Carlos Solchaga y los imprescindibles.

Me han llamado poderosamente la atención unas declaraciones de Carlos Solchaga, ex ministro de Economía del PSOE, en las que se lamenta, entre otras cosas, de que “los de mi generación somos altamente prescindibles”. Fue en una ponencia en la Asociación de Periodistas de Información Económica celebrada el miércoles pasado en la sede de la Asociación de la Prensa, llena hasta los topes. No comentaré su crítica que hace al Gobierno y otras cuestiones ampliamente glosadas en todos los medios. Menciono, no obstante, lo único que creo realmente que está de más. “Los de mi generación –dice Solchaga en tono de lamento– somos altamente prescindibles”. Según él, el actual Ejecutivo no tiene en cuenta la experiencia de los antiguos barones económicos del PSOE y adolece de una política clara. Solchaga se queja amargamente de lo poco que usa ZP el conocimiento de los hombres de su generación en el ámbito económico para una crisis propia de los años 30. Y, francamente, me extraña que el clarividente ex ministro no sepa, a estas alturas, que el cementerio está lleno de gentes imprescindibles.