domingo, 22 de diciembre de 2013

No hay paz para los Borbones, ni para los músicos callejeros.

 
 
Corren malos tiempos para los Borbones y para los músicos. Sin que nada tengan que ver los primeros con los segundos. Sólo que los malos tiempos se han cebado contra ambos. Otros, como los políticos, se pasan el tiempo toreando con la diestra a músicos, a artistas y al pueblo llano, mientras que con la siniestra inciensan a los Borbones, siempre éstos que no les perjudiquen ni afecten directamente. Pero uno, que no es miembro del PP de los que recibieron sobres en B, ni ningún gran empresario de los que financian con dinero negro el partido del poder; que no tiene cuentas en Suiza, ni empresas domiciliadas en Gibraltar; que no oculta nada tras ninguna sociedad patrimonial fraudulenta; uno, que no es ni rey de España ni cazador de elefantes en Botswana; sin tener nada que ver con la hija del monarca, la que  intenta engañar a toda España haciéndonos creer que no se entera de los movimientos de su marido; uno, que es simple y llanamente un ciudadano que se pasa parte del día tocando la trompeta en privado, ya no se atreve a tocar en plena calle. Y me mosquea la orden de Botella de suprimir a parte de los músicos que se defendían tocando en la puta rúa. Y, aunque no pienso pasar el examen que la primera edila ha ordenado a cualquier músico callejero, de verdad que comienza a inquietarme tanta orden impuesta para algo tan libre como la expresión artística.

 
Pero reconozco que los malos tiempos también afectaron a los Borbones. El martes, 3 de diciembre, el diario “El Mundo” informaba sobre la acusación que Carlos Cruzado, presidente de Gestha (sindicato mayoritario de técnicos del Ministerio de Hacienda), hacía a la Agencia Tributaria por haber “desobedecido” las instrucciones del juez José Castro, con el objetivo de salvar a la Infanta Cristina de un delito fiscal en el Impuesto de Sociedades. Gestha recordaba que el magistrado había ordenado a Hacienda que calculase el posible delito fiscal cometido en Aizoon “sin incluir los gastos irregulares”. La Agencia calculó la cuota defraudada de la empresa, incluyendo como deducibles justificantes fraudulentos por valor de 69.990 euros. El sindicato tildaba de “burdo” el último dictamen e insistía en que esas facturas “jamás” se deberían haber incluido como deducibles. Por otra parte, el grupo parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) pedía que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, explicase en el Congreso las directrices que había dado para “blindar” a la Infanta Cristina en el 'caso Noos'. Así lo puso de manifiesto José Luis Centella, portavoz de la Izquierda Unida, tras conocerse que la Agencia Tributaria había dado por buenas tres facturas falsas emitidas en 2007 por Diego Torres a Aizoon, sociedad familiar de los Urdangarín-Borbón, para librar a la hija del Rey del delito fiscal, según publicaba “El Mundo”. También UPyD (Unión, Progreso y Democracia) pidió explicaciones al Gobierno por el “curso de “fraude” que, según esta formación, había impartido Hacienda a la infanta Cristina, al haber dado finalmente por válidas unas facturas que la propia Agencia Tributaria había calificado de “ficticias” tan solo cinco meses antes.

  Infanta Cristina con su marido, Ignacio de Urdangarin.
 
El día anterior, “El Mundo” ya había informado de que la Agencia Tributaria daba por buenas tres facturas falsas emitidas en 2007 por Diego Torres a Aizoon, sociedad patrimonial de los duques de Palma, para librar a la Infanta Cristina de un delito fiscal. Las 3 facturas fueron emitidas por Torres Tejeiro Consultoría Estratégica (sociedad instrumental rebautizada como Intuit Strategy en noviembre de 2007) por el pago de un servicio de asesoría. Si la Agencia Tributaria no hubiera aceptado esas facturas en el último dictamen, firmado el 14 de noviembre, Doña Cristina podría haber sido acusada de un delito fiscal. Según “El Mundo”, la cuota defraudada por la sociedad participada al 50% por Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina, se elevaba a 120.757 euros, sobrepasando por 757, el límite fijado como delito en el pago del Impuesto de Sociedades.  En su último y definitivo informe, Hacienda concluía que Aizoon había defraudado en cuatro años 281.000 euros, pero que en ningún caso el fraude alcanzaba la barrera de 120.000 euros por ejercicio. La Infanta Cristina habría pagado a través de Aizoon, empresa de la que era copropietaria junto a Urdangarin y que estaba siendo investigada, servicios de 'coaching' por un total de 6.672 euros, mientras que su marido habría abonado por su parte 707 euros por un curso de salsa y merengue, entre otros numerosos gastos.

La infanta Pilar, hermana del rey.

Diez días antes, la infanta Pilar, hermana mayor del rey, afirmó que la familia real no recibía “tantos abucheos” como se decía, sino que “la prensa lo exagera muchísimo” y se mostró convencida de que este momento “pasará”. En una entrevista publicada en  Antena 3, doña Pilar dijo desconocer a qué se debían estos abucheos y no quiso aventurar si estaban relacionados con los presuntos delitos económicos del yerno del rey, un asunto del que evitó hablar. “No pienso hablar del tema”, zanjó cuando se le preguntaba por Iñaki Urdangarin. En cambio, Pilar subrayó que, en el exterior, España no sólo estaba bien vista como país sino que además la familia real tenía “muchísimo respeto”, algo que consideraba “una bendición ganada a pulso por ellos”. Y concluía que “tampoco hay tantos abucheos. La prensa exagera muchísimo”. Preguntada por el viaje oficial de los príncipes de Asturias a California y Florida, la infanta Pilar los calificó de “enorme éxito”. Y aprovechó para dejar claro que un viaje oficial es “la muerte. Los pobres acaban rendidos”. Dijo que tenían  multitud de actos desde por la mañana temprano y necesitaban cambiarse varias veces de ropa: “Si no, quedan mal en la foto. No te vas a poner lo mismo para ir a un colegio que para un acto de empresarios”.... Y reconoció que ella misma lo habría hecho “fatal” si hubiese sido reina, mientras que su hermano, “educado para eso, lo ha hecho divino y lo ha demostrado en los 38 años que lleva, y antes, dando ejemplo a todos”.

 
A principios de este mes de diciembre, por desgracia para la familia real, Diego Torres volvía a cargar contra el rey y la familia real. Y esta vez lo hacía con un arma de grueso calibre en forma de libro. El exsocio de Iñaki Urdangarin acababa de publicar, bajo el seudónimo de Ricardo Grenville, “Urdangarin y la Copa América, en el que aseguraba que “Don Juan Carlos hizo gestiones en favor de su yerno ante el rey saudí, Abdullah bin Abdulaziz, para que aportase 110 millones de euros a un proyecto del duque de Palma vinculado a esa prestigiosa competición de vela. El monarca árabe se comprometió a entregar esa cantidad en forma de patrocinio, según Torres, pero finalmente el evento deportivo fracasó”. La información la proporcionaba José L. Lobo en ElConfidencial.com. Fuentes muy cercanas al ex número dos del Instituto Noos y antigua mano derecha de Urdangarin confirmaban que, bajo el seudónimo de Ricardo Grenville, se ocultaba el propio Torres, “que ha recurrido a una editorial canadiense, Ivy Business Press, para publicar su libro. Su abogado, Manuel González Peeters, en conversación telefónica con este diario, ni confirmó ni desmintió ayer esos extremos”. El autor del reportaje relataba que, el 11 de octubre de 2007, Urdangarin voló a Madrid desde Estados Unidos, donde cursaba estudios gracias a una beca de la Fundación Eisenhower, para asistir al día siguiente con el resto de la familia real a los actos oficiales del Día de la Fiesta Nacional. “A las 23.54 horas del 12 de octubre, Torres recibió un correo electrónico urgente de su entonces socio: ‘Diego, a ver si mañana hablamos un minuto porque es importante. Su Majestad me ha comentado un posible patrocinador importante y al irme el domingo quiero dejarlo en tus manos bien atado. Sé que es sábado, pero sólo será un minuto’. Al día siguiente, Torres acudió al palacete de Pedralbes, la residencia barcelonesa de Urdangarin y su esposa, la infanta Cristina de Borbón, para reunirse con su socio. Y, según relata el libro, quedó encantado’ con la noticia que le transmitió el duque de Palma. ‘Don Juan Carlos había convencido al rey Abdullah de Arabia Saudí para que entrase en la competición patrocinando al equipo Ayre’. El yerno del Rey se refería al proyecto para lograr que un segundo equipo español de vela participase en la 33ª edición de la Copa del América, que se celebraría en 2009. Pero el proyecto Ayre necesitaba reunir al menos 100 millones de euros para materializarse. Y ahí entró en juego el monarca”.



  El fiscal que “defiende” a Cristina de Borbón.
Pendiente de la decisión final del juez Castro, Zarzuela muestra cierta preocupación ante la deriva del caso. Y el rey no oculta su enorme desasosiego ante la posible imputación de su propia hija, la infanta Cristina, por el "caso Nos". Don Juan Carlos, que se recupera sin problemas de su última intervención quirúrgica, días atrás comentaba en privado su profundo desasosiego ante las noticias que llegaban del juzgado de Palma. "El fiscal –titulaba Vozpópuli el pasado martes– se ríe del celo del juez Castro". En el diario digital informaba de que el fiscal, Pedro Horrach, se oponía de nuevo a la imputación de la Infanta y pedía abrir diligencias al responsable del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) "por afirmar que, por parte de los funcionarios de auxilio judicial de la Agencia Tributaria, se habían manipulado los datos facilitados al juez para salvar a la infanta". El fiscal mostraba de nuevo su oposición a la imputación de Cristina de Borbón y volvía a mostrar su disconformidad con la posibilidad de que se la imputara por presuntos delitos fiscales y de blanqueo de capitales. Alegaba que las dos últimas diligencias de investigación aportadas al caso Noos –un informe de la Agencia Tributaria y otro del Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional– "corroboran la inexistencia de indicios incriminatorios" de los que pudiera derivarse su encausamiento. Según él, las dos últimas pruebas aportadas a la causa, en alusión a los informes de Hacienda y la Policía, "eran irrelevantes desde el punto de vista penal y, por tanto innecesarias", lo que "ha provocado una dilación no conveniente" a las investigaciones. Y llegaba a decir que "consecuencia inmediata de esta actividad investigadora ha sido desdibujar tanto los hechos delictivos como las personas responsables de los mismos, por la proyección social y mediática originada, sin que el tipo, cuantía y color de los globos utilizados en las fiestas de aniversario hayan añadido elementos relevantes desde el punto de vista penal". El juez decidirá al respecto, previsiblemente, pasadas las fiestas navideñas.

La Infanta Cristina, hija del rey, ¿al borde de la imputaicón.
 
Culminado el plazo de cinco días, Anticorrupción sigue informando en contra de imputar a la infanta Cristina y acusa al juez de Palma, José Castro, de centrar su investigación en la hija del Rey y en la empresa Aizoón, de la que es titular junto a su marido, Iñaki Urdangarín. En un duro escrito, el fiscal señala que “es un principio básico del Derecho Penal que no se puede imputar ni castigar a nadie por lo que es, sino por lo que ha hecho”. El fiscal sostiene que, de los últimos informes de la Agencia Tributaria y de la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal), queda corroborado la conclusión de “inexistencia de indicios incriminatorios de los que pudieran derivarse la imputación de Doña Cristina”. El Ministerio Público apunta que el juez Castro ha desarrollado durante los últimos meses una intensa actividad investigadora centrada “exclusivamente” en la mercantil Aizoon y en los gastos personales imputados por Cristina de Borbón a la misma. Sin embargo, “resulta cuando menos llamativo que dicha investigación no se haya extendido, en los mismos términos e intensidad, a las mercantiles Shiriaimasu, virtual Strategy e Instituto Strategies Innovation, sociedades participadas por Ana María Tejeiro, mujer del socio de Urdangarín e imputado, Diego Torres, así como a los gastos personales imputados por ésta a dichas mercantiles”. Por otra parte, el fiscal pide que se abra una investigación a aquellos inspectores de Hacienda que han puesto en duda el papel de la institución, a la que han acusado de manipular facturas para evitar la inculpación de la infanta. “Acusar a los Inspectores de la AEAT (Agencia Estatal de Administración Tributaria) en funciones de auxilio judicial de manipular los datos fiscales –destaca en su escrito– es una imputación grave, gratuita y falsa porque, además de no corresponderse con la realidad, no se halla refrendada por ningún elemento de prueba que la sustente” y por eso se ve en la obligación de amparar en las funciones de auxilio judicial a los profesionales que las desarrollan. “Lo contrario conllevaría un permanente estado de indefensión y tolerar conductas que interfieren y pervierten el proceso penal, haciendo del mismo el escenario perfecto para dar publicidad a intereses ajenos a él”, recalca. “De ahí que interese la apertura de diligencias previas respecto al responsable de Gestha, Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, a efectos de determinar las posibles responsabilidades penales y sus autores en relación a la imputación de falsedades en el tratamiento de los datos fiscales de Aizoon y sus socios”.

Carlos Cruzado, responsable de Gestha, se defiende.

Carlos Cruzado, presidente de Gestha, se defiende de la petición del fiscal anticorrupción, Pedro Horrach, para que se abran diligencias contra él. “Acusar a los inspectores de la Agencia Tributaria en funciones de auxilio judicial de manipular los datos fiscales es una imputación grave, gratuita y falsa –responde en una entrevista en El Mundo–. Grave, porque implica imputarles la perpetración de un hecho delictivo. Gratuita y falsa porque, además de no corresponderse con la realidad, no se halla refrendada por ningún elemento de prueba que la sustente”. El escrito acaba de ser presentado en el mismo Juzgado Nº 3 de Palma donde se está instruyendo el caso Noos. Estas son las primeras explicaciones de Carlos Cruzado, valorando las medidas solicitadas por el fiscal Horrach. “Nos parece desproporcionado, si es cierto lo que aparece en los medios. Nosotros nos limitamos a dar nuestra opinión sobre algunos informes periciales que se han hecho públicos y, en ningún momento, ha habido voluntad injuriosa. Ni somos conscientes de haber cometido ningún delito. Hemos puesto de manifiesto, en relación con el último informe publicado por la AEAT, una contradicción con otros informes previos y una falta de justificación para la inclusión de esas facturas. De eso a decir que hemos cometido un delito hay una distancia. Sí hemos hablado de circunstancias en el procedimiento que están llevando a que mucha gente pueda opinar que hay un trato especial. Pero esto es una realidad, no lo decimos nosotros. Creemos que hay algunas cuestiones que no se han aclarado y que chocan. Pero no hemos hablado de trato de favor… Todas estas cuestiones sin aclarar no conducen a despejar las dudas sobre trato de favor, sino que hacen pensar a muchos ciudadanos que lo puede haber… En relación a la confusión de los DNI, parece que conllevó el cese de la directora pero sigue sin haberse aclarado. Sobre todo por qué no se detectó con el cruce de datos habitual de estos casos. A esto nos referimos cuando decimos que hay ciudadanos que pueden estar pensando en ese sentido… Por eso creemos que es necesario aclarar qué ocurrió con este error de la infanta, por qué no saltó, si es que no saltó ese error y se rectificó en su momento con el cruce de datos que normalmente, ante una situación similar se produce entre los datos que dispone la AEAT y los declarados”. En cuanto a que la Agencia Tributaria fuera un nido de socialistas, como dice Montoro, Cruzado cree que estas palabras no tienen mucho sentido. “En la AEAT hay gente, me imagino, de cualquier ideología. Lo importante es que el trabajo se hace de manera profesional, al margen de esas aclaraciones necesarias para limpiar la imagen”.

Miguel Tejeiro, asesor fiscal del Instituto Noos.
 
Carlos Masía, notario que participó en la constitución de Aizoon, copropiedad al 50% de los duques de Palma, recomendó que la infanta Cristina no figurase en la misma puesto que era “muy peligroso ponerla en una sociedad expuesta a muchas cosas” y sometida a “muchos avatares, quiebras y concursos”. “Pero no fui escuchado”, remarcó durante la declaración que prestó el pasado día 16 en Valencia, en la que manifestó que realizó esta advertencia al asesor fiscal del Instituto Nóos, Miguel Tejeiro, quien le respondió que “no habría problema” puesto que, con la Infanta al frente de Aizoon, habría “un trato especial” por parte de la Agencia Tributaria y no habría inspecciones. “Era  -precisó– un escudo ante Hacienda”. Tal y como incidió en su deposición ante el juez instructor del caso Nóos, el fiscal  anticorrupción Pedro Horrach y varios letrados personados en la causa, intentó dar soluciones “alternativas” a la aparición de la Infanta en la empresa, como la sugerencia de que los duques se aplicasen el régimen de gananciales puesto que, de este modo, ella “no tenía que aparecer, no tenía que firmar, no tenía que hacer nada y no tenían que venir tres escoltas cada vez”. Al ser preguntado por Horrach sobre si “le hicieron caso”, respondió que no y que, en cualquier caso, a Urdangarin no le trasladó directamente estas advertencias puesto que “no me puedo saltar el circuito” y era Tejeiro quien se encargaba de la operación y “el que marcaba las pautas”. Según recordó, al duque le veía “muy puntualmente” ya que “siempre iba con prisas. Eso sí, le hacía leer las cosas aunque fueran dos minutos. Y con la Infanta menos: él quería evitar cualquier trato, que no apareciera la Infanta para que no hiciera preguntas a veces incómodas”. Uno de los momentos más tensos de la declaración se produjo cuando el fiscal le preguntó acerca de las funciones que tenía el Instituto Nóos, a lo que el testigo manifestó: “Prefiero no responder a esta pregunta”. Ante la evasiva, el juez intervino para instarle a responder mientras Horrach volvía a inquirirle: “¿Qué vendía el Instituto Noos, señor Masía?”. “Vendían humo”, acabó contestando tajante el fedatario.

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Todos, pendientes del juez Castro
 
La evolución de la instrucción en el caso que afecta a su yerno, Iñaki Urdangarín, y por extensión a la infanta Cristina, produce una enorme desazón en el espíritu del monarca. Así lo comentan algunas personas que han visitado recientemente La Zarzuela y a las que ha transmitido su pesadumbre y su intranquilidad ante la posibilidad de que la Infanta sea finalmente llamada a declarar en condición de imputada. “Este asunto –comentan en Vozpópuli– le preocupa enormemente, no le deja tranquilo, no sabe lo que va a pasar con su hija y así lo transmite”. Hace dos años, el monarca introdujo en su discurso de Nochebuena la muy mentada frase de que “la Justicia es igual para todos”, en referencia directa al asunto Urdangarín. De ser así, se comprende que el monarca temiera lo peor. Y demostraría la total equidad de una justicia. Una vez recibidas las respuestas por parte de acusación y defensas, el juez Castro decidirá si llama a la Infanta para que responda ante el tribunal en condición de imputada. Si el juez sigue adelante con la imputación, tras seis largos meses de recabar documentación tanto financiera como fiscal o bancaria, es posible que el fiscal Horrach actúe en consecuencia y recurra esta diligencia, como ya hizo en la ocasión precedente. El recurso pasaría a la Audiencia de Palma, que decidiría si procede o no el interrogatorio. En la anterior oportunidad la Audiencia balear lo rechazó. En cualquier caso fuentes jurídicas de Palma mencionan que el posible interrogatorio, caso de que procediera a la citación de la Infanta, no se concretaría hasta después de fin de año ya que las vacaciones del juez Torres están fijadas entre los días 18 al 30 de diciembre. La preocupación en Zarzuela es creciente conforme avanzan las fechas. Es razonable pensar que la decisión final del juez pueda afectar al contenido del mensaje de Navidad de Juan Carlos, el único que elabora la Casa del Rey y no el Gobierno. El pasado año el Rey evitó cualquier comentario sobre la cuestión. Este año, todas las posibilidades están abiertas.

La vida de la infanta, según sus facturas.
 
“Un sushi master preparó centenares de piezas de pescado de todas las variedades. Un decorador dio un toque japonés a la mansión... Todo era del gusto de la anfitriona aquella velada del 13 de junio de 2007 en el palacete de Pedralbes (Barcelona). Sí, el capricho salió algo caro: exactamente 1.412,40 euros, según la dolorosa que enviaría días después la empresa de catering Kateshima. Pero la ocasión merecía un esfuerzo económico: se trataba del 42 cumpleaños de la infanta Cristina. La duquesa de Palma nunca ha ocultado que la cocina asiática es una de sus pasiones. Prefiere el refinamiento del sashimi, pero tampoco hace ascos a los restaurantes chinos de batalla y sus platos aderezados con glutamato. Así, meses después de su 42 cumpleaños, almorzó con su marido y sus cuatro hijos en Gran Siglo, un sencillo local oriental de un centro comercial de Terrassa (Barcelona). A los seis comensales, el buffet libre, regado con dos cervezas y una botella grande de agua, les costó 39,85 euros: apenas 6,64 por cabeza. Además de la presencia de la infanta, un detalle une estos dos ágapes de tan distinto nivel: que ambos fueron sufragados por Aizoon SL, la sociedad compartida por los duques de Palma. Esta empresa fantasma se nutría al 90% de fondos públicos procedentes del cuestionado Instituto Noos. Y, según ha averiguado la Agencia Tributaria, también sirvió para financiar gastos personales de la infanta como ropa infantil, artículos de papelería o caras clases individuales de coaching”. Así comienza el artículo “La vida de una infanta según sus facturas”, de Gonzalo Suárez, publicado el pasado domingo en “El Mundo”. A través de 85 movimientos realizados desde las cuentas de Aizoon, además de 358 cargos de sus tarjetas de crédito y un millar largo de facturas, recibos y justificantes de pago, se trazaba un retrato inédito de los gustos culinarios, los viajes exóticos y los caprichos decorativos de la infanta hasta entrado el año 2010, justo antes de la caída en desgracia de su marido, Iñaki Urdangarin. “Algunos de estos recibos alcanzaron cifras de vértigo, como el caso de los 15.210,82 euros que costaron los billetes de avión para un viaje familiar a Brasil (27-3-09). Otras veces, sin embargo, los tickets ni siquiera llegaron a un euro. Imputar estos gastos a Aizoon tenía otra ventaja. Cuantas más facturas absorbiera esta empresa instrumental, que no prestaba servicio alguno, menores eran sus beneficios y, por tanto, se reducía su carga fiscal. ¿Se comportó la hija del rey como un autónomo que trampea su IRPF con sus gastos personales? Eso trata de averiguar el juez Castro”.

 
En un escrito de 30 páginas aportado por la defensa de la infanta Cristina al juez Castro, Miguel Roca y Jesús María Silva argumentan que “no existen motivos para proceder a dicha hipotética citación”. Consideran que una hipotética imputación de la hija del Rey tendría lugar “sólo por ser Doña Cristina quien es y no por la existencia de indicios objetivos” de delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Los abogados de la Infanta han presentado el escrito después de que el juez acordase en una providencia del 9 de diciembre interpelar a la Fiscalía y a las partes personadas para que se pronuncien sobre la posible citación como imputada de la esposa de Iñaki Urdangarin. Sobre el primer supuesto delito, sostienen que en ningún momento de la instrucción se encontraron indicios de fraude fiscal, ni como tributaria directa, ni en cuanto a su responsabilidad respecto a la mercantil Aizoon, cuya propiedad compartía con su marido al 50 por ciento. Creen que “no está ni mucho menos aclarado” que haya indicios de fraude en el Impuesto de Sociedades por parte de Aizoon, y se remiten a un informe de la Agencia Tributaria del 14 de noviembre que concluye que las cantidades dejadas de ingresar por la mercantil en los ejercicios de 2007, 2008 y 2009, en concepto de este impuesto, en ningún caso superarían los 120.000 euros por ejercicio, requisito imprescindible para un delito fiscal. Dicen que la infanta, desde la constitución de la compañía en 2003, estuvo completamente al margen de la administración de la misma, no tuvo ninguna intervención activa y “confió absolutamente en la gestión de su esposo”. Sobre un posible blanqueo de capitales anterior a marzo de 2006, cuando la Infanta se desvinculó del Instituto Noos, los abogados resaltan el absoluto desconocimiento de la Infanta “acerca de las actividades supuestamente ilícitas que se desarrollaban en Noos” y, por tanto, de que el dinero que el instituto transfirió a Aizoon pudieran tener un origen delictivo.
 
  Joaquín Sabina, durante la presentación de su libro.
No, definitivamente, no hay paz para los Borbones. Pero tampoco quedan calles para tanto músico dispuesto a cumplir con las absurdas normas municipales de Ana Botella. Aparte de que dichas pruebas hayan demostrado lo arbitrario de un Ayuntamiento que pretende presentarse como convertirse en salvaguarda contra los “peligrosos” músicos callejeros. Joaquín Sabina ya advertía el pasado jueves de estas pruebas de idoneidad realizadas por  el Ayuntamiento de Madrid a los músicos de la ciudad. “Si la Botella de la época hubiera hecho estas pruebas la hubiéramos mandado a la mierda”, exclamaba el cantante. Sabina segura que se hubieran negado a realizarla y que no entiende que los músicos hayan acudido a realizarlas “como un rebaño”. Ante la pregunta de si pasaría las pruebas ideadas por Botella, Sabina se mostraba así de tajante: “Yo no hubiera pasado el casting, ni el de OT, ni por supuesto el de La Voz”. Y resaltaba entre carcajadas: “Pero ni Leonard Cohen, ni Bob Dylan lo pasarían. De hecho, todos los que me gustan no la pasarían”. Lo dijo en la presentación de un libro editado por Planeta que recopila alrededor de 15 cuadernos íntimos del músico en el que aparecen dibujos, notas, garabatos, anotaciones de una cena entre amigos, arranques de canciones abortadas antes de nacer y otros materiales íntimos más allá del cerco de lo personal. “Lo bueno de dibujar o garabatear –dijo Sabina– es que es como el onanismo, mejor que el sexo entre dos a estas edades, porque así no hace ninguno el ridículo”. El cantautor presentaba “Muy personal”, un libro editado por Planeta. Luis García Montero dice de él que “no sabe tener las manos quietas”. Sabina lo recuerda con una sonrisa y lo certifica. Durante sus largas giras, entre concierto y concierto, se impone no hablar, un autocastigo, con el objetivo de cuidar su voz para sus espectáculos. En esas horas muertas de hotel y parones soporíferos aprovechó para realizar el grueso del libro. “Se trata de algo así como fragmentos de un diario. No soy muy sistemático a la hora de escribir, por eso no hago prosa”, explica el autor. Sabina explica que este libro nace de un “fracaso”, el suyo por no poder llevar a cabo su propia autobiografía. “Me faltó disciplina”, comenta resignado, compensando a su ‘profesora' con este “cajón de sastre”.

 Un vídeo publicitario, reaccionario y xenófobo.
 
“Los anuncios que elabora Campofrío para las fiestas navideñas –escribe atinadamente Qaesar desde El Venano y bajo el título ‘La progresía cultural se vende para un anuncio tan reaccionario y xenófobo como el de Campofrío’– esconden un mensaje profundamente reaccionario bajo una grasienta capa de sentimentalismo barato y nacionalismo casposo. Esta vez el despropósito (ver vídeos del final) ha sido mayor si cabe que el del pasado año. Ahora defiende sin ningún sentido crítico la manera de ser de la ciudadanía mientras desprecia la forma de vivir en los países extranjeros, con un lenguaje cercano a la xenofobia. El anuncio se felicita de que aquí hablamos a gritos como si estuviéramos sordos, los bares están abiertos hasta las tantas, nos vamos dando abrazos con cualquiera que nos encontramos por la calle y tenemos un sentido del humor como nadie en el mundo... Ninguna referencia a la honestidad, a la solidaridad, al respeto... Campofrío entiende que ser un buen ciudadano consiste en llenar una noche la calle de guirnaldas para montar una fiesta y ponerse morado con la grasa de sus chorizos para olvidarse durante unas horas de los criminales que nos estafan. Estos mensajes son propios de un sistema en el que las empresas están dispuestas a cualquier indecencia que favorezca sus cuentas de resultados. Lo que es más triste y preocupante es que colaboren en ello personajes que han manifestado en ocasiones un cierto compromiso social. Los motivos de esta actitud podrían ser varios: Una difícil situación económica de los protagonistas o una interesada separación entre su vida personal y su trabajo profesional o un desconocimiento de la influencia que estos mensajes tienen en muchos ciudadanos o una falta de análisis del contenido del anuncio o una buena carga de hipocresía o una empanada mental con todo ello revuelto. Este caso es peor incluso que el del anuncio de la lotería con toda la caspa de Montserrat Caballé y Raphael ante el micro. Esta vez, algunos 'progres' de los escenarios han demostrado que eso de la 'izquierda' no va con ellos”.


Tres portadas de “El Jueves” nos dibujan la actualidad del momento: La infanta firmando facturas falsas de forma inconsciente, Seguratas al poder y Eurovegas renuncia a su proyecto en España. Otras fotocomposiciones muestran cómo el franquismo ha vuelto y cuál es la mentira más grande dicha por Rajoy.
 



Erich vuelve, como cada semana, con su humor directo y casi sin palabras:





 
Humoruistas de esta semana: Ferrán, Forges, Peridis, El Roto, Ramón, J. R. Mora, A. López, Pat y Raúl Salazar.










 
Pep Roig, nos recuerda con su humor característico desde Mallorca: la Nadavidad, Esto es un atraco, Pobres empecinados en la pobreza, Aborto sólo para Vip’s y Carnudos y apaleados.




 
Terminamos ya con cuatro vídeos. En el primero, José Castro, el juez instructor del caso Noos, da a las partes cinco días para que se pronuncien sobre la pertinencia de citar o no como imputada a la infanta Cristina por un presunto delito fiscal o de blanqueo de capitales.
 
 
En el segundo, la “progresía cultural” se vende para un anuncio reaccionario y xenófobo como éste.
 
 
En USA, una banda de Santa Claus vigilan por las calles a los viandantes cual espías con la intención de que la NSA no vuelva a casa por Navidad… La American Civil Liberties Union (ACLU) ha realizado una simpática y provocativa campaña contra los mecanismos de vigilancia llevados a cabo indiscriminadamente por el Gobierno de Estados Unidos contra los ciudadanos.
 
 
 
Nos despedimos ya con este villancico que invita a la reflexión:
 

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