jueves, 12 de diciembre de 2013

Trifulcas entre Hacienda y la oposición.

 

  El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno del miércoles.

Si algo explica los acontecimientos que se vienen sucediendo en Hacienda en los últimos meses, en particular los informes fiscales sobre la infanta Cristina y la cadena de ceses y dimisiones recientes en la Agencia, es el perfil del director de la Agencia Tributaria, un hombre con estrechos vínculos con el PP y con Zarzuela. Santiago Menéndez es visto como “un comisario político”, “autoritario”, con “poca o nula capacidad técnica”, según fuentes citadas por El Mundo. Menéndez tiene vínculos con la alta dirección del PP a través de su hermano, Adolfo, abogado del Estado, quien fue subsecretario de Defensa con Eduardo Serra (próximo al Rey) entre 1996 y 2000, y que, en el segundo mandato de Aznar, ocupó un alto puesto en Fomento. El director de Hacienda ha colocado, por otra parte, como su segunda a Margarita García-Valdecasas, hermana de quien fuera ministra de Administraciones Públicas con Aznar, Julia García-Valdecasas.

 El Mundo desvela que Juan Manuel Herrero de Egaña, jefe del servicio jurídico de la Agencia, emitió un informe en enero pasado en el que rechazaba las tres facturas falsas de Aizoon que Hacienda había dado por válidas, bajo el mando de Santiago Menéndez, para evitar delitos fiscales a la hija menor del Rey. Se trata de las facturas emitidas por la empresa Intuit Strategy Innovation Lab SL del exsocio del duque de Palma, Diego Torres. Las conexiones de Menéndez con Zarzuela son estrechas. Su hermano Adolfo es secretario general de la Fundación Príncipe de Asturias. Su tío Aurelio fue preceptor de Don Felipe, ministro en la Transición y uno de los socios fundadores del bufete mercantilista por antonomasia: Uría y Menéndez.

Desde que Montoro es ministro de Hacienda Hacienda, 320 altos cargos de la Agencia Tributaria han sido relevados, ‘dimitidos’ o invitados a marcharse –según escribe Ignacio Escolar en el artículo ‘Purga en Hacienda’–. Montoro lleva casi dos años en el puesto, así que hablamos de un purgado cada 60 horas, más o menos. Es una caza de brujas, como ha dejado claro el propio ministro con esa sinceridad de los que se sienten impunes: los destituye. Aquella promesa electoral de ‘despolitizar la Administración’ era esto. Los supuestos socialistas a los que Montoro manda a hacer pasillos son técnicos que tienen la mala costumbre de hacer su trabajo con profesionalidad e independencia, sin obedecer a consignas políticas. Como la inspectora que fue destituida por intentar sancionar con 450 millones de euros a Cemex, una multinacional del cemento que declaró pérdidas ficticias incluso en los años de la burbuja inmobiliaria. O su jefe, que dimitió porque su purga le parecía impresentable. O los cinco altos cargos que estos días han sido relevados. O la cúpula de la oficina antifraude, los que hacían los informes sobre la 'Gürtel'; una unidad desmantelada nada más llegar el PP a la Moncloa. En el colmo de la persecución política, varios de los últimos purgados son altos cargos que el propio ministro había nombrado hace menos de dos años. El socialismo, como la conspiración judeomasónica de antaño, se infiltra aun en las mejores familias”.                                            

Santiago Menéndez comentaba el pasado martes en “Onda Cero” que ni pidió el carné político ni le interesó la ideología de ningún funcionario, ya que considera que pensar igual que otra persona no es garantía de mayor entendimiento a la hora de trabajar juntos. Asegura que los cambios de equipo en el organismo son procesos “normales y habituales”, que además “no generan ningún drama humano”, pues nadie “se va a la calle”, como en una empresa privada, sino que vuelven a su plaza de concurso, sin, además, notarlo mucho en los sueldos. Para Menéndez, el hecho de que ex altos cargos de la época socialista ocupen máximas responsabilidades en la Agencia es algo “absolutamente normal y no genera ningún problema”. Pero el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró anteriormente que la Agencia Tributaria estaba “plagada de socialistas”. ¿Es esta la razón por la que, en lo que va de legislatura, se hayan destituido a 104 personas que ocupaban puestos de libre designación en la Agencia? Claro que, en igual periodo de la primera legislatura socialista, fueron 119 personas, el 12% más. Sobre la dimisión de Luis Jones, hasta hace poco director de Inspección Financiera y Tributaria, Menéndez reconoció que existían discrepancias, aunque no sobre labores o expedientes concretos, sino sobre determinados nombramientos o el momento de hacerlos, una competencia que es exclusivamente suya, aunque asegura “escuchar” a los departamentos afectados.
 

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, relacionaba ayer las informaciones “falsas” que se publicaron sobre la Agencia Tributaria. El ministro ponía como ejemplo la información que se había  publicado sobre el supuesto perdón de parte de una deuda tributaria a la cementera Cemex, a la que no nombraba. A finales de noviembre cesó a la inspectora encargada del recurso de la multinacional, lo que fue seguido de una serie de dimisiones, entre ellas la del director de Inspección Financiera y Tributaria, Luis Jones. “Lo que hace daño –declaró Montoro–  es que una determinada información periodística falsee y diga que a una multinacional se le haya rebajado la sanción. Yo digo que no es verdad”. El ministro subrayó que, en su condición de personaje público ve “continuamente” reportajes que tratan de relacionarle “con un pasado que no es presente”. “Esos reportajes los veo en determinados medios que, por cierto, tienen bastantes problemas económicos, y lo sé porque vienen a mi despacho a contármelos (...) pero eso no quiere decir que tengan aplazamientos”.

En cuanto a los ceses en la Agencia Tributaria, Montoro afirmó desde la tribuna que “nunca” dijo que respondiesen a razones ideológicas, sino que “en la unidad de grandes contribuyentes hay al menos seis altos cargos políticos del gobierno socialista ocupando puestos relevantes, entre ellos el secretario de Estado de Hacienda del Gobierno anterior”. En sus declaraciones posteriores, Montoro insistió en que nunca ha achacado los movimientos en la Agencia al hecho de que haya o no socialistas, aunque admitió que cada vez está “más torpe” y se expresa “más torpemente”, razón por la que pidió “disculpas”. Durante el debate, el ministro aseguró que mientras siga ocupando su actual cargo no se producirá ni una sola filtración más sobre expedientes que esté tramitando la Agencia Tributaria. Pidió a todos “responsabilidad” cuando se trata de estos asuntos, y garantizó que “mientras siga al frente del departamento, no se va a filtrar ni un procedimiento administrativo de la Agencia”. El titular de Hacienda  realizó estas declaraciones en respuesta al portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, quien preguntó al ministro si estaba en disposición de garantizar la independencia de la Agencia, a la luz de los ceses y dimisiones que se habían producido en las últimas semanas. En su respuesta, Montoro afirmó que, en los seis años que ocupó el cargo de ministro de Hacienda (primero en el Gobierno de José María Aznar y, ahora, con Mariano Rajoy), “jamás se ha producido una injerencia política en la Agencia Tributaria”.

El diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) por Asturias, Gaspar Llamazares, señaló su temor de que el Gobierno tenga intención de aprobar una “ley mordaza” para los medios de comunicación y los inspectores de la Agencia Tributaria que discrepen del Gobierno. “Deduzco de la intervención de Montoro –dijo el asturiano– que se prepara otra ley mordaza por el Gobierno, en este caso para los medios de comunicación y también para los trabajadores de la Agencia Tributaria”. José Luis Centella,  portavoz de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) teme que la situación que se está produciendo en la Agencia Tributaria (AEAT) en las últimas semanas no se debe sólo a “sectarismo” por parte del Gobierno contra funcionarios ajenos al PP, sino que responde a “un plan del Gobierno para incidir” en su trabajo. El diputado andaluz reiteró su petición de que se abra una comisión de investigación en el Parlamento para saber qué está ocurriendo en el organismo que, a su juicio, es “muy preocupante”. El diputado socialista, Pedro Saura, pidió a Montoro su dimisión o cese porque “nunca la Hacienda Pública ha caído tan bajo y usted tan alto”. Soraya Rodríguez, portavoz del PSOE en el Congreso, dijo que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es “un artista del espectáculo político y la distracción” y que, “si él ve socialistas en la Agencia Tributaria”, ella ve “demasiados amnistiados que además son amiguetes” suyos.

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