La tauromaquia decae en España por “cuestión de principios”.
La mayoría de las plazas de toros catalanas ya son historia. Desde hace una década la tradición taurina ha ido perdiendo fuelle. En las comparecencias parlamentarias para debatir la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pretendían prohibir las corridas en Catalunya, los mismos taurinos pedían a los diputados que dejaran morir la fiesta 'en paz'. Con el descenso del número de espectadores, las plazas han ido cerrando. Algunas han sido derruidas y otras, rehabilitadas. Sin ir más lejos, la segunda plaza más importante de Barcelona, Las Arenas, cerró en 1977. Hoy, la plaza conserva el aspecto exterior tradicional y, en el interior, alberga unas instalaciones de última generación. La de Olot, la más antigua de Catalunya, construida en 1859, sólo abre una vez al año para acoger el encierro que se celebra durante las fiestas de la ciudad, las del Tura. La mayoría de las demás plazas gerundenses se han convertido en equipamientos. El terreno donde estaba la de Sant Feliu de Guíxols alberga desde julio de 2005 la estación de autobuses. Fue demolida en mayo de 1998, 32 años después de su construcción y ocho después de su última corrida. La de Girona empezó a derribarse el 28 de julio de 2006. Sólo tres meses después de la de Girona, se demolió la de Lloret de Mar. En 2004 acogió la última corrida. El Ayuntamiento de Figueres decidió transformar su plaza en un complejo deportivo. El consistorio fue el único que optó por mantener el perímetro del recinto para que los vecinos no olvidasen que la ciudad tuvo su plaza de toros. La de Tarragona ni siquiera se llama ya así. Se estrenó como espacio de conciertos con una actuación y bajo el nombre de Tarraco Enarena. Se celebró el concurso biannual de castells y acoge desde acontecimientos deportivos hasta congresos gracias a su cobertura. Curiosamente, está preparada por acoger muchos formatos de espectáculo, pero no corridas de toros. Ni se han rehabilitado los toriles, ni la enfermería, ni la tradicional capilla.
Con otros animales, como con los perros y los gatos, cuya legislación, en los últimos años, se ha conseguido modificar para avanzar en sus derechos, sucede también algo nuevo. En ese sentido, el Consejo de Ministros aprobó hace una semana, en segunda vuelta, el anteproyecto de ley de protección, derechos y bienestar de los animales, que endurece las penas por maltrato a través de una reforma del Código Penal. Según fuentes del Ministerio de Derechos Sociales con la aprobación de esta ley se prohíbe la utilización de animales en actividades y espectáculos en los que puedan sufrir daño, crueldad o muerte. Y se ha puesto especial énfasis en perseguir acciones como las peleas de gallos o el tiro al pichón. El proyecto legislativo volvió al Consejo de Ministros seis meses después de la primera aprobación y estará listo para iniciar su tramitación parlamentaria. Según el Ministerio dirigido por Ione Belarra, esta ley trata de ser una norma “pionera” que busca “proteger y garantizar” los derechos de los animales. Además, el ejecutivo quiere establecer un marco legal común para el conjunto del territorio persiguiendo el maltrato, abandono y sacrificio de los animales. Así, el anteproyecto contempla el endurecimiento del delito por maltrato, que, en caso de muerte, supone penas de hasta los 24 meses, elevadas hasta los 36 meses en el caso de que concurra más de un agravante. Además, se incluye en estos supuestos a todos los animales vertebrados, como los jabalíes, cuyo maltrato no conllevaba reproche penal hasta ahora. La ley también contempla la prohibición de sacrificio de animales de compañía excepto cuando existan motivos sanitarios y eutanásicos. Incluso trata de potenciar la lucha contra el abandono de animal. Los datos estiman que cada año se abandonan en nuestro país más de 300.000 animales, una media de 800 al día. Motivo por el cual se establece que todas las mascotas deberán estar identificadas y la cría solo podrá ser ejercida por criadores registrados y profesionales. Por otro lado, se prohíben los circos con animales y la comercialización de perros, gatos y hurones en las tiendas de mascotas, junto a su exhibición y exposición al público. Incluso los zoos y delfinarios se reconvierten, tal y como planea el anteproyecto, en centros de recuperación de especies autóctonas.
Pero volvamos a los festejos taurinos cuyo número y actividad se ha hundido a la mitad en una década de público menguante. Uno de cada cinco espectadores entra gratis mientras el mantenimiento de unos recintos monumentales es de un uso cada vez menor, convirtiéndose en un costoso y creciente lastre para las administraciones, que optan por cerrarlas y por destinarlas a otros usos. “Las plazas de toros –comenta Eduardo Bayona el pasado 13 de agosto en Público– comienzan a ser espacios fuera de lugar en las ciudades ante el declive de la actividad para la que fueron construidas, lo que comienza a situarlas como un pesado compromiso económico, por su demanda creciente y aportación menguante de recursos, para unas administraciones, ayuntamientos y diputaciones en su mayoría, que cada vez con mayor frecuencia exploran alternativas como el cierre y los cambios de uso. Se trata, de manera generalizada, aunque no exclusiva, de edificios construidos en el siglo XIX o a principios del XX, declarados BIC (Bien de Interés Cultural) en buena parte de las ocasiones y ubicados en el centro de las ciudades, circunstancias que, al mismo tiempo que conllevan obligaciones de conservación para esos edificios, aumentan las alternativas para darles nuevos usos conforme se va reduciendo la afluencia de usuarios a su actividad originaria… La reconversión de esos espacios para otros usos distintos de los festejos taurinos se está consolidando como una de las vías más frecuentes entre los ayuntamientos que tienen la titularidad de las plazas de toros de sus ciudades ante el menor uso que estas registran en los últimos años”. Según los datos del Anuario de Estadísticas Culturales que edita el Ministerio de Cultura, el número de festejos taurinos organizados en España se redujo prácticamente a la mitad (-47%) en la década previa a la pandemia, entre 2009 y 2019, cuando pasaron de 2.684 a 1.425, con un descenso constante y prácticamente paralelo al que experimentaron las corridas de toros, que retrocedieron un 46% al caer de 648 a 349 al año. Solo en los últimos cuatro años de ese periodo, entre 2015 y 2019, dejaron de acudir a las plazas de toros uno de cada siete espectadores que las visitaban antes.
Decenas de cierres de plazas y de proyectos de derribo y/o reforma se han ido sucediendo en los últimos años en las principales ciudades españolas. Son como “espacios fuera de lugar” ante la clara tendencia a la decadencia que presenta la tauromaquia. El Ayuntamiento de Gijón cerró la plaza de El Bobío a mediados de marzo tras detectar un informe riesgo de hundimiento en las gradas (“tendidos” en el argot) al haber erosionado una serie de filtraciones de agua la zona de piedra sobre la que se apoyan. Se desconoce cuánto tiempo permanecerá cerrada y si reabrirá o no como coso, aunque el hecho de haber sido declarada BIC augura plazos largos. Este mismo verano Benidorm aprobó una partida de 13,7 millones de euros para transformar su plaza, inaugurada en 1962 y cerrada en 2020, en un complejo cultural con una biblioteca, un hotel de entidades y un centro juvenil, entre otras dependencias. El Ayuntamiento de Éibar decidió convertir la suya en un parque multiusos que combinara espacios deportivos y zonas verdes tras detectar un “riesgo de derrumbe” y el de Alcudia (Baleares) acordó reformar la suya, donde los toros corrieron por última vez el año pasado, en un centro sociocultural. En Cáceres, donde algunas zonas de la plaza, que lleva dos años vallada y tres sin toros, amenazan ruina, el ayuntamiento licitó este verano la explotación de la arena como terraza con la reserva del espacio para acoger conciertos y festivales en varias fechas. Tampoco en este caso está claro si volverá a haber corridas, como en Getafe, cuyo consistorio, partidario de darle usos culturales, ha abierto un concurso de ideas para resucitar un espacio ruinoso inaugurado en 2004 y cerrado doce años después. Algo similar ocurre en Elda, donde el proyecto de rehabilitación no descarta que pueda haber vacas al mismo tiempo que carece de corrales para ellas. No son las únicas plazas sin toros por falta de demanda, por ruina arquitectónica o por descuadres económicos. La de Écija lleva sin toros desde 2016 mientras el ayuntamiento busca que algún empresario se haga cargo de ella. La de Santa Cruz sigue clausurada mientras las instituciones discuten sobre la protección de la zona. La de Plasencia se quedó sin empresa gestora tras renunciar a una prórroga por la que venía explotándola (algo que tampoco se descarta que pueda pasar a medio plazo en Zaragoza). La de Utiel se sigue degradando mientras el consistorio se ve atrapado por un convenio que le obliga a mantenerla hasta dentro de 16 años y la de Buenavista de Oviedo encadena tres lustros de clausura.
En cualquier caso, Eduardo
Bayona advierte que esos procesos de 'reciclado' de los espacios inicialmente
dedicados a la tauromaquia suelen acabar resultando accidentados por las
dificultades para compatibilizar la conservación de los edificios monumentales
con los requerimientos arquitectónicos para nuevos usos. Las plazas de toros “son
piezas susceptibles de ser transformadas en equipamientos con nuevas
funcionalidades que, a la vez, son proclives a sufrir largos litigios donde su
protección y valoración patrimonial se pone en cuestión por esos nuevos
proyectos”, indica el arquitecto mejicano, Martín Checa, que ha estudiado
varios casos de “refuncionalizaciones polémicas” de cosos de etilo neomudéjar
en España, caso de Las Arenas barcelonesa, a las que se refiere como “hitos en
el paisaje urbano” por su “larga trayectoria en su interrelación con la
ciudadanía”. El arquitecto, que considera el patrimonio arquitectónico como “un
elemento flexible y maleable según los intereses políticos de turno”, llama la
atención sobre uno de los riesgos que suelen aparecer asociados a este tipo de
procesos. Y, a menudo, coinciden “la búsqueda desesperada por reconvertir
espacios” municipales por ayuntamientos “con escasos recursos económicos” que “ven
en la interrelación con los operadores privados una solución para acabar con
espacios obsoletos, modernizar espacios de uso ciudadano intensivo y para extraer
algunos beneficios, a modo de cesiones, impuestos y permisos. Sería ese el caso
de la plaza de toros de Santa Cruz de Tenerife o la de Buenavista de Oviedo y
Las Arenas de Barcelona”. En este sentido, advierte de cómo la
'refuncionalización' de una plaza de toros suele ser “un proceso largo,
costoso, donde intervienen variables como la polémica pública, el interés
conservacionista y la ventaja especulativa”, una serie de factores “con
potencialidades diferentes y que deben funcionar, irónicamente, al unísono e
interrelacionadas si lo que se pretende no sólo es reutilizar sino también
preservar, en un cierto grado, un patrimonio que, como el analizado, tiene un
papel destacado en la memoria colectiva de los ciudadanos de esas ciudades”. “Si
esa interrelación fracasa, se producen casos como el de la plaza de toros de
Santa Cruz de Tenerife”, concluye, mientras que “si tiene éxito dan como
resultado proyectos como el de la plaza de toros de Las Arenas” de Barcelona.
Tavernes de la Valldigna acaba con las vaquillas “por principios”. La decisión se tomó este miércoles y, de momento, la localidad de Valencia no contará con festejos taurinos.
La decisión se tomó el miércoles, 23 de agosto y, de momento, Tavernes de la Valldigna, la localidad de Valencia no contará con festejos taurinos. Por principios y por la evolución de la sociedad. Estos son los dos argumentos escogidos para terminar con los festejos taurinos. Y es que la Comunitat Valenciana ya cuenta por 7 las víctimas mortales durante este verano en las fiestas de bous al carrer. La más reciente después de que una señora haya fallecido en el acto tras sufrir una cogida en Beniarbeig. La decisión de Tavernes de la Valldigna, que llegó consensuada entre Compromís y PSPV, se trasladó a las peñas taurinas en una reunión en el consistorio. Después de solicitar la organización de los festejos, la peña taurina encargada recibió la negativa por parte del alcalde, Sergi González (Compromís). Según recoge el diario Levante-EMV, González trasladó a los aficionados taurinos que “la sociedad evoluciona y que son actos que se deben suprimir. Es una cuestión de principios”. La peña taurina convocó una protesta para mostrar su rechazo ante esta decisión.
El arraigo popular de los ‘bous al carrer’ no justifica ni los riesgos por la presencia de menores ni las muertes que cada verano se repiten en los pueblos. Así cuenta Víctor Romero en El Confidencial lo sucedido una semana más tarde en Valencia. “Siete personas han muerto ya en las calles de pueblos valencianos por embestidas de toros en el marco de los festejos conocidos como ‘bous al carrer’. Muchas más han resultado heridas. La acumulación de incidentes y fallecimientos ha obligado a la Conselleria de Justicia a convocar de manera extraordinaria la Comisión Consultiva de Festejos Taurinos Tradicionales con el fin de estudiar nuevas recomendaciones de seguridad. Para las víctimas en Vallada, Almedíjar, Beniarbeig, Denia, Meliana o Picassent ya es tarde. ¿Se imaginan que hubiera ocurrido si siete pasajeros del tren que se adentró en las llamas del incendio de Bejís hubiesen perdido la vida? Tendríamos un buen circo montado exigiendo responsabilidades que, sin embargo, se dejan correr mientras se acumulan en los cementerios cuerpos atravesados por astas taurinas. La adrenalina del festejo es adictiva. Tuve la ocasión de comprobarlo un par de veranos hace unas cuantas primaveras. La combinación entre miedo y fascinación por el animal es excitante. Incluso a muchos metros del astado, como fue mi caso. Tonterías las justas. El problema es que ni en los toros que se sueltan a plena luz del día en las calles de muchos pueblos ni en los que se ‘embolan’ cuando ya ha caído el sol hay ningún filtro en los participantes. Esta fiesta no va de recortadores profesionales y un público que aplaude tras las barreras y los ‘cadafals’. Cualquiera puede lanzarse a desafiar los reflejos del animal, que embiste más por autodefensa que por ataque. Si ese aventurerismo se combina con el alcohol que riega las fiestas populares tienen el escenario idóneo para la tragedia. ‘Embolar’ un morlaco de 400 kilos no es ir el domingo a Mestalla a ver el fútbol y chillarle a Peter Lim. Para quien lo desconozca, en esta versión el toro sale del camión del ganadero atado con una cuerda de la que estiran los peñistas para intentar atraparlo en un pilón de madera anclado al suelo de la plaza. Cuando la cabeza está inmovilizada, se prenden las dos bolas empapadas de queroseno. Mientras uno o dos estiran al animal de la cola para impedirle maniobrar, otra persona corta la cuerda y sale corriendo. A partir de ese momento, la diversión consiste en esquivar a un toro con los cuernos en llamas. Es el ‘bou embolat’.”
Joan Baldoví, militante del Bloc Nacionalista Valencià y actual portavoz de Compromís en el Congreso, se mostró el pasado jueves a favor de “abrir un debate” sobre los 'bous al carrer' y los festejos taurinos en la Comunitat Valenciana y apuntó que él no es partidario de “prohibiciones” sino de “preguntar a la gente”. Así aludía a la decisión tomada hace un tiempo por medio de un referéndum en Sueca (Valencia), su localidad de la que fue alcalde, en torno a los 'bous al carrer'. Baldoví explicó que se hizo una “consulta popular para decidir si la gente quería toros o no” y se concretó que los vecinos de esta población no querían, por lo que “se dejaron de hacer”. De este modo, Baldoví se pronunció en la rueda de prensa en la sede nacional de Compromís, en la capital valenciana, para hablar de distintos temas de actualidad, preguntado por la celebración de los 'bous al carrer' en la Comunitat Valenciana. A partir de las siete muertes que se producidas este verano en las celebraciones de este tipo, de los más de 300 heridos registrados y de la participación de menores en algunas de ellas, desde distintas instituciones, entidades y formaciones políticas se está opinando sobre la celebración de los festejos taurinos en las calles de la Comunitat Valenciana. En este contexto, la vicepresidenta del Gobierno valenciano, portavoz del Consell y también miembro de Compromís, Aitana Mas, planteó abrir un debate sobre los 'bous al carrer' y los festejos taurinos en esta autonomía. “Absolutamente de acuerdo con Aitana Mas en que se tiene que hablar, en que se tiene que abrir un debate” al respecto. “Cómo decir que no se ha de abrir un debate si, dos días después de haberse reunido la comisión de seguridad –Comisión Consultiva de 'Bous al Carrer' de la Comunitat–, tenemos un menor de 15 años, herido al ser corneado, y un toro muerto”, agrega el diputado de Compromís respecto al joven herido en los toros de Gilet y un astado fallecido “al salir de la plaza” en otra población. “¿Cómo no tenemos que hablar? Claro que es un debate que se ha de abrir”, insiste Joan Baldoví, aunque matiza que no es partidario de “prohibir nada”. “Estoy en contra de prohibir nada”, asevera, a la vez que reitera la necesidad de que “se debata” e insiste en que es “evidente” lo que se debe hacer. “Tenemos que hablar”. Tras ello, muestra su respaldo a la “autonomía municipal”, para que las decisiones sobre estas cuestiones las pueda abordar cada ayuntamiento y localidad. “Estoy a favor, totalmente a favor, de la autonomía municipal”, asevera.
Víctor Romero prosigue el El Confidencial: “La imagen de un padre empujando a su hijo de diez años a encender al astado en Náquera revela el nivel de irresponsabilidad a la que algunos han llegado. ¿Y si, en ese momento, el toro se hubiera deshecho del nudo que lo amarraba al pilón? ¿Y si un golpe de cornamenta hubiera alcanzado al menor? Un adulto es libre de asumir los riesgos que quiera, incluso el de la muerte. Un niño hace lo que dice su mayor, su padre en este caso, porque confía en él. La apelación al arraigo de la tradición y la cultura no justifica ni los accidentes mortales como elementos más o menos inevitables ni la presencia de niños (sobre el papel no pueden acceder a los recintos menores de 16 años) en una actividad de alto riesgo, por más empeño que haya en algunos padres por hacer partícipes a sus retoños y transmitirles cuanto antes la afición. Como siempre, la política no ha sido ajena a esta polémica. La aparición de grupos animalistas que periódicamente denuncian el maltrato a los vacunos (cierto en muchos pueblos, se diga lo que se diga) ha reafirmado a los peñistas, que temen por el futuro de su tradición. Formaciones como Vox han encontrado en muchas de estas peñas un caldo de cultivo perfecto para infiltrar su discurso de la afición taurina como elemento troncal de la identidad patria. 'Panya', que canta Zoo. La decisión del equipo de gobierno municipal de Tavernes de la Valldigna, de no autorizar una plaza portátil de ‘bous al carrer’ este mes de septiembre por entender que es un ‘maltrato animal flagrante’ que va ‘en contra de la evolución de la sociedad’ ha tenido como respuesta la ya clásica colección de referencias al ‘social-comunismo’ y el intento de situar determinadas decisiones poco menos que en posiciones antipatriotas. El alcalde Sergi González (Compromís) dice que han hecho lo que pocos se han atrevido a hacer. El debate abierto y sosegado sobre la seguridad de los participantes y el bienestar animal apenas existe. Lo que existe es una guerra cultural en toda regla. Cada nueva medida restrictiva en materia sanitaria o de seguridad se aplica a regañadientes y con la resistencia de muchos los organizadores. O porque exige un desembolso económico o porque se interpreta como un palo en la rueda de la continuidad de la tradición. Y, como en toda guerra, los espacios de consenso e intermedios se difuminan en favor de las posiciones más polarizadas. La Federación de Peñas Taurinas de la Comunidad Valenciana se ha convertido en un ‘lobby’ muy potente que defiende a cara de perro su tradición y a la que alcaldes y responsables de la Generalitat temen enfrentarse. En algunos aspectos, va camino de ser nuestra particular Asociación Nacional del Rifle. Todos los años pierde la vida gente en las travesías de los pueblos, pero nadie se cuestiona en serio si tiene sentido permitir que cualquiera pueda exponerse a una cornada mortal como la que atravesó el tórax de una mujer de 73 años en Beniarbeig (Alicante). Que le pregunten a su familia”.
En Nuevatribuna.es del 30
de agosto, PACMA denuncia estos hechos: “Los sollozos del toro embolado en
Museros (Valencia) muestran la salvajada y brutalidad de miles festejos que se
siguen realizando en España”. Y el Partido Animalista difunde un vídeo donde se
puede apreciar el pánico y el dolor del animal tras ser aprisionado y embolado
por una turba el pasado 18 de agosto en la localidad valenciana. En las
imágenes se aprecia cómo una multitud rodea al animal abalanzándose sobre él
para sujetarlo al poste y colocarle después las antorchas en los cuernos. “Una
situación que los bovinos experimentan con mucha sensibilidad y que les supone
una verdadera tortura según informes veterinarios que han documentado eventos
similares”, afirma el Partido Animalista. Todavía hoy muchos animales son
embolados en los más de 17.000 festejos que tienen lugar en España. Según
denuncia PACMA, Valencia es la comunidad autónoma que encabeza el ranking, con
más de 300 municipios que los celebran. Para aunar fuerzas antitaurinas contra
estas prácticas, PACMA ha convocado el próximo sábado 24 de septiembre en Las
Ventas (Madrid) la que hasta ahora ha sido la manifestación animalista más
multitudinaria del año: Misión Abolición, que tendrá lugar a las 18 horas y
abordará, como tema principal, el regreso del controvertido Torneo del Toro de
la Vega, contra el que han lanzado una petición que ya ha alcanzado más de
60.000 firmas.
Reflexiones de un toro maltratado:
José Sepúlveda, un ex
técnico de sonido de televisión que muchas veces trabajó en las retransmisiones
taurinas, compartió éste estremecedor testimonio: “En mi caso, que me ha tocado
llevar el sonido en alguna retransmisión, siempre he comentado que, si en lugar
de la mezcla de sonido de la banda de música, aplausos, bravos, olessss y
demás… el sonido fuera el que capta el Sennheiser 816 (micrófono que capta a
gran distancia y buena calidad) a pie de ruedo, donde se escucha perfectamente
el sonido de la banderillas al entrar en la piel, los mugidos de dolor que da
el animal a cada tortura a la que se somete… y además lo acompañáramos de
primeros planos de las heridas que lleva, de los coágulos como la palma de una
mano, de la sangre que le brota acompasada al latir del corazón o la mirada que
pone el animal antes de que le den la estocada final, creo que el 90% apagaría
el televisor al presenciar semejante carnicería a ritmo de pasodoble”.
Otros comentarios, imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
“Pero, para ello yo le pregunto: ¿qué nos está proponiendo: que el SMI vuelva a los 735,90€ de antes o que las pensiones suban un 0,25% y la edad de jubilación sea a los 70 años? ¿Quizás una nueva reforma laboral en la que los contratos sean por horas, días o semanas? ¿Una nueva congelación salarial donde los convenios colectivos no suban ni un céntimo? ¿Subir la edad de los mayores de 52 a 55 años para poder recibir el subsidio de los 463€? NO, señor Feijoo. Necesitamos un gobierno decente, que acabe con la corrupción política, que sea transparente, que derogue la Ley Mordaza, que facilite un poder judicial, democrático e independiente, que blinde las pensiones y su cuantía mínima sea igualada al SMI, que ponga en marcha un Cuerpo Especial de Inspectores/as que acabe con la explotación laboral, el acoso sexual, maltrato psicológico… En definitiva, necesitamos un Gobierno para la mayoría. Un gobierno que asuma la responsabilidad de tener en sus manos la gestión de sectores estratégicos como: gas, petróleo, electricidad, banca... que son claves para defender la mayoría social. Su partido, señor Feijóo, ya ha gobernado la mitad del período ‘democrático’ que hemos vivido después de la dictadura franquista. Así que, no me venga vendiendo algo nuevo porque usted forma parte de esa casta vieja, rancia, casposa y corrupta de la política española que solo mira por los intereses de terratenientes, banqueros y de las grandes fortunas”. (Diego Cañamero Duque).
Hillary Clinton ha
querido mostrar su apoyo a la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin,
después de que haya sido atacada por medios conservadores por unas imágenes
privadas en las que aparece bailando y cantando junto a unas amigas. “Sigue
bailando, Sanna Marin”, indicó la representante estadounidense en su cuenta de
Twitter. Un mensaje que acompañaba con una fotografía en la que aparece
bailando cuando estaba de viaje en Cartagena como Secretaria de Estado. Algo
que ha agradecido la propia política finlandesa. “Gracias, Hillary Clinton’,
escribió en su cuenta de Twitter. (Tremending)
Andalucía se enfrenta a una tremenda sequía y, cuando sus ciudadanos esperan soluciones ante el riesgo de quedarse sin agua, su presidente, Juanma Moreno, se pone a hablar de campos de golf. Y es que la comunidad andaluza lidera, de largo, el ranking de campos de golf en España con 109. Regarlos y mantenerlos consume el agua equivalente a más de un millón de personas. El principal problema que ve Moreno a todo este tema de la sequía es que no se puedan regar estos campos de golf, “con el consiguiente perjuicio para el turismo”. Los andaluces se han quedado patidifusos viendo cómo las solucionen apuntan a otros frentes cuando la sequía es cada vez más asfixiante. (Tremending)
El que fuera último
presidente de la URSS, Mikhail Gorbachov, falleció el martes en Moscú a los 91
años de edad. El padre de lo conocida como 'Perestroika', el proceso de
finalización del comunismo y la Unión Soviética, logró el desarme nuclear y el
final de la Guerra Fría con EEUU y las potencias occidentales. En un frío y
escueto telegrama, el mandatario Vladimir Putin se limitó a dar las
condolencias por su fallecimiento y a considerar que su figura fue importante
para la historia política del momento. El legado de Gorbachov se ve arruinado
por la ambición imperialista de Putin.
La concejala de La Tomatina del ayuntamiento de Buñol, María Vallés, destacó el martes las ganas de retomar una fiesta emblemática. Además, según sus cálculos, la fiesta aporta dos millones de euros a toda la provincia de València.
La organización recomendó
prudencia dentro de la propia euforia del momento. Es importante aplastar los
tomates antes de lanzarlos y hacerlo a una cierta distancia: no se trata de
hacer daño, sino de manchar y pasarlo bien, sumergidos entre tomates. Aunque la
cantidad de agua necesaria para los trabajos de limpieza tras la batalla a
tomatazos resulta obscena al considerar que el suministro en algunos pueblos de
España ya se ha cortado.
El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Vergara, Enrique, Pat, Riki Blanco, Asier y Javier, Manel F., Flavita, Ricardo, Javi Salgado, Miki y Duarte…
El humor isleño de Pep
Roig:
Obediente al argumentario.
Los videos de esta
semana:
Encierro en Estella - 6 agosto del 2022 - Running of
the bulls
Toro embolado Nules 23/08/2022
Documentamos un festejo de toros embolados en Alfafar
(Valencia) 26 agosto 2022
Documentamos el terror
del animal en un festejo de toros embolados en Museros (Valencia). 30 de
agosto. Angustia, pánico y terror del animal en un festejo de toros embolados
en Museros (Valencia). ¿Oyes sus gritos de pánico, angustia y dolor? Tan solo
quiere huir de la muchedumbre que le acosa.
Vuelve “La Tomatina”, la famosa batalla de tomates en Buñol, España | El Espectador
Las noticias del MIÉRCOLES 31 de AGOSTO en 10 minutos | RTVE Noticias
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1 comentario:
Buenas tardes, señor Miró. Me gustaría contactar con usted para realizarle una entrevista. ¿Podría facilitarme algún mail o teléfono en el que localizarle? gracias!
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