La Transición, contada por fotos de carnet rescatadas de la basura.
La historia de España, contada en 11.000 fotos de carné. El proyecto “Documento Nacional” recoge una selección de imágenes encontradas en un contenedor, procedentes de un estudio fotográfico que cerró sus puertas en la década de los 90. Cuenta Eduardo Bravo en epe.es/es que, el pasado 2 de octubre del 2022, una de aquellas noches de estío, Alberto García Sáenz regresaba a su casa después de haber tomado algo con unos amigos. “Al llegar a la Plaza del Ángel, en pleno centro de Madrid, se topó con un contenedor de obra que, además de escombros, albergaba algo más que, a pesar del desorden y la penumbra, le llamó poderosamente la atención. Se trataba de miles de negativos de fotos carné, algunos de ellos cuidadosamente guardados en cajas. Estuve un buen rato recogiendo y ordenando el material. La gente que pasaba cerca me miraba con interés, pero, al ver que eran solo fotos viejas y cajitas, no parecían interesados en revolver escombros y mancharse de polvo. Cuando vi que en las cajas estaban escritas unas fechas, me di cuenta de que todo tenía un orden y, aunque calculé que serían más de 11.000 negativos hechos entre 1966 y 1983, tuve claro que era necesario mantener el archivo completo. Por eso, decidí cargar con absolutamente todo lo que encontré y, de hecho, durante el trayecto necesité hacer varias paradas para descansar”. Desde el primer momento, Alberto García Sáenz estuvo convencido de la importancia de su hallazgo. “Para mí esas fotografías tenían un valor cultural e histórico espectacular. Eran un relato minucioso del paso del tiempo, de cómo éramos y cómo evolucionamos durante esos años porque el DNI es algo de lo que nadie se escapa. Ricos o pobres, da igual, todos los mayores de edad pasamos por ahí obligatoriamente. No hay huella más clara de un país. Es la mejor descripción de la sociedad de estos años”. En un primer momento, Alberto García Sáenz pensó en donar todo ese archivo. Sin embargo, mientras encontraba una institución que le convenciera y le diera confianza, el tiempo fue pasando. “Todo fue muy rápido, en un suspiro. 'Algún día se pondrá el tiempo amarillo sobre mi fotografía', decía Miguel Hernández y, al final, ya se ha puesto porque, cuando, por fin, me decidí a hacer algo con ello, habían pasado 20 años y, para entonces, las primeras fotos del archivo tenían ya 60 años desde que fueron tomadas”, comenta García Sáenz, quien, finalmente, encontró en Paco Gómez a la persona que le ayudaría a dar forma a ese particular material fotográfico y decidió contactar con él por internet y concertar una cita para verse.
Las cajas encontradas contenían cantidad de negativos del formato 4x6. “Era un tipo de negativo que se utilizaba para hacer este tipo de fotografías —explica Paco Gómez— porque la cámara no era de carrete, sino que se cargaba. Además, debía de tener un mecanismo que, al sacar la foto, la marcaba con un número que permitía facilitar la búsqueda en caso de que alguien necesitase más copias posteriormente. Por último, el positivado se solía hacer sin utilizar una ampliadora, sino por contacto, colocando el negativo directamente sobre papel sensible”. Y, tras ver el material, Paco Gómez propuso a García Sáenz hacer un libro con Fracaso Books, editorial de su propiedad en la que el fotógrafo ya había publicado otros títulos sobre archivos encontrados, como Los Watterbled o Los Modlin. “Hay muchos libros con archivos policiales porque ese tipo de materiales son más fáciles de conservar. Las administraciones no solo poseen almacenes propios, sino que tienen cierta conciencia de que esas fotografías deben ser conservadas. Sin embargo, a las fotos de particulares nadie les da importancia, ni siquiera el propio fotógrafo. Cuando un estudio cierra por jubilación o por muerte repentina, si los hijos no quieren seguir con el negocio, lo más normal es que se tire ese material porque, además de no valorar su contenido, son muchísimas cajas como para conservarlas”. Si toda foto tiene una razón de ser, las del DNI están claramente pensadas para que el retratado pueda ser reconocido fácilmente por las autoridades. Por eso, no está de más presentarse ante ellas con un aspecto confiable, especialmente en los años de la dictadura. Además, en una época en la que la fotografía era una actividad limitada a aquellos pocos que dominaban la técnica, la realización de una sencilla foto de carné era todo un acontecimiento para el que la gente se ponía sus mejores galas e incluso iba antes a la peluquería. “El otro día tuve que irme a renovar el DNI. La opción que encontré a la hora de hacerme las fotos fue irme enfrente de la comisaría, donde una persona que ni siquiera es fotógrafo ni sabe iluminar, sino que ha acabado ahí por la razón que sea, me sacó una foto con una cámara digital y me la imprimió de manera horrible”, relata Paco Gómez quien recuerda que, antes, eso no era así: “Aunque la labor del fotógrafo de estudio era una actividad muy de batalla, en el conjunto de fotos rescatado por Alberto hay auténticos fotones. Además, a medida que ves la evolución del archivo, puedes comprobar que, si bien siempre se aplicaba la misma fórmula a la hora de componer e iluminar, había algunos fotógrafos mejores que otros y cada uno tenía su propio estilo”.
Después de revisar miles de negativos en una caja de luz, Alberto García Sáenz y Paco Gómez hicieron una selección de las mejores fotografías para que resultase más sencillo trabajar con ellas. “Ha sido una selección muy personal y hecha por instinto —relata Alberto García Sáenz—. Buscaba caras que me dijeran algo y luego me imaginaba relaciones entre ellos. Formaba parejas o pensaba que podrían ser hermanos, tíos, familia… Posteriormente, con todo eso, Paco ha hecho un diseño brillante”. Todo un trabajo de selección que se convirtió en “Documento Nacional”, libro que explora la vida española desde mediados de la década de 1960 hasta principios de la de 1980 y que verá la luz dentro de unas semanas. “Hemos hecho una evolución cronológica desde el año 1966 hasta 1983 organizada en capítulos. Cada uno de ellos lo antecedemos con tres acontecimientos políticos, sociales o culturales, que pueden ser simplemente que en esa fecha se emitió el primer capítulo de Barrio Sésamo, de Mazinger Z, el estreno de La guerra de las galaxias o la escritura de Cien años de soledad”, explica Gómez. Financiado a través de un proceso de micromecenazgo en el que aún es posible participar, los 500 ejemplares de la tirada de “Documento Nacional” comenzarán a llegar a los mecenas a partir de noviembre de este año y, según sus responsables, no se descarta que, en el futuro, el proyecto pueda expandirse a otras propuestas. “De momento vamos a ver cómo son las reacciones al libro —comenta García Sáenz—. Sería muy interesante hacer una exposición, pero tendría que estar muy bien pensada y con respaldo económico. Desde luego, sería una gozada, porque hemos rescatado del olvido generaciones de españoles cuyas fotos, que hemos tratado con el máximo respeto y teniendo muy presente su valor cultural e histórico, nos permiten ver claramente cómo éramos durante aquellos años”.
El proyecto “Documento nacional” cuenta —según Paco Gómez— la historia de España desde 1966 a 1983. Tan pronto como conoció su hallazgo tuvo claro que no podía pasar más tiempo guardado en un cajón. “Está compuesto por más de 10.000 negativos, ordenados cronológicamente en capítulos anuales. Los retratos van precedidos de un breve resumen de los acontecimientos sociales, culturales y políticos que tuvieron lugar en cada periodo. Seleccionamos 150 fotografías por año, las digitalizaron y las retocaron; escogiendo a los personajes “por intuición, la calidad del retrato o el relato que veíamos detrás de aquellos desconocidos”. Debía hacer “algo” para sacarlo a la luz y comenzaron a trabajar en “Documento nacional”, en el que las fotos carnet sirven de vehículo para recorrer la Transición española. El volumen ha sido autoeditado a través de Fracaso Books, la “tapadera”, como así la define, que Gómez utiliza para lanzar sus trabajos. También influyeron los elementos que ayudaban a definir la coyuntura en la que fueron tomadas, como la forma de vestir, los complementos, tocados y profesiones. “A medida que avanzamos en el tiempo, los militares van desapareciendo, cada vez hay menos monjas y la gente no se peina tanto con gomina. Crecen las barbas y los bigotes; y se percibe más libertad a la hora de posar”, comenta García. Gómez señala que la evolución se detecta sobre todo en las mujeres, por cómo al inicio “parecen clones vestidas con jerseys negros, pelos cardados y collares de perlas. Poco a poco se van desencorsetando. Hay más alegría y más adornos”. Todavía no han logrado identificar a ningún protagonista de las estampas, pese a que ya han revelado un amplio número de ellas en las publicaciones en redes sociales con las que están promocionando el proyecto. Aun así, Gómez explica que está “seguro” de que cuando se publique finalmente el libro, “aparecerán”. “Es posible que alguien se reconozca, o a sus padres y abuelos. Hemos tratado a las personas y a las imágenes con respeto y cariño, conscientes de su valor cultural e histórico”, defiende a la vez que espera que, en caso de que ocurra, “se sientan orgullosos de estar ahí como representantes de una época de la historia de nuestro país”.
La gran particularidad de “Documento nacional” es que esté compuesto por fotos de carnet. Un prototipo de instantáneas cuya razón de ser no tiene que ver con dejar constancia de algún viaje o evento, sino permitir identificar a las personas a las que capta. “Se hacían por la necesidad de estar incluidas. Te obligaban a tener una foto fiel a tu aspecto físico para poder comprobar tu identidad, que se te pudiera reconocer”, describe Gómez sobre las características inherentes a este tipo de retratos. Fue la primera vez que García dio con este formato entre todas sus 'operaciones de rescate' fotográfico por las calles. “Lo habitual son las imágenes familiares y que se conservan por haberlas heredado de los abuelos”, expone, aunque apunta que en su momento las de carnet eran más habituales que hoy en día porque “se hacían de más para poder regalarlas e intercambiarlas”. Su compañero lamenta que los espacios profesionales que las posibilitaban “hayan perdido valor”. “Ahora la gente va al fotomatón. En estas imágenes hay escorzos, se juega con los peinados, se ve que hay un trabajo previo para captar la personalidad. Eso ha desaparecido. De hecho, ya no hay estudios. Hay cosas para salir del paso en las puertas de las comisarías”, dice Paco Gómez. Uno de los motivos por los que García tardó tanto en decidir qué hacer con aquel tesoro que había encontrado fue no saber dónde llevarlo. Considera que “oficialmente, da la sensación de que no hay una institución clara que defienda y custodie este tipo de legados de los estudios de fotografía clásicos de esta época, ni de grandes archivos de gente custodiados por particulares a nivel privado”. Henar Alonso, miembro de la Junta Directiva de Archiveros Españoles en la Fundación Pública (AEFP), aclara que “sí hay sitios y todas las instituciones tienen su archivo”, citando como ejemplos museos como el Reina Sofía o el Prado. La experta reconoce que, de cara a que se acaben perdiendo documentos pasados, lo que más les “asusta” no son este tipo de ficheros personales, sino que “la destrucción de documentos ocurra cerca de instituciones públicas”. A su vez, incide en la importancia de “conservar la documentación, no podemos afrontar el futuro sin el pasado” y apunta, como tema a tener en cuenta, que “la gente tendría que ser consciente de qué guardar y qué no. Esto no quiere decir que a nivel personal haya que quedarse con todo, pero sí tener cuidado con ciertas cosas”. En lo relativo a la importancia que se le da a la memoria en España, Gómez incide: “No sé si hay conciencia, pero sí mucho volumen”. La cantidad de documentos hallados en basuras y disponibles en el Rastro madrileño son prueba de ello. No obstante, no culpa a quienes tiran este tipo de archivos a los contenedores, porque considera que no siempre “se te ocurre que pueda tener valor o interés histórico”.
Según recuenta Laura
García Higueras en ElDiario.es (04/10/2022) el proyecto “Documento Nacional”,
de Alberto García Sáenz y Paco Gómez, tiene 144 páginas y una tirada inicial de
500 páginas impresas en tritono. El 100% del dinero recaudado irá destinado a
pagar los gastos de impresión y el envío de recompensas. En caso de que se
supere la meta inicial, se aumentará la tirada y se pagarán los gastos de
producción. FRACASO BOOKS, edición independiente, aunque no lo parezca no
quiere ser una editorial. Es solo el paraguas que envuelve una serie de libros
autoeditados y financiados a través de campañas de crowdfunding. Pretende
generar productos personales al margen de los intereses y estilos editoriales. “Nos
interesan los mecanismos de investigación que exploren las relaciones entre la
imagen y la palabra. También la historia, el cine, la ciencia ficción y el
humor”. Paco Gómez funda en el 2005, el colectivo Nophoto que junto algunos de
los fotógrafos más prometedores del panorama nacional. Tiene cuerpo de jugador
de baloncesto a pesar de declararse inútil para los deportes. Su mirada seria y
su barba tupida esconden a un tipo irónico y simpático que se define como
fotógrafo, porque es el ámbito en el que más seguro se siente. También ejerce
de escritor y diseñador de exposiciones. Compara al fotógrafo actual con una
navaja suiza: “Tenemos que saber hacer de todo: video, llevarnos los papeles… no
es como antes que la gente se especializaba”. FRACASO BOOKS es una tapadera que
utilizo para autoeditarme mis libros. También es el paraguas que alberga otros
proyectos, productos al margen de las modas e intereses editoriales. He escrito
cinco novelas que exploran la relación entre fotografía y literatura. Los
Modlin es nuestro mayor éxito que ya va por la séptima edición. Todos mis
proyectos han sido financiados con campañas de crowdfunding. Este tipo de
autoedición, concebida como una precompra, ayuda a dimensionar la tirada en
función del interés generado en los mecenas, y contribuye a una relación más
cercana y lógica entre autor y lector”.
Paco Gómez escribió la historia de los Modlin, una familia afincada en Madrid en la España de los años 70, que orbitó alrededor de la fama y que murió en el más absoluto anonimato. Los restos de los Modlin fueron recogidos por el camión de la basura con destino al olvido más absoluto. Obsesionados con la fama, la vida de Elmer, Margaret y Nelson quedó plasmada en un libro a manos del hombre que recuperó sus maltrechos recuerdos. Al investigar el material descubierto tras aquella historia fascinante, la vida de Paco Gómez cambió radicalmente. ¿Qué había pasado para que todo aquello acabara tirado en la basura? Estas y otras preguntas son las que han obsesionado noche y día durante diez años a Paco Gómez, quien ha escrito un misterioso, apasionado y trepidante relato que fusiona con naturalidad géneros literarios tan distintos como la crónica periodística, la biografía detectivesca, los diarios, la ficción y, por supuesto, la fotografía. Tras una década de investigación, averiguó que sus protagonistas eran una familia de artistas americanos obsesionados por la fama que se afincaron en Madrid en la España de los años 70. El fotógrafo reconstruyó y escribió su historia en Los Modlin, un libro a caballo entre la crónica periodística, el diario y la biografía, armado en base a las curiosas instantáneas. Paco Gómez no nos engaña cuando nos dice que nos garantiza que no podremos parar de leer su novela. Una vez que leemos el breve resumen de la contraportada ya se ha encendido la mecha para que nos adentremos entre sus páginas y nos convirtamos en espectadores de excepción de un viaje apasionante, el que comienza cuando el autor, tras la llamada de su cuñado, acude a la calle del Pez, en la que una multitud revuelven entre un montón de objetos personales, entre los que se encuentran una gran cantidad de fotografías. Tras recogerlas y convivir con ellas durante un tiempo, las preguntas no cesan y hay que darles respuesta ¿Qué había sucedido para que aquello fuera arrojado a la calle? ¿A quién pertenecían aquellas imágenes? ¿Qué tipo de personas pueden tirar unas fotografías tan íntimas?
Otros comentarios,
imágenes y fotos sorprendentes:
El 90% del dinero que
necesitaba lo tenía ahí, sin necesidad de hacer nada. Lo más curioso es que
esto se ha vivido en directo en un acto del PP en Sevilla. Los asistentes
rogaban el dinero al Gobierno aludiendo a la falta de agua. Un minuto después
Moreno se enorgullecía de haber bajado los impuestos. Los populares se
encuentran en una encrucijada, perdonan impuestos a quienes más pueden pagar y
ahora ruegan en nombre de quienes más lo necesitan.
Juanma Moreno, el Robin Hood de los privilegiados. El presidente de Andalucía, que acaba de anunciar 900 millones de rebajas fiscales, exige 1.000 millones al Gobierno central para combatir la sequía.
El vicepresidente de la
Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, provocó una gran indignación tras afirmar
que las familias de los muertos por covid en las residencias “ya lo han
superado” y rechazar la comisión de investigación. “Esta comisión solo tiene
interés electoral y va a causar un daño a los familiares que podrán pensar:
‘¿Se podría haber evitado?’. Creo que eso las familias ya lo han superado y
volver a esto, por interés electoral, no es procedente”, declaró Ossorio, el mismo
que, hace unos meses, negaba la pobreza en Madrid y que ahora vuelve a mostrar
su aversión a las investigaciones tras rechazar esta comisión. (Tremending)
“Putas”, “ninfómanas”, “salid
de vuestras madrigueras como conejas”, “os prometo que vais a follar todas en
la capea”. Estos fueron los gritos medievales proferidos el pasado jueves por
los residentes del colegio mayor Elías Ahuja, de Madrid,
contra las alumnas que residen en el colegio femenino Santa Mónica, como vimos
y oímos en un vídeo que retuerce las tripas. A las palabras del 'portavoz' del
principio le sigue un grito coordinado del resto desde sus ventanas como si
fuese la berrea. El Elías Ahuja es, para más señas, un colegio religioso y
masculino. También es el mismo al que asistió el expresidente del PP, Pablo
Casado. Y esta, en realidad, no es una salida de tono puntual, sino un rito
machista habitual, como explicaron antiguas residentes del Santa Mónica y como
se puede ver, por ejemplo, en otro vídeo de 2021. (Tremending)
“Jamás hubo un loco tan cuerdo”, “uno de los iconos del periodismo de este país”, “una voz culta, informada y sensible”, “las preguntas, las respuestas y, sobre todo, los silencios son ya historia”... Son algunas de las miles de voces que en las últimas horas han despedido al 'loco de la colina', Jesús Quintero. El periodista onubense falleció el pasado lunes, a los 82 años, y, desde entonces, las redes sociales han sido uno de los espacios donde comunicadores, políticos o espectadores de sus múltiples programas han querido dejar unas palabras sobre su figura. (Temending).
Una pala larga que se usa
como timón en barcos pequeños y está amarrada al trance y extendida hacia atrás,
permite a los barcos pequeños avanzar moviéndolos de izquierda a derecha.
También se llama pala de cuello. (Milena Stevens)
Carlos Rodríguez,
veterinario, presidente de la Fundación 'Mascoteros', fue entrevistado por
Andrea Ropero después de que 160 asociaciones animalistas se manifestaran en
las principales calles de nuestro país para pedir al Gobierno que proteja a los
perros de caza de la misma forma que protegen a los domésticos. ¿Por qué los perros de caza quedan fuera de
la ley de protección animal? “Espero que no suceda, pero creo que es un tema de
parte de la caza que nunca ha hecho las cosas bien y no quiere estar
controlada”, explicó Carlos Rodríguez, destacando que “lo que sería terrible es
que un Gobierno permita una excepcionalidad con algo que no tiene posibilidad
de separación”. Preguntado sobre si la decisión del PSOE se debe a posibles
presiones, el veterinario contestó a la periodista de Intermedio:
“Indudablemente, ha tenido que haber presiones. El mundo de la caza tiene dos millones
de personas, alguno de ellos tendrá poder y habrá sido el que haya preguntado
por ver si pueden” no meter a los galgos en la ley de protección, explicó
Carlos Rodríguez.
El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Enrique, Eneko, Riki Blanco, Manel F, Vergara, J. R. Mora, Emilio Giannelli (Corriere della Sera), Patrick Blower…
El humor isleño de Pep Roig:
Los vídeos de esta
semana:
Libro de fotografías
carnet rescatadas de la basura por Alberto García Sáenz. Fueron tomadas en el
estudio de E. Rodríguez entre 1966 y 1983
La vida de Paco Gómez
cambió radicalmente una tarde de 2003 cuando se encontró con una caja de
fotografías en las inmediaciones del número 3 de la calle Pez. Paco Gómez,
fotógrafo, investigó el material y descubrió tras él una historia fascinante;
la historia de una familia que orbitó alrededor de la fama y que murió en el
más absoluto anonimato; la historia de los Modlin.
Los Modlin: una vida
rescatada de la basura | Madrid Secreto
Audiovisual que ilustra
los resultados de la reconstrucción de la vida de la familia Modlin realizada
por Paco Gómez a partir de unos documentos encontrados en la basura en la calle
Pez de Madrid. Imágenes de video: Jonás Bel.
En mayo del 2016, Vero
Blabla presenta y recomienda un libro que no deja indiferentes. La vida de los
Modlin, investigada en profundidad y plasmada en este libro por el fotógrafo
Paco Gómez. Una de esas realidades que superan a la ficción.
FOTOGRAFÍA E
INVESTIGACIÓN - LOS MODLIN. PACO GÓMEZ | Vero BlaBla
JESÚS QUINTERO: MUERE el PERIODISTA y MÍTICO PRESENTADOR a los 82 años | RTV
Muere Jesús Quintero,
"El Loco de la Colina" | Jesús Quintero, las reflexiones del
periodista.
Nadia Calviño, indignada
ante Vox: "¿Cómo puede ser, señor Espinosa de los Monteros, que no
conoz...
PODCAST | Colegio Mayor: segregación, acoso y omertá
Polònia - Polònia -
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