viernes, 5 de marzo de 2021

Zagatka, la fundación bajo sospecha que financió una década de viajes de placer de Juan Carlos I.

 

Álvaro de Orleans, primo lejano de Juan Carlos I, creó la fundación Zagatka en 2003. 

Elena Herrera cuenta en Eldiario.es cómo Álvaro de Orleans, primo lejano del rey emérito, creó esta supuesta fundación que sufragó, entre 2009 y 2018, ocho millones de euros en vuelos privados que el monarca nunca declaró y que ahora pretende regularizar. La entidad nació, según él, para ayudar a las monarquías europeas, mientras un fiscal suizo investiga si es un testaferro. Fueron viajes de placer en vuelos chárter. “Esos viajes de placer en vuelos chárter —muchos de ellos, en compañía de su expareja Corinna Larsen y que se prolongaron hasta 2018— son considerados pagos en especie que el rey nunca declaró a Hacienda y que ahora ha intentado regularizar, abonando 4,4 millones de euros a la Agencia Tributaria para evitar una nueva investigación penal sobre su opaco patrimonio. En realidad, Juan Carlos I vuelve a reconocer que evadió impuestos al fisco español, como cuando realizó una primera regularización, el pasado diciembre. Entonces abonó 678.393 euros a la Comunidad de Madrid por las donaciones no declaradas de un empresario mexicano que abonó gastos del emérito y otros miembros de la familia real”.

Constituida en Lichtenstein en octubre de 2003 bajo el nombre de Zagatka, la fundación ha corrido con ocho millones de euros de gastos de Juan Carlos I se creó con 9.000 euros de capita, llegando a acumular decenas de millones en la banca suiza. Zagatka y el propio Orleans están bajo la lupa del fiscal jefe del Cantón de Ginebra, Yves Bertossa, que investiga, desde el verano de 2018, si el emérito utilizó a este familiar para ocultar cuentas en bancos de Ginebra. Bertossa inició estas pesquisas tras hacerse públicos unos audios en los que Larsen atribuye al rey el cobro de comisiones por el AVE a la Meca y el uso de testaferros para esconder una supuesta fortuna en Suiza y un terreno en Marrakech.

“De Orleans ha negado en diversas entrevistas ser testaferro del emérito. Y siempre ha mantenido que el dinero de la fundación procede de sus inversiones inmobiliarias y sus bodegas y no de ninguna mordida recibida por el rey. El diario londinense The Telegraph contribuyó a agravar la sospecha con otra información en la que vinculó a Orleans con esta transacción, considerada uno de los grandes pelotazos financieros de la época. El 15 de febrero de 2020 publicó en exclusiva que el aristócrata cobró 39 millones de libras —más de 40 millones de euros— por ejercer como mediador en esa venta, según documentos en su poder. El primo del rey emérito no negó esta información al diario británico, pero sí lo desmintió posteriormente en una entrevista en El País en la que rechazó tener cualquier relación con los empresarios españoles ni con esa supuesta comisión”.

La tesis de Orleans es que creó Zagatka por indicación de su padre para continuar con una tradición familiar: prestar ayuda a las monarquías europeas. En el caso de Juan Carlos I esa “asistencia” se materializó en el pago de decenas de vuelos en compañías privadas. En esa factura millonaria figuran vuelos charters al Caribe o un 'tour' por el golfo Pérsico, según desveló “El Confidencial”. Los viajes se incrementaron especialmente tras su abdicación en junio de 2014. Hasta principios de 2015 realizó decenas de viajes con Larsen. Era la época en la que el rey Juan Carlos empezó a airear su intención de separarse para emprender una vida nueva con su amante. Cuando tuvo lugar la ruptura con la aristócrata alemana, empezó a viajar solo o con otras amistades.

Tras una década de “asistencia” al rey, Orleans se dió cuenta de que aquello no era “simplemente una ayuda” y le hizo ver al rey emérito que era momento de parar, según relata él mismo en el citado podcast, donde reconoce que no llevaba una “contabilidad” de esos ingentes movimientos de dinero. Según el relato de Orleans, el rey le contestó en septiembre con una carta en la que le mostraba su gratitud y reconocía la existencia de esos viajes sufragados con fondos de la fundación. Para entonces, el primo lejano del emérito ya estaba en el radar del fiscal Bertossa, que también investiga por blanqueo al gestor de fondos Arturo Fasana, señalado en distintas causas judiciales como presunto testaferro en Suiza de grandes fortunas; y a Dante Canonica, abogado experto en estructuras opacas que fue el creador y secretario de la fundación Lucum, otra sociedad bajo la que se camufló la donación millonaria de Arabia Saudí a Juan Carlos I y sobre la que también indaga en España la Fiscalía del Tribunal Supremo. Ambos están también vinculados a Zagatka: Canonica como director y Fasana como administrador externo.

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