domingo, 28 de febrero de 2016

Barberá sale de su escondite, muestra su cara y grita: “Yo no dimito”.


Dicen que Barberá se esconde fuera de Valencia porque no soporta la presión mediática. La exalcaldesa abandonó su vivienda del centro de la ciudad por la presencia de las cámaras. No acude a las reuniones del PP ni a las que se convocan en el Senado. “Rita Barberá –comenta Fernando H. Valls, en LaInformación.com– está desaparecida. Desde que se destapó el supuesto cobro de comisiones en el Ayuntamiento valenciano, la ahora senadora apenas ha dado señales de sus movimientos. La exalcaldesa ha abandonado su vivienda ubicada en el centro de la ciudad y ha optado por refugiarse en las afueras de la ciudad. Así se garantiza alejarse a la presión mediática a la que viene siendo sometida desde hace varias semanas. Sigue cámaras de televisión apostadas en su portal y la exalcaldesa se encuentra molesta con la actitud de la prensa y de su partido. Cree que está sufriendo una presión excesiva por parte de los medios de comunicación. Considera que no están comportándose de manera correcta con ella ya que el juez todavía no le ha citado como investigada”. A finales del mes pasado rompía su silencio desde su condición de senadora para criticar al PSOE. Justo una semana después, estallaba la Operación Taula y optaba por recluirse en su casa para evitar los flashes y las peguntas. “Pero sí contestó con sus gestos –comenta  Inma Lidón, en  El Mundo del 31 de enero–. Cierta soberbia, ira, desprecio fueron algunas de sus respuestas no verbales. Nunca el Senado generaba tanta expectación. Rita sabía que su voz era la que se quería escuchar”. Sonia El Hakim, analista en Comunicación no Verbal y especialista en detección de mentiras, explica: “En varios momentos de la rueda de prensa, vemos en ella labios en ostra, cerrados y apretados, que significa que reprime información, que no dice todo lo que sabe o lo que querría decir. Se guarda información”. Es cuando comienzan las preguntas peliagudas y el semblante de la ex comienza a ser más expresivo. “No tengo ninguna intención de irme. Al revés”,  sentencia Rita. En ese momento, a ella le molesta que le pregunten si se va a ir o no. Pero aún le queda algo por decir, con sus ojos y su sonrisa, dedicado a quienes ahora gobiernan en Valencia. No entro a analizar la gestión municipal. No se preocupen que ya la analizarán los valencianos. Una semana después, la cara de Rita Barberá se ve sólo tras los cristales de los ventanales de su casa. Su gestualidad es rica, quizá por eso, con la tormenta desatada, prefiera asomarse con cautela y huir de las cámaras”.

 Rita Barberá, tomada hace unas semanas,  asomándose con prudencia a la ventana de su casa por temor a ser retratada. 

La escena contrasta, según Salvador Enguix, de La Vanguardia, con la trayectoria política y social de una mujer que, hasta no hace mucho, paseaba por las calles de la ciudad arropada por una multitud fiel, entregada y apasionada. “Ella no sólo fue el eje sobre el que se construyó y se movía el proyecto político del PP valenciano, local y autonómico, sino que logró dotar a su persona, de manera consciente, de una fuerte carga simbólica. Porque Rita Barberá luchó para ser el icono de la ‘alcaldesa de España’, como la definió Mariano Rajoy. Por eso su derrumbe político confirma el final de un ciclo, de un largo periodo de hegemonía absoluta del PP valenciano. Soltera, hija de un reputado periodista, ella demostró tener una formidable intuición política que sólo le ha fallado en el último momento, salpicada por la sospecha de la corrupción. Capaz de integrarse en el costumbrismo local como ningún político antes. Era la alcaldesa, pero también, de alguna manera, el icono de las fallas, de las fiestas, de los mercados, de la ciudad. Criada en las filas de Alianza Popular y a la sombra de Manuel Fraga, supo ofrecer, a finales de los 80, una imagen renovada del discurso conservador post franquista que la llevó a liderar el PP local de Valencia. Ganó para este partido la alcaldía en 1991, frente al PSPV-PSOE con el apoyo de los anticatalanistas de Unión Valenciana, liderados por Vicente González Lizondo (…) A partir de ese momento, la alcaldesa comenzó trenzar las complicidades que permitieron al PP conquistar la Generalitat Valenciana al PSPV-PSOE, con el hábil Eduardo Zaplana de presidente, y alcanzar una hegemonía absoluta que ha durado casi un cuarto de siglo… Rita Barberá era imbatible, y en la calle era la dueña, todo en ella era éxito, y hasta los gestos más grotescos, como lanzar petardos a sus invitados en fallas, resultaban simpáticos”…


“Con la presidencia de Francisco Camps, al que le ha unido una intensa amistad, llegó su mejor momento: Copa del América, la visita del Papa, la Fórmula 1. Valencia lo era todo, como ella. Pero su apoyo al ex president en todo el proceso Gürtel comenzó a erosionar su figura… La pasada legislatura fue la del ocaso de la alcaldesa. Caído Camps, y con el campo del PP minado por la corrupción, intentó atrincherarse en el PP local, el único que aparecía limpio de sospecha, a pesar de que los casos Emarsa, Nóos o el Ritaleaks, salpicaban con gravedad su figura. Hubo, además, episodios que generaron caricaturas sobre ella, como el famoso ‘Caloret’. Momento clave: perdió el control y ofreció un lamentable espectáculo. Y su prepotencia, antaño entendida como carisma, comenzó a enemistarla con todos los movimientos sociales de la ciudad... Rita Barberá, que llegó a ser ‘reina’, se esconde hoy tras los visillos de la ventana de su casa”. 

Alberto Fabra, expresidente de la Generalitat, jurando su cargo como senador. A su izquierda, Rita Barberá.

La exalcaldesa de Valencia entiende que su partido no se ha portado bien con ella pese a que el PP la haya blindado al incluirla en la Diputación Permanente del Senado. Dirigentes territoriales y nacionales han pedido a Barberá que se explique y dé un “paso atrás” tras la implicación de decenas de cargos de su confianza en el Ayuntamiento de Valencia. La exalcaldesa, según fuentes populares, está muy enfadada porque cree que el partido no la ha defendido como ella entiende que se merece. La secretaria del Grupo y tesorera, Mari Carmen García Fuster, y el expresidente del PP en la provincia de Valencia, Alfonso Rus, fueron detenidos. Las dudas se han cernido sobre ella aunque, de momento, no esté siendo “investigada” en el procedimiento que se está siguiendo en el Tribunal Superior de Justicia valenciano. Pero sus propios compañeros de filas le han pedido, primero, que dé explicaciones y “un paso atrás”. Fernando Martínez-Maíllo, vicesecretario de Organización del PP, asegura que es Barberá quien “tiene que dar las explicaciones correspondientes”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, como la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, le pidieron que renunciara a la imputación que le da el Senado. “No sé si el problema es Rita Barberá o no, pero parece evidente que, en el PP de Valencia, hay que hacer una regeneración absoluta y completa”, defiende Cifuentes, quien reconoce que le da “verguënza” levantarse por las mañanas y ver que han detenido a alguien acusado de corrupción. Y el expresidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra (PP), sostiene que es “difícil creer” que Rita Barberá no sepa nada de lo que sucedía en su grupo municipal cuando “su entorno” está siendo investigado en la 'Operación Taula'. E insiste en que debe “dar la cara” y le ha pedido también que “dé un paso atrás” para que “el PP pueda seguir avanzado y generando confianza” aunque matiza que es “importante” respetar la presunción de inocencia. Pero, a pesar de estas peticiones de sus compañeros de filas, el PP mantiene a Rita Barberá en la Diputación Permanente del Senado, el único lugar donde puede mantener su aforamiento en caso de que fuera “investigada” por la Justicia.

       Camps defiende a toda costa y con todas sus fuerzas a Barberá.

Barberá cuenta también con el apoyo de Francisco Camps, expresident de la Generalitat, quien asegura que “los valencianos y el resto de los españoles se sienten orgullosos de ella”. Tampoco él duda  en poner la mano en el fuego por ella. Y, en una rueda de prensa, resalta que la actual senadora del PP vive en un piso de alquiler y tiene un coche “de hace doscientos años, prácticamente tendría que ser un coche histórico”, y que no se ha llevado “ni un paquete de rosquilletas”. “Rita Barberá –asegura Camps– es una mujer extraordinaria, de primer nivel, de quien se sienten orgullosos los valencianos y el resto de los españoles, de la que se hablará toda la historia de esta ciudad” porque ha estado “un cuarto de siglo al servicio de los valencianos”. El expresident manifiesta que Barberá “no asaltó el ayuntamiento, sino que ganó por mayorías absolutas” y ha cambiado la ciudad “de cabo a rabo”. Dice haber hablado con ella y “está triste y dolida” después de haber “dado toda su vida por Valencia”.  Destaca que, en las sociedades civilizadas, existe el Estado de derecho y la presunción de inocencia, “pese a que hay personas como Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón e Iglesias que quieren que esa presunción brille por su ausencia”. Camps dice estar “completamente harto” de las “mentiras” y cuestiones “insidiosas” que se dicen sobre él, pues aunque le han investigado “de arriba abajo” no hay “nada de nada de nada, cero” y que tiene la “enorme tranquilidad de que no ha hecho nada más que trabajar por Valencia, por el PP y por España”. Preguntado sobre si se siente defendido por su partido, afirma que se siente “defendido por la verdad” y por los años que ha estado al frente del PPCV y de la Generalitat. Recuerda que ha sido el último president de la Generalitat “elegido por el pueblo” y por mayoría absoluta. Sobre la política nacional, destaca que en España hay dos partidos y el resto son “movimientos políticos”, y defiende el liderazgo de Mariano Rajoy, que ha ganado las elecciones “en toda España”. Camps explica que ha preferido dar la rueda de prensa en un hotel y no en la sede del partido, por ser un terreno “neutro” y para no hablar de su formación, aunque ha destacado que el PPCV tiene una presidenta “extraordinaria”, en alusión a Isabel Bonig.

       Rita Barberá, durante su última intervención del jueves, deja al PP temblando.

En su última comparecencia el pasado jueves ante los medios de comunicación, Rita Barberá se muestra rotunda en su negativa a dimitir como senadora e  insiste en su total inocencia. La exalcaldesa asegura no haber “contribuido a blanquear dinero”, no haber “ordenado ningún blanqueo” ni haber  “conocido nada de ningún blanqueo de dinero en el Ayuntamiento”.  “Sería  –advierte– admitir mi culpa”. La exalcaldesa de Valencia denuncia que todas las acusaciones vertidas sobre ella son “profundamente falsas” y que es bien sabido que “nunca” se ha “quedado nada”. “Todo el mundo sabe que vivo en una casa de alquiler”, llega a decir, señalando que nadie le ha pedido “el suplicatorio” para poder declarar ante la Justicia como aforada. “¿Cómo van a pedir un suplicatorio –se pregunta– si no se conoce la causa?”.  Además, la senadora del PP señala que, en el Ayuntamiento de Valencia, durante los 24 años en los que fue alcaldesa, “nunca se ha amañado ningún contrato” y “nunca se ha producido ninguna mordida a ningún contrato. Soy una persona honrada con una alta consideración al valor del humanismo. No soy corrupta desde el punto de vista económico ni moral”. Apunta que desconoce que el PP se haya financiado de modo irregular. Afirma que ha decidido comparecer ante los medios porque, según  explica, todos los concejales, exconcejales, asesores y exasesores del Partido Popular en Valencia ya han comparecido ante la Justicia y “porque la Justicia ya ha separado en dos piezas el caso Imelsa, por una parte, y el presunto caso de blanqueo de dinero del Ayuntamiento de Valencia, por la otra”. Dice que la quieren hacer aparecer como la jefa de una trama criminal y corrupta y reparte latigazos a diestro y siniestro. Ataca al PSOE, a Podemos, al Govern de la Generalitat y  llega a sacar el terrorismo de Estado de los Gal para atacar a Felipe González. La exalcaldesa lamenta el “juicio público” que está sufriendo y que tanto dolor le está produciendo. “Me alegro de que mis padres no estén vivos –añade– para que no estén viviendo esto. Pido a los valencianos que no tengan dudas, que sigan creyendo en mí. Lo que hoy me está pasando, mañana le puede pasar a otro y, probablemente, a alguno de sus hijos”. Se trata de su primera comparecencia pública ante los medios de comunicación desde que estallara el Caso Imelsa. Y Barberá no se olvida de dar las gracias a varios miembros de su partido que la siguen apoyando, entre ellos a “mi buen amigo”, Mariano Rajoy.


Barberá sólo había difundido un comunicado, el pasado 2 de febrero, en el que señalaba que “ningún contrato del Ayuntamiento de Valencia” había sido “amañado”, ni había habido “ninguna mordida, ni desvío a financiación ilegal”. Con estas manifestaciones quería salir al paso de la “petición por algunos miembros” de su partido y ante “la presión de los medios de comunicación” para que diera “explicaciones de la situación judicial” del grupo popular del Ayuntamiento de Valencia. Pero, pese a sus palabras, el Ministerio Público ve indicios de que la exalcaldesa de Valencia formara parte de la red municipal para blanquear 50.000 euros de la caja b del PP que controlaba Alfonso Grau. La Fiscalía Anticorrupción solicitará al titular del juzgado número 18 de Valencia que inicie los trámites para imputar a la senadora del PP por un delito de blanqueo de capitales. La Cadena Ser informó hace unos días que el Ministerio Público preparaba el escrito para presentárselo al juez, al advertir indicios de la comisión de un delito de blanqueo de capitales. Según los investigadores, el vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, controlaba una caja opaca del partido y, supuestamente, entregó a Barberá el remanente de 50.000 euros que había cuando tuvo que dimitir por su implicación en el Caso Noós. Para blanquear el dinero, la dirección del PP local que dirigía Barberá pidió a asesores y concejales del partido que aportasen 1.000 euros, una cantidad que supuestamente les fue devuelta con dinero negro de la caja opaca. La SER desveló  que los investigadores apuntan al expresident de la Generalitat, Francisco Camps como nexo con la caja b nacional del partido e integrante de la “organización criminal” del PP valenciano que tenía al menos cinco cajas negras en la comunidad. Pese a ello, Rita Barberá mantiene su acta de senadora. La exalcaldesa será vocal en dos comisiones del Senado, la Constitucional y la de Economía, dado que todos los parlamentarios tienen que forman parte de alguna de ellas, pero no tendrá puesto de dirección en ninguna, según  informan a Europa Press fuentes del Grupo Parlamentario.

Barberá podría comparecer en las Corts a finales de mes para dar explicaciones sobre Taula.

En el 2004, Iñaki Urdangarin se reunió con la entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, para ofrecerle la organización de un foro de turismo y deporte, que a ella le pareció positivo, por lo que le indicó que trasladara la propuesta a la Fundación Valencia Turismo Convention Bureau (FVTCB). Así lo explica el exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, ante el tribunal que juzga el caso Nóos, durante su declaración como acusado. Grau afronta una petición de pena de 11 años de prisión por presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude a la administración y tráfico de influencias en el caso Nóos, donde también están acusadas la infanta Cristina, Urdangarin y otras 14 personas. Isabel Boning, la nueva presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, realizó unas declaraciones públicas reclamando a Barberá “explicaciones” respecto a la trama de blanqueo de capitales que investiga el juzgado de instrucción número 18 de Valencia. La senadora, en un mensaje a través del servicio de mensajería móvil, preguntaba a Isabel Bonig: “¿Qué quieres que explique?”. 

       Rita Barberá conversa con la presidenta regional del PP, Isabel Bonig.

Bonig y Barberá siempre han mostrado una gran sintonía pero la Operación Taula y su ramificación en el consistorio valenciano acabó por romper completamente la relación entre ambas. Se dice que la senadora decidió ir a la peluquería en lugar de asistir a una reunión con todos los diputados y senadores valencianos a la que había sido convocada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Hoy, la relación entre Bonig y Barberá es especialmente distante y fuentes del partido explican que sólo se intercambian mensajes de móvil. Algunos se responden y otros, no. La Operación Taula, en la que está imputada la cúpula del PP en el Ayuntamiento de Valencia, no ha tocado hasta el momento a la exalcaldesa, pero esto puede cambiar muy pronto porque la Fiscalía ya prepara una solicitud para pedir al juez que remita al Tribunal Supremo una exposición razonada para reclamar también la imputación de la ahora senadora popular. La Fiscalía estima que Rita Barberá participó de la operación del PP en el Ayuntamiento de Valencia para blanquear 50.000 euros procedentes de la caja B, cuyo destino era la campaña electoral de la alcaldesa en las pasadas elecciones municipales. Fuentes de la investigación han confirmado a la SER que la Fiscalía ya prepara el escrito porque ve indicios de delito de blanqueo por parte de Barberá. 

Rajoy y Barberá. 

El juez de instrucción número 18 de Valencia, que lleva la Operación Taula, ha dirigido un escrito al Senado en el que pide que acredite la condición de senadora de Rita Barberá para determinar si es competente para investigarla. El escrito está dirigido al presidente del Senado, Pío García-Escudero, y el juez busca así acreditar la condición de aforada de la exalcaldesa de Valencia, lo que le impediría investigarla y le obligaría a remitir la causa al Tribunal Supremo. El juzgado  investiga el supuesto cobro de comisiones a cambio de contratos fraudulentos y la posible derivación en una supuesta financiación ilegal del PP de Valencia. La exalcaldesa de Valencia y senadora del PP, hizo público un comunicado el pasado 2 de febrero en el que afirmaba que “ningún contrato del Ayuntamiento de Valencia se ha amañado, ni ha habido ninguna mordida, ni desvío a financiación ilegal”. Barberá añadía que las adjudicaciones del Ayuntamiento de Valencia, durante los 24 años que fue alcaldesa, “no se han puesto en duda”. Declaraciones que fueron corroboradas por su comparecencia el pasado jueves, 18 de los corrientes, ante los medios de comunicación. Sus antiguos compañeros de filas, en un número escandalosamente alto,  se encuentran hoy imputados, procesados o en la cárcel. De esta form, Rita Barberá, principal referente del PP valenciano y alcaldesa durante casi un cuarto de siglo de la tercera ciudad de España, se jacta de haber sabido sortear todos los casos de corrupción que han estallado en la Comunidad Valenciana y han acabado con las carreras políticas de decenas de sus colegas. Del último, la Operación Taula, Barberá se mantiene alejada gracias a su aforamiento ante el Tribunal Supremo por su condición de senadora. Y sigue negando haber participado o haber tenido noticia de las irregularidades. Pero, como le ha sucedido a Esperanza Aguirre, líder popular madrileña, algunos de los procedimientos judiciales le han pasado rozando a la exalcaldesa de Valencia. Pese a todas las sospechas y requerimientos, el presidente Rajoy la ha premiado con su nombramiento de senadora y su aforamiento y ha dicho de ella que, mientras no se demuestra lo contrario, “es inocente”. Según El Nuevo Mahón Journal, diario independiente, crítico e irónico, Rita, Barberá alude al dicho “Quien quiera encontrarme, sabe dónde estoy. Yo no me escondo de nadie”. Y, envalentonada por las palabras de apoyo de Rajoy y de su entrañable amigo, Paco Camps quien sostiene que no ha robado ni unas rosquillas, “Rita Barberá, ha salido de su escondite y ha manifestado que el que quiera encontrarla sabe muy bien dónde”. 

     Una foto para la posteridad: Barbará y sus amigos a bordo.

Tras haber  agradece a Mariano Rajoy y a Dolores de Cospedal haber salido en su defensa, la exalcaldesa  dejó clara su posición y aseguró que nada tiene que ver con Esperanza Aguirre, que dimitió como presidenta del PP de Madrid. Barberá se defiende criticando las filtraciones y recordando que el sumario aún está secreto, “lo que me deja en una situación de total indefensión que es absolutamente impropia de una democracia parlamentaria”. Sus compañeros de partido en el Ayuntamiento han sido, no obstante, interrogados con el sumario secreto sólo porque no son aforados. Pero niega que el  aforamiento sea un privilegio y repite que irá “cuando me lo pida el juez”. Barberá se queja, como en otras ocasiones, que una exedil de provincias haya ocupado más portadas de periódico y planos de televisión que la formación de un nuevo Gobierno en España. “Cuánto daño político habré hecho –se pregunta– para concitar tanto odio y resentimiento” sin dejar de recordar los casos de corrupción millonarios en Cataluña o el caso de los ERE en Andalucía. Y, para justificar su prolongada ausencia del Senado, se escuda en que primero acaben las declaraciones de todos los investigados por presunto blanqueo. Califica las declaraciones de su cuñado, el letrado José María Corbín –“si me entero de que mi mujer, hermana de Rita Barberám ha dado un donativo de 1.000 euros al PP, la corro a bofetadas”– de “desafortunadas”. Y dice que en los mensajes por teléfono móvil que enviara el 2 de febrero a la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig solo quiso expresar “su dolor por la deslealtad de sus compañeros y no de amenazar con tirar de la manta”. Finalmente, se despide sin aclarar si acudirá el próximo lunes a las Cortes Valencianas, donde ha sido citada para explicarse sobre la Operación Taula. “No lo he decidido aún”, se excusa, después de asegurar que colaborará con la justicia pero que no se someterá a “tribunales populares totalitarios” de la izquierda radical.

Inigo Errejón y Rita Barberá

La exalcaldesa de Valencia criticó al 'número dos' de Podemos por leer al autor italiano Antonio Gramsci. Y afirmó que “con la izquierda radical antisistema no quiero perder ni un minuto. Su modo de actuar es más propio del más rancio comunismo. Su modo de actuar es la manipulación, la maniobra, el engaño, el insulto”. El politólogo y doctor en Ciencias Políticas, Iñigo Errejón, no tardó en contestar a Rita Barbera a través de su cuenta de twitter: “Agradezco a Rita Barberá que me cite como estudioso de Gramsci y recomiende su lectura. Me permitiría recomendarle un autor ruso: A. Dimitir”


Otros fotomontajes de esta semana: Bolsos Rita, el Miura de Valencia,  otras cositas del PP, Rita con Goya, todo un ejemplo de resistencia y aforamiento,  ecologistas totales y C’s explica al PSOE por qué tienen que hacer pactos con él…








El humor semanal: Bernal, Atxe, Ferranmartín, Forges, El Roto, Peridis, J. R. Mora, Vergara, Fontdevila, Pat, Mel, Igepzio…




















Pep Roig, desde Mallorca, presenta su Más por menos, Sólo sé que no sé,  Rutina, Suma y sigue, Rarezas y Empecinados.







Terminamos con seis vídeos. En los tres primeros, volvemos a Valencia y a su corrupción. Rita Barberá (Cesc Casanovas) quiere distanciarse de los casos de corrupción que afectan al PP de Valencia. Quien fuera alcaldesa de esta capital, asegura que ella no tiene nada que ver con los últimos escándalos.
 
Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, asegura que Rita Barberá “es una mujer extraordinaria de primer nivel”. Y reivindica la “presunción de inocencia” para la ex primera edil valenciana, así como para el que fuera el exvicealcalde de la ciudad, Alfonso Grau, detenido por presunto cohecho y puesto en libertad a la espera de declarar ante el juez.

 
En los tres últimos, hacemos un viaje a Ibiza, una obra de arte. Mostramos a siete destacados artistas contemporáneos en Sa Nostra, Sala del Consell de Ibiza. Jesús Albarrán, Lina Andiñach, Roseline de Thélin, Vicente Torres, Pep Monerris, Diego Picabea, Gabriel Morera. Exposición Art Híbrid Ibiza Febrero 2016.

Retrocedamos 57 años. Así era Ibiza, en 1960, cuando viví en ella toda mi juventud. Ibiza-1960, La isla blanca
   
 Y así era en junio del 2007. IBIZA, DOS MUNDOS EN UNA ISLA - MUCHOVIAJE.COM

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