domingo, 26 de marzo de 2023

Fracasa en las Cortes la moción de censura de Vox.

Tamames y consejero, Sánchez Dragó.

La presencia y palabras de Ramón Tamames en el debate de la moción de censura registrada esta semana en las Cortes, fue algo más parecido a una charla 'sentando cátedra', recordando sus tiempos como profesor, que a una petición final del voto favorable para ser presidente del Gobierno. La idea fue lanzada por Sánchez Dragó quien así se expresa sobre ese personaje antes de que llegara a sentarse en el hemiciclo, justo al lado de Santiago Abascal , presidente de Vox, de ideología ultraconservadora: “Es verdad que yo propuse el nombre de Tamames para esta moción de censura, pero ahí terminó un poco mi papel. Tuve la iniciativa de proponérselo, de llamarle por teléfono, de conseguir su asistencia a las primeras tres reuniones en las que comenzaron las negociaciones entre la gente de Vox, Tamames y gente de su confianza. Pero bueno, que yo quede ahí un poco convidado de piedra, porque yo de político soy muy poco. Aunque eso sí, tengo una clara vocación para meterme en líos. Con esto quiero decir que a mí me atrae mucho la ética. Este es el único momento en que la democracia parlamentaria, que es monótona, aburrida, tediosa, que va despacio… tiene un momento épico. Estoy expectante, pero ya sabemos lo que va a pasar. En cuanto a Tamames, por supuesto que mi confianza en él es casi absoluta en la medida en que con él tengo una amistad de más de medio siglo, prácticamente casi de 70 años. Y, en los amigos se confía, ¿no?” Para Dragó, al igual que para Tamames, lo importante en esta iniciativa era la censura, “porque las personas que intervienen en ella son personas que creen que el Gobierno actual lo está haciendo fatal, que está dejando casi tierra quemada en lo que se refiere a una serie de leyes absurdas y a las instituciones a sus espaldas, y que, por lo tanto, es conveniente y necesario incluso criticarlo. La moción de censura no sirve solo para que venga un nuevo jefe de Gobierno. Sirve para introducir una serie de ondas concéntricas en la opinión pública y en los propios parlamentarios, que quizás conduzca efectivamente a la caída de un gobierno y a la sustitución de su jefe por otro. Eso ya pasó en la democracia española”.

Tamames en las Cortes, al lado de Abascal.

El veterano economista e historiador entró el pasado martes en las Cortes, en donde sabía que una mayoría de diputados ni escucharían sus consejos, ni aceptarían sus mensajes, avalado por Vox.  Y el segundo día de su estancia tuvo palabras para todos, siendo duro, quizás sin serlo para Inés Arrimadas, al explicar que echaba de menos los tiempos de Albert Rivera en Ciudadanos y que su interesante proyecto “se malogró”. Tampoco fue amable con Íñigo Errejón de Más País, a quien consideró que no era “racional” en sus palabras, recordando a su padre profesor. “Escuché a Errejón y pensaba que había entrado en una fase de mayor racionalidad”, le espetó. A Joan Baldoví (Compromís) y Patxi López (PSOE) les reprochó su tono, y con actitud ya bromista, les recomendó tener a mano una pastilla antiinfartos por si con tanta tensión pasaban malos momentos en la tribuna de oradores. En cuanto a Cuca Gamarra (PP), le agradeció sus palabras y su respeto, pero le reprochó que no fuese a votar a favor de la moción, siendo por cierto la única referencia que hizo al pedir el apoyo del Congreso para convertirse en presidente. En cambio, fue cariñoso con Tomás Guitarte de “Teruel Existe”, por solidarizarse con la España Vaciada, así como con José María Mazón del PRC. Y crítico con los nacionalistas vascos y catalanes, especialmente áspero con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, soltando un discurso sobre los privilegios de los vascos: “¿De qué se quejan?”. A Miriam Nogueras de Junts le atacó duramente, recordando: “Cataluña es un pedazo de España y tiene un futuro, pero no es el de Waterloo”. Como reflexión general, reprochó a todos los partidos que convirtieran el debate en un “mitin”, reprochándoles “ignorancia de la historia de España” y echando de menos los tiempos de Fraga y Suárez en mociones del pasado. A las mujeres les explicó que exageraban con su discurso feminista. Y aludió a los ministros del Gobierno, hablando del “síndrome de la Moncloa”. 

Ramón Tamames, acompañado de Abascal, minutos antes del inicio del debate de la moción de censura.

“El discurso de Tamames fue breve –escribe Gerardo Tecé en “La moción del bacalao”, artículo aparecido en TCXT– Además de por lo de comer a las doce y media, porque aquello no era más que el imaginario de Vox. Abascal, a su lado, buscaba en qué equipo jugaba el tal Montesquieu. Contaba el rockero Silvio Melgarejo en una mítica entrevista con Quintero que en la Sevilla de la época había tan pocas alegrías que llevarse a la boca que los dos únicos bares que ponían bacalao estaban siempre a reventar. No habían levantado aún la chapa y ya estaba allí todo el mundo en la puerta, disimulando. Como si cada uno de los componentes de aquella impaciente multitud hubiera elegido parar allí por casualidad y no por el bacalao. La gente miraba al suelo silbando y ni se saludaban, contaba Silvio mientras Quintero carcajeaba hasta la lágrima en antena. Disimulando y haciendo como que no estamos aquí por lo que estamos, una multitud de periodistas y espectadores seguimos con atención la moción de censura en el Congreso. A punto de subirse la chapa de la sesión, si alguien te pregunta qué tal, tú respondes que aquí, con lo de la moción, como si lo de hoy fuese eso, como si se tratase de política y no de un trozo de morbo salado que echarnos a la boca porque, qué cojones, la vida está para disfrutarla. Era martes, 21 de marzo de 2023, China inaugura el primer servicio comercial de coches conducidos mediante inteligencia artificial y en el Congreso habla el excomunista Ramón Tamames. A sus 89 años, había aceptado acudir a esta excursión al Congreso, organizada por la ultraderecha, porque cada uno se falta al respeto cómo y cuándo quiere. Su edad, protesta el organizador del bolo, no debería ser motivo de mofa. Tiene razón Abascal. Descartada la opción de que la moción triunfe y Tamames se convierta en flamante presidente nonagenario del gobierno, subrayar su edad no tendría sentido, de no ser porque la edad nos sirve para entender al personaje. Quien hoy habla en la casa de la ciudadanía ha vivido lo suficiente como para recordar aquella época del bacalao en la que, quienes hoy lo llevan de visita, encarcelaban a parte de la ciudadanía. En concreto a la parte que luchaba por la libertad. Muchos de ellos, antiguos compañeros de Tamames. Hoy, confiesan los organizadores de la moción, volverían a hacer lo mismo ilegalizando partidos”.

Tamames reprende a los parlamentarios en un su discurso lleno de bulos e ideas estrambóticas.

“Abascal, animador sociocultural, arrancó el acto dando la bienvenida a sus señorías y a los aficionados al bacalao que estábamos en casa. Haciendo de telonero con un discurso de 45 minutos que inició con una excusa. Dada la manifiesta impotencia de la moción, explicó Santiago Y Cierra España, simplemente estamos aquí para que los españoles escuchen a Vox sin que intermedie la manipulación de los grandes medios de comunicación que, como todo el mundo sabe, trabajan a las órdenes del socialcomunismo. Una denuncia desde la tribuna del Congreso que provocó sentidas ovaciones en los platós de Ana Rosa, Vicente Vallés, Iker Jiménez, Carlos Herrera, Pablo Motos, Trancas y Barrancas. Cuarenta y cinco minutos que le bastaron a Abascal para hacer repaso de la España de hoy. Una España en la que hay diputados que no se visten correctamente para acudir al Congreso, eso y no lo de Tamames es el verdadero circo parlamentario. Una España en la que un terrorista islámico que asesina personas por culpa de Sánchez (sic), podría ahora declararse mujer (sic) y pasar de terrorista a violador en una cárcel para mujeres (sic). Una España en la que niños se mutilan (sic) por culpa de la ministra Irene Montero (sic). Una España incapaz de plantarle cara a los comunistas de la China (sic) ni de exigirle responsabilidades por el virus con el que nos han atacado (sic). Sic, para quien no lo sepa, significa en latín que, aunque no te lo creas, son declaraciones reales por parte del hombre que considera que vestir con seis tallas menos es ir bien vestido al Congreso. Y, tras Abascal, turno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Una intervención larga para desesperación de Ramón Tamames, que ya advirtió durante las negociaciones con Vox que él come a las doce y media. Sánchez aprovechó la primera moción de censura de la historia en la que el candidato no era un candidato y su programa alternativo no existía para presentarse él mismo como candidato a la reelección y hablar del programa de gobierno vigente. En su intervención, el presidente, que lo seguirá siendo tras la votación de mañana, acusó al Partido Popular de cobardía por abstenerse ante el Circo del –cara al– Sol y definió a Vox de un modo original. Según él, la ultraderecha es la encargada de dar sabor y color de forma artificial a lo que piensa el PP, así que el Sánchez más Comedy Central los definió como “el glutamato de la derecha”, para desesperación de quienes nos dedicamos al chascarrillo en redes, dolidos por el intrusismo laboral.

Y continúa explicando Gerardo Tecé: “Hechas las presentaciones, turno al fin para Tamames, corbata rosa con estampados, chaleco de padrino de boda bajo la chaqueta y protagonista absoluto de este enrevesadísimo capítulo de Cuéntame en el que los guionistas se fueron de juerga y entre copas y cocaína parieron que un referente del comunismo español acabase sus días liderando lo que quedaba de tropa franquista. El discurso de Tamames ya lo conocíamos. No por previsible, que también, sino porque días atrás fue filtrado de principio a fin a la prensa. Es decir, que ya lo habíamos leído. Es decir, que por mucho que disimulásemos, si a esas horas seguíamos frente a la tele era por el bacalao. Que tu discurso sea público antes de pronunciarlo es una faena y también la consecuencia lógica de haberlo escrito junto a Sánchez Dragó. Si la incontinencia verbal del escritor le impidió guardarse para sí mismo sus aventuras sexuales con niñas menores de edad, como para no ir contando cuando folla en el Congreso con fascistas adultos. Si hay un pero que ponerle a este circo que generosamente ha organizado la ultraderecha para disfrute de los amantes del buen bacalao es que no se hayan atrevido a ofrecérselo directamente a Dragó, que seguía el debate desde la tribuna no sin la esperanza de que a su amigo le diese un parraque y alguien desde la bancada de Vox gritase si había algún intelectual en la sala que pudiese salvar España. El discurso de Tamames fue breve. Además de por lo de comer a las doce y media, porque aquello no era más que el imaginario de Vox –da para lo que da– aliñado con algún cultismo que justificase la presencia del señor Tamames en el escaño de un Abascal que, a su lado, buscaba en Google en qué equipo jugaba el Montesquieu al que el invitado había hecho referencia. Tamames, esperanzado en que el Congreso fuese un lugar acogedor en el que lo primero es la cortesía con los invitados, quiso orientar la cosa hacia el almuerzo despidiéndose con un ‘lo dejo ya, que ya van tres discursos y estamos todos un poco cansados’. Si llega a saber que la cosa se iba a ir hasta más allá de las tres de la tarde hubiera vuelto a pagar la cuota del PC con tal de que desde Vox no lo llamasen”.

Tamames, perdido y desorientado, en las Cortes.

“La respuesta de Sánchez a Tamames fue el momento más delicado de la jornada del martes finaliza Tecé–. De hecho, para eso había llevado Vox a ese nonagenario escudo humano al que no puedes responderle como si fuera Abascal. ¿Con qué tono te diriges a él sin parecer agresivo? ¿Cómo surfear la posible condescendencia que aquel tipo de otra época producía en el Congreso actual? ¡Dos de bacalao para la mesa cinco! Aquello necesitaba de un movimiento quirúrgico y Sánchez lo hizo. Supo mezclar bien la dosis de confrontación política con un tono de respeto logrando desactivar así los argumentos del invitado sin rozar el terreno de la agresividad. Tamames, desesperado por la hora y pico de nueva réplica, estuvo a punto de fingir un desmayo para que la presidenta decretase un receso o sacase unos quesos y picos. Aún le quedaba otra hora y media. Era turno de Yolanda Díaz, probablemente la mejor intervención de la jornada. Dice un amigo gallego que, al contrario que a Feijóo, a Díaz le vino bien viajar lejos de Galicia. Aquí gritaba, en Madrid es una apisonadora tranquila. Lo volvió a ser. Más allá del dato –señor Tamames, lo voy a enterrar en datos–, Díaz fue capaz –y Tamames así lo detectó sabiamente– de lanzar su candidatura para las próximas elecciones en un discurso en el que le explicó al invitado de Vox en qué siglo estábamos. Díaz hizo una defensa de los logros del actual Gobierno que acabó siendo una moción de censura contra unas derechas que, en el caso de Feijóo no estaban, y en el de Vox se habían escudado en un señor mayor que interpretó a la perfección una visión y una imagen de la sociedad que pertenece ya al pasado. Mañana acaba el circo. Quien fuera referente de las libertades en España se irá a casa convencido de haber protagonizado una última página de oro. La derecha suele decir que todo tiempo pasado fue mejor. En el caso de Tamames, aciertan de pleno”.

Momentos más acalorados de la moción.

Tal como estaba previsto, la moción de censura de Vox no consiguió los apoyos suficientes y el Congreso de los Diputados rechazó al candidato Ramón Tamames, tal y como los grupos habían ido anunciando en sus intervenciones. Con 345 votos contabilizados, 53 diputados votaron a favor de la moción, frente a 201 en contra y 91 abstenciones. De esta manera, se cumplía el guion previsto, incluida la abstención del Partido Popular, que había confirmado su portavoz, Cuca Gamarra. Una moción solo apoyada por 53 diputados –los 52 de Vox y el exdiputado de Ciudadanos, Pablo Cambronero, que se pasó al Grupo Mixto en 2021. En contra votaron 201 diputados del PSOE, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, PNV, Bildu, Junts, PDeCAT, Más País, Compromís, CC, CUP, BNG, PRC y Teruel Existe, y por la exdiputada de Podemos, Meri Pita, que se pasó al Grupo Mixto. Se abstuvieron un total de 91 diputados del Partido Popular y de sus aliados de Foro y Navarra Suma. “Yo me voy muy satisfecho y agradecido”, concluyó Tamames. Pero la iniciativa de la ultraderecha fracasó con 201 votos en contra, solo 53 a favor y 91 abstenciones, entre ellas las 88 de los diputados del PP. A las 12 y media del miércoles, acaba a la votación. 

Tamames se despide del Congreso posando con los diputados de Vox y gritando '¡Viva la moción, viva don Ramón!'

Tamames se despide del Congreso posando con los diputados de Vox y gritando “¡Viva la moción, viva don Ramón!”.  El candidato de la fallida moción de censura de Vox se despidió el miércoles del hemiciclo del Congreso posando para una foto de familia con los diputados de la formación de Santiago Abascal al grito de “Viva España” y “Viva el Rey”. Tras la votación, Tamames se quedó sentado durante unos minutos en el escaño cedido de Abascal. Los diputados de Vox aprovechan para acercarse y despedirse del veterano economista, al que agradecieron el haber aceptado la oferta del partido y le felicitan por sus intervenciones en los dos días de debate. Después, todos ellos posaron junto al candidato en una foto de familia en el centro del Salón de Plenos. Tamames lo hizo levantando su bastón con la mano derecha y todos respondieron a los vivas a España y al Rey que un afín profirió desde la tribuna de autoridades. 

Alberto Núñez Feijóo.

Al día siguiente, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aprovecha su presencia en Bruselas para cuestionar al Gobierno. El líder del PP llega a poner en duda que el Ejecutivo de Pedro Sánchez esté en condiciones de asumir la presidencia rotatoria de la UE y la reforma de las pensiones pactada con la Comisión Europea. Prefiere no hablar de actualidad en general. Tampoco tiene nada que decir sobre por qué su partido se ha abstenido en la moción de censura de Vox que él mismo califica de “esperpento”. Dice que se ha “abstraído” de este asunto y califica la reciente moción de censura presentada por el líder de Vox, Santiago Abascal, como un “esperpento político”. Según él, el apego al cargo es “el único pegamento de la coalición rota” del Gobierno. El presidente del PP asegura que la mayoría de los españoles considera que esta moción ha sido una “pérdida de tiempo” para insuflar aire a Pedro Sánchez. En su opinión, España merece pasar página y volver a la “política seria”, por lo que se compromete a ofrecer un país normal, con política de adultos frente a “juegos” que desprestigian las instituciones. Feijóo afirma no compartir esta forma de hacer política y asegura haberse abstraído para reconstruir la imagen institucional de España. Según él, lo que se vivió en el Congreso fue un espectáculo impropio que desprestigia las instituciones. Advierte de que su partido “no va a facilitar apuntalar al Gobierno ni hacer seguidismo de otros partidos” y que la verdadera moción será el próximo 28-M, en referencia a las elecciones autonómicas y municipales de ese día de mayo.  “No es momento –resume– de trincheras, de muros ni de bloques, sino de puentes y de salir del estancamiento, crisis institucional y social que atravesamos”. De lo que sí habla Feijóo es de las pensiones en Francia, pero también con un argumento muy raro: dice que la reforma decretada por Macron es mejor que la que Pedro Sánchez ha pactado con sindicatos y Bruselas. Y lo dice en el día de manifestaciones más intensas en Francia.

Otras imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:

Foto de Ramón Tamames, en su entrada a las Cortes.

Moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez, por la que la ultraderecha presentó a Ramón Tamames, un antiguo comunista de casi 90 años, como presidente del Gobierno, sabiendo de antemano que no iba a salir elegido.

El Programa alternativo de Vox en la anterior moción de mensura fue nulo, absurdo, incompatible con la UE y los DDHH. El de esta, de la mano de Tamames, no es más que una ampliación surrealista de unas ideas caóticas, casposas y en declive. Ajenas a la realidad. Un ridículo más de un grupo patrocinado por ciertas élites para intentar mantener privilegios arcaicos. (Skakeo Fa Zine).

Se acabó la pantomima ridícula de la moción de Tamames. A bote pronto, lo que hemos sacado es: ver a Tamames quejarse de lo que hablan los demás. Para qué igualdad si ya tenemos a Isabel La Católica… ¡Ah, y que no se grite tanto que lo despiertan! Que él respeta a las mujeres porque él tiene abuela, madre y esposa... que es la que manda en su casa (normal, es la que ‘trabaja’). Del resto, poco que destacar....

Carlos Santos escribe en La Libreta Colorá, y cuenta A Media Mañana (RNE): “El Show Tamames se ha ajustado escrupulosamente a las expectativas y ya va camino del desván, para quedarse en el baúl de las extravagancias parlamentarias, sin el menor efecto real en la vida de los españoles ni en la evolución de su mapa político. Si acaso, se recordará como el día que aprovechó Yolanda Díaz para presentar sus credenciales o el día que comenzó su declive el grupo de extrema derecha que propuso a Tamames como candidato, con la inspiración nada divina de Sánchez Dragó, que contempló el espectáculo desde la tribuna del Congreso. La mitad de los votantes de ese grupo no han entendido nada de nada, dicen las encuestas, y hoy deben de andar desconcertados, al ver como sus diputados aplauden y votan con entusiasmo a un comunista arrepentido, pasado de vueltas, alejado de la realidad actual y puntito destroyer. Mientras tanto el presidente Sánchez, a quien pretendían debilitar con esta iniciativa, afronta el tramo final de la legislatura con el mismo apoyo parlamentario con que la empezó y podrá presumir en la Unión Europea, cuya presidencia asume dentro de tres meses, de superar las mociones de censura con mucha más holgura que el francés Macron. Esa es, por cierto, la razón por la que el PP de Feijóo ha decidido abstenerse, en lugar de votar en contra, como parecería lógico y como hizo el PP de Casado en la primera censura presentada por Abascal. Feijóo no quiere hacerle a Sánchez el regalo de que gane una votación con trescientos votos a favor. Bastante regalos le han hecho ya quienes presentaron la moción, piensa el gallego, que a buen seguro conoce los riesgos de su jugada: la abstención lo arrima un poco más, objetivamente, a esa extrema derecha de la que pretende alejarse. De todos modos, eso ya importa poco. Todo el mundo sabe que las próximas mayorías se van a jugar en el canto de un duro y que aquí a nadie le da ya miedo ningún pacto”.




La presidenta Ayuso visita al Papa.

Al final, la donación de Amancio Ortega acabó en manos privadas. ¡Viva el vino! (James Smith).

Niño con violín, llorando.

La imagen del niño músico llorando, fue elegida como una de las fotografías más emotivas de la historia moderna. Se trata de Diego Frazzo Turkato, tocando el violín en el funeral de su maestro, quien lo rescató del ambiente de pobreza y delincuencia en el que vivía. (Fotógrafo: Marcos Tristao)

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El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Manel F, Vergara, Flavita Banana, Malagón, Sansón, Miliki y Duarte, Santygutiérrez…








Juego de manos.





Empieza la moción.
Después de la moción.

Muy de Vox.

La peineta de Mañueco.






Pep Roig, desde Mallorca:

 

Farsa.


 Divorcio en simulado y diferido, hasta mayo.

 El buen tormento.
La bolsa o la vida.
Esperpento..

Solidaridad impuesta.

Los vídeos de esta semana:

Sánchez Dragó cuenta a Herrera por qué propuso a Ramón Tamames para la moción de censura de Vox

Ramón Tamames, candidato de la moción de censura contra Pedro Sánchez: “Yo no defiendo a Vox”

Tamames interrumpe a Sánchez durante su discurso en la moción de censura y Batet le amonesta

MOCIÓN CENSURA: el PP se ABSTIENE por "RESPETO" Y el PSOE VINCULA el FUTURO de FEIJÓO a VOX | RTVE


MOCIÓN CENSURA: Los GRUPOS acusan a TAMAMES de "BLANQUEAR A LA ULTRADERECHA" que le encarceló | RTVE

MOCIÓN CENSURA: TAMAMES acusa al PSOE de "volver a las 2 ESPAÑAS, peores que las del 36" | RTVE

Vox y Tamames fracasan en la moción de censura: así ha sido la segunda jornada de debate

¿Quién ganó y quién perdió tras la moción de censura?

Polònia - Polònia - Ramon Dance



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