Y II) Cuba en tiempos de coronavirus.
12 países reciben ayuda de médicos cubanos. Las
autoridades estadounidenses difaman a estas brigadas médicas y alientan a los
países que solicitaron su ayuda a romper su colaboración.
Llegada a Italia de médicos cubanos.
Los pasajeros del crucero británico MS Braemar, en el
momento de desembarcar en Cuba.
El 6 de marzo, Cuba
actualizó este Plan para la Prevención y Control, incluyendo la “observación
epidemiológica” de los viajeros procedentes de países donde ya había contagios,
contemplando medidas específicas. El plan incluía la necesidad de que las
personas que llegaban con algún síntoma se presentaban en un centro asistencial
y seguían unas medidas de control durante 14 días. Igualmente, se estableció
que los hospitales militares cubanos serían utilizados como centros de aislamiento
para pacientes enfermos con el covid-19. El 12 de marzo, tras la incorporación
de los hospitales militares, se pusieron más de 3.100 camas en todo el país
para la atención a esta enfermedad, se habilitó una consulta especializada para
los cuadros respiratorios y se estableció una especial atención a las
residencias de ancianos y otros grupos vulnerables.
Cuatro días más tarde, se
contabilizó el enfermo número once de covi-19. Se trataba de un ciudadano
canadiense, de 57 años de edad, que llegó el 14 a la ciudad de Holguín. Pero la
pandemia no afectó gravemente a la producción económica como sucedió en países
como España e Italia, y el gobierno cubano, acostumbrado a las catástrofes
naturales, recordó que su legislación de 2014 establece que, ante situaciones
de desastres de origen natural, tecnológico o sanitario que impidiesen la
realización de sus empleos, los trabajadores recibirían su salario íntegro
durante un mes y el 60% durante resto del tiempo que se alargue la suspensión
de su actividad laboral.
En China, donde se
originó la pandemia en diciembre de 2019, los enfermos de coronavirus fueron
tratados con el antiviral cubano, Interferón Alfa 2B recombinante (IFNrec).
Este fármaco es uno de los productos estrella de la biotecnología cubana que
también se usa contra infecciones virales provocadas por el VIH, el virus del
papiloma humano y las hepatitis tipos B y C. Además, se comprobó su efectividad
en terapias contra varios tipos de cáncer. Este medicamento es uno de los
productos desarrollados por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de
Cuba (CIGB), creado en la isla en 1986. Previsiblemente, el medicamento cubano
también llegará a México donde los científicos de ese país han tenido
encuentros con los cubanos para estudiar el trabajo conjunto.
Cuba también protagonizó,
el pasado 18 de marzo, un gesto de solidaridad internacional que merece
reseñarse. Por razones humanitarias y a petición de Londres, el Gobierno cubano
aceptó recibir los pasajeros del crucero británico MS Braemar, con cinco casos
de coronavirus, y coordinar su retorno al Reino Unido en cuatro aviones de
British Airways. El crucero, con más de 600 pasajeros, llevaba 10 días de
odisea en el Caribe, sin ser aceptado en ningún puerto. Cuba organizó la
compleja operación de desembarco y retorno de sus pasajeros al Reino Unido,
además de otros de una docena de países europeos y de otras nacionalidades. La
mayoría de ellos eran ancianos que permanecían desde hacía una semana en el MS
Braemar sin ser admitidos en varios puertos del Caribe tras detectarse los
cinco casos de coronavirus. Por razones humanitarias y a petición de Londres,
el Gobierno cubano aceptó recibirlos y coordinar su retorno en cuatro aviones
de British Airways fletados por el Gobierno británico.
Estos solidarios
comportamientos en Cuba contrastan con otros, como la decisión de la alcaldesa
de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, del Partido Social Cristiano, que ordenó
que varios vehículos municipales no entrasen sin autorización al aeropuerto de
la segunda ciudad de Ecuador e invadiesen la pista de vuelo. El objetivo era
impedir que no aterrizaran dos aviones procedentes de Madrid y de Amsterdam, que
solo llevaban a la tripulación, con el objetivo de recoger a ciudadanos
europeos y los trasladasen de vuelta a la UE. Mientras tanto, los banqueros de
Wall Street están presionando a las principales empresas de salud para que
aumenten los precios por la crisis del coronavirus.
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