'The New York Times' y las banderas.
El País publicó una
entrevista a Raphael Minder con motivo de su marcha de España, tras doce años
de corresponsal de The New York Times en este país. Y Rubén Arranz advierte en
Vozpópuli una afirmación difícil de rebatir, y es que el sentimiento de
pertenencia nunca desaparece, pero las causas colectivas tienen menos
importancia cuando a un individuo le va bien. “La opulencia no anima a
levantarse del sillón. También ocurre lo contrario. Por eso, los tiempos de
crisis estimulan el patriotismo. Cuando Minder llegó a España, la
deuda española equivalía al 60% del PIB, mientras que, a cierre de 2021,
ascendía al 118%. Es evidente la sensación de que la clase media ha menguado y
de que España –y la UE– cada vez se encuentra más lejos del lugar donde se
toman las decisiones en el contexto global. También lo es que los servicios
públicos se han deteriorado –menos inversión, peor gasto, más clientelismo– y
los impuestos que pagan los españoles se destinan a asuntos que no se notan en
una mejora de las condiciones de vida.
“Es lo que ocurre cuando
uno tiene deudas, pero, además, gasta por encima de sus posibilidades. Hay un
punto en el que los acreedores se ponen serios y comienzan a restringir su
libertad para gastar. No hay nada que condicione más la vida de un individuo,
una familia o un colectivo que deber dinero; y en tiempos de crisis caben dos
opciones: o recortar y sanear, a costa de perder votos; o tirar de crédito para
mantener contenta a la parroquia. Aquí se ha producido una mezcla de ambas. De
ahí que haya quien ha decidido dejar su alma en manos de las formaciones
políticas radicales, que son especialistas en despotricar contra lo establecido
–aunque procedan de ahí– y en desempolvar banderas o crear las suyas. Llámese
'estelada' o pancarta con el mensaje 'machete al machirulo’.
“Todo este artículo
abunda acerca de un enorme lugar común, que es el que afirma que, si la
economía no va bien, es imposible ser feliz, salvo que se tenga una certeza
inquebrantable en la existencia de un Más Allá. O vaya usted a saber en qué
intangible absoluto. Lo que ocurre es que a veces conviene recitar obviedades,
dado que la constante exposición a determinados mensajes puede llegar incluso a
cuestionarlas. De hecho, tipos como el hermano de Alberto Garzón defienden la
inflación y se niegan a encender las luces rojas cuando alguien habla de
endeudamiento”.
El titular de El País,
según Rubén Arranz, parece querer transmitir que lo de las banderas es
consecuencia de un conflicto político; y no. “La radicalización –comenzando por
el procés– siempre llega después de los números rojos. Puede parecer anecdótico
esto que digo, pero en realidad tiene importancia. Porque afirmaciones como la
que emana de ese titular, descontextualizadas, pueden confundir a la opinión
pública y encaminarle hacia la defensa de interpretaciones erróneas de la
realidad. Porque podría escribirse ahora un titular que afirmara: ‘Desde que
llegué a Chernóbil, hace 40 años, se disparó la demanda de trajes
anti-radiación en Ucrania’. Si se obvia lo del accidente nuclear, cualquiera
que no conociera lo que ocurrió en un reactor nuclear podría pensar cualquier
cosa. Incluso que esa verdad no es mentira”.
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