El G-20, los “bonus”, los “activos tóxicos” y los paraísos fiscales.
El tema del día sigue siendo la fotografía publicada en la portada de contados periódicos en la que aparecen Michelle y Barack Obama, acompañados por el Presidente del Gobierno, Zapatero, su mujer Sonsoles y sus dos hijas, menores de edad. Personalmente, paso de esta fotografía y de su morbo. Confieso que ni me llama la atención ni me he sentido tentado por ver en Internet la discutida foto y otras. Unas fotografías pixeladas, aparecidas estos días en una mayoría de diarios. Ya sé que la noticia prendió como la pólvora y fue la más leída y comentada en la mayoría de los diarios españoles. Pero, repito, ni entro en este juego, ni me pica la curiosidad periodística, ni siquiera la personal. En cambio, sí me interesa el viaje del presidente español a los Estados Unidos y los entresijos del G-20, hasta el punto de dedicarle hoy este blog. Sobre todo, su estancia en Pittsburgh, ciudad fantasma de Pensilvania, al noreste de los EEUU, protegida por un fuerte dispositivo que garantizó la seguridad durante la celebración de la cumbre del G-20.
Los jefes de Estado y de Gobierno que asistieron a esta tercera cumbre, entre ellos el presidente español, discutieron temas de suma importancia, como la regulación y equilibrio global y el pacto de sueldos de la banca. Y otorgaron nuevos poderes, suplantando al club de los ricos que componían los países más avanzados. El G-20 establece normas para controlar las bonificaciones de los banqueros. En un comunicado final se sugiere incentivar los planes de retribución a largo plazo, evitando en todo caso los “bonus” garantizados y las remuneraciones basadas en una gestión agresiva y a corto plazo de las entidades. La cumbre también confirma uno de sus grandes logros: la lucha contra los paraísos fiscales, contra los que tomará medidas a partir de marzo de 2010, si no aplican la legislación internacional. Pero deja sin precisar buena parte de los temas en debate. En conjunto, la cumbre de Pittsburgh traza algunas líneas maestras de la “nueva era de la economía”, según define el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien nada más aterrizar en su España ha subido los impuestos, en contra de los llamamientos de la cumbre a mantener los estímulos fiscales. Y cargando las rentas medias con la mayoría de ellos.
Salvar primero a los banqueros.
La canciller alemana, Ángela Merkel, ya señalaba en Berlín que “todos los productos y destinos financieros tienen que ser sometidos a reglas, y tienen que serlo en todo el mundo”. Treintidós miembros del G-20 (que suman 85% de las economías del planeta y dos tercios de su población) intentaron concretar las medidas que llevan casi un año negociando para poner orden en las finanzas y armonizar las distintas legislaciones contra la crisis. Los temas fueron dispares: los sueldos de los banqueros, la ayuda a los países en vías de desarrollo, el papel de las potencias emergentes en las instituciones internacionales… “Debemos recordar Pittsburgh –declara Gordon Brown, primer ministro británico– como la cumbre donde se acordó la recuperación económica y se ganó la batalla del empleo”. Y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, añade: “Estamos intentando hacer algo que nunca se ha hecho antes: crear un marco para evitar la próxima burbuja”. Sin embargo, los acuerdos del G-20 dilataron los plazos que se habían marcado para aplicar normas más estrictas a la banca. Y el G-20 se atascó en la reforma financiera, limitándose a asumir los “bonus” de entidades sin suficiente capital.
El G-20, en el que contamos 32 miembros.
Dominique Strauss-Khan, director del FMI (Fondo Monetario Internacional), abogó por una armonización de las economías mundiales y estimó que los países en vías de desarrollo, más afectados por la resaca de la recesión de lo que se había previsto, necesitarán unos 55.000 millones de dólares en ayuda en los dos próximos años. Siete de los 27 ministros de Finanzas de la UE, incluido el español, pidieron a sus restantes colegas el fin de “la cultura de los bonus” (Más bien debieran haber hablado de la cultura del vicio del “bonus” que ha multiplicado en los últimos años las retribuciones de los ejecutivos de grandes compañías). Defendieron incluso que se impusieran sanciones a los bancos que pagaban primas excesivas a sus directivos. Y pretendieron disimular su incapacidad para superar una UE que carece de gobierno económico, de supervisor bancario y de controles sobre los movimientos extracomunitarios de fondos. Pero, lejos de la eliminación de los megasueldos, los ministros del G-20, se limitaron a pedir que el Consejo de Estabilidad financiera presentase propuestas “para que los estándares globales sobre compensaciones y ‘bonus’ se alineen con la creación de valor a largo plazo”. El sueco Fredrik Reinfeldt, presidente de turno de la UE, ya lo había dicho: “No podemos aceptar que los beneficios de los bancos sean privados y que sus pérdidas deban ser asumidas por los contribuyentes”.
Pese a las grandes diferencias entre los países participantes, la cumbre de la G-20 se cerró con algunas conclusiones decisivas como la duración de al menos un año de los estímulos públicos para combatir la recesión mundial, lo que asegura que la crisis económica no se cierre en falso. “Los que actúan de forma irresponsable –insistió Barack Obama– no deben confiar en que los contribuyentes asuman de nuevo el coste de sus fallos”. Aunque abundaron las generalidades y quedaron muchas expectativas insatisfechas. “Ahora que la situación mejora –advirtió Guido Mantega, ministro de Finanzas de Brasil–, la presión de los bancos para retrasar las reformas será mucho mayor”. Y se diluyó la iniciativa europea de poner topes a los famosos “bonus” en el sector financiero. Además de no reconocer que los “activos tóxicos” fueron provocados por la excesiva ambición y codicia de los ejecutivos banqueros que prefirieron asumir un riesgo excesivo a cambio de beneficios a corto plazo que les garantizaba el cobro de cantidades importantes en concepto de retribuciones variables. “Activos tóxicos” que fueron provocados por la excesiva ambición y codicia de los ejecutivos banqueros que prefirieron asumir un riesgo excesivo a cambio de beneficios a corto plazo que les garantice el cobro de cantidades importantes de dinero en concepto de retribuciones variables.
Pese a que Berlusconi ya no hace gracia a nadie, continuó haciéndose el gracioso en la cumbre del G-20. Y gastó una broma de mal gusto al presidente norteamericano, como hace unos meses. Pese a que Obama se rió posteriormente de su broma, puso expresión de disgusto cuando el primer ministro italiano saludó a su esposa, Michelle, con ese un gesto de admiración, sin palabras, como exaltando su belleza física. En el anterior encuentro internacional, Il Cavaliere ya había dicho sobre Barack Obama que “es lindo, bello y está bronceado”, en referencia a su raza negra. Y, en la reciente visita de las ministras españolas a Italia, ya dijo que era “un regalo del Cielo”... Por esto votamos por él en la carrera hacia el Premio Im-presentable internacional del año que organiza Diariocrítico.com...
La ciudad de Pittsburgh, acogió también a cientos de activistas que reclamaban justicia social y mayor protección a los derechos básicos. Liderados por la Unión de Libertades Civiles y por otras organizaciones de peso que ganaron notoriedad durante la guerra de Irak, llegaron a la ciudad preparados para enarbolar sus pancartas a los líderes del G-20. “Estamos aquí para decir a los grandes que la gente necesita servicios sociales, en lugar de rescates para la banca o las grandes corporaciones”, dijo Kim Coughlin. La portavoz de la Caravana del Pueblo, representaba a varias organizaciones que recorrieron varias localidades en los últimos días, incluida la capital del estado, Filadelfia, antes de llegar a Pittsburgh. Pero organizar una protesta ante una cumbre de Jefes de Estado y con una ciudad tomada por las fuerzas de seguridad no fue nada fácil. Los grupos que pretendían celebrar manifestaciones en defensa de la justicia social durante la cumbre del G-20 sólo obtuvieron autorización para realizar dos de las 13 protestas que tenían programadas, una de ellas lejos del centro de la ciudad, en donde se reunieron los mandatarios El centro de la ciudad, tradicionalmente una zona transitada pero apacible, se convirtió en una fortaleza blindada que protegía sobre todo a los líderes del G-20. Más de 65 agencias gubernamentales participaron en el dispositivo de seguridad. Al millar de policías de la ciudad se sumó un batallón de combate de la Guardia Nacional recién regresado de Irak, así como 3.000 agentes adicionales de las Fuerzas de Seguridad estatales y nacionales.
Llegado el momento, unas 4.000 personas se manifestaron de forma pacífica contra el capitalismo y la agenda de la cumbre del G-20. La Policía mantuvo una distancia de unos 800 metros del centro de convenciones. Los manifestantes –socialistas, ecologistas, palestinos, tibetanos y sindicalistas– marcharon hacia el lugar donde se celebraba la cumbre con pancartas –“Di no a la codicia de las empresas” o “G20=Muerte del capitalismo – y cantando lemas –“Hey hey, ho ho, el bienestar de las empresas tiene que acabar”–. Denise Edwards, una trabajadora de la industria del acero, declaraba: “La razón por la nos estamos manifestando es porque necesitamos trabajo pero también por una cuestión de justicia”.
Para Rachel Kutz, otra manifestante que acudía con su hija pequeña a su espalda, era necesario que las decisiones globales se tomasen de una manera democrática. “Tenemos que ser capaces de mostrar que no tenemos miedo de participar en democracia, porque la democracia morirá si no la protegemos”. Noah Williams, un joven portavoz del PGRP (Pittsburgh G20 Resistance Project), añadía: “Nuestro objetivo no es ser violentos, pero el G-20 sí es una institución violenta, antidemocrática, que toma decisiones a puerta cerrada”. “Luchamos por el clima, la pobreza y contra el capitalismo –precisaba Gia Michael, estudiante de arte–. Este sistema viola la tierra y causa daño”. Los organizadores subrayaron que su manifestación era la más numerosa que se había producido en Pittsburgh desde la guerra de Vietnam. Las protestas del jueves y el viernes coincidieron con la cumbre, pero, al contrario que ésta, no eran legales y fueron brutalmente disueltas por la policía con gases lacrimógenos”.
Mientras tanto, en otro punto de la tierra, un concurso de barrigas cerveceras. “En el llaüt (barca de pesca) –leemos en el Diario de Ibiza–, un día de pesca el pasado mes de julio, organizamos un concurso de barrigas cerveceras. ¡A ver quién puede más!”. Autor: Catalina Bonet.
“Hoy que puedo (porque se ha dado el caso que guardo el papelito con la idea y que no he trabajado sobre el mismo archivo de la imagen escaneada, lo que hubiera provocado que se borrara esta imagen), os enseño las interioridades del chiste de ayer. Como si dijéramos, una especie de estriptís, de desnudar el dibujo y enseñar sus entrañas”. Son palabras del dibujante Kap.
Y para terminar, cuatro vídeos. El primero: Incendio en la Casa de Campo. ¿Qué pasaría si un gran incendio forestal arrasara la Casa de Campo de Madrid.
El segundo, una orquesta de voces. Aunque pueda parecer increíble, todo el sonido que se puede escuchar en este vídeo sale exclusivamente de las cuerdas vocales de los componentes de The Vocal People.
El tercero deja a uno sin respiración. Estaba este personaje esquiando en Alaska cuando un alud lo sepultó totalmente. Llevaba una cámara, que sigue grabando en todo momento, desde que el alud lo entierra hasta que logran rescatarlo. Se oye cómo la respiración se acelera mientras que los gemidos que se escuchan son los intentos de respirar a través de la nieve. Tanto la imagen como el sonido hacen sentir la angustia del accidentado. El alud empieza en el minuto 1:18 y lo sacan en el 6:04.
Y el cuarto, Coldplay in the Cuban way (del album Rhythms del Mundo)
3 comentarios:
A día de hoy apenas hay diferencias entre un berciano y un keniata. Ambos podrían hablar durante horas de la leche y la sangre de las vacas. Así se desprende de la observación de la foto de Zapatero y Obama. Están perfectamente conjuntados y parecen recibir aplausos tras interpretar una canción en "La gran ocasión." (La canción podría ser "tengo una vaca lechera." En el primero aún se aprecia un rescoldo de marcialidad o rigor postural (puños cerrados, cierta tiesura y sonrisa también cerrada.)Nada importante. Comenzó imitando a F. Gonzalez, y ahora es una fotocopia bastante aceptable respecto del original - en este caso Obama,- a la espera de ser cotejado y compulsado en votos. No improvisa. No.
chiflos
Una descripción bastante acertada del personaje en cuestión, amigo Chiflos. Veremos, cuando llegue el momento, si el cotejo de votos de las elecciones te da la razón o le respalda. Todo, a su debido tiempo.
NARCÍS SERRA I SERRA.
CARGOS Y RETRIBUCIONES.
Rafael del Barco Carreras
PRESIDENTE EJECUTIVO CAIXA DE CATALUÑA 275.000 EUROS
CONSEJERO DE GAS NATURAL 150.000 EUROS
CONSEJERO TELEFÓNICA
CONSEJERO TELEFÓNICA INTERNACIONAL
CONSEJERO TELEFÓNICA CHILE
CONSEJERO TELECOMUNICACIONES DE SAO PAULO 470.000 EUROS
CONSEJERO GRUPO APPLUS 120.000 EUROS
VICEDPRESIDENTE VOLJA PLUS ?
2-12-09. Transcribo tal cual la indignación de uno de los 1.300 despidos propuestos en la CAIXA DE CATALUNYA.
1. Las cosas claras 27. novembre 2009 19:58 :
Porque no publicáis lo que dice La Gaceta hoy:
Narcís Serra gana 1,2 millones al año gracias a Caixa Catalunya.
Narcís Serra se aferra a la presidencia de Caixa Catalunya. Quiere presidir, al menos durante dos años, la caja que resulte de la fusión de Catalunya con Manresa y Tarragona. Y es que el antiguo vicepresidente del Gobierno con Felipe González ha visto como sus ingresos anuales han experimentado un vertiginoso incremento desde que se convirtió en presidente de Caixa Catalunya en 2005.
Serra, que el pasado 30 de mayo cumplió 66 años, insiste en pilotar, junto al director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó, un proceso de fusión cuya necesidad negaba hace tan sólo nueve meses y que supondrá un recorte de 1.300 empleos según el último principio de acuerdo alcanzado entre las direcciones de las tres cajas implicadas y los sindicatos. Buena parte de los recortes de personal se realizarán a través de prejubilaciones.
Fuentes financieras cifran en algo más de 1,2 millones de euros los ingresos de Narcís Serra. Directamente de Caixa Catalunya, sólo percibirá este año unos 275.000 euros –en 2008 percibió
175.000 euros en concepto de salario y 80.000 por dietas de asistencia–, según afirman fuentes próximas a la entidad financiera, pero su presencia en los consejos de administración de participadas de la caja como Gas Natural, la compañía de certificaciones Applus, propiedad en un 23% de Volja Plus, de la que Serra es también vicepresidente, le reportan unos nada despreciables ingresos complementarios.
En el consejo de Gas Natural, Serra sustituyó en 2008 al que hasta entonces era director general de Caixa de Catalunya, Josep Maria Loza. En realidad, Loza sólo representaba a Caixa de Catalunya en el consejo de Gas Natural, por lo que sus dietas las ingresaba directamente la caja. Serra, sin embargo, fue nombrado a principios de este año consejero de Gas Natural a título personal.
Según el informe de gobierno corporativo de la gasista, el consejo de administración, excluidos el presidente y el consejo de ejecutivos, se repartió 2, 82 millones en concepto de emolumentos, con lo que a cada consejero le correspondió algo más de 150.000 euros.
Del grupo Applus, según fuentes conocedoras de la compañía, las cantidades que percibe Serra al año no bajan de los 120.000 euros. A eso hay que sumar el dinero que percibe por su participación en consejos de varias empresas del grupo Telefónica. Eso sí, Serra no llegó a Telefónica de la mano de Caixa Catalunya, sino por recomendación de La Caixa. Fue en 2004, cuando Serra se postulaba para integrarse en la dirección de la entidad que ahora preside Isidre Fainé.
En Telefónica, Serra es vicepresidente del consejo asesor de Cataluña y, además, está presente en los consejos de administración de tres filiales: Telefónica Internacional, Telefónica Chile y Telecomunicaciones de Sao Paulo. Sumando las retribuciones que aparecen en los informes de gobierno corporativo de esas sociedades, la cifra que recibe Serra al año se aproxima a los 470.000 euros.
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