Sangre en dos libros, espectáculos y mecenazgo, con un par de subastas.
Óscar Caballero,
periodista y escritor, escribió el pasado viernes el siguiente artículo que hoy
reproducimos:
“Una guerra en Ucrania y
tres epidemias, sirven de excusa. Pero los irreductibles (pocos, siempre)
critican el clamoroso silencio, la escasa movilización, que ha seguido a la
noticia del ataque salvaje a Salman Rushdie. Ciertas izquierdas callan porque
temen ser calificadas de islamófobas. Ciertas derechas porque la libertad de
opinión no es su preocupación fundamental. Y los gobiernos por el mismo pánico
generalizado que les impide manifestar algo fuera de consenso. Por eso la
librería blogal ha leído y recomienda Pensar Salman Rushdie. Sobre todo, si el
lector cuenta con dos ojos (Rushdie ya no) y dos brazos útiles para sostener un
libro (Rushdie tampoco).
“En esta librería también
caben otras violencias, las de Les Sacrifiés, (Los Sacrificados), rescatados
por Sylvie Le Bihan con una justeza de la misma talla que su osadía al afrontar
temas de riesgo, para una francesa (perdón, bretona). Como los toros,
personalizados nada menos que en Ignacio Sánchez Mejías o el flamenco -en su
novia Encarnación (La Argentinita)-, sin olvidar a García Lorca, la Guerra
Civil y hasta la heroica Nueve que liberó París y medio Europa con la
esperanza, frustrada, de que el siguiente objetivo aliado fuera Franco.
“Autentica NoticiArte la
de que Le Voyage à Nantes afronta por primera vez el invierno. En efecto, esa
mezcla de exposición, espectáculo, habitual del verano, decidió ponerse abrigo.
“Suenen los violines,
entonces, cuando además esa v inicial sirve también para escribir vino. Porque
un gran elaborador de grandes vinos, Bernard Magrez, ha extendido su mecenazgo
cultural (unas 500 obras en el museo que creó) a los instrumentos antiguos
-Stradivarius de 1713, por ejemplo- que deja en manos de artistas prometedores”.
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