El presidente Bauzá y la saga de corruptos de Baleares.
Cañellas, ex presidente, y Bauzá, presidente actual, ambos por el “buen camino”
El presidente de Baleares, José
Ramón Bauzá, jefe de filas del PP de Baleare, acudió el pasado fin de semana al
rescate de Gabriel Cañellas, padre político del ex ministro y ex presidente del
partido, Jaume Matas. Este fue condenado a nueve años de cárcel por el caso
Palma Arena. El PP y Bauzá homenajearon y concedieron el premio Laurus al
ámbito político a Cañellas, figura de la derecha balear y ex presidente del
Gobierno regional (1983-1995). Cañellas acabó siendo destituido en el partido y
tuvo que renunciar a la presidencia de Baleares, forzado por José María Aznar por
el escándalo de las comisiones del caso Sóller.
En el largo camino de la corrupción política balear, más de un centenar
de casos han llegado a los tribunales de Justicia. Cañellas, gran cacique
isleño, fue uno de los primeros en ser condenado judicialmente. Lo fue por el
caso Soller. Pero, al mismo tiempo, fue absuelto por la prescripción del plazo
de cinco años de persecución penal de cohecho, un regalo, cobrado del
concesionario del Túnel de Sóller. Hoy, Cañellas, abogado y asesor empresarial,
gestiona el patrimonio familiar y dirige un bufete de mediación y relaciones
empresariales. El presidente Bauzá, olvidándose del pasado oscuro de Cañellas, acudió
en rescate del que fuera su padre político del PP, adhiriéndose al reconocimiento
del ex presidente por “su reconocido prestigio en el ámbito político”. Cañellas
intervino ante 1.500 militantes, en su mayoría altos cargos públicos de Palma y
militantes peperos, apelando a la necesidad de mantener la unidad política
interna porque las circunstancias lo exigen. A su vez, ironizó que no todos los
expresidentes son de “la misma pasta” en una alusión que podría abarcar a Jaume
Matas y a José María Aznar.
A Cañellas le sucedió Jaume
Matas, que llegó a ser ministro de Aznar y ahora intenta que el Gobierno lo
indulte. Por su parte, Bauzá, se dedica a desahogarse recortando con saña el
catalán y, “como tiene bastante tiempo en sus escasas tareas presidenciales
–escribe de él Enrique Sopena, director de Elplural.com–, comparte, al parecer,
el cargo con sus negocios varios”. El presidente Bauzá sostuvo que “Gabriel
Cañellas merece ser celebrado por su “reconocido prestigio en el ámbito
político” y fue merecedor de un galardón interno”… Sopena arremete contra
ellos: “Todos ellos –salvo uno efímero, el discreto Cristófol Soler, quien fue
destituido desde la Moncloa
por órdenes de Aznar– han tenido graves tropezones con la Justicia ”.
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