Hoy se celebra La Tomatina de Buñol.

 

La batalla del tomate.

En Buñol, municipio de la Comunidad Valenciana situado en el interior de la provincia de Valencia, se celebra hoy La Tomatina desde 2002, consistente en arrojar contra todo vecino hasta 10 kilos de tomates por persona. El Ayuntamiento cuida con mimo toda la organización de esta esta Fiesta de Interés Internacional empezando por el aforo. Pero en La Tomatina no se entra de cualquier manera: hay que comprar entrada. Para ello se pusieron a la venta 15.000 entradas a través de agencias de viaje, touroperadores y en la propia web del evento. Desde hace varios años, estos frutos, que sirven para ser arrojados, se cultivan especialmente para el evento en Xilxes (Chilches), provincia de Castelló, y su sabor, que no es apto para el consumo humano, se cultiva exclusivamente como bala de munición para ser lanzados.

El ritual de la mañana de La Tomatina —que este año tiene lugar hoy, 31 de agosto— comienza en torno a las 11.00 con el “palo jabón”, una cucuña que consiste en subir a un poste engrasado para alcanzar un jabón colgado en su extremo. Una hora más tarde, a las 12.00, una carcasa anuncia el inicio de la batalla del tomate, que tienen lugar en la calle de San Luis y la calle del Cid, además de la propia plaza del Pueblo. No obstante, los organizadores recomiendan llegar con al menos una hora de antelación debido a las estrictas medidas de seguridad. 

Antes de entrar en el recinto se cambia la entrada por una pulsera en una caseta de cambio, una vez comprobado el DNI: sin pulsera no se puede acceder al recinto. Ya en él, unos camiones recorren muy lentamente el recinto repartiendo los 150.000 kilos de tomates de la fiesta entre 15.000 asistentes. Diez kilos por cada participante.  La organización recomienda prudencia dentro de la propia euforia del momento. Es importante aplastar los tomates antes de lanzarlos y hacerlo a una cierta distancia: no se trata de hacer daño, sino de manchar y pasarlo bien. Una nueva carcasa pondrá fin a La Tomatina, aproximadamente una hora más tarde de su inicio… aunque una vez que empiezas, cuesta dejar de lanzar tomates.