23 de marzo.El misterio a descubrir
En la última entrevista, inacabada, con Juan Luis Cebrián, le preguntaba por su opinión sobre el sensacionalismo en la prensa. “El sensacionalismo como tal –me contestó–, desde el punto de vista moral, me parece negativo. Desde el profesional, me parece lícito para los periódicos que lo practican. Por supuesto que no es un reflejo de la realidad desde el momento que trata de deformar, caricaturizar o explotar un aspecto de la realidad en perjuicio de otro. Pero yo creo que hay periódicos más sensacionalistas que otros. Lo esencial es la honestidad en el tratamiento de la información. Honestidad que es difícil de medir en un solo acto. A lo largo de un determinado tiempo se puede saber cuál es la actitud ética de un periódico con respecto a otro”. Fue todo lo que pude conseguir de este periodista considerado como adalid de prensa seria y comprometida. Un periodista que, según Francisco Umbral, desde la columna de El Mundo, es “la más hermosa conjunción de periodista bancario o de ángel revolucionario del 82 que se ha cogido las alas en la puerta giratoria de un Banco”.
Juan Luis Cebrián, uno de los hombres de Polanco, ha sido duramente criticado por profesionales como Martín Prieto en un artículo de Tiempo titulado ”Polanco tiene un muerto en el jardín” al que ni se molestó en responder. “Dirigió –dice de él– un periódico que no sabía cerrar, despreció a todo el mundo, dejó sembrado el camino de cadáveres y se dedicó a borrar todas las huellas de quienes cabalgaron junto a él… Luego, se decidió a torear el solo, con la Radio El País, cientos de millones por aquí, con el semanario El Globo, miles de millones para allá… No sé si es churrigueresco, pero, desde luego, este cantamañanas lo que resulta es muy caro. Saber por qué Polanco sufraga sus desvaríos de tonto “pitiminí” con ínfulas británicas es el gran misterio a desvelar”…
Por cierto, años más tarde, Juan Luis Cebrián publicaría sus novelas en una editorial de Polanco y ambos serían nombrados miembros de la Real Académicos de la Lengua.
Juan Luis Cebrián, uno de los hombres de Polanco, ha sido duramente criticado por profesionales como Martín Prieto en un artículo de Tiempo titulado ”Polanco tiene un muerto en el jardín” al que ni se molestó en responder. “Dirigió –dice de él– un periódico que no sabía cerrar, despreció a todo el mundo, dejó sembrado el camino de cadáveres y se dedicó a borrar todas las huellas de quienes cabalgaron junto a él… Luego, se decidió a torear el solo, con la Radio El País, cientos de millones por aquí, con el semanario El Globo, miles de millones para allá… No sé si es churrigueresco, pero, desde luego, este cantamañanas lo que resulta es muy caro. Saber por qué Polanco sufraga sus desvaríos de tonto “pitiminí” con ínfulas británicas es el gran misterio a desvelar”…
Por cierto, años más tarde, Juan Luis Cebrián publicaría sus novelas en una editorial de Polanco y ambos serían nombrados miembros de la Real Académicos de la Lengua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario