miércoles, 18 de mayo de 2022

'The New York Times' y las banderas.

 

Lo que 'The New York Times' a veces olvida al hablar de España. 

El País publicó una entrevista a Raphael Minder con motivo de su marcha de España, tras doce años de corresponsal de The New York Times en este país. Y Rubén Arranz advierte en Vozpópuli una afirmación difícil de rebatir, y es que el sentimiento de pertenencia nunca desaparece, pero las causas colectivas tienen menos importancia cuando a un individuo le va bien. “La opulencia no anima a levantarse del sillón. También ocurre lo contrario. Por eso, los tiempos de crisis estimulan el patriotismo. Cuando Minder llegó a España, la deuda española equivalía al 60% del PIB, mientras que, a cierre de 2021, ascendía al 118%. Es evidente la sensación de que la clase media ha menguado y de que España –y la UE– cada vez se encuentra más lejos del lugar donde se toman las decisiones en el contexto global. También lo es que los servicios públicos se han deteriorado –menos inversión, peor gasto, más clientelismo– y los impuestos que pagan los españoles se destinan a asuntos que no se notan en una mejora de las condiciones de vida.

“Es lo que ocurre cuando uno tiene deudas, pero, además, gasta por encima de sus posibilidades. Hay un punto en el que los acreedores se ponen serios y comienzan a restringir su libertad para gastar. No hay nada que condicione más la vida de un individuo, una familia o un colectivo que deber dinero; y en tiempos de crisis caben dos opciones: o recortar y sanear, a costa de perder votos; o tirar de crédito para mantener contenta a la parroquia. Aquí se ha producido una mezcla de ambas. De ahí que haya quien ha decidido dejar su alma en manos de las formaciones políticas radicales, que son especialistas en despotricar contra lo establecido –aunque procedan de ahí– y en desempolvar banderas o crear las suyas. Llámese 'estelada' o pancarta con el mensaje 'machete al machirulo’.

“Todo este artículo abunda acerca de un enorme lugar común, que es el que afirma que, si la economía no va bien, es imposible ser feliz, salvo que se tenga una certeza inquebrantable en la existencia de un Más Allá. O vaya usted a saber en qué intangible absoluto. Lo que ocurre es que a veces conviene recitar obviedades, dado que la constante exposición a determinados mensajes puede llegar incluso a cuestionarlas. De hecho, tipos como el hermano de Alberto Garzón defienden la inflación y se niegan a encender las luces rojas cuando alguien habla de endeudamiento”.

El titular de El País, según Rubén Arranz, parece querer transmitir que lo de las banderas es consecuencia de un conflicto político; y no. “La radicalización –comenzando por el procés– siempre llega después de los números rojos. Puede parecer anecdótico esto que digo, pero en realidad tiene importancia. Porque afirmaciones como la que emana de ese titular, descontextualizadas, pueden confundir a la opinión pública y encaminarle hacia la defensa de interpretaciones erróneas de la realidad. Porque podría escribirse ahora un titular que afirmara: ‘Desde que llegué a Chernóbil, hace 40 años, se disparó la demanda de trajes anti-radiación en Ucrania’. Si se obvia lo del accidente nuclear, cualquiera que no conociera lo que ocurrió en un reactor nuclear podría pensar cualquier cosa. Incluso que esa verdad no es mentira”.

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