En plena escalada con Rusia sobre Ucrania, España moviliza dos buques y ofrece cazas a la OTAN.
Margarita Robles, avanzó que
España enviará en “3 ó 4 días la fragata Blas de Lezo al Mar Negro, hacia donde
partió hace dos días el cazaminas Meteoro, un envío que llega en plena tensión
con Rusia por la situación que se vive en Ucrania. Robles se refiere así a la situación
internacional y a la crisis derivada de la intención de Ucrania de entrar en la
OTAN. La ministra de Defensa recordó que España lleva años participando en
todos los despliegues que organiza la OTAN, y, en este caso concreto, se
adelantó la salida de los buques, dentro de lo que ha acordado con la
organización. Dijo que la posición de España, como la de la organización
atlántica en su conjunto, es que para solucionarla exista una respuesta
diplomática que favorezca la desescalada de tensión en la zona. No obstante,
advirtió que la “OTAN es muy clara” en su posicionamiento, señalando que “Rusia
no le puede decir a ningún país lo que puede hacer, y que la OTAN va a defender
a cualquier país que quiera entrar”.
Por otra parte, “Podemos”,
parte del gobierno de coalición, cargó contra el envío de material y
dispositivos militares por la tensión entre Ucrania y Rusia. La formación
política emitió un comunicado en el que contradice al PSOE y asegura que
reciben “con honda preocupación el incremento de la tensión bélica en Ucrania”.
“Rechazamos el aumento de los movimientos de tropas y el envío de buques y
cazas a la zona”, indicaron desde el partido liderado por Ione Belarra. En esa
nota de prensa también aseguran que su formación ha defendido “una aproximación
cooperativa y no competitiva en la vecindad oriental entre la UE y Rusia para
compartir horizontes de desarrollo económico justo, relaciones comerciales y
promoción de los derechos humanos”.
Antonio Maestre comenta
en su blog: “No a la guerra, sí, pero, si Rusia y la OTAN entran en conflicto,
habrá militares españoles en el conflicto por mucho que nos pongamos carteles.
No se pueden mandar tropas a una guerra y defender el internacionalismo y la
paz entre los pueblos, que estas cosas ya quedaron claras en 1916 con la
disolución de la II Internacional. O a Rosa Luxemburgo, o a Rolex. Ese es el
principio de realidad que el socio minoritario del gobierno no puede eludir.
Así que por la vía de los hechos su participación en el gobierno es un sí a la
guerra. La política en estos tiempos funciona a base de proclamas simples y
banales, pero hay que exigir un poco más de profundidad cuando suenan los
tambores”.
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