jueves, 20 de enero de 2022

La Conferencia Episcopal se resiste a investigar los abusos sexuales

 

El cardenal presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, junto al arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) se ha negado a crear una comisión independiente para investigar los casos de pederastia. Lejos de lo que han hecho otros países, los obispos españoles consideran que “no hace falta multiplicar entes” y que “todas las diócesis” van respondiendo a los casos.

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, presidente de la CEE ha declarado en una rueda de prensa en Roma que “ante el tema de los abusos, todos sentimos el gran dolor de ese hecho en medio de la sociedad y el deseo en todo momento de nuestra cercanía, de todos los obispos, que hemos establecido unas comisiones en cada diócesis, para recoger las denuncias, acompañar a esas personas que se sienten heridas y evitar que en el futuro esas cosas puedan volver a suceder”. Omella defiende que ha enviado a todas las diócesis y a los religiosos el informe que el diario El País entregara al papa Francisco en el que se recogen 251 casos de abusos sexuales en distintas diócesis. “Todas las diócesis van respondiendo poquito a poco. Han contestado a El País pidiéndole que mande datos porque en algunos no hay. Si ha habido una acusación de un sacerdote o un religioso, digan de quién se trata y nosotros investigamos”.

Con su decisión, los obispos españoles se distancian de lo que han hecho sus colegas en otros países como en Portugal, donde la iglesia sí ha encargado la investigación de los abusos a una comisión independiente. “Portugal hace lo que cree conveniente, como Francia, Alemania o Italia... nosotros estamos en contacto con la Santa Sede con sus protocolos y les ha parecido bien. Si hay alguna dificultad pues ya lo iremos viendo sobre la marcha”, declaró Omella sin dar más detalles sobre cómo se pondrán en marcha las investigaciones. El presidente de la CEE reconoció que, en ocasiones, la iglesia “puede que no haya comunicado bien o no haya transmitido la confianza necesaria para que las víctimas, que requieren su tiempo, se hayan acercado”. Si bien, incidió en que “lo importante no está en el pasado” sino en cómo se “afronte en el futuro”.

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