Trifulcas entre Hacienda y la oposición.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante
su intervención en la sesión de control al Gobierno del miércoles.
Si algo explica los acontecimientos que se vienen
sucediendo en Hacienda en los últimos meses, en particular los informes
fiscales sobre la infanta Cristina y la cadena de ceses y dimisiones recientes en la Agencia, es el
perfil del director de la
Agencia Tributaria , un hombre con estrechos vínculos con el
PP y con Zarzuela. Santiago Menéndez es visto como “un comisario político”,
“autoritario”, con “poca o nula capacidad técnica”, según fuentes citadas por El
Mundo. Menéndez tiene vínculos con la alta dirección del PP a través de su
hermano, Adolfo, abogado del Estado, quien fue subsecretario de Defensa con
Eduardo Serra (próximo al Rey) entre 1996 y 2000, y que, en el segundo mandato
de Aznar, ocupó un alto puesto en Fomento. El director de Hacienda ha colocado,
por otra parte, como su segunda a Margarita García-Valdecasas, hermana de quien
fuera ministra de Administraciones Públicas con Aznar, Julia García-Valdecasas.
El Mundo desvela que Juan Manuel Herrero de Egaña, jefe del servicio jurídico dela Agencia ,
emitió un informe en enero pasado en el que rechazaba las tres facturas falsas
de Aizoon que Hacienda había dado por válidas, bajo el mando de Santiago
Menéndez, para evitar delitos fiscales a la hija menor del Rey. Se trata de las
facturas emitidas por la empresa Intuit Strategy Innovation Lab SL del exsocio
del duque de Palma, Diego Torres. Las conexiones de Menéndez con Zarzuela son
estrechas. Su hermano Adolfo es secretario general de la Fundación Príncipe
de Asturias. Su tío Aurelio fue preceptor de Don Felipe, ministro en la Transición y uno de los
socios fundadores del bufete mercantilista por antonomasia: Uría y Menéndez.
Desde que Montoro es ministro de Hacienda Hacienda, 320 altos cargos de la Agencia Tributaria han sido relevados, ‘dimitidos’ o invitados a marcharse –según escribe Ignacio Escolar en el artículo ‘Purga en Hacienda’–. Montoro lleva casi dos años en el puesto, así que hablamos de un purgado cada 60 horas, más o menos. Es una caza de brujas, como ha dejado claro el propio ministro con esa sinceridad de los que se sienten impunes: los destituye. Aquella promesa electoral de ‘despolitizarla
Administración ’ era esto. Los supuestos socialistas a los que
Montoro manda a hacer pasillos
son técnicos que tienen la mala costumbre de hacer su trabajo con
profesionalidad e independencia, sin obedecer a consignas políticas. Como la
inspectora que fue destituida por intentar sancionar con 450 millones de euros
a Cemex, una multinacional del cemento que declaró pérdidas ficticias incluso
en los años de la burbuja inmobiliaria. O su jefe, que dimitió porque su purga
le parecía impresentable. O los cinco altos cargos que estos días han sido relevados. O la cúpula de la oficina antifraude, los que hacían los
informes sobre la 'Gürtel'; una unidad desmantelada nada más llegar el PP a la Moncloa. En el colmo
de la persecución política, varios de los últimos purgados son altos cargos que
el propio ministro había nombrado hace menos de dos años. El socialismo, como
la conspiración judeomasónica de antaño, se infiltra aun en las mejores
familias”.
Santiago Menéndez comentaba el pasado martes en “Onda Cero” que ni pidió el carné político ni le interesó la ideología de ningún funcionario, ya que considera que pensar igual que otra persona no es garantía de mayor entendimiento a la hora de trabajar juntos. Asegura que los cambios de equipo en el organismo son procesos “normales y habituales”, que además “no generan ningún drama humano”, pues nadie “se va a la calle”, como en una empresa privada, sino que vuelven a su plaza de concurso, sin, además, notarlo mucho en los sueldos. Para Menéndez, el hecho de que ex altos cargos de la época socialista ocupen máximas responsabilidades enla
Agencia es algo “absolutamente normal y no genera ningún
problema”. Pero el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró anteriormente que la Agencia Tributaria
estaba “plagada de socialistas”. ¿Es esta la razón por la que, en lo que
va de legislatura, se hayan destituido
a 104 personas que ocupaban puestos de libre designación en la Agencia ? Claro que,
en igual periodo de la primera legislatura socialista, fueron 119 personas, el
12% más. Sobre la dimisión de Luis
Jones, hasta hace poco director de Inspección Financiera y Tributaria,
Menéndez reconoció que existían
discrepancias, aunque no sobre labores o expedientes concretos, sino sobre determinados nombramientos o el momento
de hacerlos, una competencia que es exclusivamente suya, aunque asegura “escuchar”
a los departamentos afectados.
El Mundo desvela que Juan Manuel Herrero de Egaña, jefe del servicio jurídico de
Desde que Montoro es ministro de Hacienda Hacienda, 320 altos cargos de la Agencia Tributaria han sido relevados, ‘dimitidos’ o invitados a marcharse –según escribe Ignacio Escolar en el artículo ‘Purga en Hacienda’–. Montoro lleva casi dos años en el puesto, así que hablamos de un purgado cada 60 horas, más o menos. Es una caza de brujas, como ha dejado claro el propio ministro con esa sinceridad de los que se sienten impunes: los destituye. Aquella promesa electoral de ‘despolitizar
Santiago Menéndez comentaba el pasado martes en “Onda Cero” que ni pidió el carné político ni le interesó la ideología de ningún funcionario, ya que considera que pensar igual que otra persona no es garantía de mayor entendimiento a la hora de trabajar juntos. Asegura que los cambios de equipo en el organismo son procesos “normales y habituales”, que además “no generan ningún drama humano”, pues nadie “se va a la calle”, como en una empresa privada, sino que vuelven a su plaza de concurso, sin, además, notarlo mucho en los sueldos. Para Menéndez, el hecho de que ex altos cargos de la época socialista ocupen máximas responsabilidades en
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
relacionaba ayer las informaciones “falsas” que se publicaron sobre la Agencia Tributaria.
El ministro ponía
como ejemplo la información que se había
publicado sobre el supuesto perdón de parte de una deuda tributaria a la
cementera Cemex, a la que no nombraba. A finales de
noviembre cesó a la inspectora encargada del recurso de la multinacional, lo
que fue seguido de una serie de dimisiones, entre ellas la del
director de Inspección Financiera y Tributaria, Luis Jones. “Lo que hace daño
–declaró Montoro– es que una determinada
información periodística falsee y diga que a una multinacional se le haya
rebajado la sanción. Yo digo que no es verdad”. El ministro subrayó que, en su
condición de personaje público ve “continuamente” reportajes que tratan de
relacionarle “con un pasado que no es presente”. “Esos reportajes los veo
en determinados medios que, por cierto, tienen bastantes problemas económicos,
y lo sé porque vienen a mi despacho a contármelos (...) pero
eso no quiere decir que tengan aplazamientos”.
En cuanto a los ceses en la Agencia Tributaria ,
Montoro afirmó desde la tribuna que “nunca” dijo que respondiesen a razones ideológicas,
sino que “en la unidad de grandes contribuyentes hay al menos seis altos cargos
políticos del gobierno socialista ocupando puestos relevantes, entre ellos el
secretario de Estado de Hacienda del Gobierno anterior”. En sus declaraciones
posteriores, Montoro insistió en que nunca ha
achacado los movimientos en la Agencia al hecho de que haya o no socialistas,
aunque admitió que cada vez está “más torpe” y se expresa “más torpemente”,
razón por la que pidió “disculpas”. Durante el debate, el ministro aseguró que
mientras siga ocupando su actual cargo no se producirá ni una sola filtración
más sobre expedientes que esté tramitando la Agencia Tributaria.
Pidió a todos “responsabilidad” cuando se trata de estos asuntos, y garantizó
que “mientras siga al frente del departamento, no se va a filtrar ni un
procedimiento administrativo de la
Agencia ”. El titular de Hacienda realizó estas declaraciones en respuesta al
portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, quien preguntó al ministro si
estaba en disposición de garantizar la independencia de la Agencia , a la luz de los
ceses y dimisiones que se habían producido en las últimas semanas. En su
respuesta, Montoro afirmó que, en los seis años que ocupó el cargo de ministro
de Hacienda (primero en el Gobierno de José María Aznar y, ahora, con Mariano
Rajoy), “jamás se ha producido
una injerencia política en la Agencia Tributaria ”.
El diputado de la Izquierda Plural
(IU-ICV-CHA) por Asturias, Gaspar Llamazares, señaló su temor de que el
Gobierno tenga intención de aprobar una “ley mordaza” para los medios de
comunicación y los inspectores de la Agencia Tributaria
que discrepen del Gobierno. “Deduzco de la intervención de Montoro –dijo el
asturiano– que se prepara otra ley mordaza por el Gobierno, en este caso para
los medios de comunicación y también para los trabajadores de la Agencia Tributaria ”.
José Luis Centella, portavoz de la Izquierda Plural
(IU-ICV-CHA) teme que la situación que se está produciendo en la Agencia Tributaria
(AEAT) en las últimas semanas no se debe sólo a “sectarismo” por parte del
Gobierno contra funcionarios ajenos al PP, sino que responde a “un plan del
Gobierno para incidir” en su trabajo. El diputado andaluz reiteró su petición
de que se abra una comisión de investigación en el Parlamento para saber qué
está ocurriendo en el organismo que, a su juicio, es “muy preocupante”. El diputado
socialista, Pedro Saura, pidió a Montoro su dimisión o cese porque “nunca
la Hacienda Pública
ha caído tan bajo y usted tan alto”. Soraya Rodríguez, portavoz
del PSOE en el Congreso, dijo que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
es “un artista del espectáculo político y la distracción” y que, “si él ve
socialistas en la
Agencia Tributaria ”, ella ve “demasiados amnistiados que
además son amiguetes” suyos.
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