jueves, 11 de octubre de 2018

Mallorca, de la calma a la catástrofe.





De la isla de la calma descubierta durante la primavera de 1893, en la que un artista y literato fue seducido por ella, a la isla tocada por la catástrofe de hace dos días media más de un siglo. La primera Mallorca fue fuente de inspiración de Santiago Rusiñol tanto para la pintura como para la literatura. La segunda es fuente catastrófica y la naturaleza rompe con la imagen de sosiego labrada a lo largo de decenios. De la idílica imagen rusiñoliana llegamos a la otra cara de la naturaleza de una isla, aciaga y desastrosa que hoy nos ocupa, en la que cientos de profesionales de distintos servicios de emergencias buscan a los heridos y desaparecidos tras la riada que asoló la localidad de Sant Llorenç (de 8.000 habitantes) al desbordarse el torrente. Se calcula que son al menos 10 los muertos y 3 desaparecidos por las inundaciones en la comarca del Levante, a unos 60 kilómetros de Palma. Aunque el número de vecinos afectados por la catástrofe podría ser mucho mayor. Y todo por las fuertes lluvias que cayeron en la noche del martes, registrándose hasta 220 litros de agua por metro cuadrados en la localidad, desbordándose el torrente de Sant Llorenç e inundando en pocos minutos el centro del pueblo. En las plantas bajas, el agua alcanzó los dos metros y las calles se convirtieron en auténticos ríos.

Inmediatamente, un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) fueron desplazados a la isla, junto con ocho vehículos, una embarcación, tres helicópteros y tres perros de rastreo, sumándose a las labores de auxilio a los afectados por el desbordamiento. En torno a un centenar de personas pasaron la noche del martes en un polideportivo de Manacor habilitado junto a otros espacios públicos en donde se acogieron quienes no podían llegar a sus casas o tuvieron que abandonarlas a causa de las inundaciones y los daños sufridos. A las víctimas mortales de lo ocurrido se suman los terribles daños en viviendas, calles e inmuebles, así como las decenas de vehículos que fueron arrastrados por el agua.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó a través de Twitter su “solidaridad y apoyo a las familias y amigos de las víctimas mortales, y a todos los afectados por estas trágicas inundaciones”. “El Gobierno no les va a dar la espalda”, insistió el jefe del Ejecutivo al visitar la isla, quien explicó que el próximo Consejo de Ministros iniciaría los trámites para la declaración de zona catastrófica y la inmediata puesta en marcha de las ayudas económicas. También el líder de la oposición, Pablo Casado, se desplazó a la zona cero para mostrar su apoyo a las víctimas y afectados. Previamente, el Pleno del Congreso de los Diputados guardó un minuto de silencio en homenaje a las víctimas mortales confirmadas. Tres de ellas siguen sin ser identificadas. El exalcalde de Artà, Rafael Gili, de 71 años, de la extinta Unió Mallorquina, murió ahogado en esa localidad, de la que fue regidor en dos periodos, entre 2004 y 2005. Catástrofe en Mallorca: inundación de Sant Llorenç El este de Mallorca, arrasado por las lluvias torrenciales Vecinos de Sant Llorenç (Mallorca) graban las fuertes inundaciones

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