miércoles, 22 de febrero de 2023

“Évole limpia, blanquea y da esplendor”

David Torres descubre en Público la entrevista televisiva de Macarena Olana mantenida el pasado domingo por Jordi Évole. Una entrevista que, gracias a su repentino divorcio de Abascal y de la patada mitológica que le pegaron en Vox, no tenía una sola cara. “Que hay varias Macarenas Olonas, que empezaron a disgregarse desde el momento en que se apeó de la chupa militar y empezó a vestirse de rociera. Sin embargo, la tilde de claveles y el vestido de faralaes no eran más que otra fase de la crisálida antes de que Olona renaciera en mariposa y aterrizase en la Sexta a contarnos las intimidades de Vox”.

“Para empezar, comentó que uno de sus referentes políticos desde siempre era Julio Anguita y que había reproducido discursos de Anguita en el Congreso de los Diputados, eso sí, sin decir que eran de Anguita, porque entonces en la bancada de Vox podía haber detonado una epidemia de infartos. Al mismo tiempo, en los mitines, citaba a JoséAntonio Primo de Rivera. ‘Yo he salido de una trinchera’ dice Olona casi en un murmullo, aludiendo al ambiente de crispación en el parlamento español, un ambiente en el que su oratoria oscilaba entre el lanzallamas y la ametralladora.

Pero, añade Torres, “más que las palabras, lo más significativo de las respuestas de Olona estaba en las pausas kilométricas, en el tono meloso, meditativo y monjil, en los silencios de una novicia que viene a denunciar el martirio sufrido en el convento sin hablar del convento. ‘Lo que yo estoy viviendo es un Vox History Xo’ dice Macarena Olona, aludiendo a una película en la que Edward Norton sufre varias metamorfosis, de pardillo a orgulloso recluta de una pandilla nazi y de ahí a ciudadano ejemplar que intenta rescatar a su hermano menor del espejismo de la violencia con lamentables resultados. Eso sí, inmediatamente Olona especifica que Vox no es un partido nazi: únicamente hace la referencia por la X de Vox y la de American History X. Enfrentada a la evidencia de la cantidad de nazis que hay en Vox, Olona comenta que ella se marchó (aunque en realidad la marcharon) por la deriva ideológica actual de Vox (aunque Vox no se ha movido de la ultraderecha ni un milímetro). O bien Olona no ha entendido a Vox o bien no ha entendido la película”.

De esta forma, Jordi Évole, que empezó comparando a Olona con Marilyn Monroe, “va apretándole las tuercas, intentando que su invitada se desnude, que descubra al fin los secretos menos secretos de la extrema derecha española (el Yunque, fíjate tú que ahora vamos a descubrir América). Pero Macarena prefiere hacer un estriptis sugestivo, poco a poco, casi nada, como Rita Hayworth quitándose los guantes. De paso, Olona aprovecha el jabón de la entrevista para lavarse las manos y la boca del montón de burradas xenófobas, machistas y fascistas que soltó en el pasado”. Y David Torres concluye que hay otra película de Edward Norton que a Macarena Olona le sienta como el guante de Rita Hayworth: “Las dos caras de la verdad, en la que un chavalín apocado y cobardón, víctima de un supuesto trastorno de personalidad múltiple, lleva dentro un monstruo implacable que es en realidad un criminal. Al final de la película se descubre que no hay trastorno ni personalidad múltiple que valga, y que el chaval ha toreado al abogado para librarse del trullo del mismo modo que Olona ha salido de la entrevista con Évole más blanca que el vestido con el que entró. Lo de Franco en 1936 fue muy antiguo, eso sí”.

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