martes, 6 de enero de 2009

Bombas y carbón para los niños de Gaza.

El Ejército israelí ha entrado en Gaza.

Protestas en Madrid frente a la cancillería española.

Una víctima inocente.

La angustia de un padre palestino con su hijo ensangretado en brazos.

El Ejército israelí, uno de los más poderosos del mundo, invadió la franja de Gaza. Con la excusa de eliminar las bases de cohetes de Hamas, los israelíes se apoderaron con sangre y fuego de este territorio palestino, lanzando previamente constantes bombardeos aéreos y de artillería e introduciendo en él unos 10.000 soldados. Y mientras que, en España se celebra la entrada de los Reyes Magos cargados de juguetes para los niños, en Gaza no dejaron más que bombas y carbón. La ciudad sufre estos días uno de los ataques más cruentos. Varios niños han sido alcanzados por las bombas. Y una madre y sus cuatro hijos fueron aplastadas por los bombardeos aéreos indiscriminados. El Gobierno y el Ejército israelí se justifican con lo de “los gajes del oficio” y siguen cercando con tanques y tropas. Las calles de Gaza están desiertas. La metralla amenaza todo lo que se mueve. Hay nubes de humo y decenas de edificios, destruidos por columnas de soldados de Israel armados hasta los dientes.

La operación “Plomo Fundido”, preparada con tropas israelíes de Infantería, Ingenieros, Artillería y tanques apoyados por la aviación, la marina y agencias de Inteligencia, sigue su curso. Se trata de una ofensiva cuyo único objetivo es acabar con Hamás, movimiento islamista. Operación que ya ha contabilizado más de 500 muertos palestinos y supera los 2.350 heridos. En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU terminó en la madrugada del domingo la reunión que mantenía para estudiar la situación sin que sus quince miembros fueran capaces de acordar una declaración conjunta al respecto. La franja de Gaza, un territorio de 40 kilómetros de largo por 15 de ancho, sigue en manos de las fuerzas israelíes. Ehud Olmert, primer ministro israelí, justifica la invasión como “una operación inevitable”. Y repite que nada tiene contra los palestinos de Gaza, que su lucha es sólo contra Hamás. Pero los palestinos se preguntan: “Si no quieren destrozarnos ¿por qué bombardean el parlamento o el Ministerio de Justicia? Y Saeb Erekat, jefe negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), enfatiza que “Israel ha enterrado el proceso de paz bajo sus tanques”.

Pero, mientras la diplomacia internacional fracasa, surgen las protestas por doquier. Y la lentitud y tibieza de las principales potencias y organismos multilaterales contrastan con la reacción de cientos de miles de manifestantes en diversas capitales europeas. En París se llevó a cabo la más numerosa de las celebradas en Europa. En Madrid cientos de manifestantes se concentraron ante las embajadas de EEUU e Israel en una marcha no autorizada, reivindicando una nueva Intifada y el cese de la “masacre”. En Londres, Alemania, Milán, Atenas y en otras muchas ciudades europeas se registran protestas contra de la ofensiva israelí.

Ayer mismo, varios niños que aún seguían vivos en Gaza, fueron abatidos por las bombas israelíes, más certeras, inteligentes y devastadoras que los burdos cohetes palestinos. El Ejército israelí ha cortado virtualmente la franja en tres, tras tomar posiciones, lo que impide a su millón y medio de habitantes moverse libremente dentro del territorio. Y sigue destruyendo los objetivos de la “infraestructura terrorista” sin inmutarse por la muerte de niños inocentes. El pueblo de Israel pasó de ser niño abusado (que padeció abusos) a padre golpeador. Y su Ejército no trae regalos, sino bombas y carbón a los niños de Gaza.

6 comentarios:

Antonio Tello dijo...

Querido Santiago, estoy de acuerdo en lo que dices. Sin embargo, hay que convenir también -y sin que esto signifique restar responsabilidad a los israelíes-que los palestinos no son víctimas inocentes. En todo caso lo son los civiles de ambos pueblos. Quiero decir que no se puede pretender que tu vecino te reconozca si tú no lo reconoces a él; que no le puedes pedir que te agreda cuando tú no paras de agredirle e incluso atentas contra tu propio gobierno y dividiendo tu comunidad. Por esta razón creo que deberíamos denunciar la inmoralidad y el fanatismo de ambos bandos y las manifestaciones hacerlas en favor de la paz.

Antonio Tello dijo...

corrijo: «no le puedes pedir que no te agreda...»

Anónimo dijo...

Una cosa está clara, amigo Antonio, y es la desproporción y gravedad de las agresiones palestinas e israelíes. Pienso que, una vez denunciadas la inmoralidad y fanatismo de ambos lados, se hace difícil comparar los efectos de los burdos lanzamientos de cohetes palestinos con los de las bombas devastadoras israelíes, la desigualdad de bajas de unos y otros y, sobre todo, el elevado número de niños palestinos entre las víctimas.

Anónimo dijo...

Es como si entrara la división acorazada Brunete en Hegoalde (Pais vasco-español) para combatir a ETA. Israel ha decidido que no puede determinarse previamente quien es terrorista y quien no, y arrasa con todo. La desproporción es gravisima, y absurda.
chiflos.

Anónimo dijo...

Es asombroso lo bien que sienta en un escrito el escribir " niño y embarazada muertos por bombas del ejército judío". Por suerte no lo incluyes en tu declaración de principios, se te ve intrépido, desde el sillón en el que ves tus noticias del mediodía, que por otra parte, responden al amarillismo actual. No existe cadena de noticias que no abra su mediodía con cuatro, ocho, o si hubiera, decenas de niños, embarazadas o pobres en la cola del mercado, masacrados por algún ataque con bombas muy malas. Si alguna vez vas al centro de la noticia, en lugar de quedarte en tu refugio pequeño burgués, verás que en Africa no hay agua, en Bangla Desh no hay vacunas, en Bolivia no hay salida al mar, y esto, en navidades blancas españolas apostólicas, es muy malito. Me sorprende la hipocresía de poner pie de fotos de un señor con un niño muerto en brazos, me sorprende la nula capacidad de análisis, me sorprende el nuevo antisemitismo, apoyado inocentemente por viejos periodistas en , afortunadamente, vías de extinción. Israel, Palestina, Afganistán, Pakistán, Sudán, despierta, Miró, despierta, esto vende ahora, pero ¿y Yugoslavia que no vende? ¿ venderá? Prepárate.Por supuesto, soy incorrecto y me desvío del tema, debería aprobar o reprobar, no es correcto decir, señores, basta de ser idiotas en este mundo que nos hace mirar hacia un lado para no ver lo que realmente pasa en el otro sector. Cortinas de humo, frases hechas, pensamientos vacíos, generaciones perdidas, oportunidades perdidas.

Anónimo dijo...

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