Nancy Pelosi pide impedir acceso de Trump a armas nucleares.
La demócrata Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes.
Nancy
Pelosi, la demócrata presidenta de la Cámara de Representantes, pidió el pasado
viernes al mando militar estadounidense que adopten las medidas necesarias para
impedir que el presidente Donald Trump tenga acceso al uso de las armas
nucleares. Pelosi teme el peligro que encarna el presidente republicano en sus
últimos días de mandato. La demócrata telefoneó al general Mark Milley, principal
mando del Ejército de Estados Unidos, para pedirle garantías de que Trump no
tenga acceso al código del botón nuclear. Así lo informaba la congresista
demócrata por California en una carta mandada el mismo viernes a sus colegas en
la que mostraba su preocupación ante las pruebas de que el presidente republicano
está “desquiciado” y muestra signos preocupantes sobre su salud mental.
En
una declaración anterior, Pelosi anunció el jueves que su equipo de liderazgo
en la Cámara Baja alistaba un posible enjuiciamiento rápido si el
vicepresidente Pence y el gabinete se negaban a tomar medidas sin precedentes
para destituir a Trump de su cargo en menos de dos semanas. La intervención
para destituir a un presidente en funciones necesita un apoyo bipartidista
significativo para tener éxito en el Senado, algo que los demócratas aún no
tienen, advierten expertos, quienes alertan también sobre lo poco probable del
aval de Pence a ese proyecto, a escasos días de la salida de Trump del poder.
La
representante Katherine Clark, de Massachusetts, la demócrata número cuatro en
la Cámara Baja, dijo que si el vicepresidente Mike Pence no invoca la Enmienda
25 para relevar por la fuerza a Trump de sus deberes, los del partido azul
están preparados para actuar a mediados de la próxima semana para acusarlo por
segunda vez.
La
situación de Trump recuerda a la que se vivió en los últimos días de
presidencia de Richard Nixon los días previos a su renuncia por el Watergate.
Entonces, el presidente norteamericano se mostraba en cólera con una fuerte
tendencia al alcohol. El secretario de Defensa de la época, James Schlesinger,
fue el encargado de controlar las intentonas de Nixon.
La
reacción que pueda tener el actual presidente, cargado de ira, hacen temer que
pueda tomar más acciones como conseguir un indulto por alentar a la sedición. Tras
las elecciones, Trump despidió al secretario de Defensa, Mark Esper, y puso en
su lugar a Christopher Miller, que no tiene ningún tipo de experiencia en la
materia. Llegó al cargo gracias a ser una persona fiel a Trump, rodeado de
extremistas y de difusores de conspiraciones, que hacen temer que no se pueda
parar a Trump.
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