martes, 7 de febrero de 2023

Pablo Hasél, absuelto de desórdenes públicos.

 

Pablo Hasel, en el momento de ser detenido por los Mossos d'Esquadra en la UdL

La Audiencia de Lleida ha absuelto al rapero Pablo Hasél y a otras diez personas tras ser acusados de desórdenes públicos y lesiones a agentes de Mossos d'Esquadra durante la protesta del 25 de marzo de 2018. La sentencia constata que todos participaron en la manifestación, que terminó con altercados, pero en las imágenes de la jornada el tribunal “no identifica a ninguno de los acusados en actitud o conducta penalmente antijurídica, sin perjuicio de identificar a alguno de ellos en el seno de la manifestación”.

Los magistrados concluyen que no hay ninguna prueba en el juicio “que permita concluir a la sala de una actuación plural, conjunta y consciente de esa alteración de la paz pública por los acusados”, necesaria para que haya un delito de desórdenes, ni tampoco está probado que se pusieran de acuerdo para causar altercados. El tribunal “no duda de que los agentes recibieran patadas y golpes, como estos refirieron”, pero no ve probado que lo hicieran los acusados. En su declaración en el juicio, Hasél negó haber empujado a los Mossos d'Esquadra o haber incitado a otros manifestantes a hacerlo. La Fiscalía pedía para Hasél una condena de cinco años y nueve meses de prisión y, para el resto de acusados, cinco años y tres meses.

El rapero está en la cárcel de Ponent (Lleida) desde febrero de 2021, cuando fue detenido para cumplir la condena impuesta por la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona. Una estancia que no le está resultando sencilla a Hasél, ya que el primer día de este año denunció por carta  el traro sanitario que recibe y la “humillación” a la que los Mossos d'Esquadra quisieron someterlo cuando tenía que realizarse una colonoscopia.

La sentencia, notificada el pasado viernes a las partes, considera probada que los manifestantes consiguieron reducir el perímetro policial de seguridad provocando que los agentes fueran retrocediendo hasta el umbral de la puerta de entrada del edificio de la Subdelegación del Gobierno, momento en que unas salvas lanzadas por agentes junto con una nueva carga policial dispersaron la manifestación. En la protesta -según la sentencia- los manifestantes rompieron los plásticos embellecedores de las furgonetas policiales del cuerpo de Mossos d'Esquadra que se encontraban delante de la puerta, rayándolas y abollándolas, lanzaron monedas, huevos, arroz y, realizando pintadas y rompiendo la valla de seguridad del acceso al parking del edificio y cuatro agentes resultaron heridos.

Ninguna prueba presentada en el juicio permite sostener que los lanzamientos de objetos “fueran realizados por los acusados, ni que provinieran del lugar donde se encontraban cada uno de ellos” y agrega que los daños de las furgonetas policiales no son “atribuibles” a los acusados. La Fiscalía Provincial de Lleida pedía en sus conclusiones tras la celebración del juicio cinco años y nueve meses de prisión para Pablo Hasel y para los otros diez acusados entre tres meses y cinco años.

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