5 de marzo. De malo a ...
Marc Rich, un perseguido en su día por el FBI.
Marc Rich, el mayor traficante mundial de petróleo, prófugo de la justicia norteamericana durante 18 años, había figurado, desde 1983 hasta el 2001, en la lista de los diez hombres más buscados por el FBI, acusado de haber protagonizado la mayor evasión fiscal de la historia de EE UU y de burlar el embargo petrolero a Irán. El FBI había ofrecido por su captura una recompensa de 750.000 dólares.
Emigrado a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, Marc Rich se convirtió, a principio de los años 70, en el rey de la reventa de petróleo y alcanzó su primer billón de dólares durante la segunda gran crisis del petróleo, en 1979. En 1983, poco antes de ser condenado a 325 años de cárcel por la justicia americana por evasión de impuestos y tráfico ilegal de petróleo, se fugó de Estados Unidos y se refugió en España y en Suiza hasta la llegada del indulto presidencial en 2000.
Según publicaba Kale Gorria, revista de investigación y de denuncia social, Marc Rich, era un “delincuente de guantes inmaculados que escondían unas manos contaminadas hasta la náusea. Estaba acusado por la Fiscalía de Nueva York de más de medio centenar de delitos financieros, habiendo sido considerado culpable de evadir cerca de 50 millones de dólares en impuestos, lo que, además de situarle el primero en la lista mundial de defraudadores fiscales, le habría supuesto, de haber sido detenido, una condena superior a los tres siglos de reclusión”.
Pero, he aquí que, en el 2001, poco antes de que Bill Clinton, cesara como presidente de los EEUU, indulta a Marc Rich. El perdón, como establece la prerrogativa que permite a los mandatarios norteamericanos conceder el indulto en su postrera decisión presidencial, fue una medida muy criticada, bautizada por los medios de comunicación norteamericanos como el "Pardongate". La prensa de EE UU informó entonces de que Marc Rich había contribuido con fondos millonarios a las arcas del Partido Demócrata. Las grandes donaciones al partido democrático de su anterior mujer y madre de sus tres hijos, provocó que se afirmara que la amnistía había sido comprada. Sin embargo, el presidente Clinton dijo que la amnistía de Marc Rich se debió a la situación de los hechos y a que acusaciones similares habían sido procesadas por la vía civil (véase, entre otros, Sunday New York Times, 20 de febrero de 2001).
¿Y qué tiene que ver este personaje con nosotros? Pues, simplemente, que su vida de perseguido de la justicia americana fue apoyado por algunos de los famosos españoles de la época. Porque además de refugiarse en España, Rich consiguió la nacionalidad española que le brindaron Leopoldo Calvo Sotelo y su ministro de Justicia Pío Cabanillas. A mediados de la década de los 80, se hizo amigo de Javier Corcuera y de Enrique Múgica, por entonces titulares respectivamente de las carteras ministeriales de Interior y de Justicia, siendo presidente del Gobierno Felipe González. El FBI se quejó de que las autoridades españolas obstaculizaran las pretensiones de los federales de los EE.UU. de detenerlo y extraditarlo. Además, fue socio del fundador de la CEOE, el millonario judío Max Mazín.
Según Jesús Prieto y Cádiz Rebelde, sus negocios en el Estado español, pasaron por algunas "chapuzas" un tanto sorprendentes. Por ejemplo, estuvo implicado junto a Mario Conde en el affaire Banesto y fue socio de un condenado en la misma operación de estafa bancaria, el contrabandista Jaques Hachuel –propietario de la empresa H. Seguridad, utilizada frecuentemente por el Mossad –, con el que se vio involucrado también en el fraude del IVA que tuvo lugar en 1.990. Además, manejó el 2% del Banco Hispano Americano y ayudó a Bankinter a asaltar el mercado de la alimentación a finales de la década de los 80. Estuvo asociado a Caja Madrid, trató en vano de hacerse con Catalana de Gas y adquirió –esta vez con éxito– la cadena de hoteles Tryp, vendiéndola posteriormente al grupo Sol Meliá por 60.000 millones de pesetas.
Se calcula que el volumen anual de negocios del controvertido multimillonario hispano-norteamericano era de 13.000 millones de dólares. Era, además, el propietario de Crown Resources, la empresa rusa con sede en Suiza que fletó la carga del petrolero Prestige que provocó en las costas gallegas la mayor marea negra de la historia.
Hacia 1993, Mar Rich desapareció de España para instalarse en Zug (Suiza). “Este hábil pirata financiero que parece gozar de absoluta impunidad –sigue informándonos Jesús Prieto y Cádiz Rebelde–, maneja y domina las vidas y haciendas de importantes políticos y empresarios, gracias al complicado entramado que ha urdido a lo largo de los años y, fundamentalmente, a su proverbial carencia de escrúpulos. Estuvo involucrado en el cobro de lucrativas comisiones ilegales, en el blanqueo de cantidades astronómicas de dinero, en varios episodios de extorsión en distintos lugares del orbe, en el tráfico de armamento con destino a países africanos con conflictos y abrió fundaciones en Bosnia, Eslovenia, Croacia y Serbia. Con ellas se dedicó a comprar a periodistas y consiguió neutralizar a aquellos que osaron oponerse a sus planes”.
1 comentario:
En March D. Rich té com amic personal i valedor del seu "perdó" als EEUU al rei Juan Carlos.Igual és que té alguna reserva de vida salvatge on el convida a caçar.
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