“Casado positivo, pero sólo de covid”.
David Bollero, en su
artículo de Público alude al hecho de que Pablo Casado (PP) haya comenzado 2022
positivo... por Covid, “porque no se engañen, será lo único positivo que
desprenda el número uno del PP, instalado en hacer leña del árbol caído, en
hacer oposición como pájaro de mal agüero, cambiando de criterio si es
necesario y desacreditando en Europa al Gobierno y a España, prefiriendo que
ésta se vea privada de Fondos Europeos si con ello él puede sacar tajada
política. En 2022, esta nefasta conducta se endurecerá”.
Asociar “Casado” y “positivo”
es, según Bollero, un puro juego malabar. “El líder del PP nos tiene demasiado
acostumbrados a mostrar signos de alegría por los reveses que la economía o,
incluso, por los fenómenos naturales asestan al país. Atesorar lo negativo y
cocinarlo para beneficio propio y de su partido es su receta preferida,
sirviendo un plato cuya única finalidad es culpar al Gobierno, demonizar a sus
socios o negar cualquier virtud de acuerdos de consenso que el PP jamás fue
capaz de alcanzar (como los llegados con CEOE y sindicatos). ‘Casado, positivo’
es, pues, una excepción que no ha de extenderse más allá del ámbito sanitario.
Este año comenzamos carrera electoral, con la cita con las urnas en Castilla y
León y la de Andalucía —aún pendiente de que Juan Manuel Moreno decida fecha
del adelanto electoral—. En ambos casos, todo indica que el PP engullirá a
Ciudadanos y que dependerá de Vox, como de hecho sucede en Madrid pese a la
contundente victoria de Isabel Díaz Ayuso en mayo de 2021”.
Bollero sobre el insiste
en discurso de Casado: “Si hasta la fecha ha parecido duro, desleal,
destructivo e irrespetuoso, aún lo será más en este ejercicio, en el que
buscará atraer adeptos a Vox por esta vía. El Gobierno es consciente de ello y
no espera apoyo alguno, ni siquiera, en medidas tan consensuadas y trabajadas
como ha sido la reforma laboral que, si bien es mejorable, al menos cuenta con
el beneplácito de los actores implicados, algo que la reforma de Rajoy ni
siquiera buscó”. Y advierte en que la semana de aislamiento de Casado llega en
un momento en el que “apenas percibiremos su paso para atrás, pues esta primera
semana del año carece de la actividad política que le seguirá en las
posteriores. A pesar de ello, su fiel escudero, Teodoro García-Egea, a falta de
datos, seguramente nos regalará alguno de sus improperios y las redes sociales
le harán el trabajo sucio de amplificar la ponzoña política. Los buenos
propósitos de Año Nuevo ni están ni se les espera”.
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