrimonio en Andalucía. De este modo, 'regalará' 93 millones de euros al año a los 17.000 andaluces que más tienen. Un cálido abrazo para todos esos mileuristas que le votaron. Bonilla empieza a copiar así a Madrid, el 'paraíso fiscal' de Ayuso para los más ricos, a los que regala 5.000 millones cada año a base de beneficios tributarios. Y las clases trabajadoras, contentas con su libertad para tomar cañas.

Macarena Olona descubre la inexistente democracia interna de Vox. Podría haberlo sospechado cuando la pusieron a dedo en Andalucía inventándose un empadronamiento fake. Guerra abierta en la Ultraderecha. (Skakeo FanZine)

El humor de Kilko Da Silva.

Macarena Olona descubre la inexistente democracia interna de Vox. Podría haberlo sospechado cuando la pusieron a dedo en Andalucía inventándose un empadronamiento fake. Guerra abierta en la Ultraderecha. (Skakeo FanZine)


Si la intención del presidente de la patronal CEOE es ponerse a una gran parte de los españoles en su contra, el plan va sobre ruedas y cogiendo velocidad. Hablamos, por supuesto, de Antonio Garamendi, el mismo que rechazó la subida de salario mínimo al tiempo que tildaba su sueldo de 300.000 euros de “humilde” o el mismo que consideró que reducir el precio de los alimentos es “planificación soviética”. Ahora sigue por la misma senda y, en una entrevista en el diario El Mundo, dice que él tiene que negociar “con unos señores que estaban en la Puerta del Sol hace once años con el 15-M”, en referencia al Gobierno de coalición. (Tremnending).

Arguiñano saca del recetario su chiste más negro sobre Isabel II: “Ha viajado más de muerta que nosotros de vacaciones.  La han movido bien a la abuela. Estará quejosa”, comentó mientras seguía cortando patatas.

Dentro del recetario de chistes de Karlos Arguiñano hay un apartado para el humor negro. En este caso, sobre el funeral de Isabel II y todos los actos que se han llevado a cabo. (Tremending)

La tortuga Jonathan es el animal terrestre vivo más antiguo jamás conocido en el mundo. Nació en 1832 y actualmente tiene 187 años. Ha pasado por dos guerras mundiales, siete monarcas en el trono británico, la caída del Imperio Otomano y 39 presidentes estadounidenses. Jonathan, sin embargo, nunca vio a alguien más parado que Uribe.

El tráfico de elefantes acaba cada día con 54 de estos animales, haciendo que su población haya descendido a la mitad en solo 30 años.

¿Cómo es posible que el mamífero más grande de la Tierra y sin depredadores naturales esté en riesgo? La respuesta es sencilla, la avaricia humana

Este otoño… ¡Vuelve al Paraíso! Vuelo directo a Asturias.

El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Manel F, Eneko, Enrique, Ferrán, Indígoras y Pachi, J. R. Mora, Gallego y Rey, Puebla, Riki Blanco…  






Menos impuestos.

The Funeral.

En Irán.


¡Es la gerra, estúpidos!










 Gallego y Rey recuerdan la situación que vive Vox tras la crisis desatada por la ruptura con Macarena Olona.


El humor isleño de Pep Roig:

La caducada Justicia.

El mito de que todos somos iguales ante la ley.

Cazadores de incautos. 

Consecuencias.

Entre todos.

Los vídeos de esta semana:

¿Qué es el “otoño caliente” y por qué advierten de su llegada a Alemania y Europa?

Tomás, el ABUELO al que el Gobierno de AYUSO amenaza con echar de su Residencia

Vox cierra la puerta definitivamente a Macarena Olona: "Este es el fin del camino"

Què passa, nens? La versió de Salvador Illa de la cançó d'Alizzz – Polònia

La cistella de VOX - Polònia

Funeral de Joan Carles I – Polònia

 Así fundamos elDiario.es: especial en directo desde València

 

Autumn leaves (Las hojas muertas) - Piano: Andreu Bennassar.

Yves Montand - Les Feuilles Mortes (1976)





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