domingo, 24 de julio de 2022

Arde España: una semana negra de incendios en la que prevaleció el fuego, el humo y el calor.

Un pastor observa un incendio en un campo de trigo entre Tabara y Losacio, durante la segunda ola de calor del año, en la provincia de Zamora. 

Durante esta semana negra, España ha ardido llevando por delante vidas, hogares y biodiversidad. Las llamas han convertido al incendio de Zamora en el de mayor superficie desde que hay registros. En Galicia, 85 hogares han sido arrasados por el fuego. En los últimos días, al menos 60.000 hectáreas han sido arrasadas, alimentadas por las altas temperaturas durante la segunda ola de calor. Casi 20.000 hectáreas fueron arrasadas en los 16 incendios de Galicia, más de 20.000 en Zamora y el resto en las demás comunidades afectadas. Los fuegos que más preocuparon fueron los de Ateca (Zaragoza) y Cebreros (Ávila). En un mes, se han registrado dos olas de calor históricas y una oleada de incendios que ha elevado las hectáreas calcinadas a 70.000, el doble de la media anual de la última década. Alejandro Tena explica en Público cómo la zona central del viejo continente se enfrentó hace un año a una de las mayores inundaciones de su historia, con un episodio de lluvias torrenciales sin precedentes que dejaron centenares de desaparecidos y destrozos millonarios. Un año después, el panorama es radicalmente distinto y los problemas no tienen que ver con precipitaciones extremas ni riadas sino con olas de calor, temperaturas máximas de récord, incendios forestales o glaciares derruidos con efectos mortales. “En tan sólo un mes, los fenómenos meteorológicos extremos –la mayoría asociados a las altas temperaturas– se han vuelto tan recurrentes que la normalidad climática no ha tenido apenas cabida. La crisis climática se ha hecho evidente en forma de catástrofe”. La ola de incendios que desde hace una semana afecta a Galicia rozaba el jueves las 30.000 hectáreas de terreno calcinadas, de las cuales la mayor parte – más de 20.000– se correspondían a los dos fuegos de mayor tamaño, el de Folgoso do Courel y A Pobra do Brollón, en Lugo, y el de Valdeorras (Ourense). Según la última información de la Consellería de Medio Rural, Galicia tenía en esos momentos siete grandes incendios activos, de los cuales cinco superaban las 1.000 hectáreas de terreno y afectan a dos zonas concretas: O Courel y Valdeorras. Los incendios que asolaron varios puntos de la geografía española obligaron a evacuar a alrededor de once mil personas ante el peligro de las llamas. En 2021 Europa estaba bajo agua. La zona central del viejo continente se enfrentó a una de las mayores inundaciones de su historia, con un episodio de lluvias torrenciales sin precedentes que dejó centenares de desaparecidos y destrozos millonarios. Un año después, el panorama es radicalmente distinto y los problemas no tienen que ver con precipitaciones extremas ni riadas sino con olas de calor, temperaturas máximas de récord, incendios forestales o glaciares derruidos con efectos mortales. En tan sólo un mes, los fenómenos meteorológicos extremos –la mayoría asociados a las altas temperaturas– se han vuelto tan recurrentes que la normalidad climática no ha tenido apenas cabida. La crisis climática se ha hecho evidente en forma de la peor de las catástrofes.

Segunda ola de calor en un mes, previa al verano.

El 10 de junio, a varias semanas de que el verano comenzase de forma oficial, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) lanzaba una alerta por temperaturas extremas sin precedentes. Con termómetros marcando más de 40ºC en algunas partes del mapa, España registró así la segunda ola de calor más prematura de su historia, sólo superada por el episodio de junio de 1981, que comenzó un día antes. Este fenómeno meteorológico dejó cerca de 700 muertes, según los datos difundidos por el Ministerio de Sanidad, y abrió un debate intenso sobre cómo adaptar la economía a un clima cambiante que está adelantando la entrada del verano y postergando su fin. La ola de calor más prematura de los últimos veinte años ha dado paso a una catástrofe de fuego en Zamora. Las altas temperaturas convirtieron la Sierra de la Culebra en un paraje repleto de combustible donde el fuego se prendió y extendió tras el impacto de un rayo– de manera descontrolada. En poco menos de cinco días, más de 30.000 hectáreas de este paraje quedaron calcinadas, convirtiéndose en el incendio más grande y demoledor de la última década. El 10 de julio, la Agencia Estatal de Meteorología anunciaba un nuevo episodio de temperaturas adversas que llegaba tan sólo un mes después de que junio hubiera registrado la prematura ola de calor. El mercurio alcanzó temperaturas medias de 40ºC y por encima de los 45ºC en algunos puntos del mapa, como el Valle del Tajo o el Valle del Guadalquivir. Este fenómeno ha estado marcado por el predominio de noches tórridas –noches con temperaturas por encima de los 25ºC– y noches tropicales –por encima de los 20ºC–, pero también por una longitud de récord. Según los datos de la AEMET, la ola de calor ha durado al menos nueve días (se dio por terminada el lunes 19 de julio), siendo la tercera más larga de la historia, empatando con los episodios de 2017 y 2020. La más extensa duró 26 días (entre el 27 de junio y el 22 de julio de 2015) y la segunda en el ranking se alargó 14 días en el verano de 2003. La concentración de dos olas de calor intensas en menos de un mes ha sido el caldo de cultivo perfecto para que el fuego se propague por todo el país con virulencia, quemado decenas de miles de hectáreas en Galicia, Extremadura y Castilla y León. La situación de temperaturas extremas ha disparado las estadísticas forestales, en tanto que en lo que va de año se han quemado ya 70.000 hectáreas en todo el país, el doble de la media anual registrada en la última década. El fuego es el denominador común del verano europeo. Como España, la mayor parte de los países están sufriendo incendios extremos. En la fachada atlántica de Francia las autoridades han elevado este martes la alerta roja por temperaturas de 38ºC y al menos 15.000 hectáreas han quedado arrasadas por el fuego, según las informaciones de la agencia EFE. En Portugal, los focos llevan ya 6.000 hectáreas reducidas a cenizas, después de registrar una semana de altas temperaturas. El mismo escenario se ha dado en Grecia, con más de 200 focos activos en la última semana, o en Italia, que se enfrenta a la mayor sequía de los últimos setenta años. Precisamente en Italia se ha registrado, como consecuencia de las temperaturas adversas ligadas a la crisis climática, uno catástrofe histórica con el derrumbe, por culpa del deshielo, de parte de un Glaciar en Los Dolomitas el pasado 2 de julio. La catástrofe dejó 6 muertos decenas de desaparecidos.

Bomberos de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) combaten un incendio en un campo de trigo en Tábara, Zamora.

El pasado martes, los bomberos forestales de Castilla y León pidieron a la Junta que declarase el nivel 3 de riesgo para que el Estado asumiese el control del operativo ante la falta de capacidad de la gestión autonómica para controlar las llamas extendidas en Zamora y Salamanca. Los sindicatos de bomberos consideraban que estaban trabajando por encima de sus capacidades e imploraron al Gobierno regional que se elevase el nivel de riesgo del INFOCAL para que los operativos estatales prestasen ayuda. Una medida que permitía el apoyo de la UME o de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF), dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). Para que esto ocurriese, no obstante, debía ser la Junta quien solicitase al Ministerio de Interior una intervención. El fuego en la provincia zamorana afectaba ya a 34 municipios que fueron desalojados. Un brigadista falleció cuando trabajaba en labores de extinción y otros dos resultaron heridos y un pastor perdió la vida cuando trataba de evacuar a sus ovejas. Al foco de Zamora se agregó el incendio en Salamanca, que comenzó a propagarse desde Las Hurdes, en Cáceres.  Totalmente desbordados, no teníamos capacidad para lidiar con los incendios, no había capacidad, pero tampoco organización. Manuel, portavoz de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León (ATIFCYL) e integrante del colectivo Bomberos Forestales en Lucha, denunció en una entrevista con Público que parecía que “hubiera un mono gobernando”. “Hay en torno a 4.000 efectivos trabajando en labores de extinción y cerca del 90% de ellos son empresas privadas. Declarar el riesgo 3 es un tema político, supone reconocer la incompetencia y la incapacidad para gestionar esto. Estamos trabajando 70 horas en cuatro días, estamos agotados y no hay relevos. En la mayoría de los casos, por el SMI, con algún plus de peligrosidad”. Esau Escolar, presidente de la Asociación Sindical Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León, hizo hincapié en la falta de relevo y puso el foco en la ausencia de unos presupuestos en la región. “Al no haber presupuesto, no se puede comprometer más del 70% del gasto público y eso nos lleva a que ahora mismo tengamos en todas las provincias entre cuatro y cinco retenes sin adjudicar. Esto se traduce en que falta personal y en que los efectivos están machacados, currando 18 horas al día, descansando cuatro horas y volviendo a trabajar”, se lamentaba el sindicalista, considerando que la cuestión no debía girar en torno a declarar el nivel 3 de riesgo, sino en renovar y reestructurar todos los planes de prevención y extinción. Las jornadas alcanzaban las 20 horas, la muerte de un compañero brigadista, las amenazas y coacciones desde instancias superiores… Esa era la imagen de los bomberos forestales en Castilla y León, donde, en apenas 35 días, el fuego calcinó cerca de 100.000 hectáreas. Los sindicatos denunciaron la falta de descanso, pero también las pésimas condiciones laborales. Uno de los hechos más significativos era la comida ofrecida por la Junta, un pobre bocadillo con tres lonchas de embutido, y la falta de agua para hidratarse. El protocolo de extinción de la Junta tenía más de 20 años de antigüedad y no renovaba su texto desde 1999. El documento, por tanto, no incluía ninguna mención a la crisis climática y no se ajustaba a las nuevas características de los incendios, que son cada vez más virulentos y difíciles de frenar.

Imagen del incendio de Cebreros.

Los incendios forestales, que asolan a más de media España, han quemado en lo que va de año 70.000 hectáreas, es decir, el doble de la media de la última década, según la información que maneja el Gobierno. La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, pidió a las comunidades autónomas que reforzasen la capacidad de respuesta ante los incendios forestales como los que estos días afectan a gran parte del territorio nacional. “Es capital trabajar en varios frentes y el primero de ellos es dotarnos y reforzar la capacidad del conjunto del país para una mejor coordinación y contar con más medios durante todo el año; es una competencia de las comunidades autónomas y la respuesta es desigual”, apuntó en una entrevista en la Cadena SER recogida por Europa Press. Y comprometió el apoyo del Estado para “reforzar todo el esquema”. Efectivos de la Guardia Civil de Valencia detuvieron al presunto responsable de varios incendios registrados en La Safor (Almoines, La Font d'en Carròs y Alfauir). El arrestado estaba siendo investigado por otro incendio provocado en Gandía el mismo día de los hechos, el 19 de junio. El incendio de Cebreros (Ávila) afectaba el pasado jueves a 4.400 hectáreas desde que se inició el sábado, 16 de julio, a causa de una colilla, según el director de Jornada, Rodrigo Gandía. En rueda de prensa, explicó que durante la noche se llevaron a cabo labores contra el fuego en varios flancos del incendio y que siguen “trabajando intensamente para lograr su control y estabilización”. En varios puntos se logró “perimetrar” zonas, a expensas del viento que sopla en las próximas horas en “zonas de mucho combustible” y con una “orografía complicada”.  El incendió de la zona de Navafría (Segovia) desde el pasado 15 de julio y que quedó controlado el miércoles, día 20, según datos de la Junta de Castilla y León recogidos por Europa Press, calcinó 879 hectáreas de terreno, de las cuales 425 eran de arbolado (220 de ellas de pino silvestre y rebollo y otras 205 de roble, fresno y zarzas); 447 hectáreas de pastos y 7 hectáreas de terreno agrícola. La Junta de Castilla y León, responsable del operativo de extinción del incendio declarado el pasado domingo en Losacio (Zamora) y que según las primeras estimaciones habría quemado más de 20.000 hectáreas, dio el jueves por estabilizado el fuego, en el que perdieron la vida dos personas y que obligó a evacuar unos 6.000 vecinos de 34 poblaciones zamoranas. La Xunta de Galicia aprobó en su reunión del jueves un “decreto paraguas” para amparar las ayudas que tiene previsto conceder a los afectados por la oleada de incendios de estos últimos días, aunque las convocatorias no se abrirán hasta la próxima semana, según anunció el presidente gallego, Alfonso Rueda. La Xunta dará hasta 122.000 euros por vivienda habitual afectada por incendios que, en caso de segunda residencia, serán de hasta 61.200 euros, y que cubrirán el 100 % de los daños en ambos casos.  También se habilitarán, más allá de las propias edificaciones, se concederán ayudas para los daños en enseres, de entre 15.000 euros –si se declara en ruina total– y 7.000 euros –en el caso de afectación parcial– para primeras residencias, y entre 5.000 y 3.000 para las segundas viviendas. Por otra parte, el Infoca movilizó cinco medios aéreos para sofocar el incendio declarado en la tarde del jueves en el paraje Charcofrío, en el término municipal de Aznalcóllar (Sevilla). En el dispositivo intervinieron 51 efectivos entre bomberos forestales, técnicos de operaciones, y agentes medioambientales y dos camiones autobomba

Benjamín Prado responde a Mañueco.

Rubén Parras advierte en ElPlural.com que el escritor Benjamín Prado ha respondido tajantemente a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, en relación al mensaje de condolencias que el presidente de la Junta ha escrito por la muerte de un bombero forestal en el incendio de Zamora. “Sobrecogido escribió el dirigente autonómico del PP– por la muerte en acto de servicio de Daniel Muñoz Varas, mientras luchaba contra el incendio de Losacio, Zamora. En señal de respeto y como muestra de dolor, desde la Junta de Castilla y León declaramos luto oficial mañana. Mi profundo cariño y total apoyo a su familia y compañeros DEP”. Como respuesta, Benjamín Prado le recuerda a Mañueco lo que no ha hecho en la región para prevenir los incendios. “El presidente Mañueco se muestra ‘sobrecogido por la muerte en acto de servicio’ del bombero que luchaba contra el fuego de Losacio, Zamora. Como todos, pero él y sus aliados de Vox tumbaron la propuesta socialista de hacer tareas de prevención de incendios durante todo el año”, dice el escritor. Los continuos gobiernos del PP en la comunidad llevan evitando más de diez años que haya durante todo el año un sistema de prevención de incendios. Prado hace referencia a las declaraciones de Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Fomento, tras rechazar la contratación de bomberos forestales durante todo el año: “¿Vamos a tener unos bomberos de incendios en invierno, la misma plantilla? Nuestro modelo es más sensato y congruente. No va a estar todo el año el mismo operativo”. Hace apenas un mes, con el mayor incendio que se había registrado en la comunidad desde que hay registros, el de Sierra de la Culebra, PP y Vox rechazaron en las Cortes una iniciativa del PSOE que pedía, con un plazo de año y medio, transformar el operativo de extinción de incendios y emergencias para que fuera permanente, coordinado y estuviera bien dotado de medios humanos y materiales para toda la comunidad.

La foto de Sánchez, solo, en la zona del incendio de Extremadura. Ballesteros

La foto de Pedro Sánchez, cruzado de brazos delante de la tierra calcinada en Extremadura, se difundió por redes sociales después de que el periódico El Mundo la utilizase para ilustrar una noticia sobre las declaraciones del mandatario en Monfragüe y algunos periodistas y políticos de la derecha y la extrema derecha –como Eduardo Inda, Rosa Díez o Luis del Pino– la compartiesen en sus perfiles. Las críticas no tardaron en llegar. Varias personas criticaron en Twitter que el presidente se hiciese “un book de fotos posando con los incendios de fondo” mientras “unos malnacidos quemaban España”. 

Sánchez y Fernández Vara comparecen en la zona afectada por el incendio Ballesteros.

Ante estos comentarios, salieron a la luz todas las fotografías que acompañaban a la que ilustraba esa noticia, en las que se veía que Pedro Sánchez no posaba, sino que se encuentra escuchando la comparecencia del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en el Puerto de Miravete, cerca de la localidad donde se declaró el incendio que afectó al Parque de Monfragüe. Se habló de “manipulación” por parte de quienes compartieron la fotografía sin contexto. Pero el fotoperiodista de Europa Press, Eduardo Parra explica que no se trata de una mala praxis por parte del fotógrafo, que, en este caso, era Andrés Ballesteros, de la agencia EFE. Que no se puede hablar de “manipulación” por parte de la agencia en este caso. Parra aclara que se trata de una técnica de los fotógrafos para proveer a los medios de imágenes del presidente o de cualquier político que “tenga muchas noticias por día y su agenda fotográfica no sea tan intensa o casi nunca vaya solo”: “Muchas veces se necesita una foto del presidente solo, por ejemplo, para hablar de la dimisión de Adriana Lastra. Y se busca una foto de él sin ningún otro cargo público que pueda desviar la atención”. Entre ellos lo llaman coloquialmente “un Pedro Sánchez del día”, “un Feijóo del día”, “un Irene Montero del día...”. “Cuando no es posible tomar esta foto diaria de algún cargo público solo, se utiliza la técnica del encuadre”, asegura Parra. Aunque sí concreta que siempre se hace publicando el resto de fotos “de la información pura y dura del momento”. “Lo que no debe ocurrir es que una agencia o un medio de comunicación lo difunda sin el resto de fotografías o sin contexto”, señala. En la agencia EFE aparece, junto a la foto de la polémica, toda la serie de imágenes de la visita de Fernández Vara y Sánchez a la zona afectada por el incendio. De hecho, la misma agencia aclaraba en un tuit que la foto no estaba manipulada. 

Imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:

Vista de un puesto de la ONG World Central Kitchen, en la comarca de Tábara (Zamora)

Hace una semana, la cuenta de Twitter de la Asociación Sindical Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León publicaba una fotografía para denunciar la mala calidad de la comida que la Junta de Castilla y León estaba proporcionando a los efectivos de extinción de incendios en Zamora. Un bocadillo con tres tristes lonchas de embutido que sirvió para visibilizar la precariedad del sector. Como reacción de esta noticia, el chef español, José Andrés, se puso al frente de una nueva causa alimentaria. El fundador de la ONG World Central Kitchen no tardó en responder y cambiar el frente de Ucrania –donde estuvo hace meses repartiendo alimentos– por el suelo calcinado de Zamora. “Hay que alimentar siempre bien, especialmente a las personas arriesgando sus vidas y trabajando sin paro ni descanso. Especialmente incendios. ¡Ayuda a la moral y es importante que tenga las calorías necesarias para un trabajo intenso!”, contestaba José Andrés en Twitter a la asociación sindical. Unos días después, el hombre bajó de un helicóptero al trote y cargado de táperes repletos de comida.


El chef José Andrés, por lo visto, no solo reparte comidas, también alguna que otra réplica a quienes critican imágenes fuera de contexto. Marcos de Quinto y Luis del Pino criticaban que el chef llevaba poca comida para alimentar a todos los trabajadores en la extinción de incendios, que se trasladase en helicóptero y que le fotografiasen por su labor solidaria. Pero el chef les explicó todos los pormenores de sus críticas: “En ese helicóptero llevábamos 3.000 comidas. Primer aterrizaje en Ábaco, después de cuatro días siendo azotada por el Huracán Dorian. Esas bandejas iban al único hospital y el helicóptero era la única forma de llegar. ¿Foto? había un equipo de ABC. Y un fotógrafo. A los cuales rescatamos”. (Tremending)

Realojados que vuelven a sus pueblos en un autobús desde el recinto ferial de Zamora.

Primera parada Moreruela de Tábara; segunda parada Faramontanos. En Tábara algunas casas no pudieron salvarse y en Escober la situación todavía preocupa. Los vecinos siguen luchando con cubos para que las llamas no se reactiven. Aunque ha sido declarado sin llama la extensión del incendio es tan grande que no pueden cantar victoria; todavía no lo han vencido. Los bomberos forestales han trabajado para consolidar el perímetro que superará las 30.000 hectáreas. Han retirado la vegetación combustible para después cavar hasta el suelo mineral. Eso ha permitido la vuelta a casa de todos los evacuados, 6.000 personas de 34 municipios.

Más de 30.000 hectáreas quemadas. 

Los bomberos de Castilla y León han pedido al gobierno central que asuma el mando contra los incendios ante la “incapacidad” de la coalición PP y Vox. Por favor, tened memoria cuando toque ir a votar.  (Pablo García Fernández).



Joan López Casasnovas, escritor que luchó hasta el final por la cultura en lengua catalana.

El filólogo, poeta y político menorquín, Joan Francesc López Casasnovas moría en la madrugada del martes pasado en Menorca, a los 69 años. Licenciado en lenguas románicas y en lengua catalana, era un referente de las izquierdas y del nacionalismo en Menorca. Formó parte de l’Assemblea Democràtica de Menorca y de l’Assemblea Autonòmica de Menorca y militó en el PCIB-PCE (1978-1981). Fue conseller de Normalització Lingüística y de Cultura y Educació en el Consell de Menorca (1979-1992). Recibió el Premi d’Actuació Cívica de la Fundació Lluís Carulla. En el 2019, recogió el premio 31 de Desembre de l’Obra Cultural Balear por su dedicación a la normalización del catalán. La presidenta del Govern, Francina Armengol, trasladó su pésame a su familia y amigos y asegura que, con su muerte, se pierde “una figura clave de la política, la literatura y la cultura de Menorca y Balears”. El PSOE de Ciutadella ha propuesto entregar al intelectual la medalla de oro que otorga el Ayuntamiento.

Recuerdo con cierto cariño el gesto de López Casasnovas de estar dispuesto a desplazarse de Menorca a Ibiza cuando, en mayo de 2020, le invité en la presentación de mi último libro publicado “La cicatriz” que debió, finalmente, suspenderse a causa de la Covid. Y el artículo que publicó en Menorca. 


Mientras muchos sueñan con el transporte público gratuito, los vecinos de Adelaida (Australia) ya lo están disfrutando. Usando la energía solar se hace mucho más fácil ofrecer transporte gratuito a la población, señalan desde el ayuntamiento. Con una fuerte radicación solar, las placas producen el 70% de la energía necesaria para el funcionamiento de los autobuses. El otro 30 % proviene del sistema de frenado de los buses.

Barco de batalla bajo la Luna.   

“No es la pobreza la que aflige, sino la avaricia”. (Epicteto). 

“Lo característico de la vida actual no son la inseguridad y la crueldad, sino el desasosiego y la pobreza”. (George Orwell).

El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Vergara, Manel F., Alfredo Boto-Hervás, Dávila, Puebla, Kap, Indígoras Pachin, Riki Blanco…








¡Más madera!

La caramabola rusa.



Más ranas.

Negacionismo a la madrileña.

Almeida se explica.

Autónomo.

Hacia las elecciones.








El humor isleño de Pep Roig:

La persistente ola de calor.

Manos arriba.

Que gobienen ellos.

Evolucion.

Táctica político judicial a la española.

En familia.

Los vídeos de esta semana:

Los bomberos de Castilla y León, al límite: "Perder la vida es peor que perder el trabajo”

Un bombero que trabajó en el incendio de Zamora revela su sueldo: "Somos indispensables" la imagen.

Los incendios que asolan media España se han cobrado dos vidas

Los diez incendios más destructivos de la última década en España | EL PAÍS

No solo España arde: vea el sorprendente mapa del fuego de la NASA

Efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) luchando contra las llamas del incendio de Folgoso, en el que han ardieron 11.100 hectáreas hasta la pasada tarde del jueves, según las informaciones facilitadas por la Xunta de Galicia.

La UME lucha contra las llamas en Folgoso (Lugo)

PODCAST | Hablemos del calor: ¿los veranos van a ser cada vez más calurosos?

 

Doc Severinsen plays A NIGHT IN TUNISIA at CancerBlows 2015




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