Pero sigo siendo el rey.
David Torres, en un
artículo así titulado y aparecido el viernes pasado en Público, escribía cómo
no todas, pero algunas guerras hacen mucho ruido y mucho humo, los suficientes
como para camuflar otras noticias que pasan de puntillas debajo del estruendo
bélico. “En España -decía Torres- siempre se han aprovechado muy bien las
polvaredas que levantan los conflictos armados, por ejemplo, a mediados de
enero de 1991, Alfonso Guerra aprovechó la inminente invasión de Irak por parte
de una coalición internacional liderada por Estados Unidos para dimitir del
cargo de vicepresidente. Alfonso Guerra llevaba prácticamente un año soportando
las portadas dedicadas a su hermanísimo Juan, implicado en diversos escándalos
de corrupción, y vio que el recrudecimiento de la Guerra del Golfo, con todos
los informativos enfocados en el bigote de Sadam Hussein, era el momento idóneo
de abandonar el barco. Fue una jugada maestra porque entre tanta guerra y tanto
golfo, la gente ni se enteró de lo que estaba pasando.
“La guerra de Ucrania le
vino al PP que ni hecha de encargo para tapar el holocausto caníbal con que se
estaban matando unos a otros a la vista de todo el mundo. No hay comparación
posible entre los bombazos y las puñaladas por la espalda, como tampoco la hay
entre los cadáveres auténticos y los políticos. Boris Johnson estaba a punto de
inaugurar uno, pero Putin llegó justo a tiempo. El rescate in extremis de
Johnson guarda ecos de la Guerra de las Malvinas, cuando el inesperado
desembarco argentino insufló oxígeno al exhausto gobierno de Margaret Thatcher.
“Gracias a la cortina de
humo de la invasión rusa, hace una semana pasaron casi desapercibidos los
bandazos de la comisión percibida por el hermano de Díaz Ayuso, una cifra que
primero se calculó en 283.000 euros, luego en nada, luego en 55.000 y luego
otra vez en 283.000 euros (da la impresión de que este otro hermanísimo, más
que vender mascarillas, estaba jugando al petaco)…Otro tanto puede decirse del
exceso de prudencia con que la justicia española ha utilizado el paraguas
bélico para exonerar al rey Juan Carlos de un montón de delitos relacionados
con comisiones ilegales y fraudes fiscales. A falta de regalarle una licencia
para robar al estilo de la de James Bond, la Fiscalía asegura que algunos de
esos delitos habían prescrito mientras que los demás delitos estaban cubiertos
por el estatuto de inviolabilidad que blindaba al monarca, uno de esos borrones
medievales de nuestra Constitución.
“Un mensaje de Nuevas
Generaciones del PP celebrando este nuevo desbarajuste jurídico con la foto del
emérito (‘En fila de a uno para pedir perdón’’) demuestra no sólo el nivel de
vasallaje y lameculismo de ciertos sectores de la sociedad española sino la
alegría con que tragamos la mierda a toneladas. Joder con las Nuevas
Generaciones, anda que no son antiguas. Dijo Alfonso Guerra hace ya tiempo que
a España no la iba a conocer ni la madre que la parió, pero España sigue siendo
la misma chacha analfabeta de siempre mientras que al que no conoce ni su madre
es a Alfonso Guerra. En cuanto al rey Juan Carlos, lo triste es que ya lo
conocemos todos”.
REY EMÉRITO-ARCHIVO INVESTIGACIÓN: El GOBIERNO cree
que don JUAN CARLOS debe dar EXPLICACIONES IRTVE
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