Luis Enrique, tras 47 encuentros como seleccionador, con 26 triunfos, 14 empates, 7 derrotas y un batacazo definitivo.
Desde el inicio del
Mundial de Qatar, Luis Enrique quiso convertirse en
una de las grandes sensaciones deportivas y no solo por su labor en el terreno
de juego. En sus retransmisiones a través de Twitch, en las que, además de
analizar los partidos del equipo y responder a las preguntas de sus seguidores,
hizo gala de su buen humor, atendió a las más variantes y divertidas cuestiones
como la supuesta relación entre la princesa Leonor y el jugador Gavi. Y, desde
hace años, mantiene una tensa relación con la prensa. Lo que, en las redes
sociales, parece sentirse de lo más cómodo. Eso sí, el entrenador de la
selección española no contó con perfiles hasta hace unas semanas, tanto en
Instagram (donde inició su andadura el pasado 11 de noviembre y ya acumulaba
casi medio millón de seguidores) como en Twitch, la plataforma de 'streaming' donde
arrasó.
A través de sus vídeos, Luis
Enrique conquistó a su público, ofreciendo siempre su versión más cercana con
divertidas retransmisiones de las que todo el mundo habló y congregando a miles
de seguidores en cada una de sus conexiones. Algo que, según se aseguraba, le
estaba reportando una buena fortuna. “Tengo 5.317 suscriptores”, desveló,
ofreciendo algunos datos de su llegada a la famosa plataforma: “Cuando te haces
tu canal de Twitch, que me lo hizo mi hijo, se ve que hay varios tipos de
contrato. Él se lleva la mitad de lo que cobramos sin olivarnos de Hacienda”. El
portal, además, asegura que sus retransmisiones acumulan “una media de casi
100.000 usuarios por emisión, llegando a alcanzar picos de 150.000”. Algo que
le estaría reportando “unos ingresos totales de entre 6.000 y 7.000 euros por
retransmisión”.
Pero Luis Enrique aseguró
que no tenía intención ni de enriquecerse, ni de sumar esta cantidad de dinero
a su ‘nómina’ como entrenador (cifra que según Financial Football alcanzaba los
1,15 millones de euros). “Yo no me llevaré ni un euro” aseguraba el técnico. “Todo
lo que gane será para una buena causa de la que ya os informaré a su debido
tiempo”. Y dejaba entrever que el dinero ganado con sus retransmisiones sería
destinado, previsiblemente, a una causa benéfica que, según apuntaban algunos
usuarios de redes sociales, podría ser la investigación del osteosarcoma, la
enfermedad que le costó la vida, en 2019, a su hija, Xana.
En su directo, Luis
anunció dónde donaría lo recaudado por las suscripciones a su Twitch: a la
Fundación Enriqueta Villavecchia, constituida en Barcelona en 1989, que ayuda a
niños, niñas y jóvenes enfermos de cáncer o de otras enfermedades graves.
Después, se fijó en la respuesta de un seguidor: “Aquí uno dice: yo a Catalunya
ni agua”. Y le respondió sin miramientos: “Pues muy bien, si tú consideras que
porque si a una persona que nace en un sitio y habla de una manera diferente o
tiene la posibilidad de tener dos lenguas no le quieres dar tu dinero,
fantástico. Lo respeto y además prefiero que no se lo des”.
Pero, en esta ocasión en
que España fue vencida por Marruecos en los octavos de final del Mundial, y en la
que 'La Roja' falló los tres penaltis que tenía que lanzar, Luis Enrique no
pudo aguantar en el cargo dando un 'batacazo' inesperado y definitivo. Fue el
pasado miércoles en el último servicio del asturiano, tras haber dirigido 47
encuentros como seleccionador, con 26 triunfos, 14 empates y 7 derrotas.
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