domingo, 17 de enero de 2021

La ultraderecha estadounidense en la era de Trump.

(Fernando Herrera Calderón es el autor de un Dossier Ultraderechas “De la penumbra al primer plano: sobre la ultraderecha estadounidense en la era de Trump”–. Debido al interés y a la rabiosa actualidad de este texto, traducido por Adela Cedillo e ilustrado por Robolgo en Revistacomún.es, lo recopilamos hoy en estas páginas).

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La nueva generación de nacionalistas blancos de ultraderecha o “alt-right” (derecha alternativa) es un término popularizado y utilizado como categoría general para etiquetar a organizaciones neofascistas, nativistas, xenófobas, antisemitas, libertarias y nacionalistas blancas que salieron a la luz en la segunda década del siglo XXI. El Southern Poverty Law Center ha descrito a la alt-right como nacionalistas blancos de “traje y corbata,” ajenos a los signos distintivos de los supremacistas blancos (cabezas rapadas, capuchas blancas, etc.) que están inscritos en el imaginario social. Estos grupos se proclaman víctimas de los avances del multiculturalismo, la corrección política y el discurso de la “justicia social” que ha llevado al gobierno a operar presuntamente a favor de una población negra e hispana racialmente inferior, y que recibe todos los beneficios sociales sin contribuir en nada al país, en detrimento de los blancos. La auto-victimización es una de sus cartas principales a la hora de atraer seguidores. Otros aspectos que los cohesionan son la misoginia, la homofobia, la transfobia y la islamofobia. En términos de clase, se trata de grupos multiclasistas, aunque con un componente considerable de blancos pobres que no tuvieron acceso a la educación superior. La alt-right capitalizó la elección y retórica de Trump para reforzar su esfera de influencia. Desde entonces ha ganado terreno y continúa amenazando la estabilidad política y social de los Estados Unidos. Sin embargo, el surgimiento de esta ola de blancos de extrema derecha no empezó con el triunfo de Trump. Por muchos años, los diferentes grupos, que hoy son parte de la alt-right, trabajaron en la semi-clandestinidad, principalmente en las entrañas de internet, conglomerando a individuos de ideas afines, aunque sin conexiones orgánicas en la vida real. No necesitan ser vecinos, compañeros de trabajo o miembros de la misma congregación religiosa para responder al unísono cuando son virtual o físicamente convocados. La definición más corta de la alt-right sería la de “ultraderecha con internet.”


Gran parte de la eficacia de la derecha alternativa ha consistido precisamente en su uso de las redes sociales. Andrew Marantz, redactor de The New Yorker y autor del popular libro antisocial “Online Extremists, Techno-Utopians, and the Hijacking of the American Conversation”, sostiene que la alt-right se ha hecho muy efectiva por medio de diferentes foros en línea que ayudan a difundir sus mensajes, planes de acción, marchas, mítines, etcétera. Según una reseña del libro en el Washington Post escrita por Susan Benkelman: “Las redes sociales eran el medio perfecto. Les dieron cobertura cuando querían permanecer en el anonimato, un medio de amplificación cuando querían fomentar caos y conflicto, y un vehículo a la medida para sus bromas internas y memes con cara de rana que transportaban bilis con un guiño y un gesto de asentimiento”. Sin las facilidades que brindan los foros en línea, la extrema derecha no habría podido organizar manifestaciones masivas y mítines como el de “Unite the Right” de Charlottesville de 2017, que reunió a decenas de hordas de neofascistas y nacionalistas blancos. La alt-right emplea estrategias y métodos similares al fascismo clásico. Por ejemplo, usar una forma particular de vestimenta y lenguaje simbólico para causar intimidación y ostentar la cohesión del grupo; difundir mentiras y teorías de la conspiración de forma sistemática; hacerse pasar como defensores del orden y encarnación del auténtico patriotismo y mostrar disposición a ejercer la violencia en cualquier momento. Ellos son la continuación de un movimiento que, desde hace décadas, se ha negado a morir y ha tenido resurgimientos recurrentes. A diferencia de otras coyunturas donde la ultraderecha se ha sumergido en lo subterráneo, esta nueva ola no muestra signos de disiparse en un futuro próximo. Por el contrario, defenderán a toda costa su permanencia en la esfera pública y sus cuotas de poder político. Esto se debe a que el nacionalismo blanco, el nativismo y la xenofobia no son una anomalía histórica ni un fenómeno de coyuntura, están profundamente arraigados en la sociedad, el sistema político y las instituciones, son tan estadounidenses como el pastel. 

El Ku Klux Klan (KKK) aterrorizó, linchó y asesinó a miles de afroamericanos

La historia de la supremacía blanca es parte sustancial de la historia de los Estados Unidos. Sus expresiones más visibles fueron la esclavitud y sus legados, como las leyes de Jim Crow (1865-1968) en los estados sureños que habían formado la Confederación (esclavista) durante la guerra civil (Carolina del Sur, Carolina del Norte, Virginia, Mississippi, Tennessee, Arkansas, Alabama, Georgia, Florida, Louisiana, Texas y Arizona). Estas leyes estaban destinadas a marginar a la población afroamericana, privándola de derechos políticos, civiles y económicos. Con ello se buscaba fomentar la segregación racial, mantener a las comunidades negras en estado de pobreza y atraso y provocarles desmoralización para que aceptaran la superioridad blanca. Con la protección de las fuerzas del orden y los sistemas políticos locales que eran profundamente corruptos, los miembros del grupo reaccionario de racistas blancos Ku Klux Klan (KKK) aterrorizaron, lincharon y asesinaron a miles de afroamericanos. La violencia extrema contra los afroamericanos perduró hasta muy entrado el siglo XX. Por ejemplo, en los sesenta, los delitos por motivos raciales se convirtieron en algo muy común en el estado de Mississippi, debido al activismo a favor de los derechos civiles de los afroamericanos. En 1964, dos activistas judíos y uno negro que trabajaban en la campaña “verano de la libertad” para registrar a los votantes negros, fueron brutalmente asesinados por el KKK. El crimen conmocionó al país y el FBI abrió el expediente “Mississippi Burning”. Aunque los estados sureños fueron los que experimentaron más fuertemente el terror blanco, éste se expandió también a otras regiones a donde los negros habían huido en busca de refugio. Malcolm X, el activista afroamericano que saltó a la fama durante el movimiento por los derechos civiles en la década de 1950 y 1960, recuerda que cuando era niño en Omaha, Nebraska, los miembros de KKK aterrorizaban a su familia como consecuencia del activismo social de su padre en las comunidades negras. 

Herrera Calderón matiza que las tendencias nativistas alcanzaron su primer cenit en medio de la inmigración masiva europea a finales del siglo XIX y principios del XX. Aunque, a diferencia de las etnias indígenas, los angloestadounidenses no eran nativos, actuaron como si lo fueran para hacer valer sus reclamos territoriales frente a lo que percibían como la amenaza inmigrante. Así, impusieron leyes y políticas que convirtieron a los inmigrantes en ciudadanos de segunda clase. Los italianos, los judíos y los irlandeses se encontraban entre los migrantes más discriminados, pobres y explotados y emprendieron luchas y sacrificios no sólo por ganarse el sustento sino por el derecho a la movilidad social.  El libro de Daniel Okrent, “The Guarded Gate: Bigotry, Eugenics and the Law That Kept Two Generations of Jews, Italians, and Other European Immigrants Out of America”, ofrece una perspectiva de la angustiosa experiencia de los inmigrantes europeos y los mecanismos que el gobierno y la sociedad civil estadounidense utilizaron para contener lo que consideraban una “invasión.” En la actualidad, con la notable excepción de la comunidad judía, algunos de los descendientes de inmigrantes de diversos orígenes forman parte de la extrema derecha, replicando a los individuos que condenaron al racismo y la segregación a sus antepasados. A pesar de que los miembros de la alt-right son descendientes de inmigrantes, usualmente esquivan la pregunta de por qué son tan anti-inmigrantes a pesar de sus orígenes. Afirman tramposamente no ser anti-inmigrantes, sino estar en contra de la inmigración ilegal. Sin embargo, esta afirmación se puede refutar fácilmente al analizar la mentalidad nativista, etnocéntrica y xenófoba que conforma su plataforma política.

Trump, con una gorra que invita: “Que América vuelva a ser grande”.

La extrema derecha se ve a sí misma como protectora y baluarte de la civilización occidental. En su imaginario ahistórico, hubo una “América” que alguna vez fue sólo blanca y cristiana, a la que evocan con profunda nostalgia; de ahí su lema: make America White again (hacer América blanca de nuevo). Ven la inmigración, no importa si es legal o no, como una amenaza seria que pone en riesgo su preciosa identidad americana. Desde su perspectiva reaccionaria e intolerante, los inmigrantes representan lo peor de cualquier sociedad y no son más que criminales o bárbaros con el potencial para destruir las bases de la civilización occidental. Por ejemplo, es común leer en los foros ultraderechistas un llamado a detener la invasión de los “frijoleros” (beaner invasion) –como se refieren despectivamente a los mexicanos y centroamericanos que intentan cruzar la frontera sin documentos–, cuya sola presencia contamina el espacio vital blanco con su inferioridad racial y cultural. Ya que no tienen una conexión directa con su pasado ancestral, debido a que asimilaron la ideología oficial del melting pot– la creación de una cultura “americana” única que borra las particularidades de cada grupo étnico o nacional–, los ultraderechistas muestran odio y rechazo a aquellos que manifiestan algún tipo de orgullo étnico o cultural por sus orígenes, ya que con ello demuestran su desapego a la identidad puramente estadounidense. Es fácil identificar a un nativista, pues usualmente se distancian de su propia herencia cultural, utilizando estrictamente la etiqueta de “americano” como marca de exclusividad y ejemplo de que sus antepasados asimilaron la cultura dominante, a diferencia de las comunidades de descendientes de migrantes blancos que resisten esa presión. A los descendientes de migrantes no blancos los perciben como extranjeros.

Enrique Tarrio, líder del grupo ultraderechista Proud Boys, celebró el asalto al Capitolio y advirtió que prevé más acciones de este tipo.

La alt-right también basa su rechazo a los migrantes no blancos en la teoría de la conspiración que propone que hay un complot liberal (o judío) para provocar el reemplazo poblacional y el genocidio de los blancos (White genocide) a partir de la migración de grupos no-blancos, la integración racial-espacial, los matrimonios interraciales, la promoción de tasas de fertilidad altas para los no-blancos y bajas para los blancos, el aborto y otras formas de asimilación forzada al multiculturalismo. Si la alt-right pudiera imponer leyes segregacionistas, sin duda aceptaría el aborto para los grupos no-blancos, pero no así para los blancos. Sin embargo, los grupos de la alt-right son también diversos y no todos son homogéneamente “caucásicos.” No es sorprendente ver en los mítines de Trump asistentes afroamericanos o hispanoamericanos que, sin ser blancos, aceptan el discurso de la ultraderecha blanca. Uno de los casos más interesantes al respecto y que muestra una dicotomía en el pensamiento de la alt-right es el de Enrique Tarrio, el líder de los Proud Boys (los Chicos Orgullosos, un grupo ultraderechista de hombres heterosexuales). Tarrio es de ascendencia afrocubana y antes de cumplir la mayoría de edad, ya tenía antecedentes delictivos. Su primera incursión en la política de extrema derecha tuvo lugar en 2017, cuando asistió a un evento de Milo Yiannopoulos y fue reclutado para los Proud Boys. En 2019 se convirtió en su líder. Tarrio ha negado vehementemente que los Proud Boys sean una organización racista, usándose a sí mismo como prueba de la “tolerancia” del grupo a otras razas. ¿Cómo podría un grupo de extrema derecha permitir a alguien que no es blanco, no sólo estar en sus filas sino ser su líder? Los Proud Boys simulan no tener tendencias racistas; se presentan como nacionalistas que únicamente abogan por el amor a la patria y los valores tradicionales y apoyan las iniciativas de “America First” (Estados Unidos primero). Enrique Tarrio, el líder del grupo de ultraderecha Proud Boys, fue detenido el 4 de enero por la noche en Washington, dos días antes de la manifestación prevista para 6 en la capital de los Estados Unidos para apoyar al presidente Donald Trump. Los Proud Boys son uno de los grupos que anunciaron su participación en la protesta, que coincidió con la sesión del Congreso que tiene que tenía que validar los resultados de las elecciones y proclamar formalmente a Joe Biden como presidente electo.

Miembros del grupo ultraderechista estadounidense Proud Boys, el grupo neofascista cortejado por Trump.

Los Proud Boys son una creación del canadiense cofundador de Vice Magazine, Gavin McInnes. De acuerdo con la Liga Anti-Difamación (The Anti-Defamation League), McInnes describe a los Proud Boys como una fraternidad (como las fraternities estudiantiles) que celebra todo lo relacionado con la cultura occidental. Después de ser expulsado de la revista, McInnes se dedicó a un tiempo completo a actividades neofascistas. El nombre de los Proud Boys proviene de una canción, Proud of Your Boy, que fue descartada de la película de Disney “Aladdin.” McInnes escuchó la canción durante un recital escolar de su hija, creyendo que la letra sugería que Aladdin se estaba disculpando con su madre por ser un niño, lo que consideró ridículo, de ahí quiso reivindicar el orgullo de ser niño. Los Proud Boys conectan esta situación con la supuesta cultura liberal de los Estados Unidos que obliga a los estadounidenses blancos a sentir culpa por lo que sus antepasados o la civilización occidental, en general, ha causado al mundo. Debido a que los Proud Boys no se centran en la pureza racial blanca, McInnes abandonó el grupo etiquetándolo como “alt-lite” (“derecha alternativa ligera”) en oposición a la “alt-right.” Desde su inicio, los Proud Boys han destacado en el seno de la alt-right y han creado una red altamente sofisticada de aliados. Frecuentemente, aparecen en manifestaciones progresistas y de izquierda como provocadores y, a menudo, incitan a la violencia, a pesar de que se hacen las víctimas y acusan al movimiento antifascista (antifa) de ser los verdaderos perpetradores de la violencia. También están en guerra contra los medios de comunicación, que los abordan con desconfianza y limitan sus esfuerzos de difundir su mensaje de odio. Sin embargo, Donald Trump les dio una gran cobertura al mencionarlos en su debate presidencial con Joe Biden el 30 de septiembre pasado. El presidente se negó a condenar a los grupos de supremacistas blancos, culpó a antifa y la izquierda por la violencia social y pidió a los Proud Boys que “retrocedieran y se mantuvieran listos” (stand back and stand by).

Breitbart News Network se ha convertido en la mayor publicación de contenido político en las redes sociales. Y en la principal plataforma difusora de ideas racistas sobre musulmanes e inmigrantes a través de la Red.

Para la alt-right, las universidades y el sistema educativo en general han usado por mucho tiempo esos espacios para presentar una historia distorsionada que se centra en la devastación causada por los estadounidenses blancos y el gobierno de los Estados Unidos, haciéndolos sentir avergonzados de ser blancos. Su propaganda sostiene que las universidades han sido invadidas por liberales, socialistas y marxistas que adoctrinan a los estudiantes y los enseñan a odiar a su país y a cuestionar los valores tradicionales. Creen que los departamentos de estudios étnicos (chicanos, latinx, afroamericanos, asiáticos) son bastiones radicales donde los estudiantes aprenden la teoría crítica que les crea resentimiento contra la raza dominante. Así, consideran a estos departamentos como un ejemplo de institucionalización del racismo contra los blancos. Algunos ultraderechistas argumentan que, si a los grupos minoritarios se les permite tener estudios étnicos, los estudiantes deberían tener la oportunidad de tomar clases sobre “estudios blancos.” Algunas universidades han creado cursos que hablan sobre la identidad blanca, aunque éstos más bien sirven el propósito de desmantelar las nociones de genocidio blanco y del racismo contra los blancos, al demostrar que el grupo que está en la cúspide de la jerarquía racial es el que define la racialización de los otros y, por consiguiente, el único capaz de ejercer el racismo.  La alt-right basa su argumentación falaz en la negación de su poder racial y de clase. No se comporta como el grupo racial mayoritario de los Estados Unidos, que históricamente ha monopolizado el poder político y económico y ejercido el terror contra los no blancos, sino como si fueran un grupo amenazado y en peligro de extinción. Como parte de su autovictimización, se quejan del doble estándar de la sociedad liberal y progresista que respeta la creación de organizaciones minoritarias, pero que etiqueta a los grupos blancos como entidades supremacistas blancas.

Jake Angeli, un hombre disfrazado de bisonte, con un gorro con cuernos y sin camiseta, puño en alto, en medio del caos del asalto al Capitolio

Jake Angeli, el hombre que irrumpió en el Capitolio de Estados Unidos disfrazado con una piel de bisonte y cuernos se hace llamar Yellowstone Wolf, pero su verdadero nombre es Jacob Anthony Chansley. Fue detenido en Arizona, acusado de acceder a un edificio público sin autorización, así como de entrada violenta y conducta desordenada en los terrenos del Capitolio, según informó el Departamento de Justicia de EE.UU. El arrestado se niega a comer en el centro de detención donde está arrestado ya que solo ingiere comida orgánica. Yellowstone Wolf fue, durante unos minutos, el hombre fuerte del Senado, simbólicamente hablando. O al menos el más fotografiado. Su aspecto de Jeremiah Johnson de brazos y pecho tatuado, sin camiseta, coronado por un gorro de pieles, cuernos prominentes y los tres colores de la bandera estadounidense pintados en la cara dio la vuelta al mundo. Su curioso atuendo le convirtió, de forma accidental, en el rostro más visible de la turba carnavalesca que asaltó el Capitolio el miércoles. Se trata del hombre que irrumpió en el edificio con el pecho descubierto y tocado con pieles de bisonte y un casco con cuernos de vikingo. Además de contra Jacob Anthony Chansley se han presentado cargos federales contra Derrick Evans y Adam Johnson, que ganó repercusión por hacerse fotografías llevándose el atril de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Evans es además uno de los nuevos diputados estatales de Virginia Occidental y publicó en vivo a través de Facebook todas sus acciones dentro del Capitolio. Los tres están acusados de un delito de entrar o permanecer deliberadamente en un edificio restringido sin la autoridad legal necesaria y de un delito de entrada violenta y alteración del orden público en el Capitolio. Johnson está acusado además de robo de propiedad del Gobierno. Al menos trece individuos más han sido imputados por delitos federales y decenas fueron detenidos durante el asalto, incluido Richard Barnett, identificado como el individuo que se fotografió en el despacho de Pelosi.

Twitter eliminó 70.000 cuentas ligadas a QAnon.

Twitter ha anunciado que ha eliminado cerca de 70.000 cuentas por difundir teorías de la conspiración asociadas a QAnon. La compañía empezó en verano, eliminando las cuentas de QAnon pero, después de los disturbios que terminaron con el ataque al Capitolio de los Estados Unidos, ha llevado a cabo una operación mucho más elaborada. “Seguidos los eventos violentos de Washington y, con el riesgo incrementado que esto supone, hemos empezado a suspender permanentemente miles de cuentas que fueron utilizadas principalmente para compartir contenido de QAnon. Hemos descubierto que muchas de ellas eran dirigidas por una sola persona y tenían como objetivo el compartir contenido peligroso vinculado con QAnon y la propagación de teorías de la conspiración”. Twitter explica que continuará con esta línea dura contra todo aquel que incite a la violencia. Qanon España funciona principalmente a través de varios grupos o canales de Telegram, uno de los cuales se denomina “Soldados Digitales” y, a diferencia del resto, para ingresar se requiere la aprobación previa de sus administradores. “Qanon señala en Público el psicólogo Miguel Perlado, supervisor clínico de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP)– es un virus mental con una alta tasa de propagación en un momento como este. Tal como estamos viendo en Estados Unidos, los defensores de Qanon suponen un riesgo para la estabilidad y la democracia, sobre todo porque tienen un potencial bastante elevado para radicalizar y puede dar lugar a actuaciones explosivas”. Este experto en sectas ha notado en su consulta un incremento de casos “de la órbita que pulula en torno a discursos antisistemas, conspiracionistas, mezclados con los antivacunas y la extrema derecha”. Y advierte que Qanon “es un virus mental con una alta tasa de propagación en un momento como éste”. 

   Peligro  ante la investidura de Biden.

El FBI alerta del peligro de protestas armadas y un “levantamiento” en EE.UU. Todavía con la resaca del violento asalto al Capitolio, las autoridades de Estados Unidos se preparan para unas nuevas protestas armadas de cara a la investidura del presidente electo, Joe Biden, el próximo 20 de enero. Según ha informado el FBI, grupos radicales preparan asaltos a los parlamentos de los 50 estados del país entre el día 16 y el día 20. Además, alerta de que “un grupo armado identificado tiene la intención de viajar a Washington el 16 de enero” y, si el Congreso intenta destituir al todavía presidente, Donald Trump, mediante la enmienda 25, “habrá un gran levantamiento”. El todavía presidente emitió el pasado lunes una declaración de emergencia para la ciudad de Washington, vigente hasta el día 24 de enero, por el riesgo a la seguridad que suponen estos grupos. En la capital estadounidense se desplegarán más de 15.000 efectivos de la Guardia Nacional para evitar que se repitan escenas como las de la toma del Capitolio, que dejó cinco muertos y decenas de detenidos. El miércoles 20 de enero tendrá lugar la ceremonia de investidura del nuevo presidente, un evento que tradicionalmente concentra a miles de personas en la explanada del National Mall, frente al Capitolio, donde el nuevo mandatario debe jurar su cargo frente a la flor y nata del poder estadounidense. Pero en esta ocasión, más que nunca antes en la historia de los Estados Unidos, la tensión obliga a elevar la precaución hasta el punto de que la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha recomendado no asistir al acto y no salir a la calle durante la ceremonia. La plataforma de alquiler vacacional Airbnb ha asegurado que revisará sus reservas para los próximos días en la capital para evitar que lleguen grupos radicales. Entre otras muchas acciones, las autoridades han prohibido a los turistas visitar el célebre obelisco blanco, cerca de donde tendrá lugar la investidura.ante la investidura de Biden.

Un hombre sostiene un cartel de Qanon en un mitin de Donald Trump.

Cuando solo le quedan cuatro días de mandato, Trump se enfrenta a un segundo proceso de “impeachment”, puesto en marcha por los demócratas. Y, de salir adelante, impediría a Trump volverse a presentar como candidato presidencial en 2024. Algunos congresistas republicanos han reconocido en privado un posible apoyo a este proceso, que ya cuenta con mayoría suficiente por parte de los demócratas, según informan medios estadounidenses. Además, el diputado republicano Tom Reed ha afirmado que él y otros legisladores de su partido preparan una resolución para censurar a Trump por los hechos del 6 de enero. Además del juicio político y su cada vez mayor soledad en su propio partido, Trump se enfrenta al aislamiento en redes sociales. Después de que las principales plataformas censuraran sus mensajes por su papel previo al asalto al Capitolio, Twitter ha anunciado que suspende unas 70.000 cuentas de seguidores de la teoría de la conspiración QAnon, muchos de los cuales son también simpatizantes de Trump. “Dados los violentos hechos ocurridos en Washingtoncomunicó la red social a través de un comunicado–, y el creciente riesgo de mayores daños, hemos empezado a suspender permanentemente miles de cuentas dedicadas principalmente a difundir contenido de QAnon”. Esta teoría defiende que los principales líderes políticos están controlados por un gobierno mundial en la sombra, conocido como “Estado profundo", y forman parte de una oscura y demoniaca red internacional de pedofilia. Según los seguidores de QAnon, muchos de los cuales acudieron a Washington el pasado día 6, Trump es el mesías que lucha en secreto contra estos políticos. Tras ser eliminados de Twitter, miles de simpatizantes de Trump se abrieron cuentas en la plataforma Parler, que fue bloqueada por Google y Apple por no moderar discursos de odio. Amazon, además de dejar de alojarla en sus servidores, por lo que ha quedado fuera de servicio, ha dejado igualmente de vender productos relacionados con QAnon, después de que partidarios de esta teoría aparecieran en el asalto al Capitolio. Y las autoridades siguen investigando la actuación policial durante las horas que duró el asalto al Congreso. Dos agentes de la Policía del Capitolio fueron suspendidos, según anunció el congresista Tim Ryan. Uno de ellos se sacó una foto junto a uno de los asaltantes, mientras que el otro llevaba una gorra de Trump y dirigió a los simpatizantes del presidente que entraron por la fuerza en la cámara legislativa. Ryan también ha comunicado que se están investigando a entre 10 y 15 miembros de este cuerpo policial. Poco después del asalto, el jefe de la Policía del Capitolio dimitió tras recibir duras acusaciones por su actuación por parte de la presidenta de la Cámara de Representantes. Posteriormente, fue nombrada su sucesora, que por primera vez será una mujer negra.

Trump, a punto de decir adiós a la presidencia, podría estar obligado a dejarla para siempre.  

Alexandre Muns Rubiol, en Lamarea.com, reconoce que la Constitución de EE.UU. otorga poderes totales al presidente en la concesión de indultos por delitos cometidos contra los EE.UU., con la excepción de acciones y delitos vinculados a un procedimiento de juicio al presidente en el Congreso (el llamado impeachment), que es la única manera de destituir a un presidente en ejercicio. El consenso de los especialistas es que la Constitución de EE.UU. explícitamente no prohíbe el autoindulto. Pero los analistas consideran que, si los padres fundadores de la Constitución incluyeron una excepción para actos relacionados con un juicio político en el Congreso (el impeachment), también la hubieran añadido sobre la posibilidad de un autoindulto. No hay jurisprudencia sobre el tema porque ningún presidente lo ha intentado. Pero un autoindulto atenta contra los principios jurídicos de que una persona no puede ser juez y parte de su actuación y que ningún ciudadano está por encima de la ley.

Asaltantes del Capitolio de EEUU.

Los fiscales de Estados Unidos, que han abierto 275 casos para encontrar a individuos relacionados con el incidente, ya sea por conductas violentas fuera o dentro del Capitolio, afirmaron este viernes que la intención de los partidarios del presidente, Donald Trump, que asaltaron el Capitolio durante la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones era “capturar y asesinar” a los legisladores. Así lo relatan en un expediente judicial, recogido por la cadena de televisión CNN, con el que buscaban mantener bajo custodia a Jacob Anthony Chansley, uno de los participantes en el asalto que se dedicó a agrupar a las personas dentro del Capitolio utilizando un megáfono. Según la información de la Policía del Capitolio, incluida en el expendiente, la apariencia de el chamán de QAnon, era “notable” porque vestía un tocado, llevaba pintura facial y cargaba con una lanza que medía dos metros de largo. Disfrazado, Chansley se ha convertido en una de las figuras más icónicas del asalto.

Imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:




Máster en quitanieves. 

Escribe Antonio Casero: “Este Casado no sabe qué cosa más tiene que hacer para salir en los medios y atacar al gobierno sin alternativas ni nada. Ahora se ha sacado el nuevo Master para aumentar su currículum que está puesto en dudas por la corrupción que crearon en la Universidad.  Con dicho título se dedicará hacer prácticas unos minutos para que las fotos corran entre sus manadas”.

Máster en populismo, postureo sin fin.

Al final, Mortadelo Casado, que igual se disfraza de cienífico como de pastor de ovejas, encontrará su vocación y su lugar en el mundo, desde luego como político no tiene futuro. Máster en populismo, postureo sin fin. (Carmen Sáez Larrosa, en Facebook)

Este domingo, Casado salió en todos los medios pala en mano, retirando la nieve de los accesos de varios centros de salud madrileños.


Los simpatizantes del partido de Santiago Abascal se han mostrado molestos con las imágenes en las que se ve a Pablo Casado, pala en mano, recogiendo los estragos de Filomena, y tachando su imagen de “postureo”. Por otro lado, el PP se defiende mostrando una fotografía de Abascal en sus redes sociales realizando la misma tarea.





El nuevo logo del PSOE.

Efectivos de la Guardia Nacional, durmiendo agolpados con sus armas en el interior del Capitolio, blindado.

Dos soldados se entretienen mirando sus móviles.

Una cueva de hielo que parece una ola, en Islandia.

Cuando el agua se hiela, en tus manos.

El humor, en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Manel F., Vergara, J. R. Mora…










Sherlock Holmes y el misterio de las tarjetas opacas.





Ministro candidato.

Un poco de autocrítica.

El sostén.




¡Llama a nuestras fuerzas armadas! ¡La democracia estadounidense está en peligro! 

-                                                                   -   No molestes a nuestras fuerzas armadas. Están ocupadas instaurando la democracia en Irak, Afganistán, Syria…

Pep Roig, desde Mallorca: El despiporre, Sabidurías, ¿Salud o economía?, Es la guerra, Ajo y agua.…





Los vídeos de esta semana:

¿Qué consecuencias puede tener el nuevo impeachment a Trump? | BBC Mundo

Capturan a líderes de insurrección.

Hombre vestido de bisonte que irrumpió en Capitolio pide ser perdonado por Trump

Washington nunca se vio así

El CAPITOLIO, custodiado por MILES de SOLDADOS de la Guardia Nacional norteamericana | RTVE Noticias

EEUU: alcance y consecuencias de su segundo JUICIO POLÍTICO a TRUMP | RTVE Noticias

Por qué cuesta tanto la energía? Polónia.

Polònia - 14/01/2021


 

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