Feijóo, “el nuevo Rajoy” y la gente de bien.
Fernando Vela publica en InfoLibre
(“Un año de Feijóo: ambigüedad, desconfianza y falta de transparencia”) que pocas
cosas han cambiado en el Partido Popular doce meses después de la
defenestración de Pablo Casado. Entre ellas, que Ayuso se ha hecho con las
riendas del PP madrileño: “Hace ahora un año, Alberto Núñez Feijóo medía el
respaldo de los barones del partido para forzar la caída de Pablo Casado y
hacerse con las riendas del PP en un congreso extraordinario sin oposición. Sus
pares se lo concedieron, hartos de la manera de gobernar del partido de Casado
y convencidos de que la caída del sucesor de Mariano Rajoy era la única manera
de atajar los enfrentamientos internos. Doce meses después, pocos son los que
pueden citar diferencias de relieve entre el PP de Casado y el de Feijóo. Nada
ha cambiado sustancialmente, a no ser el establecimiento de un nuevo orden
interno, un pacto no escrito por el cual Génova no se mete en las decisiones de
los territorios y estos dejan manos libres al nuevo equipo para intentar ganar
las elecciones. Gracias al cual, por ejemplo, Isabel Díaz Ayuso ya controla el
PP de Madrid, tal y como se había propuesto conseguir durante el mandato de
Casado”.
Vela reconoce “a los
numerosos dirigentes del partido Feijóo y recuerda cada vez más a Rajoy, sus
lugares comunes, sus afirmaciones tópicas y sus circunloquios sin sentido”. En
julio, en Cataluña, se sacó de la manga que “los españoles somos catalanes con
independencia de dónde vivamos, igual que los catalanes son gallegos y
andaluces vivan donde vivan. ¡Somos el partido de la unión!”. Y, en una feria
de frutas y hortalizas en Madrid, confundió a los periodistas con una respuesta
del mismo estilo: “Aunque la moderación no está de moda, es la moda del futuro
y, aunque a veces puede ser aburrida, es mucho más aburrida la falta de
moderación”. El mismo mes de octubre, en un acto de partido en
Lleida, volvió a hacerlo: “Para estar en Cataluña, hay que venir a Cataluña. Y
para estar en Cataluña, hay que escuchar los problemas prioritarios de los
catalanes y buscar soluciones concretas a los catalanes”. Pocos días después,
dejaba claras sus limitaciones culturales al situar “el nacimiento de la
posverdad en aquella distopía escrita por Orwell allá por el año 84”, en
referencia a la novela 1984, que el escritor británico publicaba diez años más
tarde.
Hoy, Feijóo combina
errores sin importancia, como confundir los Goya con los Oscar, con
equivocaciones mucho más trascendentes, como la que protagonizó en enero al coincidir
con el ataque cometido por un ciudadano marroquí en Algeciras. Y no duda en
relacionar lo ocurrido con la religión del atacante: “Desde hace muchos siglos
no verá usted a un católico o a un cristiano matar en nombre de su religión o
de sus creencias”, declara el líder del PP, poniendo el énfasis en que el
agresor era musulmán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario