miércoles, 30 de julio de 2008

30 de julio. El regalo del ministro.

El generoso ministro de Industria, Miguel Sebastián.

El ministro, Miguel Sebastián, anuncia 31 medidas para el ahorro y la eficiencia energética, entre las cuales figura el “regalo” de una bombilla de bajo consumo, "con el fin de cambiar los hábitos de consumo en las familias". Su iniciativa algo tiene que ver con las ofertas del dos por uno. En efecto, a quien adquiera una bombilla de este tipo, en el 2009 y en el 2010 se le regalará otra. Mientras tanto, durante estos cinco meses que aún le quedan a este año, que cada cual aguante con su vela o su bombilla de siempre. La oposición parlamentaria, ni acepta ni rechaza el regalo, pero deja bien claro que “este gobierno nos sorprende cada vez que presenta iniciativas para combatir la crisis”. Pero el ministro de más amplio espectro luminoso (por algo incluya a la vez Industria, Comercio y Turismo), insiste en su regalo. “Si los hogares españoles utilizasen bombillas de bajo consumo –asegura– ahorraríamos dos millones de barriles de petróleo, el equivalente al 10% de nuestras importaciones de crudo”. De ahí, su iniciativa.

El ministro, que ha vuelto a ponerse la corbata para entrar en el hemiciclo de las Cortes, cediendo a los ruegos del presidente, José Bono, sigue con sus propuestas para cambiar los hábitos del españolito de a pie. Porque ya se sabe que el hábito no hace al monje, ni las estrellas al general, ni la metralleta al valiente, ni el capirote al cofrade, ni el traje de luces al torero, pero ayuda. Y Miguel Sebastián, otra vez encorbatado, suda y consume más energías al tiempo que pare otras medidas. Pero ¿qué dice del consumo de los grandes y lujosos coches empleados por los altos funcionarios del Gobierno, cuyo costo en gasolina es un despilfarro para el Estado? ¿O de los miles de marcas de coches utilizados por los españoles con un cuentakilómetros que invita a superar los 120 permitidos? ¿O de la publicidad que los promociona ante los consumidores? ¿O de tantos y tantos ejemplos en un comercio y turismo nacional que no dejan de consumir petróleo porque éste y no el agua o la gaseosa es la base de la Industria?

A este paso, quien sabe si el ministro no acaba descubriendo la clave para controlar el aire que respiramos. Lo único que se da y se toma gratuitamente. Porque lo seguro es que ni la luz ni la gasolina bajarán un céntimo.

2 comentarios:

Daniel Hermosel Murcia dijo...

¿Y no puede ser mejor un tubo de neón?, es que el de la cocina chisporrotea y le quedan dos telediarios.

(Notesé el tono irónico, y añadase un "¡gensanta!", como si sirviera de algo)

Anónimo dijo...

También podriamos recuperar el lenguaje de los abanicos, la mirada de estar en oferta y los lunares de la cara. De este modo nos refrigeramos,y no gastamos en publicidad. chiflos.